Las madres solteras por elecci¨®n se multiplican: ¡°Hace 50 a?os se ve¨ªa fatal. Ahora nos dicen ¡®te envidio¡±
Los tratamientos de fecundaci¨®n ¡®in vitro¡¯ para estas mujeres se han doblado en cinco a?os, seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Fertilidad. Ellas reclaman sus derechos como un modelo m¨¢s de familia
¡°No tengo pap¨¢¡±, le dice Juan, que tiene cuatro a?os, a un compa?ero de clase. ¡°?Se ha muerto?¡±, le responde sorprendido. ¡°No, no tengo, no hay¡±, replica el ni?o con tranquilidad. La escena la relata Marga H. Peces, su madre, para explicar que en su casa viven con naturalidad que ella cr¨ªe sola a sus hijos. Quer¨ªa ser madre y no ten¨ªa pareja, y con 39 a?os tom¨® la decisi¨®n. Hace dos meses que, con 47, dio a luz a su segunda ni?a. Cada vez m¨¢s mujeres deciden dar el paso en solitario. La Sociedad Espa?ola de Fertilidad (SEF) confirma que los tratamientos de fecundaci¨®n in vitro a mujeres sin pareja casi se han doblado en cinco a?os: del 4,4% del total en 2016 al 8% en 2020. Ya no son una excepci¨®n. Pese a que a¨²n deban hacer frente a prejuicios, la situaci¨®n nada tiene que ver con la de hace d¨¦cadas. ¡°Hace 50 a?os se ve¨ªa fatal. Ahora nos dicen ¡®te envidio¡±, afirma Marga. Adi¨®s estigma. Son un modelo de familia m¨¢s que reclama sus derechos y que se enfrenta a un elevado riesgo de pobreza al depender de un solo sueldo.
Una ma?ana de domingo, cinco mujeres ¡ªentre ellas Marga¡ª se encuentran en un parque de la Comunidad de Madrid. Todas van con sus hijos ¡ªnueve en total, y eso que uno no ha querido ir¡ª, todas los cr¨ªan solas, todas los tuvieron mediante t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida en cl¨ªnicas privadas. Un solo tratamiento puede costar entre 1.500 y 12.000 euros, explican, pero cada proceso es un mundo. Algunos necesitan muchos intentos, otros funcionan a la primera. Ellas forman parte de la Asociaci¨®n Madres Solteras por Elecci¨®n (AMSPE), que naci¨® hace 15 a?os con 22 socias fundadoras y que ahora agrupa a m¨¢s de 2.700 en toda Espa?a.
En este tiempo, los tratamientos a mujeres solas se han multiplicado. En 2014, el Gobierno del PP excluy¨® a las mujeres sin pareja heterosexual de la posibilidad de realizar el proceso en el Sistema P¨²blico de Salud, aunque muchas comunidades siguieron ofertando esta opci¨®n. En 2021, el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos aprob¨® una orden para que volviera a sufragarse en todo el pa¨ªs la reproducci¨®n asistida a todas las mujeres, siempre que tengan entre 18 y 40 a?os.
Pero muchas sobrepasan la edad y adem¨¢s hay largas listas de espera. Por eso recurren a la privada. Los datos de la SEF prueban que en apenas cinco a?os las fecundaciones in vitro a mujeres solas pasaron del 4,4% de los que se llevaban a cabo en el pa¨ªs en 2016 al 8% en 2020 (del total de 127.420). De hecho, en la SEF valoran que en 2020 ¡°los tratamientos de fertilidad disminuyeron en general, pero los de las madres solas no¡±. Solo por poner un ejemplo, el Instituto Valenciano de Infertilidad, un centro privado con 30 cl¨ªnicas por todo el pa¨ªs, apunta que los tratamientos de reproducci¨®n asistida a mujeres sin pareja (incluyendo inseminaci¨®n artificial, fecundaci¨®n in vitro y fecundaci¨®n con ¨®vulos donados) se han disparado: han pasado de poco m¨¢s de 700 en 2007 a m¨¢s de 6.000 el a?o pasado. Un crecimiento del 737% en 15 a?os.
