Los geriatras piden que inmovilizar a los mayores se proh¨ªba por ley
La Sociedad Espa?ola de Geriatr¨ªa presenta un documento en el que instan a residencias y hospitales a que las sujeciones, tanto f¨ªsicas como farmacol¨®gicas, se usen solo en situaciones muy excepcionales y un m¨¢ximo de 24 horas
La Sociedad Espa?ola de Geriatr¨ªa y Gerontolog¨ªa (SEGG) pide ¡°un cambio legislativo que d¨¦ cobertura a un nuevo modelo de atenci¨®n sin sujeciones¡±, es decir, sin que los mayores sean inmovilizados. Ni f¨ªsicamente ¡ªa trav¨¦s, por ejemplo, de cinturones o chalecos¡ª ni tampoco a trav¨¦s de f¨¢rmacos para tratar problemas como la agitaci¨®n o la deambulaci¨®n err¨¢tica de las personas con demencia. As¨ª lo ha hecho constar en un documento presentado este martes en el que se defiende el derecho de los mayores a ser atendidos sin que se limite su movilidad, ni en residencias ni centros de d¨ªa, y tampoco en los hospitales. Los geriatras han reivindicado la necesidad de este cambio cultural y han reiterado que su uso debe ser considerado ¡°maleficente¡±, por lo que debe ser absolutamente excepcional, cuando hayan fallado el resto de alternativas y durante un tiempo m¨¢ximo de 24 horas. M¨¢s all¨¢ de esos casos muy concretos, es considerado maltrato. Las sujeciones de ninguna forma pueden ser una manera de cuidar.
El documento, titulado Cuidado sin Sujeciones, es el segundo que publica esta sociedad m¨¦dica al respecto, despu¨¦s de otro de 2014 que trataba de protocolizar cu¨¢ndo y c¨®mo usar estas formas de inmovilizaci¨®n, y en el que tambi¨¦n instaban a no emplearlas. Era necesario actualizarlo. Ahora van un paso m¨¢s all¨¢, se centran b¨¢sicamente en el derecho de los mayores a recibir una atenci¨®n sin ser inmovilizados de ninguna manera. ¡°En este pa¨ªs hemos evolucionado de sujetar mucho y mal, a sujetar mucho y bien. Estamos hablando de no sujetar¡±, ha explicado Ana Urrutia, miembro de la Comisi¨®n Cuidados Sin Sujeciones de la SEGG. ¡°Es un cambio de enfoque y va a llevar a?os¡±, dice esta geriatra, que dirige la fundaci¨®n Cuidados Dignos y que lleva a?os trabajando en la no sujeci¨®n.
La publicaci¨®n llega, tal y como ha explicado Jos¨¦ Pascual, el coordinador de esta comisi¨®n, despu¨¦s del ¡°paso de gigante¡± que se dio el a?o pasado con la publicaci¨®n de dos documentos. Por un lado, la instrucci¨®n de la Fiscal¨ªa General del Estado, que orden¨® a los fiscales vigilar las sujeciones en residencias de mayores y de personas con discapacidad y en unidades psiqui¨¢tricas. Este documento llamaba a comprobar que siempre se produjeran bajo prescripci¨®n m¨¦dica, que exista un consentimiento informado y que sean una medida excepcional. Por otro, el acuerdo al que llegaron las comunidades aut¨®nomas y el Ministerio de Derechos Sociales para que los centros que presten atenci¨®n dentro del sistema de la dependencia sigan un plan para eliminar las sujeciones de aqu¨ª a 2025. Pero no tiene rango legal, no hay ninguna norma que, a nivel nacional, proh¨ªba estas pr¨¢cticas. De ah¨ª que los geriatras insten a su aprobaci¨®n, tal y como ya han hecho pa¨ªses como Alemania y Jap¨®n, seg¨²n han explicado.
El trabajo de la SEGG va en la l¨ªnea del aprobado por Derechos Sociales y las autonom¨ªas porque, de hecho, esta sociedad fue miembro de la mesa de di¨¢logo civil, que asesor¨® en los trabajos de elaboraci¨®n de aquel pacto que pretende pasar a una atenci¨®n centrada en la persona, y no tanto en los procesos organizativos. Que sean los centros los que se adapten a las necesidades de los usuarios y no al rev¨¦s. Pero este documento se centra exclusivamente en las sujeciones. As¨ª, detallan fundamentos ¨¦ticos y legales. ?La conclusi¨®n? Los centros deben adquirir un compromiso formal respecto a la atenci¨®n libre de sujeciones f¨ªsicas y qu¨ªmicas ¡ªque deber¨¢ plasmarse en un plan de supresi¨®n de sujeciones y un plan de cuidado sin sujeciones¡ª, que tendr¨¢ que ser aprobado por la comunidad aut¨®noma de la que se trate y cuya ejecuci¨®n deber¨¢ controlar el servicio de inspecci¨®n.
