Primera gran protesta en Andaluc¨ªa contra el Gobierno del PP: ¡°Le chupan la sangre a la sanidad p¨²blica¡±
Miles de personas se manifiestan en Sevilla, Granada, C¨¢diz y Algeciras para alertar contra el incremento del 25% en la derivaci¨®n de pacientes a hospitales concertados y el colapso de la atenci¨®n primaria
Los profesionales sanitarios y los usuarios de la sanidad p¨²blica andaluza han protagonizado este s¨¢bado la primera movilizaci¨®n multitudinaria contra el Gobierno de mayor¨ªa absoluta del PP, que preside Juan Manuel Moreno Bonilla. El colapso de la atenci¨®n primaria, la necesidad no solo de m¨¢s m¨¦dicos, sino de mejores condiciones laborales para evitar que se vayan de la comunidad y el avance en la privatizaci¨®n sanitaria han sido las principales reivindicaciones de los convocados por Marea Blanca: miles de personas que se han congregado en las calles de Sevilla, Granada, C¨¢diz y Algeciras. ¡°La realidad sanitaria es muy precaria y cunde el des¨¢nimo entre los profesionales de la salud y los ciudadanos¡±, ha remarcado Esperanza Morales, m¨¦dico de familia e inspectora jubilada, en la lectura del manifiesto con el que ha concluido la marcha en la capital hispalense.
Con el poso de la masiva manifestaci¨®n del 13 de noviembre en Madrid, los organizadores de las manifestaciones de este s¨¢bado eran conscientes de que el Gobierno de la Junta apelar¨ªa a la comparaci¨®n en el n¨²mero de asistentes para desmarcarse de la gesti¨®n sanitaria de Isabel D¨ªaz Ayuso. Con todo, tanto Marea Blanca como los partidos pol¨ªticos ¡ªPor Andaluc¨ªa y las formaciones que la integran, Adelante Andaluc¨ªa y el PSOE, que ha estado presente a trav¨¦s de sus diputados a t¨ªtulo particular¨D, los sindicatos ¡ªCC OO, UGT, CGT, USTEA y SAT¨D y la veintena de asociaciones que han secundado la marcha se han mostrado ¡°muy orgullosos y satisfechos¡± por la asistencia. Sus cifras discrepan de las oficiales. La Delegaci¨®n del Gobierno ha contabilizado 4.000 personas en la de Sevilla, mientras que los organizadores han calculado 20.000; en Granada, C¨¢diz y Algeciras, la Polic¨ªa Nacional ha contabilizado unas 800 en total.
¡°No estamos en la misma situaci¨®n que Madrid, pero nos vamos pareciendo cada vez m¨¢s¡±, indica Sebasti¨¢n Mart¨ªn, m¨¦dico de familia jubilado y portavoz de Marea Blanca. El Gobierno andaluz presume de inversiones r¨¦cord en sanidad ¡ª4.000 millones desde 2019 y un incremento del 17,94% respecto de 2022 para el a?o que viene¨D y de 30.000 contrataciones, pero Mart¨ªn tiene una respuesta. ¡°Una cosa es decir que se incrementa el presupuesto p¨²blico para sanidad y otra muy distinta que vaya destinado a la sanidad p¨²blica¡±, advierte. El 33% del gasto en las cuentas para 2023 se destina al sector privado, sostiene. Para el a?o que viene, los presupuestos contemplan la derivaci¨®n de 245.000 pacientes a hospitales concertados, un 25,16% m¨¢s que en 2022 (195.745).
Sobre el incremento en la platilla, Mart¨ªn recuerda que durante la pandemia se contrataron 20.000 sanitarios con fondos covid, de los que 8.000 fueron despedidos en octubre de 2021. El futuro de los 12.000 restantes, cuyo contrato expira el 31 de diciembre, est¨¢ en el aire. Marea Blanca, adem¨¢s de su renovaci¨®n, exige la contrataci¨®n de 4.000 profesionales para cubrir el d¨¦ficit de la atenci¨®n primaria y de otros 4.000 para poder abrir por la tarde 20 hospitales p¨²blicos ¡°en lugar de sufragar infraestructuras a los privados¡±. A esas ¡°dos mentiras¡± de la Junta, el portavoz de Marea Blanca a?ade una tercera: ¡°Se nos dice que es importante la colaboraci¨®n p¨²blico-privada cuando no existe colaboraci¨®n: se trata de chupar sangre de la p¨²blica para beneficiar a la privada. Los seguros privados no quieren a los mayores de 65 a?os ni a los enfermos cr¨®nicos¡±, ha afirmado antes los miles de manifestantes.
Entre la indignaci¨®n y el hartazgo
La manifestaci¨®n de Sevilla ha discurrido en un ambiente reivindicativo, pero a la vez festivo, animada por la batucada que abr¨ªa la marcha y los gritos de quienes iban detr¨¢s de las pancartas o enarbolaban carteles a favor de la sanidad p¨²blica. El sentir general que compart¨ªan los que acudieron como usuarios de los centros p¨²blicos de salud era de indignaci¨®n. Los profesionales de la sanidad dejaron entrever m¨¢s su hartazgo y resignaci¨®n por las duras condiciones en las que tienen que trabajar, que, aseguran, no dejan de empeorar.