En el parque, los cr¨ªos se entretienen mirando las ranas de un estanque cercano, otros hacen la croqueta en el c¨¦sped. Las cinco madres cuentan cinco historias que a ratos se parecen mucho. ¡°Ten¨ªa unos 35 a?os y estaba sin pareja. O me pon¨ªa a tener hijos o me quedaba sin ellos. El cuerpo tiene un l¨ªmite¡±, cuenta Eva Mar¨ªa Bernal, que gestiona campa?as de publicidad y que ahora tiene 55 a?os y tres hijos: quiso dar un hermano al mayor y llegaron mellizos. Ana Saiz (41), analista de calidad en una empresa de inform¨¢tica, afirma que siempre lo supo. ¡°Si cuando llegara el momento no ten¨ªa pareja, lo har¨ªa sola. Cuando me vino el deseo de ser madre, ese que te arrastra de los pelos, dije: vamos¡±. Y fue. Ahora tiene dos ni?os. El mayor es uno de los que mira las ranas. La peque?a corretea de aqu¨ª para all¨¢ con su oso panda de peluche.
¡°Sigue siendo predominante el modelo familiar de pareja heterosexual con uno o dos hijos¡±, puntualiza Raquel Mart¨ªnez Buj¨¢n, profesora de Sociolog¨ªa de las Familias en la Universidad de A Coru?a. Pero cada vez hay m¨¢s diversidad. ¡°Ha habido un cambio de valores muy importante en torno a la maternidad y las formas en las que establecemos relaciones ¨ªntimas y afectivas, cada vez m¨¢s distanciadas del hecho reproductivo¡±, prosigue. ¡°Las mujeres han decidido continuar con su trayectoria personal y laboral y disociarse de sus componentes reproductores como elemento fundamental de su existencia¡±. Se retrasa la edad a la que tener hijos y se piensa mucho mejor qui¨¦n es la pareja adecuada para ello. Alazne P¨¢ramo, portavoz de la AMSPE, lo confirma: ¡°Nuestro modelo es una maternidad muy reflexionada, por lo que no suelen ser mujeres muy j¨®venes. La media de edad est¨¢ entre 35 y 40 a?os¡±.
Siguen los prejuicios
Las cinco madres madrile?as hablan orgullosas de su historia, de sus ni?os, de sus familias. Cuentan, eso s¨ª, que siguen enfrent¨¢ndose a prejuicios. La mayor¨ªa de la gente da por hecho que est¨¢n divorciadas. Muchos se atreven a¨²n a opinar sobre cu¨¢ntos hijos tienen, ¡°menuda locura que sean dos¡±. Todas se quejan, y mucho, de la falta de apoyo institucional. Sara, la beb¨¦ de Marga, de apenas dos meses, podr¨¢ disfrutar de las 16 semanas del permiso de maternidad de su madre, pero no de las otras 16 semanas de las que dispone para su cuidado cualquier ni?o de un hogar con dos progenitores. Los viudos o viudas con dos hijos son considerados familias numerosas, pero las madres solas con dos ni?os no lo son. Puede haber m¨¢s de mil euros de diferencia entre las desgravaciones fiscales de un hogar biparental y otro monoparental, se cuantifica en un informe de la AMSPE. La lista es larga y la van enumerando entre todas. Al final, Pilar H. Peces, hermana de Marga que tambi¨¦n cr¨ªa sola a dos hijas, lo resume: ¡°?C¨®mo te apa?as? Pagando. ?C¨®mo concilias? Pagando¡±. Con un solo sueldo.
En 2020 hab¨ªa en Espa?a m¨¢s de un mill¨®n de hogares formados por un solo progenitor con hijos menores de 25 a?os, seg¨²n el INE. Ocho de cada 10 est¨¢n encabezados por mujeres. La cifra engloba tanto a mujeres que decidieron tener hijos en solitario como a viudas y divorciadas y separadas, independientemente de su situaci¨®n. Es decir, que se mezcla tanto a quienes comparten el peso de la crianza (y de su coste) con otro progenitor como a quienes no. Pero, aunque la cifra no permita perfilar con nitidez la realidad de quienes cr¨ªan completamente solos a sus hijos, su magnitud confirma que las familias han cambiado en Espa?a a mayor ritmo de lo que lo han hecho las leyes. As¨ª lo recalc¨® la OCDE en un reciente informe, encargado por el Ministerio de Derechos Sociales en el marco de los trabajos de la ley de familias que ultima el Gobierno.
A principios de octubre, el Gobierno inform¨® de que esta ley pasar¨ªa por el Consejo de Ministros ese mes y se tramitar¨ªa de urgencia. Lo primero se ha incumplido. Fuentes de Derechos Sociales lo achacan a ¡°resistencias del Ministerio de Hacienda¡±. Las asociaciones de familias monoparentales se impacientan.
