Tramadol-Toradol: las confusiones entre f¨¢rmacos con nombres parecidos pueden ser mortales
Los errores al administrar o tomar medicamentos que suenan o se escriben parecido son una de las principales causas de percances relacionados con los tratamientos del sistema sanitario
El metilfenidato es el principio activo de varios medicamentos indicados para ni?os con un diagn¨®stico de hiperactividad. La metadona, un potente opioide, es utilizado para calmar episodios de dolor agudo. A primera vista, podr¨ªa pensarse que los dos nombres no se parecen demasiado, pero s¨ª lo suficiente para que la mala letra en una receta escrita a mano, un despiste en el trasiego de la consulta o la mala interpretaci¨®n de una instrucci¨®n verbal hayan sido el origen de confusiones que han provocado la muerte de al menos un ni?o de ocho a?os y la intoxicaci¨®n grave de varios m¨¢s en Estados Unidos en los ¨²ltimos a?os.
Este caso es extremo, pero los errores de medicaci¨®n causados por nombres parecidos son una de las principales causas de percances relacionados con los tratamientos en el sistema sanitario. Un estudio publicado en 2020 por la Sociedad Brit¨¢nica de Farmacolog¨ªa revela que, en el primer trimestre de 2018, m¨¢s de 200.000 pacientes sufrieron alg¨²n da?o en la sanidad p¨²blica inglesa por errores de medicaci¨®n, de los que 63 fallecieron. Los nombres similares, seg¨²n las estimaciones barajadas por los investigadores, est¨¢n detr¨¢s de entre el 6,2% y el 14,7% de estos incidentes.
¡°Cometer errores forma parte de la condici¨®n humana. Todos nos equivocamos alguna vez y ser conscientes de ello es el primer paso para prevenirlos. Por eso el sistema sanitario se ha dotado de medidas de protecci¨®n o barreras en todos los pasos del circuito asistencial, para prevenir errores y que, cuando ocurren, sean en lo posible detectados antes de que lleguen al paciente o le produzcan el menor da?o posible¡±, explica Iv¨¢n Espada, responsable del ?rea del Medicamento del Consejo General de Colegios Farmac¨¦uticos.
Los expertos en prevenci¨®n de riesgos utilizan lonchas de queso gruyer para ilustrar el problema. Si en un extremo del dibujo es situado el paciente y en el otro el potencial error, una sola loncha como barrera deja demasiados agujeros por los que la amenaza puede colarse. Si a?adimos una o dos lonchas m¨¢s, las posibilidades de que el error alcance al enfermo se reducen, pero es posible que a¨²n queden algunos agujeros alineados por los que el error traspase todas las barreras. El objetivo es poner tantas como sea posible, sin que la agilidad de la asistencia se resienta, para que un fallo en una barrera no pueda sortear todas las siguientes.
Marta Duero es la coordinadora de farmacia del hospital infantil Sant Joan de Deu, en Barcelona. Su servicio es como una enorme sala de m¨¢quinas en la que trabajan cerca de 50 personas preparando los tratamientos que los m¨¦dicos prescriben a los ni?os ingresados. Varias paredes est¨¢n ocupadas por algo parecido a armarios repletos de cajones que un sistema inform¨¢tico mueve de forma aparentemente ca¨®tica hasta situar el elegido en el lugar marcado por una peque?a luz. La farmac¨¦utica encargada lo abre y en su interior est¨¢n los comprimidos que necesita.
¡°En cada paso del proceso de utilizaci¨®n de medicamentos puede haber un error potencial. Podemos comprar dos f¨¢rmacos parecidos. Puede haber un fallo al almacenarlo en el espacio equivocado. Tambi¨¦n pueden surgir confusiones al prescribirlo, distribuirlo o entregarlo al paciente. Lo que procuramos en el servicio de farmacia es poner controles que nos permitan prevenir y detectar los errores lo antes posible. Todo esto se notifica y ponemos avisos que incrementan la seguridad¡±, explica.
Si dos medicamentos se parecen demasiado, por el nombre o el envase, el hospital puede buscar una alternativa con menores riesgos. A veces esto no es posible, y entonces se utilizan otras medidas como las llamadas tall man letters (las letras del hombre alto, en ingl¨¦s), que destacan en may¨²sculas las letras diferentes en nombres parecidos. Un ejemplo seria ¡°cloZApina¡± y ¡°cloTIApina¡±, dos antipsic¨®ticos.
Marta Duero recuerda el caso, hace unos a?os, de una paciente atendida en urgencias por una neumon¨ªa grave. En lugar de administrarle un antibi¨®tico llamado levofloxacina, la mujer recibi¨® una ¡°dosis alt¨ªsima¡± ¡ªla cantidad estaba pensada para el antibi¨®tico¡ª de levotiroxina, un f¨¢rmaco indicado para el hipotiroidismo. ¡°Sufri¨® un shock y fue necesario ingresarla en cuidados intensivos. Afortunadamente se recuper¨®, pero fue un error grave. Hoy esto no pasar¨ªa¡±, afirma. Tras varias notificaciones de errores similares, el sistema opt¨® por cambiar el nombre del segundo f¨¢rmaco a L-tiroxina.
Sergio Plata, coordinador del grupo de Seguridad Cl¨ªnica de la Sociedad Espa?ola de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y farmac¨¦utico del Complejo Hospitalario de Albacete, pone otros ejemplos en el que el uso de las tall man letters, entre otras medidas, puede ayudar a prevenir errores: ¡°La cefuroxima, cefazolina o ceftazidima son tres antibi¨®ticos. Confundirlos puede en principio no ocasionar de forma directa un efecto perjudicial en el paciente, pero s¨ª puede implicar una falta de eficacia, ya que uno podr¨ªa no cubrir el espectro antimicrobiano del microorganismo al que va dirigido el otro¡±.
