Cuando no saltan las alarmas: un profesor condenado a 10 a?os por abuso de menores sigui¨® ejerciendo en otro centro
El docente, denunciado en Sagunto en 2017, se traslad¨® a los maristas de Murcia y dio clase dos cursos hasta 2021. El centro asegura que lo ignoraba porque las sentencias solo aparecen en el certificado penal cuando son definitivas
Las familias del colegio de los maristas Fuensanta de Murcia han descubierto esta semana que uno de sus profesores, docente de 2019 a 2021, en realidad hab¨ªa sido condenado a 10 a?os de c¨¢rcel por abuso de menores en otro centro de Sagunto, Valencia, en 2019. Lo han sabido porque el Supremo confirm¨® la pena el pasado mes de abril y se public¨® la noticia con el nombre del acusado. Se han enterado ahora porque la resoluci¨®n anterior, dictada por la Audiencia de Valencia en 2019, no trascendi¨® y el acusado se traslad¨® a Murcia, donde fue contratado al inicio de curso por los maristas. La congregaci¨®n asegura que ignoraba la condena, porque no constaba en el certificado del docente del Registro Central de Delincuentes Sexuales, un documento que obligatoriamente se exige a profesores, monitores y cualquier persona que trabaje con ni?os en el momento del contrato. Y la raz¨®n, argumentan, es que una condena no aparece en este registro hasta que es firme. Varias instituciones confirman que, en efecto, es as¨ª, desde la consejer¨ªa de Educaci¨®n de Murcia a los ministerios de Justicia y el de Educaci¨®n, as¨ª como la Fiscal¨ªa General del Estado.
La ley 26/2015 se?ala: ¡°Ser¨¢ requisito para el acceso y ejercicio a las profesiones, oficios y actividades que impliquen contacto habitual con menores, el no haber sido condenado por sentencia firme por alg¨²n delito contra la libertad e indemnidad sexual¡±. Los maristas citan tambi¨¦n la ley org¨¢nica 8/2021 de protecci¨®n integral de la infancia y la adolescencia contra la violencia. Fuentes de la Fiscal¨ªa explican que se produce un conflicto entre la presunci¨®n de inocencia del acusado y la protecci¨®n de menores, y admiten que es un asunto complejo en el que podr¨ªa abrirse un debate para una revisi¨®n del sistema o una posible reforma legal.
La excepci¨®n es si un juez ordena medidas cautelares a la espera de sentencia firme, pero no siempre se toman. En ese caso se deben incluir tambi¨¦n en el registro, y se prolongan hasta la resoluci¨®n definitiva, explican fuentes judiciales. ¡°El problema tambi¨¦n es que el SIRAJ (Sistema de Registros Administrativos de apoyo a la Administraci¨®n de Justicia), las bases de datos con varios registros de informaci¨®n sensible, a veces funciona como una escopeta de feria, tiene fallos¡±, sostiene una magistrada. ¡°Son los letrados de administraci¨®n de justicia del juzgado de instrucci¨®n los que deben meter los datos. Adem¨¢s cada comunidad aut¨®noma tiene su sistema y a veces no hay comunicaci¨®n entre juzgados, se ha visto en algunos casos de violencia de g¨¦nero¡±.
Lo cierto es que de este caso se desprende que, en los a?os que transcurren hasta que una condena por abusos de menores es definitiva, y si el juez no ordena medidas cautelares, puede suceder que un profesor siga dando clase si la noticia no trasciende y si los colegios no obtienen la informaci¨®n por otras v¨ªas. En este caso pasaron casi cinco a?os desde la denuncia, en 2017, y casi tres desde la primera sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia, en julio de 2019, pasando por la del Tribunal Superior de Justicia de esa comunidad, noviembre de 2019, hasta la definitiva del Supremo en abril de 2022. La pena de 10 a?os de c¨¢rcel estaba acompa?ada de cuatro a?os m¨¢s de libertad vigilada y 16 a?os sin poder ejercer un oficio en contacto con ni?os.
Entretanto el docente, Juan Tom¨¢s S¨¢nchez, cambi¨® de comunidad aut¨®noma y fue a un centro de otra orden religiosa. Estaba en el colegio San Vicente Ferrer de Sagunto, de la Fundaci¨®n Educativa Santo Domingo, de los dominicos, y reapareci¨® en los maristas de Murcia, en su centro llamado Fuensanta, uno de los dos que esta congregaci¨®n tiene en la ciudad y que est¨¢ dedicado a educaci¨®n infantil y primaria. Los maristas se niegan a revelar los detalles de la labor del profesor, pero seg¨²n padres de alumnos era profesor de religi¨®n de tercero de primaria e incluso era tutor de uno de los cursos.
