Larva migratoria: el par¨¢sito intestinal de perros y gatos que ¡®por error¡¯ tambi¨¦n corre bajo la piel del ser humano
La dolencia, considerada tropical hace solo una d¨¦cada, ya es calificada como end¨¦mica en Espa?a tras el aumento de diagn¨®sticos en pacientes que la han contra¨ªdo sin haber viajado fuera del pa¨ªs
Los par¨¢sitos tambi¨¦n se equivocan. En el caso de las larvas de Ancylostoma braziliense y Ancylostoma caninum, dos especies de nematodos que causan la enfermedad conocida como larva migratoria cut¨¢nea o larva migrans, esto ocurre cuando infectan a una persona pensando que se trata de un perro o un gato. La larva necesita alcanzar el aparato digestivo de estos animales para completar su ciclo vital, por lo que es capaz de atravesar toda su piel. En el hombre, en cambio, no logra ir m¨¢s all¨¢ de la primera capa, la epidermis, bajo la que queda atrapada. All¨ª, buscando una v¨ªa de acceso a la sangre, deambular¨¢ sin rumbo fijo y dejar¨¢ un caracter¨ªstico rastro visible a simple vista, hasta morir sin llegar a la fase adulta. La infecci¨®n para la persona afectada es casi siempre leve, pero los picores que causa llegan a ser insufribles sin tratamiento.
¡°Hace cuatro d¨ªas, trabajando en la huerta, me ha picado un bicho¡±. Con estas palabras, a principios del oto?o y mostrando una peque?a herida en el dedo medio de la mano izquierda, un jubilado de 75 a?os acudi¨® al Centro de Salud Dobra, en Torrelavega (Cantabria). ¡°Cuando lleg¨®, la lesi¨®n estaba a¨²n poco definida. Era f¨¢cil confundirla con una picadura, un caso de sarna u otras causas. As¨ª que le prescribimos un corticoide en crema y un antihistam¨ªnico. Pasados unos d¨ªas, el par¨¢sito se hab¨ªa movido y entonces se hizo visible el dibujo caracter¨ªstico en la piel¡±, explica Francisca G¨®mez Molleda, la m¨¦dica de familia que atendi¨® el caso, que ser¨¢ presentado en el congreso de la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos Generales y de Familia (SEMG) que empieza el mi¨¦rcoles en Granada.
Hasta hace muy pocos a?os, este paciente hubiera supuesto un importante reto para cualquier facultativo. La larva migrans era una enfermedad considerada tropical y si la persona no hab¨ªa viajado fuera de Espa?a era muy dif¨ªcil que el m¨¦dico se planteara que pod¨ªa sufrirla. Todos los especialistas consultados admiten que la situaci¨®n ha cambiado. ¡°Puede ser por el cambio clim¨¢tico, por el mayor n¨²mero de viajes, porque los m¨¦dicos conocen mejor la enfermedad o por las tres cosas a la vez. Pero lo cierto es que en los ¨²ltimos a?os ha crecido el n¨²mero de casos aut¨®ctonos diagnosticados¡±, afirma Antonio Zurita, profesor del Departamento de Microbiolog¨ªa y Parasitolog¨ªa de la Universidad de Sevilla.
El intestino delgado de perros y gatos ¡ªlos dos animales en el caso del Ancylostoma braziliense y solo los perros en el del Ancylostoma caninum¡ª es el origen de todos los casos de larva migrans (hay alguna otra especie de nematodo que puede producir la enfermedad, pero de forma muy excepcional). All¨ª es donde los ejemplares adultos del par¨¢sito, que miden entre uno y tres cent¨ªmetros, completan la reproducci¨®n sexual.
¡°Los animales infectados expulsar¨¢n miles de huevos a trav¨¦s de las heces. Si el suelo es h¨²medo, est¨¢ a la sombra, tiene materia org¨¢nica y la temperatura ambiental es elevada, dentro del huevo se va formando una larva que luego podr¨¢ desarrollarse hasta medir unas 300 micras [un mil¨ªmetro tiene 1.000 ] y ser infectiva¡±, detalla Antonio Zurita.
Si un perro o un gato merodea por la zona y pisa o se tumba sobre este suelo, la larva continuar¨¢ su viaje: atravesar¨¢ la piel hasta llegar al sistema circulatorio, llegar¨¢ a los pulmones y de ah¨ª remontar¨¢ por el aparto respiratorio hasta las v¨ªas altas. Ser¨¢ el propio animal el que, al tragar, acabe de ayudar al par¨¢sito a llegar al intestino delgado, donde completar¨¢ su desarrollo y dar¨¢ origen a un nuevo ciclo.
Si quien lo hace es una persona, es muy probable que acabe por sufrir larva migrans. Los expertos consideran por esta raz¨®n a las orillas sombr¨ªas de r¨ªos, lagos y playas con zonas de agua dulce ¡ªel sol directo y la sal impiden el desarrollo de las larvas¡ª de ¨¢reas c¨¢lidas como ambientes de riesgo. Tambi¨¦n huertas y jardines. Por eso recomiendan evitar sentarse o caminar descalzo por ellas y llevar siempre guantes, ropa larga y botas cuando se manipule tierra h¨²meda.