Otros errores m¨¢s graves ser¨ªan los cometidos entre la azatioprina (para enfermedades autoinmunes) y la azitromicina (antibi¨®tico) o entre la ciclosporina y la ciclofosfamida (dos inmunosupresores). ¡°Afortunadamente, estos errores suelen evitarse y no suelen llegar al paciente debido a las diferentes barreras de seguridad y filtros de verificaci¨®n por los que pasa el f¨¢rmaco previo a que sea administrado: prescripci¨®n, validaci¨®n farmac¨¦utica, administraci¨®n...¡±, explica.
Aunque los errores en los hospitales suelen ser m¨¢s graves por las caracter¨ªsticas de los pacientes y tratamientos, las consecuencias tambi¨¦n ser importantes en el ¨¢mbito comunitario. Una alerta lanzada en 2014 por el Reino Unido informaba del caso de un beb¨¦ de nueve meses que tuvo que ser hospitalizado despu¨¦s de que sus padres le administraran durante un mes por un error del m¨¦dico de cabecera mercaptopurina (un inmunosupresor) en lugar de mercaptamina, un tratamiento que reduce la acumulaci¨®n de cristales de cistina en la c¨®rnea. En Estados Unidos, una mujer de 50 a?os tambi¨¦n requiri¨® asistencia hospitalaria despu¨¦s de tomar durante semanas un medicamento para la pr¨®stata llamado Flomax en lugar del que realmente necesitaba, Volmax, indicado para los broncoespasmos.
¡°En las farmacias, en esto tambi¨¦n es importante la relaci¨®n con el paciente. Si conoces su situaci¨®n es m¨¢s f¨¢cil que puedas detectar posibles confusiones que vengan del m¨¦dico o en las que incurra ¨¦l mismo. Adem¨¢s, obviamente, de que cumplimos todas las recomendaciones de seguridad establecidas en el almacenaje y dispensaci¨®n¡±, explica Iv¨¢n Espada.
Elecci¨®n del nombre
Aunque desconocidos por el paciente, existe una estricta reglamentaci¨®n y organismos de vigilancia que velan para minimizar riesgos. La Agencia Espa?ola del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) tiene establecidas unas directrices de obligado cumplimiento para ¡°la aceptaci¨®n de nombres de medicamentos¡± que intenta evitar confusiones desde el mismo momento en el que un f¨¢rmaco es bautizado.
El sistema cuenta adem¨¢s con un sistema de notificaciones de cualquier confusi¨®n detectada, que posteriormente es publicada por el Instituto para el Uso Seguro de Medicamentos (ISMP) en una lista actualizada regularmente que va incorporando los nuevos problemas surgidos. La ¨²ltima versi¨®n, editada el pasado mes de diciembre, tiene ya m¨¢s de 700 similitudes que han causado confusiones e incorpor¨® cinco nuevas: avelumab-durvalumab, Ezetrol - letrozol, Femlax - Femmyn, glucag¨®n - Glucocem¨ªn, golimumab - guselkumab (la primera letra de las marcas comerciales es con may¨²scula, mientras los principios activos van con min¨²scula). Los f¨¢rmacos con mayor potencial de efectos secundarios, como el opioide Tramadol, est¨¢n entre los que mayor atenci¨®n reciben. Este f¨¢rmaco comparte indicaci¨®n frente al dolor con el Toradol, un antiinflamatorio, otra de las parejas incluidas en la lista. El tratamiento del dolor, especialmente cr¨®nico, merece una especial vigilancia para prevenir efectos adversos y dependencias, coinciden los expertos.
Mar¨ªa Jos¨¦ Otero, responsable del ISMP, destaca las mejoras alcanzadas en los ¨²ltimos a?os con la receta electr¨®nica, que ha permitido dejar atr¨¢s la tan comentada ¡ªy a veces merecida¡ª mala fama de la letra de algunos m¨¦dicos. Pero, en ocasiones, las nuevas herramientas abren la puerta a nuevos errores: ¡°Si dos medicamentos presentan un nombre similar y aparecen pr¨®ximos en los listados inform¨¢ticos, pueden ocurrir errores por seleccionarse el equivocado, particularmente si las primeras letras son las mismas, como es el caso de sulfadiazina y sulfasalazina¡±, ilustra. Una soluci¨®n, o nueva barrera, ser¨ªa ¡°incorporar la tecnolog¨ªa del c¨®digo de barras para verificar los medicamentos cuando se van a almacenar, preparar, dispensar o administrar en los hospitales¡±.
El avance de las nuevas terapias innovadoras oncol¨®gicas, que suelen combinar m¨¢s de un f¨¢rmaco, tambi¨¦n ha dado pie a nuevas confusiones. ¡°Un ejemplo ser¨ªa el uso en monoterapia del trastuzumab (Hercept¨ªn) y los conjugados trastuzumab-emtansina (Kadcyla) y trastuzumab-deruxtec¨¢n (Enhertu). En estos casos se recomienda modificar la presentaci¨®n del nombre del principio activo en los sistemas de prescripci¨®n y en todo el circuito de utilizaci¨®n del medicamento, cambiando el orden: emtansina-trastuzumab o deruxtec¨¢n- trastuzumab , y utilizar el nombre comercial adem¨¢s del nombre del principio activo¡±, concluye.
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