Mart¨ªn Vigil, el cura escritor superventas de los sesenta, fue acusado de pederastia y encubierto por la Iglesia
Los jesuitas admiten que recibieron dos denuncias contra ¨¦l en 1958 en Salamanca y le obligaron a abandonar la orden. Pero sigui¨® siendo sacerdote durante una d¨¦cada en Oviedo, hasta que dej¨® la di¨®cesis tras nuevas acusaciones
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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El exsacerdote Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Vigil, nacido en 1919, jesuita hasta 1958 y que luego sigui¨® siendo cura, fue uno de los escritores m¨¢s populares de los a?os sesenta y setenta por sus novelas de tem¨¢tica juvenil. Escribi¨® medio centenar de libros y fue un autor superventas de su ¨¦poca. Abord¨® temas controvertidos, como el sexo o los curas comunistas, no ocult¨® su homosexualidad y era cr¨ªtico con el r¨¦gimen y la ortodoxia cat¨®lica. Sin embargo, ten¨ªa una parte oscura que en 1976 desemboc¨® en una denuncia por pederastia, que no prosper¨®, seg¨²n se ha difundido en varios medios. En realidad, varios art¨ªculos publicados a ra¨ªz de su muerte, en 2011, se?alaron que era un secreto a voces, pero el debate no fue m¨¢s all¨¢. Ahora, la Compa?¨ªa de Jes¨²s admite que tuvo dos denuncias de abuso de menores contra ¨¦l entre 1957 y 1958, cuando estaba en Salamanca, y que a ra¨ªz de ello le obligaron a dejar la orden.
No fue expulsado porque se le invit¨® a irse, resumen fuentes de la congregaci¨®n, y los jesuitas reconocen que no lo denunciaron a las autoridades. Tampoco saben aclarar, con la documentaci¨®n disponible, si la orden inform¨® luego de lo ocurrido a la di¨®cesis de Oviedo, donde se traslad¨® el escritor, que en realidad sigui¨® ejerciendo all¨ª el sacerdocio durante casi una d¨¦cada m¨¢s. Tambi¨¦n en la capital asturiana recibi¨® dos denuncias, seg¨²n el testimonio del exalcalde socialista Antonio Masip, que conoci¨® el caso de cerca. Las acusaciones finalmente llevaron, asegura, a que el entonces obispo, Vicente Enrique y Taranc¨®n, le echara de la di¨®cesis a mediados de los sesenta.
La versi¨®n que se extendi¨® de la ruptura de Mart¨ªn Vigil con los jesuitas fue que se debi¨® a sus posturas progresistas, pero siempre hubo rumores y la orden nunca lo aclar¨®. La Compa?¨ªa afirma que no hab¨ªa encontrado este caso en la investigaci¨®n interna que llev¨® a cabo a ra¨ªz de las investigaciones de EL PA?S y que concluy¨® con un informe en 2021. Explica que lo descubri¨® el a?o pasado, gracias a la denuncia de una v¨ªctima, tambi¨¦n referida a su paso por Salamanca. Eso les llev¨® a revisar sus archivos, indica la congregaci¨®n, y a dar con la informaci¨®n de las dos denuncias precedentes. Los jesuitas lo han revelado a EL PA?S, que investigaba el caso de Mart¨ªn Vigil y ha contactado con este ¨²ltimo denunciante.
¡°Cuando ten¨ªa unos 7 a?os, hasta los 9, m¨¢s o menos, iba a jugar por las tardes, despu¨¦s del colegio, al edificio de al lado de la Clerec¨ªa, la residencia de los jesuitas, que hoy es la universidad pontificia. Hab¨ªa dos organizaciones juveniles, los kostkas, para los peque?os hasta los 16 a?os, y los luises, para los m¨¢s mayores. Mart¨ªn Vigil llevaba los luises, pero como est¨¢bamos en el mismo local, a veces aparec¨ªa y me llevaba a su despacho. Con la luz apagada, me sentaba en sus rodillas y me hac¨ªa tocamientos¡±, recuerda Jos¨¦ Ignacio S¨¢nchez, de 78 a?os, a¨²n vecino de Salamanca. Asegura que sucedi¨® en varias ocasiones.