La SEGG plantea que ¨²nicamente puedan utilizarse ¡°en situaciones urgentes, de manera temporal y excepcional¡±, y despu¨¦s de haber aplicado medidas preventivas para evitar su uso que hayan fracasado. Es decir, que se limitar¨¢n a cuadros agudos ¡°de urgencia vital, en los que se den situaciones o conductas que representen una amenaza real para la integridad f¨ªsica de la persona o de terceras personas¡±, ¡°protecci¨®n de dispositivos sanitarios de urgencia vital¡±, en las que se deba ¡°asegurar el reposo cuando est¨¦ indicado por razones terap¨¦uticas¡±, o en caso de una ¡°enfermedad mental diagnosticada en situaci¨®n de crisis aguda, y siempre que el paciente lo haya solicitado voluntariamente y el m¨¦dico considere que existen criterios cl¨ªnicos de indicaci¨®n¡±. As¨ª lo ha ejemplificado Ana Urrutia: ¡°Si un se?or con demencia se levanta a las dos o las tres de la ma?ana porque duerme poco, el cambio que proponemos es dejarle levantarse. Antes la idea era que ten¨ªa que dormir, y si no quer¨ªa, pues se le pon¨ªa un cintur¨®n¡±, para evitar, por ejemplo, ca¨ªdas. La forma de protegerles debe pasar, pues, por cambiar la organizaci¨®n de los centros, por ejemplo, utilizando camas bajas que prevengan las ca¨ªdas.
Jos¨¦ Augusto Garc¨ªa Navarro, presidente de la SEGG, ha insistido en que, adem¨¢s de atentar contra los derechos de los mayores, las sujeciones entra?an riesgos. A una persona con demencia que deambula, ¡°le das una medicaci¨®n calmante y lo dejas sedado, quiz¨¢s deja de caminar, pero puede acarrear otros muchos problemas, se puede caer, puede atragantarse al comer, desorientarse todav¨ªa m¨¢s¡±. Por no hablar del miedo y la angustia que pueden provocar, o los ¡°graves efectos adversos¡± de las sujeciones f¨ªsicas que menciona el documento, ¡°como en los casos en los que la persona queda atrapada por el dispositivo en una posici¨®n que genera riesgo de asfixia¡±. Se han publicado casos en prensa de muertes debido al uso de sujeciones.
Los geriatras han explicado que es complicado cuantificar la prevalencia de las sujeciones en mayores. ¡°Entre un 20% y un 40% son sometidos a sujeciones f¨ªsicas en residencias y en hospitales, seg¨²n distintos estudios, aunque si se mira espec¨ªficamente la poblaci¨®n de personas con demencia, las cifras suben mucho, son alarmantes¡±, ha explicado Ana Urrutia, quien ha combatido la ¡°idea de que solo se sujeta en residencias, los hospitales van por detr¨¢s¡±.
Jos¨¦ Pascual, quien tambi¨¦n preside la asociaci¨®n Dignitas Vitae, precisa que hay cientos de residencias que ya prestan atenci¨®n sin sujeciones. ¡°Contabilizamos al menos 1.600 [de las m¨¢s de 5.000 que hay en el pa¨ªs] que se han puesto en contacto con la fundaci¨®n en la que trabaja Ana [Urrutia] o la m¨ªa, que o ya atienden sin sujeciones o est¨¢n en ese proceso¡±. Urrutia contin¨²a: ¡°No puede hacerse de la noche a la ma?ana, dura unos dos a?os. Es preciso que haya formaci¨®n a los trabajadores¡±. Ambos aseguran que los centros que ya han emprendido este camino no han tenido que elevar las ratios de personal, aunque s¨ª ven necesario tanto mejorar la formaci¨®n como que se contrate a m¨¢s personal para que se mejore la atenci¨®n a la dependencia. El presidente de la SEGG, de hecho, ha criticado que Espa?a dedique un 0,82% del PIB a cuidados de larga duraci¨®n, frente al 1,5% de media de la Uni¨®n Europea, ¡°una cifra que sube al 2,5%¡± si solo se tiene en cuenta a los ocho pa¨ªses m¨¢s ricos de la Uni¨®n. A¨²n queda mucho por avanzar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.