¡°Es importante tener en cuenta que para que exista alg¨²n riesgo tiene que haber perros o gatos infectados que defequen en la zona. Por esto la enfermedad es mucho m¨¢s frecuente en pa¨ªses socioecon¨®micamente menos desarrollados, donde las poblaciones de estos animales tienen menos controles¡±, insisten.
Si todos los perros y gatos que viven en Espa?a fueran desparasitados con regularidad, las especies que provocan la larva migrans desaparecer¨ªan del pa¨ªs. Por ello, la primera recomendaci¨®n que dan los especialistas es el cumplimiento de esta medida en todas las mascotas. ¡°En Espa?a no suele haber perros callejeros, as¨ª que la otra gran medida de control que deber¨ªa hacerse es con las colonias de gatos o ejemplares que viven sin due?o¡±, explica Ana Pulido, dermat¨®loga responsable de la consulta de infecciones cut¨¢neas del Hospital Gregorio Mara?¨®n (Madrid).
Esta especialista diagnostic¨® ¡ªy public¨® el caso en una revista cient¨ªfica en 2019¡ª la enfermedad a un jardinero de 59 a?os de Madrid que trabajaba en la zona de Puerta de Toledo, en uno de los primeros casos ocupacionales detectados en Espa?a. ¡°Llevaba botas e iba con guantes, pero tuvo la mala suerte que una parte del tobillo quedaba descubierta y por ah¨ª se infect¨®. La tierra deb¨ªa estar muy contaminada, muy probablemente por gatos¡±, explica.
A principios de este siglo, la enfermedad era todav¨ªa objeto de estudio solo para especialistas de medicina tropical y del viaje. El mayor trabajo hecho en Espa?a fue una serie de 34 casos, todos importados y diagnosticados entre 1991 y 2002, que investigadores de la Unidad de Medicina Tropical del Hospital Carlos III, ya jubilados, publicaron en 2004. ¡°Esta enfermedad es relativamente frecuente entre viajeros que han ido a zonas calurosas y h¨²medas del planeta¡±, explica Marta D¨ªaz Men¨¦ndez, responsable de la Unidad de Patolog¨ªa Importada y Salud Internacional del centro. Sudam¨¦rica, el Sudeste asi¨¢tico y ?frica son, por este orden, las zonas de las que proceden m¨¢s pacientes infectados.
No es hasta mediados de la pasada d¨¦cada cuando las revistas m¨¦dicas se pueblan de casos aut¨®ctonos de la enfermedad. ¡°Recuerdo un congreso nacional de dermatolog¨ªa de hace siete u ocho a?os en el que comentamos que est¨¢bamos empezando a ver casos en personas que no hab¨ªan salido del pa¨ªs. A partir de ah¨ª crecieron los casos aut¨®ctonos publicados¡±, explica Ana Pulido.
En 2016, un equipo del Hospital Universitario de Donostia (Gipuzkoa) public¨® una serie de cuatro casos aut¨®ctonos. Un a?o m¨¢s tarde, Altea Esteve, responsable de la Secci¨®n de Dermatolog¨ªa Pedi¨¢trica del Hospital General de Valencia, publica el que hasta ahora es el ¨²nico caso conocido en Espa?a de una persona que ha sufrido la infecci¨®n dos veces. ¡°Era una ni?a peque?a que iba a la guarder¨ªa. La primera vez fue en el pie y la segunda, cinco meses m¨¢s tarde, en el tronco. Al parecer, el foco estaba en un arenero que ten¨ªan en la guarder¨ªa y que deb¨ªa estar contaminado por gatos. Ese a?o, adem¨¢s, hizo mucho calor¡±, recuerda la especialista.
En total, las revistas m¨¦dicas recogen hasta la fecha unos 25 casos aut¨®ctonos diagnosticados en Espa?a ¡ªtanto en comunidades del norte como del sur¡ª, aunque los especialistas coinciden en se?alar que estos deben ser una peque?a parte de la realidad. ¡°Muchos casos no se publican y existe un notable infradiagn¨®stico, ya que, en sus fases iniciales, la larva migrans puede confundirse con otras afecciones de la piel¡±, afirma Antonio Zurita. Una de las m¨¢s comunes en los ¨²ltimos a?os es la sarna, con la que adem¨¢s comparten uno de los posibles tratamientos: la ivermectina.
Este fue el elegido por Francisca G¨®mez Molleda en Torrelavega. ¡°Hay otros tratamientos frente la larva migrans, como el tiabendazol. Pero en los ¨²ltimos a?os los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria hemos atendido muchos casos de sarna y nos hemos acostumbrado a manejar la ivermectina. Es un f¨¢rmaco con pocos efectos secundarios y que identificamos r¨¢pido, as¨ª que es una opci¨®n terap¨¦utica segura y eficaz¡±, concluye.
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