El colectivo LGTBI sale a la calle en el Orgullo a defender sus derechos frente a la sombra de la ultraderecha
La marcha en Madrid sacar¨¢ a la calle a cientos de miles de personas con un despliegue policial reforzado y un clima tenso por la alarma de retrocesos en igualdad y la retirada de banderas arco¨ªris en ayuntamientos del PP y Vox
El 16 de febrero, las puertas del Congreso de los Diputados se llenaban de banderas arco¨ªris y trans: acababa de aprobarse una de las leyes m¨¢s avanzadas del mundo para el colectivo LGTBI despu¨¦s de meses de un debate que dividi¨® al Ejecutivo, a la C¨¢mara baja y provoc¨® una escisi¨®n en el movimiento feminista. Tres meses despu¨¦s, la ultraderecha multiplic¨® por tres sus concejales en las elecciones municipales. Su alcance se ha expandido en los ¨²ltimos a?os y la puerta que le ha abierto ahora el PP en ayuntamientos y autonom¨ªas ha permitido que su argumentario se extienda en las instituciones. Es el contraste de un pa¨ªs que, como muchos otros, sufre una polarizaci¨®n creciente ante el auge de una ultraderecha que hace planear la amenaza sobre los derechos adquiridos. Ahora, a apenas tres semanas de las elecciones generales, un ambiente precalentado por la pol¨ªtica es la antesala del Orgullo m¨¢s politizado de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas: uno al que el colectivo llega con m¨¢s derechos que nunca, pero tambi¨¦n con un horizonte sobre el que pende la posibilidad de ver cercenados muchos de ellos.
Ante esa sensaci¨®n que sobrevuela, la de una Espa?a atravesada por un discurso que se opone a derechos para las personas LGTBI ya consolidados en la sociedad espa?ola desde hace tiempo, el Orgullo se prev¨¦ masivo. En Madrid, donde esta tarde se dar¨¢ la principal manifestaci¨®n en Espa?a, la polic¨ªa espera la asistencia de entre un mill¨®n y mill¨®n y medio de personas. Y han decidido extremar la seguridad: este a?o habr¨¢ desplegados por las calles el doble de agentes que el pasado a?o, 3.726 agentes entre los que habr¨¢ especialistas del grupo de delitos de odio. Porque no es solo una sensaci¨®n.
Los delitos de odio crecen y el Ministerio del Interior no oculta su ¡°preocupaci¨®n¡±: el ¨²ltimo informe refleja casi un 70% de aumento entre 2019 y 2021. De las 1.724 denuncias relacionadas con delitos de odio registradas por las fuerzas policiales en 2021, casi un 6% m¨¢s que en 2019, las que respond¨ªan a motivos racistas o xen¨®fobos fueron las m¨¢s numerosas, 639, y justo despu¨¦s estaban las 466 relacionadas con la orientaci¨®n sexual o identidad de g¨¦nero, las que m¨¢s subieron. En aquel momento, el ministro Fernando Grande-Marlaska lig¨® ese ascenso al clima pol¨ªtico que vive Espa?a, recrudecido por el discurso de la ultraderecha.
Y hay quien tiene miedo, como In¨¦s Sierra, a que esas cifras y ese discurso ¡°vayan a m¨¢s, se extiendan¡±. Ella nunca ha vivido ¡°dentro de ning¨²n armario¡±, hace poco que cumpli¨® los 22: ¡°Me he llevado insultos y alg¨²n que otro empuj¨®n en el instituto y alguna vez en la calle, s¨¦ que no es nada comparado con la historia de este colectivo, pero si no ha ido a m¨¢s es porque por donde yo me he movido siempre es un entorno en el que yo soy In¨¦s y ya, y siempre que ha pasado algo con alg¨²n imb¨¦cil ha habido 10 que le han plantado cara. Los que se met¨ªan conmigo eran minor¨ªa, pero cada vez son m¨¢s, ?qu¨¦ pasa si siguen siendo cada vez m¨¢s?¡±.
Esos, dice Cristian Gonz¨¢lez, son quienes ¡°se ven apoyados¡± por la ultraderecha en su discurso de odio. A sus 38 a?os, este hombre bisexual casado con un hombre cuenta hasta cuatro ocasiones en las que ¨¦l ha sido v¨ªctima de insultos: ¡°Pero ante su violencia, firmeza. Y ni un paso atr¨¢s. Si alguien se siente amenazado en alg¨²n momento, lo que tiene que hacer es alzar la voz¡±.
