Hacia un verano negro de muertes por ahogamiento
Con 57 accidentes mortales, este junio fue el segundo mes con m¨¢s fallecimientos por esta causa en los ¨²ltimos nueve a?os
Cuando suben las temperaturas, que son cada vez m¨¢s altas, apetece darse un ba?o. Los turistas est¨¢n volviendo, despu¨¦s de una pandemia, a playas y piscinas. Y los veraneantes optan por llenar sus agendas con m¨¢s actividades de ocio, entre ellas las que se realizan en el medio acu¨¢tico. ¡°Estas tres realidades implican m¨¢s ba?istas, y a m¨¢s ba?istas, m¨¢s riesgo de ahogamientos¡±, comenta Frederic Tortosa, presidente de la Federaci¨® Catalana de Salvament i Socorrisme (FCSS), sobre las razones que explican la tendencia al alza en Espa?a de las muertes por ahogamiento no intencionado. En junio se reportaron 57 fallecimientos por esta causa, convirti¨¦ndose en el segundo mes con m¨¢s defunciones por esta causa en los ¨²ltimos nueve a?os. Seg¨²n el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) de la Real Federaci¨®n Espa?ola de Salvamento y Socorrismo (RFESS), que lleva un registro desde 2015, solo en junio de 2017 se contabilizaron en un mes m¨¢s ahogamientos, con un total de 70 v¨ªctimas.
Este mayo fueron 33, quedando solo por detr¨¢s de mayo de 2016, con 54 ahogamientos mortales. En n¨²meros totales, durante los primeros seis meses de 2023 perdieron la vida ahogadas 169 personas, 29 m¨¢s que en el mismo per¨ªodo de 2022. ?nicamente los a?os 2016, con 211 decesos, y 2017, con 209, superan las cifras de mortalidad de este a?o. Y parece que la tendencia al alza se mantendr¨¢ en julio, aunque todav¨ªa no se cuenta con datos que lo confirmen. A 14 de julio, Catalu?a acumulaba 13 muertes en las playas en un mes, la mayor cifra a estas alturas de temporada desde 2013. ¡°Es mucho m¨¢s que probable que con las olas de calor que nos esperan igualemos y superemos el n¨²mero de ahogamientos del a?o pasado¡±, comenta Rams¨¦s Mart¨ª, que es especialista en seguridad acu¨¢tica.
El perfil del ahogado
Durante junio, Catalu?a fue la comunidad aut¨®noma con m¨¢s fallecimientos por ahogamiento, registrando 10 casos, seguida de Andaluc¨ªa con siete, y Comunidad Valenciana y Regi¨®n de Murcia con seis cada una. En Baleares se contabilizaron cinco, en Galicia y Asturias cuatro, y en Pa¨ªs Vasco, Navarra y Canarias tres cada una. Castilla y Le¨®n, Extremadura y Castilla-La Mancha tuvieron dos fallecimientos, mientras que Arag¨®n report¨® un caso. La playa fue el lugar donde ocurrieron m¨¢s fallecimientos, con 30 decesos (52,63%), seguido por nueve en piscinas y ocho en r¨ªos.
De los fallecidos en julio, 46 (80,7%) eran espa?oles y 11 proven¨ªan de otros pa¨ªses, 10 de Europa y uno de ?frica. En 26 casos no hab¨ªa servicio de vigilancia, en 22 s¨ª lo hab¨ªa, y en nueve no se especific¨®. El grupo de edad con m¨¢s muertes por ahogamiento fue el de mayores de 45 a?os, con 41 fallecimientos (82,45%). 10 personas ten¨ªan entre 45 y 54 a?os, otras 10 entre 55 y 64, ocho entre 65 y 74, y 13 ten¨ªan 75 a?os o m¨¢s. En el tramo de hasta 17 a?os hubo tres muertes, una en el grupo de cuatro a seis a?os, dos en el de 11 a 17, otras dos en el de 18 a 25, cinco en el de 26 a 34, y tres en el de 35 a 44.
44 fallecimientos ocurrieron entre las diez de la ma?ana y las diez de la noche (77,19%), especialmente entre las diez de la ma?ana y las dos de la tarde, con 18 casos, mientras que ocho tuvieron lugar durante la noche o la madrugada.
