Isabelle Lonvis-Rome: ¡°Para tratar bien la violencia de g¨¦nero hay que repetir que no es como las dem¨¢s¡±
La ministra de Igualdad de Francia afirma que trabajan mirando a Espa?a en cuanto a las pol¨ªticas p¨²blicas para la lucha desde el Gobierno contra la violencia machista
Isabelle Lonvis-Rome fue la jueza m¨¢s joven de Francia, en 1986, con 23 a?os. Y nunca m¨¢s se separ¨® de la justicia: 36 a?os pegada a la prevenci¨®n de los delitos, al ¨¢mbito penal y a la protecci¨®n judicial y social de v¨ªctimas, sobre todo, de la violencia machista. De los juzgados de Lyon en los a?os noventa, a presidenta de los tribunales de lo Penal de Nanterre, Versalles, Pontoise y Chartres en la d¨¦cada de 2010; de ah¨ª a ser nombrada en 2018 alta funcionaria para la igualdad en el Ministerio de Justicia y desde el pasado julio, ministra de Igualdad. Lonvis-Rome sustituy¨® a su predecesora, ?lisabeth Moreno, en una cartera que no le es ajena ni lejana. Lleva a?os en asociaciones que ayudan a mujeres maltratadas, refugiadas, solicitantes de asilo, personas detenidas, y es autora de varios libros, entre ellos, Control y violencia en la pareja y Libertad, igualdad, supervivencia.
A finales de octubre se sienta en el sal¨®n de la Casa de Francia, en Madrid, para hablar de c¨®mo est¨¢n avanzando en su pa¨ªs en protocolos policiales, en pol¨ªticas feministas y en medidas para paliar unas cifras de violencia que dejaron el pasado a?o al menos 121 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas. No es la primera vez que viaja a Espa?a, ya lo hizo cuando trabajaba para el Ministerio de Justicia para conocer de cerca el funcionamiento de los protocolos espa?oles en torno a la violencia machista.
En octubre vino para acudir a la sexta conferencia regional Mujeres por el Mediterr¨¢neo. Y es hacia Espa?a donde la ministra francesa asegura que miran desde hace a?os para tomar y desarrollar sus decisiones. Ahora, ya en la recta final de noviembre, precisamente la ley del solo s¨ª es s¨ª, en vigor desde el 7 de octubre, ha desatado un terremoto pol¨ªtico, jur¨ªdico y social por el impacto que ha tenido la primera consecuencia visible de la norma: las rebajas en las penas como consecuencia de la reforma del C¨®digo Penal que conllev¨® la legislaci¨®n, ya que los reos tienen derecho a que sus penas se revisen cuando una nueva ley las rebaja si resulta m¨¢s favorable para su caso. Lonvis-Rome no hace declaraciones al respecto, pero su idea general sobre la pol¨ªtica espa?ola ¡°en la lucha contra la violencia sexual y de g¨¦nero¡± es que se trata de ¡°una pol¨ªtica inspiradora y protectora para las v¨ªctimas¡±.
En esa l¨ªnea, Francia trabaja como lo hizo Espa?a hace casi dos d¨¦cadas, con la entrada en vigor de la ley contra la violencia de g¨¦nero, en 2004, hacia una mayor especializaci¨®n: ¡°Es necesario que todos los actores que intervienen en todos los eslabones de la cadena [policial, judicial] est¨¦n bien capacitados. Para tratar bien la violencia de g¨¦nero hay que repetir que no es como las dem¨¢s, y eso es lo que hizo muy bien Espa?a¡±.
Una concepci¨®n del maltrato que ha llevado cierto retraso en su pa¨ªs, donde todav¨ªa de vez en cuando los feminicidios se denominan cr¨ªmenes pasionales en algunos medios de comunicaci¨®n y en la sociedad, y el t¨¦rmino violencia dom¨¦stica o conyugal sigue siendo m¨¢s usado que el de violencia machista. Ahora, dice, ¡°hay una conciencia masiva de la gravedad de la violencia sexual y de g¨¦nero, y de la especificidad de ambas¡±, en particular la cometida dentro de la pareja.
Esa conciencia empez¨® a extenderse de forma m¨¢s homog¨¦nea y a nivel pol¨ªtico en 2019, cuando ante la elevada tasa de asesinatos de los ¨²ltimos a?os el Gobierno franc¨¦s abri¨® un periodo de di¨¢logo que dur¨® casi tres meses en los que debati¨® con polic¨ªas, jueces, m¨¦dicos, trabajadores sociales, autoridades locales y asociaciones de mujeres cu¨¢les deb¨ªan ser las l¨ªneas a seguir en esta materia. Y anunciaron tambi¨¦n una bater¨ªa de medidas de ¡°urgencia¡± en materia de protecci¨®n de v¨ªctimas y acompa?amiento judicial; entre ellas, nuevas plazas en casas de acogida para v¨ªctimas de violencia machista o fiscal¨ªas especializadas.
Lonvis-Rome cree que Francia ya ¡°ha entendido que esta violencia no es un asunto privado, sino que ata?e a la sociedad en su conjunto¡± y de ah¨ª los ¡°esfuerzos sin precedentes¡± que asegura que se est¨¢ haciendo desde el Gobierno franc¨¦s desde hace unos a?os.
