El hermano Marino, depredador apartado por los maristas, sigui¨® asaltando ni?os cuando sal¨ªa de paseo
El religioso, acusado de abusos en colegios entre 1960 y 2000 y retirado en El Escorial, fue denunciado en 2021 por el padre de un chico, al que abord¨® en un pinar. El caso fue archivado, pero un v¨ªdeo muestra c¨®mo da masajes a otro menor
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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Marino Gonz¨¢lez, un hermano marista acusado de pederastia entre 1960 y el 2000 por una veintena de antiguos alumnos de colegios de la orden, ha seguido intentando abordar menores, incluso en su retiro en una residencia de El Escorial (Madrid), donde viv¨ªa apartado por la congregaci¨®n. El padre de un ni?o de 12 a?os de este municipio lo denunci¨® en abril de 2021, unos meses antes de que este peri¨®dico sacase a la luz el caso y revelase c¨®mo los maristas hab¨ªan ido trasladando al hermano Marino durante cuatro d¨¦cadas, de colegio en colegio. El religioso abord¨® a su hijo en un pinar de la localidad, cerca de la residencia marista, le acarici¨® los pezones y le propuso acompa?arle a un sitio m¨¢s tranquilo para ayudarle a relajarse.
Es la misma t¨¦cnica que ha empleado durante a?os: aseguraba ser psic¨®logo y ofrec¨ªa a los chicos masajes para calmar los nervios, momento en que abusaba de ellos. Lo hizo en colegios de Madrid, Toledo, Valladolid y Guadalajara, seg¨²n los testimonios recogidos por EL PA?S. Es m¨¢s, el padre del menor luego consigui¨® un v¨ªdeo que circulaba por chats de j¨®venes del municipio, en el que se ve al religioso en el mismo pinar practicando un masaje a un menor en una de sus escapadas de la residencia. La juez Concepci¨®n Ferrer Mej¨ªa, en todo caso, archiv¨® la denuncia porque ¡°no aparece debidamente justificada la perpetraci¨®n del delito¡±.
¡°La impotencia por la situaci¨®n, por la sociedad y por la permisividad con esta gentuza me machaca constantemente¡±, cuenta el padre de la v¨ªctima. Meses despu¨¦s de que se archivara el caso, el denunciante encontr¨® los art¨ªculos de este diario en los que aparecen las acusaciones contra el hermano Marino, y descubri¨® que su hijo no hab¨ªa sido el ¨²nico. No se explica c¨®mo el religioso sigue actuando impunemente. Ahora, estudia volver a las autoridades para que reabran el caso.
El padre asegura que la orden nunca ha intentado ponerse en contacto con ¨¦l. Los maristas justifican que no pod¨ªan hacerlo porque ¡°el caso estaba en fase de instrucci¨®n¡±. La congregaci¨®n se niega a responder por qu¨¦ no lo hicieron despu¨¦s, ni por qu¨¦ no informaron al tribunal que llev¨® el caso de las numerosas acusaciones que han recibido contra Marino. Tampoco detalla si los maristas han corrido con los gastos de su defensa, ni si le abrieron un proceso can¨®nico, tal y como marcan las normas de la Iglesia, ni si ha sido trasladado a otro lugar o contin¨²a viviendo en la misma residencia.
Todav¨ªa hoy, dos a?os despu¨¦s de que este diario desvelara el caso del hermano Marino, la orden ni siquiera aclara cu¨¢l ha sido el resultado de sus investigaciones sobre ¨¦l. Ya en 2021, tras la publicaci¨®n de las informaciones, la orden admiti¨® que hab¨ªa tenido dos denuncias contra el religioso. Indic¨® que una se hab¨ªa archivado y no dio detalles sobre la otra. En todo caso, asegur¨® que a ra¨ªz de las denuncias hab¨ªa tomado medidas y Gonz¨¢lez hab¨ªa sido apartado del contacto con menores. Los maristas son la segunda orden con m¨¢s casos de pederastia en la Iglesia espa?ola: 135 acusados y 317 v¨ªctimas, seg¨²n la contabilidad de EL PA?S.
El episodio denunciado ocurri¨® la tarde del 19 de abril de 2021, cuando Julio y Bautista (nombres ficticios), ambos de 13 y 12 a?os, estaban sacando a pasear a sus perros en El Tomillar, un pinar de la localidad madrile?a de San Lorenzo de El Escorial. En ese paraje se encuentra un complejo marista con una residencia y un centro de retiros. Sobre las 16.30, se?ala la denuncia, el hermano Marino se acerc¨® a los menores caminando con un bast¨®n. Iba sin mascarilla y vestido con una chaqueta marr¨®n y roja, con un pantal¨®n vaquero negro. ¡°A los perros hay que amaestrarlos, as¨ª como a las personas¡±, explican los menores que les dijo. Despu¨¦s, a?aden, el religioso les pregunt¨® si sab¨ªan qu¨¦ significaba la palabra ¡°mam¨¢¡±. Respondieron que as¨ª llamaban los hijos a sus madres. En ese momento, comenz¨® a tocar los pezones a Julio mientras le dec¨ªa: ¡°Mam¨¢ es esto¡±.