¡°Ni un paso atr¨¢s¡± es quiz¨¢s el lema que con m¨¢s fuerza se ha repetido durante las ¨²ltimas semanas, mientras el colectivo se preparaba para el Orgullo y ayuntamientos y autonom¨ªas de toda Espa?a configuraban sus nuevos gobiernos. Son muchas las personas en el colectivo que creen que las advertencias de recorte de derechos son solo palabras. ¡°Lo que est¨¢ vendiendo la ultraderecha es pura propaganda, porque tanto ellos como nosotros sabemos que en Espa?a no se le va a quitar ni un solo derecho a ni un solo ciudadano¡±, dice Gonz¨¢lez. Pero ya, en decenas de esas administraciones, los pactos entre el PP y Vox han ido dejando un reguero de decisiones que no son solo simb¨®licas.
La primera medida que se tom¨® esta semana en el Parlamento balear con su nuevo presidente ¡ªGabriel Le Senne, de Vox¡ª fue no colgar la bandera arco¨ªris durante estos d¨ªas del Orgullo. Tampoco la ha puesto el Ayuntamiento de Toledo, con el PP y Vox gobernando tras el 28-M, despu¨¦s de siete a?os haci¨¦ndolo. Ni Torrijos, un pueblo a 28 kil¨®metros de la capital castellanomanchega. En Castilla y Le¨®n, el presidente de las Cortes, Carlos Poll¨¢n, tambi¨¦n de la ultraderecha, no solo evit¨® ponerla en la fachada de la C¨¢mara aut¨®noma, sino que amenaz¨® al PSOE para que retirara la suya, que colgaba de la ventana de sus oficinas en la Asamblea. En Ciudad Real, Valladolid, Burgos, Valencia, Guadalajara, Elche (Alicante), Gij¨®n (Asturias) Ponferrada (Le¨®n), Molina de Segura (Murcia), Bormujos (Sevilla) o N¨¢quera (Valencia) no habr¨¢ banderas este a?o.
¡°Al quitar esas banderas, se est¨¢ diciendo a ese colectivo LGTBI que este lugar no es seguro. Porque si lo quitan es por algo, ponerlo significa un compromiso. Quitarlo, ?qu¨¦ significa?¡±, preguntaba de forma ret¨®rica el pasado lunes el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, en El Hormiguero. Uge Sangil, la presidenta de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y m¨¢s (FELGTBI+), a?ade que ¡°no es solo la retirada de banderas¡±.
Habla del choque entre ¡°lo dicho y lo hecho¡± que qued¨® reflejado el 28-J, el D¨ªa Internacional del Orgullo; el Partido Popular public¨® un v¨ªdeo en sus redes de apoyo al colectivo, ilumin¨® la fachada de G¨¦nova con los colores del arco¨ªris y con ellos rodearon la foto de su perfil oficial en redes. Ese mismo d¨ªa, el BOE public¨® el recurso ante el Tribunal Constitucional que los populares, y Vox, hab¨ªan presentado contra la Ley para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas Trans y Para la Garant¨ªa de los Derechos de las Personas LGTBI.
Un ¡°pulso¡± a los derechos del colectivo
¡°Eso s¨ª que es un pulso a nuestros derechos. Ese v¨ªdeo y el discurso de la derecha son pinkwashing [lavado de cara a costa del colectivo LGTBI+] usado en nuestro d¨ªa, el de la rebeli¨®n, de la resiliencia, de las conquistas. Sabemos qu¨¦ habla y qui¨¦n hace. Y ha sido este gobierno de coalici¨®n el que ha aprobado los derechos para el colectivo, lo dem¨¢s es un disfraz¡±, afirma Sangil. En territorios como Madrid, donde Isabel D¨ªaz Ayuso gobierna con mayor¨ªa absoluta, o en aquellos ayuntamientos y autonom¨ªas donde Vox y PP ya han firmado sus pactos, el ¨²nico contrapeso ¡°ser¨¢ el movimiento social, la ciudadan¨ªa¡±.
