La Guardia Civil se incauta de m¨¢s de 28 toneladas de comida en mal estado en la Operaci¨®n Potacar
Hay ocho personas detenidas por vender alimentos caducados y se investiga a otras 81 en Arag¨®n, Andaluc¨ªa y Murcia
La Guardia Civil se ha incautado de m¨¢s de 28 toneladas de alimentos en mal estado. Seg¨²n fuentes del cuerpo en Arag¨®n, la investigaci¨®n se inici¨® en noviembre de 2021 y ha sido ¡°muy laboriosa¡±, porque ha incluido registros a almacenes y establecimientos en diferentes provincias. En la denominada Operaci¨®n Potacar se han realizado inspecciones a m¨¢s de 90 empresas, se ha detenido a ocho personas y se investiga a otras 81 en Arag¨®n, Andaluc¨ªa, Comunidad Valenciana y Murcia por presuntos delitos de estafa, contra la salud p¨²blica, falsedad documental y pertenencia a grupo criminal. Consumir alimentos caducados es peligroso para la salud, sobre todo para personas vulnerables.
Hace dos a?os, el Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en Zaragoza recibi¨® varias informaciones en las que se denunciaba que un establecimiento hostelero estaba ofreciendo a los clientes productos caducados. A partir de ah¨ª, los agentes comenzaron a indagar la procedencia de los productos, que proced¨ªan de un almac¨¦n. All¨ª se realiz¨® una inspecci¨®n en la que se comprob¨® que hab¨ªa ¡°una serie de irregularidades en el etiquetado, productos que hab¨ªan superado la fecha de consumo, y otros que se ten¨ªan que vender frescos y en su lugar se congelaban para venderlos m¨¢s tarde, lo que es un riesgo para la salud¡±, explican fuentes de la Guardia Civil en Arag¨®n.
¡°La investigaci¨®n ha durado dos a?os y ha sido muy laboriosa, porque los agentes del Seprona de Zaragoza se trasladaron a diferentes provincias para realizar m¨¢s inspecciones¡±, se?alan las mismas fuentes. El Seprona ¡ªen colaboraci¨®n con los servicios veterinarios del Departamento Provincial de Sanidad del Gobierno de Arag¨®n, de la Comunidad Valenciana y de la Junta de Andaluc¨ªa¡ª, ha inspeccionado almacenes de distribuci¨®n ubicados en las provincias de Zaragoza, Valencia y Almer¨ªa.
La primera inspecci¨®n tuvo lugar en las instalaciones de una empresa ubicada en Cuarte de Huerva (Zaragoza), donde se intervinieron 1.222 kilos de alimentos que presentaban irregularidades al haber sido reetiquetados con ampliaci¨®n de la fecha de caducidad o consumo preferente. Tras el an¨¢lisis de la trazabilidad, los investigadores confirman la comercializaci¨®n de diversos lotes a otros establecimientos con fechas superadas.
En una segunda inspecci¨®n a otra empresa en Zaragoza, la Guardia Civil ha incautado 1.708 kilos de productos en id¨¦nticas circunstancias: fechas de consumo caducadas, as¨ª como alimentos que deb¨ªan haberse comercializado como producto fresco, y que fueron congelados antes de su fecha de caducidad y puestos a la venta posteriormente con la fecha rebasada.
Adem¨¢s de esta empresa, fueron inspeccionados otros 19 establecimientos en las localidades de Calatayud, Alag¨®n, La Puebla de Alfind¨¦n, Cuarte de Huerva y los barrios de Monzalbarba y Santa Isabel, en los que el Seprona detect¨® irregularidades.
En otra inspecci¨®n, los investigadores se trasladaron a la localidad valenciana de Xirivella y, junto con inspectores del Departamento de Sanidad de la Comunidad Valenciana, descubrieron una empresa que comercializaba productos con la fecha de caducidad vencida e irregularidades en el etiquetado, y cuyo g¨¦nero estaba pendiente de ser introducido.
Adem¨¢s, en esta tercera fase que se desarroll¨® durante meses, se inspeccionaron numerosos establecimientos en Zaragoza, Alfajar¨ªn, La Puebla de Alfind¨¦n, Casablanca, Villanueva de G¨¢llego, Zuera; Almud¨¦var (HU); Benicassim (Castell¨®n); Xirivella, Godella y Liria (Valencia); Elda (Alicante); Huercal y Huercal Overa (Almer¨ªa); Murcia, Puerto Lumbreras, Cartagena y Mazarr¨®n (Murcia).
En total, los agentes han retirado 28.196 kilos de productos no aptos para consumo humano, es decir, 28 toneladas. ¡°En todos los casos, se determin¨® que los productos no eran aptos para el consumo humano y se procedi¨® a destruilos¡±, apuntan fuentes de la Guardia Civil en Arag¨®n.
Durante la ¨²ltima fase, el Seprona e inspectores del Departamento de Sanidad de Arag¨®n realizaron otras 45 inspecciones en distintos establecimientos de la provincia e intervinieron 6.993 kilos de productos irregulares. La mayor¨ªa de los alimentos se localizaron en una empresa de Zaragoza que suministraba productos c¨¢rnicos a otros establecimientos.
Pota y carne
La Guardia Civil no ofrece datos sobre el nombre de las empresas investigadas. En cualquier caso, se?ala que en el transcurso de la operaci¨®n se inspeccionaron 96 establecimientos en Arag¨®n, Comunidad Valenciana, Murcia y Andaluc¨ªa y se detectaron 60 empresas involucradas. En total, han sido detenidas ocho personas y se investiga a otras 81 por presuntos delitos de estafa, contra la salud p¨²blica, falsedad documental y pertenencia a grupo criminal.
Los nombres de este tipo de operaciones suelen basarse en alguna referencia lejana a lo investigado. En este caso, fuentes de la investigaci¨®n se?alan que tiene que ver con pescado (pota, como se conoce al calamar en varios lugares del norte) y la carne (car); de ah¨ª la mezcla de pota-car.
Consumir alimentos caducados es peligroso para la salud, puesto que puede causar intoxicaciones alimentarias, muy peligrosas para las personas vulnerables: mujeres embarazadas, ni?os peque?os, ancianos y aquellos que tengan un sistema inmunitario d¨¦bil. Los productos con la fecha de caducidad vencida pueden tener pat¨®genos como salmonella, listeria y escherichia coli, entre otros.
50 toneladas de jamones adulterados
Las operaciones de la Guardia Civil y las autoridades sanitarias para retirar del mercado alimentos adulterados o en mal estado son habituales. Hace un mes, agentes de la Guardia Civil y de la Delegación Territorial de Salud y Consumo de Sevilla se incautaron de más de 50.000 kilos de jamones y paletas de cerdo localizados en dos almacenes clandestinos situados en Alcalá de Guadaira y Dos Hermanas (Sevilla). En las naves, los agentes hallaron cámaras de congelación en tan mal estado que había columnas de hielo que unían el techo de las cámaras con el suelo. Algunos jamones estaban totalmente cubiertos de moho o con gusanos. Los investigados contaban con puestos de “lavado de cara” donde los jamones primero eran lavados con agua a presión o quemados para que aflorara la grasa. Después se les aplicaba una mezcla de aceite de semillas y carbón vegetal para mejorar su aspecto de producto “pata negra”.
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