Habla de varias cuestiones, algunas nuevas y otras que se activaron o anunciaron hace tiempo. Entre ellas de la formaci¨®n de polic¨ªas y gendarmes, ¡°ya hay 160.000 funcionarios formados¡±; del apoyo a las v¨ªctimas ante esos servicios policiales ¡°con la presencia de trabajadores sociales [tienen alrededor de 400 y calculan tener 600 para 2025] que orientan a las v¨ªctimas cuando acuden a la comisar¨ªa¡±; de ¡°trabajo en la protecci¨®n de las v¨ªctimas¡±, por ejemplo, con la multiplicaci¨®n de tel¨¦fonos de asistencia, ¡°ten¨ªamos 300 en 2019 y ya son 4.000¡å; de mejoras en el funcionamiento de los brazaletes de protecci¨®n para mujeres, inspirados en las pulseras espa?olas; y la ampliaci¨®n de las plazas de alojamiento de emergencia para las mujeres, de las que el 80% se han creado en los ¨²ltimos cinco a?os, tienen 9.000 actualmente, ¡°10.000 para final de a?o, y 11.000 en 2023¡å, calcula.
Tambi¨¦n apunta a ¡°duplicar¡± el n¨²mero de investigadores especializados a nivel policial: ¡°La primera ministra [?lisabeth Borne] encarg¨® a dos parlamentarios la misi¨®n de evaluar el tratamiento legal actual de esta violencia y hacer todas las recomendaciones ¨²tiles para tener una justicia que tenga m¨¢s en cuenta la especificidad de esta violencia teniendo en cuenta a la v¨ªctima¡±.
Lonvis-Rome recuerda que sus 30 a?os de ejercicio profesional, lo que ha ¡°podido ver en Espa?a¡± y su contacto con asociaciones durante d¨¦cadas hacen que d¨¦ su ¡°apoyo total a la idea de justicia especializada¡±, que en Espa?a se articula a trav¨¦s de los juzgados espec¨ªficos de violencia sobre la mujer, con distintas legislaciones como la ley de 2004 contra la violencia de g¨¦nero o la nueva ley de libertad sexual, o con sentencias con perspectiva de g¨¦nero que van sentando jurisprudencia en casos por ejemplo de violencia sexual.
Esas tres d¨¦cadas de experiencia a las que hace referencia la ministra tambi¨¦n han hecho que ponga sobre la mesa una propuesta que ayude a las v¨ªctimas a salir de la espiral de violencia. ¡°He presidido numerosos juicios por feminicidio y muchas veces he observado que es extremadamente dif¨ªcil para una mujer dejar a su pareja violenta por dos razones. Porque est¨¢ bajo su influencia y la mayor¨ªa de las veces la ha humillado y devaluado tanto que se siente como un trapo. Y cuando te sientes como un trapo no es f¨¢cil volver a ponerte de pie. Y luego, que si tienen dificultades, si no tienen autonom¨ªa econ¨®mica, es muy complicado dejar a la pareja¡±.
As¨ª, la idea de Lonvis-Rome es la activaci¨®n de medidas sociales en coordinaci¨®n con otros ministerios para apoyar a las v¨ªctimas y facilitarles escapar de la violencia: ¡°Ya sea apoyo con una asignaci¨®n si no tiene ingresos, ayuda con el cuidado de los hijos, la reincorporaci¨®n al trabajo o a la formaci¨®n, o apoyo psicol¨®gico¡±. Ese proyecto pasa tambi¨¦n por diferenciar seg¨²n d¨®nde vivan las mujeres v¨ªctimas, en territorios urbanos o rurales en los que, dice, la casu¨ªstica es distinta: ¡°Solo podremos evitar la violencia de g¨¦nero comprendi¨¦ndola y ahondando en sus caracter¨ªsticas¡±.
30 centros de atenci¨®n a hombres maltratadores
Francia, en el camino de la mejora de las medidas para prevenir la violencia machista y en las de atención a las víctimas, tiene también una pata de su proyecto en igualdad dedicada a ellos, los agresores. Parte de esa pata es la prevención de la reincidencia, algo que entró en el debate público en 2019, gracias en parte a un impulso del Ministerio de Justicia y un periodo de debate de tres meses entre distintos ámbitos para decidir cuáles debían ser los pasos a seguir a partir de ese momento desde el Gobierno.
“Con este espíritu se pusieron en marcha los centros de atención a los maltratadores”, cuenta la ministra de Igualdad Isabelle Lonvis-Rome. Quienes llegan a esos centros pueden ser derivados directamente desde el sistema judicial o pueden acudir de forma voluntaria, “como medida preventiva”. Más de 6.000 hombres ya han pasado por estos centros que ahora cumplen un año.
En España, sin que haya centros específicos, existen programas para agresores desde los años 90. Uno de los primeros, a finales de esa década, fue el Servicio de Atención a Hombres Maltratadores (SAHM), que el Instituto de Reinserción Social puso en marcha en Girona. Desde el Estado, en 2004 arrancó el Pria-Ma (programa de intervención para agresores de violencia de género), que supone enviar a terapia en vez de a la cárcel a aquellos agresores condenados con menos de dos años de cárcel. Aunque comenzó en 2004, no fue regulado hasta 2010.
El objetivo del programa español es exactamente el mismo que el de los centros franceses, evitar la reincidencia mediante el apoyo psicológico a los agresores. Lonvis-Rome cifra en 30 los centros que hay repartidos por toda la geografía francesa. Al día siguiente a esta entrevista, la ministra volvía a Francia, a Limoges, “para hacer balance, tener una valoración bastante precisa de su primer año de actividad”.
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