Mart¨ªn Vigil pas¨® dos a?os por el colegio Ap¨®stol Santiago de la orden en Vigo, y luego estuvo en Salamanca entre 1955 y 1958. Cuando lleg¨® a la ciudad ya era conocido por sus primeras novelas y se hizo muy famoso por sus misas en la Clerec¨ªa. Era una figura carism¨¢tica y admirada. En sus memorias, Los d¨ªas contados (1993), abundan las p¨¢ginas sobre sus relaciones con adolescentes y sobre su etapa en Salamanca, como capell¨¢n de la congregaci¨®n mariana de los luises, cuenta que entonces ten¨ªa a su cargo unos 500 j¨®venes. Explica c¨®mo all¨ª, ¡°en un contacto ¨ªntimo y vario con chicos¡±, se dio cuenta de que la juventud espa?ola estaba ¡°desinformada y obsesionada¡± con el sexo.
Jos¨¦ Ignacio S¨¢nchez relata que nunca dijo a nadie lo que le hab¨ªa pasado, aunque a lo largo de su vida ha sufrido depresiones y trastornos. ¡°Hasta los sesenta y tantos a?os no se lo he comentado a nadie, y al dec¨ªrselo a mi mujer, me contest¨®: ¡®Ahora me explico muchas cosas¡¯. Despu¨¦s me enter¨¦ de que toda Salamanca conoc¨ªa sus abusos, y que un d¨ªa los jesuitas tomaron cartas en el asunto y una noche le pusieron en un taxi y tuvo que irse de la ciudad¡±.
En realidad, tras abandonar los jesuitas, Mart¨ªn Vigil sigui¨® siendo sacerdote y volvi¨® a Oviedo, su ciudad natal. All¨ª se incardin¨® como cura de la di¨®cesis, donde estaba adscrito a la c¨¦ntrica bas¨ªlica de San Juan el Real, el templo donde se cas¨® Franco. En la capital asturiana la Iglesia lo sigui¨® encubriendo, seg¨²n el testimonio de Antonio Masip, exalcalde socialista de Oviedo y eurodiputado hasta 2014. Unos meses antes del fallecimiento del escritor (ocurrido en febrero de 2011), Masip public¨® un art¨ªculo en el diario asturiano La Nueva Espa?a sobre la pederastia en el clero: ¡°En Asturias el caso m¨¢s sonado y vergonzoso, del que yo haya o¨ªdo, aunque, dada la ¨¦poca, no lleg¨® a los medios, fue el del novelista Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Vigil. (¡) Asediaba a muchos j¨®venes, algunos, de mi pandilla de Salinas (¡). En el padre Emilio Gonz¨¢lez Alfonso, de la Orden de Predicadores, y en Manuel ?lvarez-Buylla, luego alcalde, tuvo Mart¨ªn Vigil dos personalidades que, entre otros, le hicieron frente en Oviedo. Cuando el rumor se hizo clamor, por fin fue denunciado frontalmente a don Vicente Enrique y Taranc¨®n, arzobispo de Oviedo, que lo ech¨® de Asturias en un intento de evitar la propagaci¨®n del esc¨¢ndalo¡±.
Consultado al tel¨¦fono, Masip, de 76 a?os, abunda en los detalles: ¡°Lo conoc¨ª mucho. Se instal¨® en casa de su hermana, en la calle Ur¨ªa. Iba por la playa de Salinas con su Polaroid haciendo fotos a los ni?os. Fue denunciado hacia 1964 en el obispado por dos chicos de mi edad, que entonces tendr¨ªan unos 18 a?os, y se abri¨® un proceso can¨®nico, fueron a declarar al obispado. No s¨¦ qu¨¦ resultado tuvo, pero termin¨® de facto con su marcha a Bilbao, donde vivi¨® un tiempo. Luego se fue a Madrid¡±. Masip cita el nombre de los dos chicos, ya fallecidos, pero prefiere que no se revele su identidad. Este diario ha tratado de recabar informaci¨®n de la di¨®cesis de Oviedo para aclarar la situaci¨®n de Mart¨ªn Vigil en esos a?os y si constan denuncias contra ¨¦l, pero no ha obtenido respuesta.
El exdirector de la Real Academia de la Lengua V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, que en su juventud fue sacerdote, estaba entonces en el equipo de la di¨®cesis de Oviedo, como secretario de informaci¨®n del obispado. Recuerda que Mart¨ªn Vigil colabor¨® en la revista diocesana que ¨¦l dirig¨ªa. Coincide en se?alar que en la ciudad hab¨ªa rumores sobre ¨¦l y, de hecho, recuerda que conocidos suyos ¡°que veraneaban en Salinas hab¨ªan dado instrucciones a sus hijos de que no se acercaran a ¨¦l, ten¨ªan cuidado¡±. ¡°Pero no recuerdo que se le abriera un proceso can¨®nico y tampoco que estuviera incardinado en la di¨®cesis, estaba all¨ª refugiado en su familia¡±, explica, si bien fue en esos a?os cuando se seculariz¨® y dej¨® el obispado.