El religioso sigui¨® conversando, siempre seg¨²n el relato de las v¨ªctimas, llevaba un anillo dorado con pinchos en una de las manos y un reloj color dorado con la esfera blanca. La denuncia indica que Marino les cont¨® que trabajaba en los maristas, en una residencia cercana, y que pod¨ªa ayudarles a desestresarse, y toc¨® de nuevo a Julio, pero en esa ocasi¨®n en el cuello: ¡°En todo momento estaba nervioso, mirando alrededor para ver si hab¨ªa alguien, llegando incluso a callarse al paso de una mujer que iba corriendo¡±.
El cl¨¦rigo intentaba atraer a Julio agarr¨¢ndole del cuello, cuentan los menores, y les insisti¨® a ambos que le acompa?asen, ¡°que pod¨ªa darles clases, que era pedagogo y que en otro sitio pod¨ªan estar m¨¢s tranquilos¡±. Los ni?os relatan que se negaron y le dijeron que ten¨ªan que irse. Marino, siempre seg¨²n el relato de los ni?os, les propuso verse el lunes siguiente, sobre la misma hora. Los ni?os cuentan que en el momento en el que se marchaban, el marista agarr¨® de nuevo a Julio del brazo y le dio un abrazo. Le toc¨® el culo mientras le dijo: ¡®Vosotros s¨ª que sois buenos amigos¡¯. Al marcharse, a?aden los peque?os, Marino se qued¨® quieto, mir¨¢ndoles desde lejos.
Unas semanas despu¨¦s de denunciarlo, el padre de la v¨ªctima se person¨® en la comisar¨ªa con una prueba que apoyase el relato de su hijo: un v¨ªdeo en el que el hermano Marino aparec¨ªa haciendo masajes a otros chicos en el mismo pinar. Las im¨¢genes fueron grabadas por otro grupo de chavales en el mismo pinar antes de la pandemia, algunos de mayor edad que Julio.
Un primo de la v¨ªctima, tambi¨¦n menor y que consigui¨® el v¨ªdeo, frecuentaba el pinar y coincidi¨® con el hermano Marino. Su madre envi¨® un wasap al padre de Julio con el relato de este para que tambi¨¦n figurase como prueba junto al v¨ªdeo: ¡°Dice [que Marino era] un tarado. Que a un amigo le dijo que hiciera un dibujo de un ¨¢rbol, que le dec¨ªa su pasado. [Marino] le dijo que discut¨ªa con su padre y que hab¨ªa algo que le ten¨ªa que decir en privado: ¡®Se hac¨ªa muchas pajas¡¯. A otro amigo le dijo que le iba a abrir los chacras. Pensaron que estaba como una cabra¡±.
Trasladado de colegio en colegio durante d¨¦cadas
La primera informaci¨®n sobre el hermano Marino fue publicada en EL PA?S el 24 de julio de 2021, dos meses despu¨¦s de este incidente. La primera v¨ªctima solo se?alaba dos detalles: actuaba como psic¨®logo y se ofrec¨ªa a dar masajes para relajar los nervios. Esta descripci¨®n llev¨® a otras v¨ªctimas a identificarle y a escribir a este peri¨®dico. Las v¨ªctimas y testigos le acusan de abusos en el colegio marista de San Jos¨¦ del Parque y de Chamber¨ª, ambos en Madrid. Tambi¨¦n en el Juniorado Mayor Hispanoamericano Marista de Pe?afiel (Valladolid), en el colegio marista de Toledo y el de Guadalajara.
La reconstrucci¨®n de las idas y venidas del religioso de cada colegio es compleja, y es probable que simultaneara su presencia en los centros de la capital, y tambi¨¦n durante sus constantes viajes a otros colegios de la orden. ¡°Estos datos los comunicaremos solo a las v¨ªctimas si nos los piden, no a los medios. Las v¨ªctimas son nuestra prioridad. Luego, si ellas quieren compartirla con los medios, es decisi¨®n suya¡±, explic¨® una portavoz de la orden a EL PA?S en octubre de 2021.
Los datos recabados hasta el momento indican que el hermano Marino estaba en torno a 1960 en el centro de Chamber¨ª, donde permaneci¨® hasta 1968, aproximadamente. ¡°Ocurri¨® algo y desapareci¨®¡±, describi¨® hace unos a?os un exalumno, Joaqu¨ªn Tena, de 66 a?os, a EL PA?S. Pero otra v¨ªctima coincidi¨® con ¨¦l entre 1992 y 1993. Antes, en 1990, otro afectado lo acusa de abusos en Toledo. Y recal¨® otra vez en San Jos¨¦ del Parque, al menos hasta el 2000. Las primeras acusaciones p¨²blicas fueron en 2011 en Facebook, en el que varios antiguos estudiantes han denunciado que tocaba a los alumnos. Uno de ellos incluso intent¨® localizar a m¨¢s afectados a trav¨¦s de un comentario en Facebook que dec¨ªa: ¡°Asociaci¨®n de v¨ªctimas del Hno. Marino. (Escribe tu nombre)¡±.
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