¡°Ahora mismo yo no puedo ser m¨¦dico de familia. Todo es correr, correr y correr¡±, explica Patricia Jim¨¦nez, m¨¦dico de atenci¨®n primaria en Sevilla, de 39 a?os. Jim¨¦nez atiende una media de 50 citas diarias. ¡°Deber¨ªa hacer programaciones con los pacientes, pero no puedo porque todo mi tiempo se reduce a verlos¡±, se?ala con un deje de desaliento, que no pasa desapercibido ante sus hijos, que, como ella, van vestidos con una bata blanca. Como Jim¨¦nez, Roc¨ªo Perea, de 45 a?os, se ha puesto su atuendo de trabajo, se ha llevado a su hija a la manifestaci¨®n y tambi¨¦n est¨¢ acostumbrada a atender a 50 pacientes m¨¢s all¨¢ de su horario laboral en su centro de salud, el de Mairena del Alcor (Sevilla). ¡°La presi¨®n asistencial cada vez es m¨¢s alta porque los recursos est¨¢n m¨¢s al l¨ªmite y a los pacientes no se los puede atender con calidad¡±, indica. Entiende perfectamente que los nuevos MIR no quieran decantarse por su especialidad.
Pilar, de 27 a?os, lleva de un brazo a su abuela mientras con el otro enarbola una pancarta con el lema ¡°Me recortan salud y vida¡±. La joven es enfermera y ejemplifica otra de las tristes realidades de su profesi¨®n en Andaluc¨ªa: la falta de puestos y las precarias condiciones de los contratos en esta comunidad. Se gradu¨® en 2020 y desde entonces lleva ejerciendo en el Pa¨ªs Vasco. ¡°Aqu¨ª no me llamaron y all¨ª no he parado de encadenar contratos. Claro que me gustar¨ªa venirme, pero para eso las condiciones laborales deber¨ªan ser, como m¨ªnimo, iguales. Y las de aqu¨ª no se les parecen ni por duraci¨®n ni por salario¡±.
En otra zona de la marcha, otra colega, M? ?ngeles Rodr¨ªguez, sujeta una pancarta que defiende la sanidad p¨²blica en Huelva. Es enfermera en Urgencias del Hospital Juan Ram¨®n Jim¨¦nez y ha venido acompa?ada de otros profesionales sanitarios, farmac¨¦uticos y usuarios. ¡°Huelva es la ¨²nica provincia andaluza sin hospital materno-infantil, mientras la Junta est¨¢ ampliando los conciertos privados con el Grupo Pascual¡±, denuncia. Diego Romero y varios paisanos de La Roda de Andaluc¨ªa, a 126 kil¨®metros de la capital, han madrugado para venir en autob¨²s. ¡°La situaci¨®n es catastr¨®fica. En los municipios de la zona, todos de 2.000 habitantes, no se puede tardar seis d¨ªas en tener cita, no cubren las bajas m¨¦dicas y nos derivan a las consultas telef¨®nicas y nosotros demandamos atenci¨®n presencial¡±, se?ala.
Romero alerta de que, en su comarca, la poblaci¨®n est¨¢ muy envejecida, igual que pasa en las barriadas sevillanas de Palmete y Tres Barrios, donde a la edad avanzada hay que a?adir el bajo nivel de renta de sus vecinos. ¡°Nosotros no podemos permitirnos un seguro privado y adem¨¢s asistimos a una dejadez brutal en la inversi¨®n de nuestros centros de salud. Los pediatras est¨¢n compartidos con otros centros y la media para ver a un especialista es de seis meses¡±, se quejan Santos Ant¨²nez y Amparo Zapata, de 51 y 61 a?os, dos vecinas que han acudido como parte del colectivo Barrios Hartos. Rafi, que vive en otro barrio humilde de Sevilla, el de Amate, sostiene que ella s¨ª podr¨ªa tener seguro privado, pero que no tiene intenci¨®n de hac¨¦rselo. ¡°No me da la gana. Llevo 40 a?os cotizando y no he hecho uso ni abuso de la Seguridad Social. Y ahora, que me hace falta, me dan la espalda¡±, dice. Lleva desde principios de octubre sin m¨¦dico de cabecera.
El PP sabe que la sanidad es el tal¨®n de Aquiles del Gobierno andaluz. El desgaste que las movilizaciones de los sanitarios produjeron en los Ejecutivos socialistas fue clave en su ascenso al poder. El descontento por el colapso en la atenci¨®n primaria no ha disminuido y, en los ¨²ltimos d¨ªas, a la presi¨®n por la renovaci¨®n de los 12.000 profesionales covid se han sumado otros episodios como la inauguraci¨®n de un consultorio de un pueblo de Huelva sin tener el contrato de suministro el¨¦ctrico, o la confirmaci¨®n de que los 17 quir¨®fanos del Hospital Militar que Moreno inaugur¨® en abril a¨²n no est¨¢n operativos. Los sanitarios ya han advertido de que la lucha no termina con las manifestaciones. El Sindicato M¨¦dico Andaluz, que no se ha adherido a esta marcha, ha anunciado movilizaciones en diciembre.
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