La denuncia del colegio de Sagunto fue en 2017. El acusado, seg¨²n la sentencia, abus¨® de dos alumnos del colegio, menores de edad. Les ofrec¨ªa clases particulares de repaso en su casa, y despu¨¦s ve¨ªan una pel¨ªcula, momento que aprovechaba para hacerles tocamientos e introducir la mano bajo el pantal¨®n en la zona de sus genitales. Los dos chicos no dijeron nada a sus padres ni en el colegio, pero un compa?ero les escuch¨® hablar de ello, lo cont¨® a su madre y ella alert¨® al centro. La direcci¨®n avis¨® entonces a sus padres y se presentaron denuncias. Desde 2017 se pierde la pista del docente, pero en 2019, ya con una sentencia de primera instancia, recala dos cursos en los maristas de Murcia, hasta 2021.
Los padres de alumnos del colegio murciano han sabido todo ahora, al encontrar la noticia de la condena definitiva, que en algunos medios inclu¨ªa el nombre del reo. La madre de una alumna present¨® una denuncia el pasado lunes en la Consejer¨ªa de Educaci¨®n de Murcia, a la que ha tenido acceso este diario, para solicitar una investigaci¨®n de lo ocurrido. Fuentes de este departamento se?alan que no se abrir¨¢ ninguna investigaci¨®n porque ¡°el sistema no ha fallado¡±. Explican que peri¨®dicamente el ministerio de Justicia les remite los datos de condenados por delitos sexuales para que los crucen con sus listados de profesores, y este caso no apareci¨® porque no era una condena firme.
Despu¨¦s de que el diario La Verdad publicara el caso, el centro emiti¨® este martes un comunicado para explicar lo ocurrido: ¡°En cuanto conocimos esta sentencia iniciamos un proceso de investigaci¨®n para saber si se hab¨ªan podido producir hechos similares en Maristas. No tenemos conocimiento, hasta el momento, de ninguna situaci¨®n de riesgo o hechos de este tipo en relaci¨®n con esta persona y que afectasen a nuestro alumnado. (¡) Para evitar la presencia de personas con conductas inapropiadas o delictivas en nuestras obras maristas estamos revisando actualmente nuestro protocolo de selecci¨®n de personal para mejorarlo y hacerlo m¨¢s seguro y exhaustivo¡±.
No obstante, hay algunas preguntas que los maristas no quieren responder. Una antigua alumna del colegio de Murcia, entre 1998 y 2001, asegura a este diario que el profesor condenado ya estaba en esos a?os en el centro, y era el ¡°hermano Juan¡±. La orden no aclara si Tom¨¢s S¨¢nchez es o fue marista, y por tanto ya le conoc¨ªan, ni tampoco si trabaj¨® en el centro en el pasado, ni las razones por las que, si fue as¨ª, lo abandon¨®. En redes sociales el docente condenado contiene varias referencias a sus ¡°hermanos¡± maristas y en la web del colegio aparece nombrado como coordinador de catequesis de los grupos de iniciaci¨®n cristiana del centro.
Por otro lado, padres de alumnos recuerdan que al final del curso, en 2021, el profesor anunci¨® que dejaba el centro para irse a Sudam¨¦rica. Sus redes sociales revelan, en efecto, que viajaba frecuentemente a Colombia, a localidades con comunidades maristas, como Manizales y La Pola, donde tambi¨¦n colaboraba en centros religiosos y ten¨ªa contacto con menores. Los maristas tambi¨¦n se niegan a informar sobre su destino tras la marcha del colegio. En abril de 2022, fecha de la sentencia del Supremo, el profesor aparece radicado en Bogot¨¢ en una p¨¢gina de servicios de clases particulares. En ella se presenta as¨ª: ¡°Mi experiencia de m¨¢s de 15 a?os en docencia avala mi trabajo serio y profesional. Aparte de colegios, he dado formaci¨®n a adultos en inteligencia emocional y otros temas de espiritualidad y crecimiento personal, ya que soy te¨®logo. Como pedagogo y psicopedagogo he trabajado no solo en aulas, sino tambi¨¦n en consulta con ni?os, j¨®venes y algunos adultos con problemas personales, especialmente centrado en menores con conductas disruptivas¡±.
El abogado que llevaba su representaci¨®n hasta la sentencia del Supremo ha confirmado a este diario que pod¨ªa salir del pa¨ªs y no le hab¨ªan retirado el pasaporte, si bien tras la condena deb¨ªa regresar, y comunic¨® su prop¨®sito de hacerlo. Despu¨¦s cambi¨® de letrado y pretend¨ªa presentar un recurso de amparo al Constitucional. Fuentes judiciales confirman que ingres¨® en prisi¨®n el pasado mes de agosto.
Si conoce alg¨²n caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escr¨ªbanos con su denuncia a abusos@elpais.es. Si es en Am¨¦rica Latina, puede escribir a abusosamerica@elpais.es
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