Entre la precariedad de los socorristas y la irresponsabilidad de los ba?istas
Mart¨ª denuncia la falta de log¨ªstica en las playas y la precariedad de las condiciones laborales de los socorristas. ¡°En Espa?a, estamos 20 a?os atr¨¢s en t¨¦rminos de socorrismo. Todav¨ªa hay socorristas vigilando ¨¢reas de 80.000 metros cuadrados, cosa que es humanamente imposible, cuando tendr¨ªan que estar separados por 200 metros. Y todav¨ªa hay socorristas vigilando desde sillas que no son eficientes para su trabajo, muchas veces met¨¢licas, cuando deber¨ªan hacerlo desde torres avanzadas con cristales inclinados que reduzcan los reflejos y protejan del sol, del calor, del viento¡±, desarrolla. Esto, dice, explica que la atenci¨®n de los trabajadores baje y, sobre todo, que falten socorristas en zonas de gran afluencia. ¡°Habr¨ªa que hacerles un monumento¡±, coincide Tortosa, de la FCSS.
Pero la mortalidad no se explica ¨²nicamente por estos motivos. La responsabilidad de los ba?istas tambi¨¦n influye, dicen los expertos. ¡°Tenemos poca cultura del agua¡±, defiende Tortosa, que propone: ¡°Hay que adelantarse a los hechos y empezar en la escuela. Desde las edades m¨¢s tempranas hasta las m¨¢s adultas. Hay que implementar en el sistema educativo no solo sesiones donde se ense?a a nadar, sino tambi¨¦n explicar los riesgos asociados al agua y ense?ar a intervenir ante una situaci¨®n de emergencia¡±.
C¨®mo reducir las cifras
En este sentido, Mart¨ª sugiere una serie de 10 recomendaciones para reducir los ahogamientos mortales. La primera, formar a la poblaci¨®n en maniobras de soporte vital b¨¢sico. ¡°Que la gente sepa c¨®mo actuar en caso de un ahogamiento, porque muchos ocurren en sitios que no est¨¢n vigilados y donde no hay servicio de socorristas. Si las personas de alrededor saben c¨®mo actuar, quiz¨¢ podr¨¢n ayudar a la v¨ªctima hasta que llegue el servicio de emergencias¡±, dice. La segunda, limitar el acceso a los espacios acu¨¢ticos a los peque?os ¡ªque se ahogan frecuentemente en piscinas, principalmente particulares, por falta de supervisi¨®n y durante la sobremesa¡ª si no est¨¢n acompa?ados de un adulto responsable y capaz f¨ªsicamente de ayudarlos en el agua.
La tercera, colocar carteles informativos con pictogramas claros que expliquen qu¨¦ zonas no est¨¢n vigiladas y qu¨¦ riesgos hay. La cuarta, instalar equipamiento que la gente pueda utilizar para lanz¨¢rselo a una persona que est¨¦ en zona de peligro y no pueda salir. La quinta, fomentar el uso de dispositivos flotantes unidos al cuerpo, como las boyas atadas a la cintura. La sexta, aumentar el aprendizaje de la nataci¨®n desde muy temprano, a?adiendo la ense?anza de conductas seguras dentro y cerca del agua y la ense?anza de habilidades de supervivencia.
La s¨¦ptima, estandarizar aspectos clave de los servicios de salvamento y socorrismo. ¡°Que la gente sepa, por la ropa que lleva, que un socorrista es un socorrista en C¨¢diz o en Cantabria¡±, se?ala Mart¨ª. La octava, actualizar los modelos de socorrismo, a su parecer atrasados tanto en n¨²mero de socorristas como en el material empleado y en el material de protecci¨®n al socorrista. ¡°Eso acaba mermando sus cualidades para vigilar¡±, lamenta.
La novena, incidir en los ambulatorios y con campa?as p¨²blicas para que los ba?istas pluripatol¨®gicos (enfermos cr¨®nicos con s¨ªntomas continuos) o vulnerables no vayan solos a la playa o que lo hagan en horas con el servicio de socorrismo activo. La d¨¦cima y ¨²ltima, promover el conocimiento de las banderas del mar, recordando que mucha gente se ahoga con bandera verde.
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