La huella de la pandemia en ni?os y adolescentes: duermen menos, comen peor y son m¨¢s infelices, sobre todo ellas

Los tres a?os de pandemia ¡ªcon sus confinamientos, reducci¨®n de la vida social y clases a distancia¡ª han empeorado los h¨¢bitos saludables de ni?os y j¨®venes espa?oles: ahora realizan menos ejercicio f¨ªsico, pasan m¨¢s tiempo delante de las pantallas, duermen menos, siguen menos la dieta mediterr¨¢nea y se sienten m¨¢s infelices (sobre todo, las chicas). Su tasa de sobrepeso u obesidad mejora ligeramente, pero todav¨ªa afecta a casi un tercio del total. As¨ª lo muestra el Estudio Pasos de la Fundaci¨®n Gasol, presentado de forma preliminar este jueves en Madrid, que analiza la situaci¨®n de casi 3.000 menores espa?oles de entre 8 y 16 a?os y los compara con los datos obtenidos en 2019 (¨²ltimo a?o prepandemia).

¡°Uno de cada tres ni?os y j¨®venes espa?oles tiene sobrepeso u obesidad, una de las peores cifras de Europa¡±, ha se?alado durante la presentaci¨®n Pau Gasol, exbaloncestista de la NBA y presidente de la entidad, tras destacar que ¡°esta epidemia est¨¢ marcada por las desigualdades sociales¡±. Es decir, que afecta casi el doble a los menores de familias con menos renta, que son adem¨¢s los que menos siguen la dieta mediterr¨¢nea y los que m¨¢s comida basura consumen. Los datos de este completo informe ¡ªrecabados en 223 centros de todo el pa¨ªs¡ª son similares y complementan los del Estudio Aladino, elaborado por el Ministerio de Consumo y centrado en ni?os de 6 a 9 a?os.

En realidad, los datos de sobrepeso y obesidad han mejorado ligeramente desde 2019 (del 36% al 33,5%), pero los investigadores ponen reparos a este cambio: ¡°Puede ser que el incipiente deterioro en los h¨¢bitos de salud no haya tenido tiempo de consolidaci¨®n, o bien que los adolescentes con m¨¢s sobrepeso hayan declinado participar, porque hay una situaci¨®n de creciente estigma social alrededor del peso¡±, ha se?alado Santi G¨®mez, investigador principal del estudio.

Rafael Escudero, presidente de la Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n (Aesan), ha destacado por su parte que el Ministerio de Consumo est¨¢ trabajando ¡°en medidas que limiten el ambiente obesog¨¦nico [que impulsa la obesidad] para los menores, as¨ª como su acceso a bebidas y alimentos de baja calidad nutricional¡±. En este sentido, ha recordado que el departamento de Alberto Garz¨®n prepara un decreto para limitar la publicidad de alimentos y bebidas insanos dirigido al p¨²blico infantil. La norma ha levantado cr¨ªticas de la industria alimentaria y una batalla pol¨ªtica con el ala socialista del Gobierno.

Bienestar emocional

El documento presentado este jueves va m¨¢s all¨¢ del peso y analiza los h¨¢bitos saludables de los menores. Uno de los datos m¨¢s preocupantes tiene que ver con el bienestar emocional: un 40,1% de las ni?as de entre 8 y 16 a?os en Espa?a declara sentirse preocupada, triste o infeliz, un porcentaje muy superior al de los ni?os (23,9 %). Santi G¨®mez, director de investigaci¨®n de la fundaci¨®n, explica a EL PA?S que estas diferencias se deben a ¡°desigualdades de g¨¦nero¡±: ¡°La adolescencia es un periodo clave en el proceso de construcci¨®n de la identidad, y por eso precisamente ah¨ª se producen muchas inseguridades en forma de tristeza, de preocupaci¨®n, de miedos, de complejos¡­ A esa inseguridad est¨¢n m¨¢s expuestas las ni?as, porque maduran cognitivamente antes que los ni?os, y porque la sociedad las expone m¨¢s a que se sientan inseguras¡±.

En su opini¨®n, ¡°las chicas est¨¢n m¨¢s expuestas socialmente a los estereotipos de g¨¦nero, a cuestiones de valoraci¨®n de su imagen corporal, y a c¨®mo les afecta eso en la manera en la que se sienten como personas. Desde luego, hay una desigualdad de g¨¦nero en c¨®mo se ve el cuerpo, las chicas est¨¢n expuestas a ciertos estereotipos, y la imagen corporal les afecta m¨¢s. Eso est¨¢ demostrado por muchos estudios cient¨ªficos¡±. Adem¨¢s, ¡°tambi¨¦n puede ocurrir que a los ni?os les cueste reconocer que se sienten tristes, eso es como reconocer una debilidad, y no est¨¢ bien visto en el modelo de masculinidad predominante. Entiendo que esa sensaci¨®n estar¨¢ infraestimada en los chicos¡±, contin¨²a el experto.

La investigaci¨®n presentada este jueves muestra que esa preocupaci¨®n afecta mucho m¨¢s en la etapa de la adolescencia (41,6 %) que en la infancia (20,4%). Seg¨²n el documento, ¡°esta dimensi¨®n es la que presenta un mayor deterioro en el que, probablemente, ha influido de forma relevante el cambio de din¨¢micas sociales que ha experimentado la infancia, y sobre todo la adolescencia, durante la crisis sanitaria de la covid-19¡å.

Otro aspecto problem¨¢tico es el tiempo que ni?os y adolescentes pasan delante de una pantalla, que no deja de crecer a?o tras a?o: los menores dedican m¨¢s de tres horas al d¨ªa entre semana a estos dispositivos, lo que supera con mucho la recomendaci¨®n de un m¨¢ximo de dos horas al d¨ªa delante de ordenadores, m¨®viles, tabletas o televisi¨®n. El fin de semana, el tiempo dedicado a las pantallas es a¨²n mayor: casi cinco horas al d¨ªa. El incumplimiento es mayor en el g¨¦nero masculino y en la adolescencia.

Menos deporte cada d¨ªa

Mientras, la actividad f¨ªsica ¡ªsobre la que tan solo hay resultados parciales¡ª se ha reducido en 23 minutos diarios respecto a los datos de hace tres a?os. La recomendaci¨®n es que los menores realicen 60 minutos diarios de deporte, algo que ya se incumpl¨ªa en 2019, pero que ahora est¨¢ cada vez m¨¢s lejos de cumplirse.

Adem¨¢s, casi la mitad de la poblaci¨®n infantil y adolescente incumple la recomendaci¨®n de horas de sue?o (11 horas para los m¨¢s peque?os, al menos 8 para los mayores) tanto en los d¨ªas entre semana como en los del fin de semana. Este incumplimiento es mayor en las participantes de g¨¦nero femenino, en la adolescencia y en los centros educativos situados en barrios con menor renta.

El porcentaje de j¨®venes que incumple con la recomendaci¨®n de horas de sue?o se ha incrementado en un 5,8% para los d¨ªas entre semana. ¡°Este factor del estilo de vida tiene un efecto estructural sobre el rendimiento acad¨¦mico, el resto de factores de estilo de vida y el bienestar y la calidad de vida de la sociedad y por ello conviene que las intervenciones de promoci¨®n de la salud comunitaria lo incluyan como una cuesti¨®n esencial a abordar¡±, apunta el estudio.