En su autobiograf¨ªa, Mart¨ªn Vigil afirma que su ¡°incardinaci¨®n¡± en la di¨®cesis asturiana dur¨® hasta 1967, aunque sostiene que se fue por decisi¨®n propia y que Taranc¨®n fue ¡°exquisito¡± con ¨¦l cuando se lo comunic¨®. No est¨¢ claro si dej¨® de ser sacerdote, pero lo cierto es que el bolet¨ªn oficial de la di¨®cesis de Oviedo fue el que dio la primera noticia de su muerte, en julio de 2011. Taranc¨®n, que en 1971 acab¨® siendo arzobispo de Madrid, cardenal y presidente de los obispos en la Transici¨®n, es sospechoso de haber encubierto a otro sacerdote muy famoso acusado de abusos, Ces¨¢reo Gabarain, compositor de canciones de misa tan populares como T¨² has venido a la orilla, seg¨²n desvel¨® EL PA?S en 2021. Hasta ahora, y han pasado casi dos a?os, ni los maristas, que lo expulsaron tras recibir denuncias, ni la di¨®cesis de Madrid, ni la de San Sebasti¨¢n, de donde proven¨ªa, han querido aclarar qui¨¦n le protegi¨®.
Mart¨ªn Vigil tuvo a¨²n cierta notoriedad en los a?os ochenta por algunos episodios, como su aparici¨®n en 1981 en un debate sobre sexo en TVE, con la vedette Susana Estrada, que caus¨® esc¨¢ndalo. Hasta el punto de que el secretario del Consejo de Administraci¨®n de Radiotelevisi¨®n Espa?ola, que entonces era Jos¨¦ Ignacio Wert, luego ministro de Educaci¨®n con Mariano Rajoy, encarg¨® al CIS una encuesta para conocer la opini¨®n de los espa?oles. En 1987 particip¨® en la devoluci¨®n de unos grabados de Picasso robados, que recuper¨® en secreto de confesi¨®n (ejerciendo de hecho como sacerdote) y entreg¨® a la Polic¨ªa. El ladr¨®n, dijo, era un joven de 25 a?os que se hab¨ªa puesto en contacto con ¨¦l, a trav¨¦s de la gente de su edad que frecuentaba.
Luego cay¨® en el olvido y, de hecho, solo trascendi¨® su fallecimiento en 2012, un a?o despu¨¦s de su muerte. Entonces aparecieron varios art¨ªculos que, adem¨¢s de debatir sobre su valor literario, hablaron de su posible pederastia. El escritor y jesuita Pedro Miguel Lamet escribi¨® en El Mundo el 10 de enero de 2012: ¡°La ¨²ltima vez que lo vi fue hace muchos a?os en el plat¨® de un programa masivo de Telemadrid. Iba acompa?ado de un muchacho y me salud¨® con afecto (¡). Luego supe que ten¨ªa una casa en el barrio Salamanca y me llegaron algunas noticias brumosas relacionadas con la polic¨ªa y algunos de sus muchachos, aquella obsesi¨®n que le hab¨ªa provocado dejar sucesivamente a los jesuitas y despu¨¦s, el sacerdocio¡±. El texto prosigue: ¡°Las amargas situaciones por las que discurri¨® la vida del exsacerdote, al que acabaron por prohibirle confesar, luego predicar ¨Dllenaba la iglesia de Salamanca¨D y definitivamente le condujeron a secularizarse¡±. Y concluye: ¡°?Fue pederasta? Lo ignoro¡±.
Tambi¨¦n el escritor Luis Antonio de Villena, en el mismo diario, habl¨® de sus recuerdos sobre ¨¦l: ¡°Un d¨ªa, al filo de la muerte de Franco ¨Den 1975¨D entr¨¦ en un bar gay de Madrid (eran peque?os y discretos, pero los hab¨ªa) y lo vi all¨ª ¨Dprimera hora de la noche¨D hablando e invitando a chicos j¨®venes que yo conoc¨ªa¡±. Relat¨® lo que le contaron: ¡°Iban a su casa, les hac¨ªa alg¨²n regalo, pero s¨®lo les ped¨ªa que se desnudaran y acariciarlos¡±. En el arranque de sus memorias, Mart¨ªn Vigil contaba: ¡°Me he pasado la vida rodeado de adolescentes, como habr¨¢ ocasi¨®n de ver, y todav¨ªa hoy, a mi edad, los tengo a tiro cada d¨ªa¡±.
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