En Madrid, Ayuso ya ha anunciado que la modificaci¨®n de la ley trans auton¨®mica, que pidi¨® Vox, ya est¨¢ redactada y entrar¨¢ en vigor antes de que acabe este a?o. ¡°Y quiere volver a patologizar a las personas trans¡±, apunta la presidenta de FELGTB+. Y en decenas de consistorios, esos pactos ya han provocado la supresi¨®n de las concejal¨ªas de Igualdad. Ha ocurrido en Burgos, Valladolid, Toledo, Talavera de la Reina, Huelva y Orihuela, y se han creado en su lugar departamentos de Familia ¡ª¡±de Familia, no de familias, de la familia ¨²nica que ellos entienden, padre, madre, hijos¡±, matiza Sangil¡ª. En otros dos, los de Ciudad Real y Elche, Igualdad ha sido diluida en otras ¨¢reas.
Es el embate al feminismo, a la diversidad, que lleva esparciendo la ultraderecha desde que entr¨® por primera vez a una instituci¨®n, en 2018, en Andaluc¨ªa. Acompa?ada siempre de la negaci¨®n de la desigualdad, de la violencia machista. En lugares como N¨¤quera (Valencia), los intentos por ocultar la violencia de g¨¦nero y al colectivo LGTBIQ+ han pasado por acuerdos para que las concentraciones despu¨¦s de un feminicidio dejen de ser contra la violencia machista y se condene solo ¡°la violencia¡± o ¡°toda violencia¡±, y para retirar las banderas arco¨ªris de las dependencias municipales.
Las dianas se repiten: las mujeres, el colectivo LGTBI, las personas migrantes. Todo estaba en la lona que Vox colg¨® en la calle de Alcal¨¢, en Madrid. Tuvo que retirarla el martes ante el ultim¨¢tum de la Junta Electoral por ser propaganda electoral, prohibida hasta que comience la campa?a para el 23-J. Bajo el lema ¡°Decide lo que importa¡±, una mano tiraba a una papelera los s¨ªmbolos del feminismo, de la Agenda 2030 y la bandera arco¨ªris.
¡°Negar la realidad LGTBI es negar Espa?a. Y Espa?a ea un pa¨ªs mejor que cierra los armarios y abre las puertas del BOE a las vidas trans¡±, dec¨ªa el pasado martes Irene Montero, la ministra de Igualdad, durante la entrega de los reconocimientos Arco¨ªris, los premios institucionales del Gobierno que el Ministerio entreg¨® el 27 de junio a personas destacadas en la visibilizaci¨®n, apoyo y defensa de los derechos de las personas LGTBI. Entre ellos, el expresidente del Gobierno Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero: ¡°La discriminaci¨®n de miles de a?os es lo que no nos puede hacer sentir orgullosos de nuestra historia. Una democracia se reconoce a s¨ª misma por cu¨¢ntas discriminaciones es capaz de abolir y cu¨¢ntos derechos instaurar. Y el derecho la mayor¨ªa lo utiliza para hacer de guardianes de la inercia, y sin embargo el derecho, como la pol¨ªtica, ha de ser el canal para las reformas y los cambios¡±.
El jueves por la noche, Isabel se da la vuelta para besar a Clara mientras el Metro de Madrid frena en La Latina con un tir¨®n que hace que se le caiga el abanico de cart¨®n con la bandera arco¨ªris que lleva en la mano. Ambas est¨¢n a unos meses de cumplir los 30, se van la semana que viene de viaje y han pedido el voto por correo. ¡°Nunca pens¨¦ que tendr¨ªa tanto inter¨¦s en votar. Ni siquiera tanto por votar a quien quiero votar, sino por votar en contra de los que no quiero¡±. Se bajan dos paradas despu¨¦s mientras a alguien que est¨¢ pasando v¨ªdeos en TikTok le salta el de Santiago Abascal, el l¨ªder de Vox, en La hora de la 1 de TVE del pasado mi¨¦rcoles, el 28-J. Marc Sala, el presentador, le pregunta si tiene pensado celebrar el Orgullo de alguna manera. Y ¨¦l contesta: ¡°No lo ten¨ªa previsto. Entre otras cosas, supongo que porque soy heterosexual¡±.
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