Javi Mart¨ªn: ¡°Me r¨ªo de mi trastorno bipolar para que ¨¦l no se r¨ªa de m¨ª¡±
El actor, que fue unos de los presentadores y reporteros del legendario programa ¡®Caiga quien caiga¡¯, liderado por El Gran Wyoming, habla ahora de su salud mental
Cuando lo vieron corretear semidesnudo alrededor de la catedral de Santa Mar¨ªa, en Palma, sus seres queridos se dieron cuenta de que Javi Mart¨ªn (Madrid, 49 a?os) no estaba bien del todo. Despu¨¦s de siete a?os de fama masiva, sentado a la diestra del Gran Wyoming en el legendario programa Caiga quien caiga (lo llamaban el reportero ¡°guapo¡±), Mart¨ªn llevaba varios a?os dedicado a la interpretaci¨®n en obras teatrales. Fue cuando surgi¨® su trastorno bipolar, antes conocido como man¨ªaco-depresivo, que lleva a los que lo sufren a un fuerte vaiv¨¦n emocional entre periodos en la cumbre y periodos en el hoyo. Ahora cuenta sus experiencias en un libro, Bipolar y a mucha honra (Espasa), que llega hoy a las librer¨ªas.
Pregunta. ?Usted est¨¢ loco?
Respuesta. S¨ª, pero ya lo estaba antes de mi trastorno bipolar. Me gustan las palabras locura, loco. Las utilizo desde el humor, para quitarle hierro al asunto.
P. En efecto, trata con mucho humor su trastorno.
R. Ha sido fundamental para aceptar todo lo que me ha pasado. Ahora me r¨ªo de haber estado ingresado dos veces en un psiqui¨¢trico. Cuando te r¨ªes de lo que te ha pasado, aunque sea de las cosas m¨¢s terribles de la vida, de alguna manera est¨¢s sanando.
P. ?Con tanto chiste no corre el peligro de banalizarlo?
R. En las partes de la depresi¨®n y el intento de suicidio hay menos risas. Es dif¨ªcil re¨ªrse de eso, aunque tengo mis momentos. Yo me r¨ªo de mi trastorno bipolar para que ¨¦l no se r¨ªa de m¨ª.
P. Por lo que cuenta en su libro, los estados de ¡°elevaci¨®n¡±, como usted los llama, no solo consisten en un muy buen estado de ¨¢nimo, sino que rozan con la alucinaci¨®n y la fantas¨ªa.
R. En la fase de man¨ªa, aparte de sentir una energ¨ªa maravillosa que casi no te deja dormir, se abre un espacio a la espiritualidad.
P. ?C¨®mo?
R. Conexiones con esp¨ªritus, telepat¨ªa, sentir el poder de las palabras de una manera muy especial, comunicarse con las plantas, con los animales¡ estaba maravillado. Sent¨ªa que pasaba a otros planos de realidad. Ahora me pregunto qu¨¦ es lo real, cu¨¢l de mis fases es la realidad. Yo lo integro todo, todo lo que he vivido me vale. Sigo hablando telep¨¢ticamente con mi madre para solucionar problemas. Yo me he montado esa pel¨ªcula. Al final, la realidad es donde ponemos la atenci¨®n cada uno en cada momento. Para cada uno es distinta.
P. O sea, que las fases de ¡°elevaci¨®n¡± son placenteras.
R. A veces, cuando est¨¢s subiendo, enga?as a los dem¨¢s para que no te mediquen y te saquen de esa situaci¨®n. Pero si la cosa contin¨²a puedes acabar hospitalizado. Durante mucho tiempo, cuando estaba estable, echaba de menos la fase de man¨ªa, la vida me parec¨ªa m¨¢s gris.
En la fase de man¨ªa, aparte de sentir una energ¨ªa maravillosa que casi no te deja dormir, se abre un espacio a la espiritualidad
P. En su libro dedica menos p¨¢ginas a hablar de la otra fase, la de depresi¨®n.
R. Los estados de elevaci¨®n, a los que tiendo, te hacen vivir m¨¢s aventuras. La depresi¨®n es siempre igual, basta con contarla una vez. Lo ves todo negro, tienes angustia, ansiedad, ideas suicidas.
P. Usted casi se tira por la ventana, literalmente.
R. Est¨¢s en un sufrimiento tal, est¨¢s con tant¨ªsimo dolor¡ Lo peor es que no ves salida, piensas que vas a estar siempre as¨ª, toda la vida. La ¨²nica soluci¨®n que ves es quitarte la vida. Yo quiero decirle a la gente que de ah¨ª se sale. Que es una etapa muy dura de la vida, pero que se sale.
P. ?Qu¨¦ se aprende?
R. Cuando has pasado por una fase as¨ª, la vida cobra otro sentido. A pesar de que siempre hay problemas, cada momento es ¨²nico, especial, precioso.
P. ?Qu¨¦ pueden hacer los que acompa?an?
R. Escuchar es una cosa muy importante, pero escuchar de verdad, sin pensar en lo pr¨®ximo que vas a decir, en meter baza. Escuchar sin tener que aportar soluciones inmediatas, sin agobiar. Simplemente estando, haciendo que la otra persona se sienta comprendida.
P. ?Por qu¨¦ no sabemos escuchar?
R. No s¨¦, no sabemos estar en el otro sin pretender cambiarlo. Cuando una persona est¨¢ triste y deprimida, muchas veces nos ponemos nerviosos, nos incomoda. Pensamos que no deber¨ªa sentirse as¨ª.
