Kathryn Mannix, doctora: ¡°No tenemos ni idea de c¨®mo hablar con alguien que lo pasa mal¡±
La m¨¦dica publica en espa?ol su segundo libro, ¡®Las palabras que importan¡¯. Es una sucesi¨®n de relatos que sirve de gu¨ªa para hablar con personas que pasan por momentos complicados
Hay conversaciones complicadas. La que se establecen con alguien que ha perdido un ser querido, cuando le han diagnosticado alguna enfermedad grave o se ha quedado sin trabajo. Incluso las hay sobre situaciones m¨¢s cotidianas con familiares o amigos ¡ªcomo las que versan sobre dinero o crianza¡ª que tampoco son siempre f¨¢ciles de afrontar. Con tres d¨¦cadas de experiencia profesional como m¨¦dica de cuidados paliativos, Kathryn Mannix (Cheshire, Reino Unido, 64 a?os) es toda una experta en charlas inc¨®modas. La editorial Siruela acaba de publicar en espa?ol su segundo libro: Las palabras que importan (cuando la clave es escuchar). A trav¨¦s de una sucesi¨®n de relatos ¡ªunos ver¨ªdicos, otros inventados y algunos basados en hechos reales, sin que esto importe demasiado¡ª es todo un compendio sobre lo que cualquiera deber¨ªa tener en cuenta a la hora de hablar con alguien que sufra. O, en general, para cualquier conversaci¨®n con empat¨ªa.
Pregunta. La impresi¨®n tras leer su libro es que no tenemos ni idea de c¨®mo hablar con alguien que lo pasa mal.
Respuesta. Creo que es as¨ª, no tenemos ni idea. Pensamos que s¨ª, que deber¨ªamos ayudar solucionando, tranquilizando, dici¨¦ndoles qu¨¦ hacer. ?Qui¨¦n sigue los consejos de los dem¨¢s? Nadie sigue los consejos de nadie, ?verdad? El ¨²nico consejo que seguimos es el que viene de nuestro interior. Podemos ayudar, pero haciendo las preguntas que ayudan a la persona a pensar en torno al problema y encontrar el camino a seguir.
P. ?Escuchamos poco y hablamos mucho?
R. Escuchamos para responder. Lo que propongo es: no escuches para contestar, escucha para entender. Y no te preocupes de qu¨¦ decir. Es algo que yo tambi¨¦n hac¨ªa, darle vueltas a qu¨¦ deber¨ªa decir, qu¨¦ palabras deber¨ªa usar. Solo tienes en mente recordar esas palabras. La otra persona no recordar¨¢ las palabras. No importan. Recordar¨¢n c¨®mo se sintieron. La amabilidad, el apoyo¡ Escuchar para entender nos ayuda a encontrar mejores palabras.
P. ?Existe una t¨¦cnica de escucha?
R. Se puede planear la primera pregunta. Despu¨¦s, cada nueva pregunta tiene que ser sobre lo que la otra persona ha dicho. Hay que escuchar. Reflexionar, darle sentido. Y, por supuesto, esto deja silencios. Nos preocupan mucho los silencios, pero es bueno porque deja lugar a que la persona pueda ver que piensas y no est¨¢s soltando lo primero que se te ocurre. Tampoco hay que atosigar a la otra persona con preguntas, hay que profundizar en la medida que la otra persona lo necesite. A mis alumnos les ense?o: pregunta, pregunta, resumen [de lo escuchado]. Pregunta, pregunta, exposici¨®n. Pregunta, pregunta, comprobaci¨®n [de que estamos entendiendo].
P. Es dif¨ªcil evitar la tentaci¨®n de buscar soluciones cuando se nos plantea un problema.
R. Muy dif¨ªcil.
P. ?Incluso para usted?
R. Oh, s¨ª, s¨ª. Y cuanto m¨¢s cercana sea la persona, m¨¢s nos duele su sufrimiento. Para un padre es dif¨ªcil no tratar de solucionar los problemas de su hijo, pero tienen que aprender a hacerlo ellos mismos. Una buena paternidad consiste en mantenerlos seguros, pero dejarlos resolver sus problemas. Yo me sorprendo a m¨ª misma dando consejos, y tienes que pararte y decirte: para, para. Piensa lo que est¨¢s haciendo y vuelve a las preguntas. Cuando intentamos solucionar problemas supongo que intentamos sentirnos mejor porque no nos gusta que haya una persona pas¨¢ndolo mal.
P. ?No hay ninguna situaci¨®n en la que sea buena idea dar consejos? ?Por ejemplo, si es algo de lo que sabemos mucho o tenemos experiencia?
R. Cuando alguien nos pide consejo. Eso es completamente diferente. Pero, incluso en esas ocasiones, hay que preguntarse qu¨¦ busca la otra persona. Yo soy una experta en el proceso de la muerte. Cuando los pacientes o los familiares me consultan, ?quieren hablar sobre la muerte, sobre el diagn¨®stico, sobre el tratamiento? Quiz¨¢s cuando alguien nos pide consejo le deber¨ªamos ofrecer un men¨²: ?hablamos sobre esto o ayudar¨ªa m¨¢s sobre aquello? ?Qu¨¦ te puedo ofrecer para ayudarte? As¨ª la otra persona mantiene el control.
P. Tambi¨¦n escribe contra las frases de consuelo: ?no hay ninguna que pueda ser ¨²til?
R. Hablaba con alguien ayer que hab¨ªa perdido a su madre. Sus amigos le mandaban mensajes diciendo que ahora estaba ¡°en paz¡± o ¡°en un lugar mejor¡±. Y eran mensajes dif¨ªciles de digerir porque se basan en las creencias de otros. No est¨¢n teniendo en cuenta su dolor, su duelo. Quiz¨¢s se podr¨ªa decir: ¡°Es horrible, lo siento mucho, no imagino lo que tienes que estar sintiendo. ?C¨®mo podr¨ªa ayudarte? ?Te apetece hablar?¡±. Y cuando ofrezcamos ayuda, ir a cosas concretas, porque una persona en ese estado no sabe lo que necesita. ?Te ayudo con la compra? ?Recojo a tus ni?os del colegio? ?Saco a pasear a tu perro? Las cosas muy pr¨¢cticas van a ser m¨¢s efectivas que decir palabras que traten de llevarse el dolor, porque eso es imposible.
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