¡°Tememos que se siga retrasando y sea imposible aprobarla esta legislatura [los plazos son ajustados para la tramitaci¨®n parlamentaria]. Llevamos a?os reclamando¡±, afirma Carmen Flores, presidenta de la Federaci¨®n de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS), que aglutina seis organizaciones ¡ªentre ellas AMSPE¡ª y representa a mujeres que afrontan la maternidad en solitario (tambi¨¦n viudas y separadas). En la ley se prev¨¦, adem¨¢s de equiparar los permisos por nacimiento de las familias monoparentales con las que cuentan con dos progenitores, considerar a las familias monoparentales con dos hijos como numerosas. ¡°El 70% de las familias monoparentales solo tienen un hijo. Queremos que haya un reconocimiento para todas, un carn¨¦ monoparental como tienen las familias numerosas y que eso pueda conllevar alg¨²n tipo de beneficios¡±, explica Flores.
Actividades ¡°para hacer tribu¡±
Tambi¨¦n se impacientan las cinco mujeres reunidas en Madrid. Y Alazne P¨¢ramo, una de las portavoces de AMSPE, que tiene 45 a?os y vive en Bilbao con su hija de dos. Cuenta que, ante la falta de apoyo, la asociaci¨®n organiza ¡°actividades para hacer tribu¡±. As¨ª se llaman. ¡°Compartimos experiencia¡±, dice por tel¨¦fono. Puntualiza que el colectivo es heterog¨¦neo, que no hay una sola realidad de familias monoparentales, pero que en la asociaci¨®n se dan, sobre todo, apoyo emocional. En lugares peque?os es m¨¢s f¨¢cil, claro, pero tambi¨¦n ocurre en ciudades. ¡°Una compa?era dijo que ten¨ªa un juicio y necesitaba a alguien para cuidar a su hijo un rato y dos compa?eras se ofrecieron. Hay m¨¢s empat¨ªa, hoy por ti y ma?ana por m¨ª¡±.
Todas recalcan la vulnerabilidad de estas familias. Si tener hijos eleva el riesgo de pobreza, tenerlos sola, a¨²n m¨¢s. El 54,3% de los hogares monoparentales est¨¢ en riesgo de pobreza o exclusi¨®n social, casi el doble que la poblaci¨®n en general (27,8%). Ana Saiz, la analista de calidad en una empresa inform¨¢tica, se?ala que se qued¨® sin trabajo cuando estaba embarazada de su segunda hija. ¡°Ten¨ªa un empleo indefinido. Sin ¨¦l, todos los planes se van a la mierda¡±. Consigui¨® un nuevo trabajo en plena pandemia, y hace un a?o se mud¨® a un pueblo de la Comunidad.
A su lado, Pilar H. Peces, que ahora tiene 50 a?os, recuerda que la ¨²nica vez que ha visto ¡°el v¨¦rtigo¡± fue en 2018. ¡°Me ca¨ª al precipicio. Me despidieron, con dos ni?as y con casi 50 tacos¡±, recuerda. ¡°Cobr¨¦ el paro, se acab¨® el subsidio y tuve que ir a servicios sociales para que me dieran tarjetas para comprar comida. Estuve cuatro meses con ingresos cero¡±. Se puso a opositar. Ahora es interina, y sigue estudiando para sacarse la plaza. ¡°Aun as¨ª, si volviera a nacer lo har¨ªa exactamente igual¡±, dice mirando a sus hijas.
La reacci¨®n es un¨¢nime. Ninguna volver¨ªa atr¨¢s. M¨®nica Tom¨¢s tiene 41 a?os y est¨¢ embarazada de su segundo hijo. ¡°Siempre digo que no s¨¦ si fue antes el huevo o la gallina: si las relaciones me han ido mal porque quer¨ªa ser madre sola o, como me han ido mal, quer¨ªa ser madre sola¡±. Es ingeniera, trabaja en Repsol y puede teletrabajar un 20% de la jornada. ¡°Lo hago por las noches, as¨ª puedo pasar las tardes con mi hija. Duermo cinco horas¡±. Insiste en la importancia del apoyo emocional que se dan unas madres solteras a otras, o como dice Ana Saiz: ¡°Cuando conoces a una MSPE, lo notas¡±. Habla as¨ª, por siglas. Madre Soltera por Elecci¨®n, MSPE. M¨®nica sigue: ¡°Nadie m¨¢s entiende el problema de tirar la basura. ?Qu¨¦ hago? O me salto los horarios o dejo a mi hija sola en casa porque a esas horas ya est¨¢ acostada¡±. Hace falta a?adir una ¡°perspectiva monoparental¡±, dicen, para que ellas puedan, por fin, estar incluidas.
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