P. ?Qu¨¦ pensaba usted antes de la salud mental?
R. No ten¨ªa ni idea. Nunca hab¨ªa tenido ning¨²n trastorno y todo me iba bien. Mi vida iba bien en todos los aspectos: la familia, el trabajo, los amigos. Estaba contento, siempre era el happy flower del grupo. No le prestaba atenci¨®n a esto.
P. De un tiempo a esta parte es un debate p¨²blico.
R. Siento que se habla m¨¢s, sobre todo en d¨ªas concretos¡ Pero los suicidios ocurren todo el a?o, 11 al d¨ªa. Es algo que deber¨ªa hablarse diariamente, como se habla de la violencia de g¨¦nero o de los accidentes de tr¨¢fico.
P. ?Qu¨¦ hace falta?
R. Hace falta un plan nacional de prevenci¨®n del suicidio. Y much¨ªsimos m¨¢s psic¨®logos en la sanidad p¨²blica. Ya sabemos lo que pasa: tengo una amiga a la que le han dado cita para abril y estamos en septiembre. Y luego el seguimiento es una vez al mes, al mes y medio, pero hace falta una frecuencia mucho mayor.
La fama est¨¢ muy bien para ciertas cosas, para otras prefiero el anonimato de ir por la calle sin que te reconozcan
P. Usted pas¨® la de la m¨¢quina perfecta para hacer fama masiva, que es la tele, al territorio menos expuesto de los teatros. ?C¨®mo vivi¨® ese cambio?
R. No tengo ning¨²n inter¨¦s en esa fama masiva. La ¨¦poca de Caiga quien caiga la viv¨ª muy joven, me divert¨ª much¨ªsimo, viaj¨¦, gan¨¦ mucho dinero. Fue un bum muy grande, otra locura. La fama est¨¢ muy bien para ciertas cosas, para otras prefiero el anonimato de ir por la calle sin que te reconozcan todo el rato.
P. Hay otro personaje que tambi¨¦n se llama Mart¨ªn, pero de nombre ?ngel, que tambi¨¦n viene de la tele, que tambi¨¦n ha tenido problemas de salud mental y que tambi¨¦n ha escrito un libro (y con mucho ¨¦xito). ?Ha sido una inspiraci¨®n?
R. No he querido leer su libro hasta acabar el m¨ªo, para que no hubiera interferencias. Luego he comprobado los puntos en com¨²n que hay en nuestras historias. Por ejemplo, esas sensaciones espirituales. Le mand¨¦ un mensaje de enhorabuena.
P. ?C¨®mo est¨¢ usted ahora?
R. Se piensa que alguien con trastornos est¨¢ siempre en esos estados. Y no es as¨ª. Yo tengo una vida completamente estable, hace a?os que no tengo depresiones, solo ligeros momentos de elevaci¨®n que se tratan con medicaci¨®n. Mis amigos me dicen que soy el que mejor est¨¢ de todos ellos.
P. ?Es as¨ª?
R. Yo es que me he tratado todo en los psic¨®logos, no solo mi trastorno, sino todos los conflictos que he tenido durante toda mi vida, con mi madre, con mi padre, etc¡
P. ?Ya era aficionado?
R. No, empec¨¦ en terapia con mi primera depresi¨®n. Y ah¨ª es donde he tocado todos los temas. Yo creo que todo el mundo deber¨ªa ir al psic¨®logo.
P. Parece que la terapia cada vez tiene menos estigma, que se habla m¨¢s abiertamente de ella.
R. S¨ª, cuando vas al psic¨®logo s¨ª. Pero si hablas del psiquiatra, de la medicaci¨®n, ya es otra historia. Cuesta decir que tienes problemas mentales. La religi¨®n ha negado tradicionalmente la sepultura en el camposanto a los suicidas, por ejemplo.
P. ?Qu¨¦ hacer?
R. Muchas asociaciones est¨¢n reivindicando que haya educaci¨®n emocional en las escuelas, muchos de los problemas vienen desde ah¨ª.
P. Consum¨ªa drogas, ?eso afecta?
R. Yo sal¨ªa de fiesta, me tomaba mis pastillas, mis porros, y eso puede afectar. Aunque no se sabe muy bien cu¨¢l es el origen de esta enfermedad mental. Mi trastorno puede que se desencadenase por problemas en el trabajo. Aun as¨ª, cuando doy charlas a j¨®venes les hablo de las drogas.
P. ?Y qu¨¦ les dice?
R. Creo que es un error decirles simplemente que no tomen drogas. Eso no funciona. Est¨¢n en la edad de probarlo todo. Hay que tener en cuenta que van a estar rodeados de gente que toma drogas, eso es as¨ª, y darles el m¨¢ximo de informaci¨®n para que sean conscientes de los peligros que existen.
Creo que es un error decirles a los j¨®venes simplemente que no tomen drogas. Eso no funciona
P. ?Qu¨¦ concepci¨®n tiene la gente de la enfermedad mental?
R. Cuando la gente escucha hablar de trastorno bipolar o esquizofrenia se ponen en tensi¨®n y tienen miedo. Los medios muchas veces difunden la imagen de que los enfermos mentales cometen delitos, pero es una imagen falsa
P. ?Qu¨¦ ha sido lo m¨¢s raro que ha hecho?
R. Recog¨ª durante cuatro horas toda la basura de la Puerta del Sol. Papeles, colillas, latas, todo. Estaba imbuido de una gran conciencia ecol¨®gica y pensaba que si yo solo hab¨ªa conseguido aquello, qu¨¦ no podr¨ªamos hacer entre todos. Lo sigo pensando.
P. ?Lo reconocieron?
R. Probablemente s¨ª: iba vestido con la bata de andar por casa y un bomb¨ªn.
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