Un jefe ¡®scout¡¯ y un cura que sali¨® en ¡®Intervi¨²¡¯: cinco acusaciones de pederastia que el obispo de M¨¢laga no quiere aclarar
La di¨®cesis, criticada ahora por su gesti¨®n de las denuncias a dos sacerdotes, se niega a dar explicaciones sobre casos remitidos por este diario. Uno de los cl¨¦rigos sigue activo y cuatro fundaron grupos juveniles
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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El obispado de M¨¢laga ha afrontado en las ¨²ltimas dos semanas el arresto de dos sacerdotes, uno por abusos sexuales y otro condenado por acoso por quebrantar una orden de alejamiento, y en ambos casos se ha cuestionado su actuaci¨®n. En concreto, en el primer caso, conoci¨® los hechos pero no los investig¨® y se limit¨® a trasladar al acusado. En el segundo, ha asegurado desconocer que hab¨ªa una orden de alejamiento. Pero hay m¨¢s. La di¨®cesis de Jes¨²s Catal¨¢ conoce desde hace tiempo ¡ªentre 15 y 3 meses¡ª acusaciones contra cinco sacerdotes de su competencia, remitidas por EL PA?S en sus informes sobre pederastia en el clero.
Las normas del Papa obligan a abrir una investigaci¨®n, informar al Vaticano y cerrarla en un plazo de tres meses. Sin embargo, el obispado se niega a dar explicaciones e informar de sus pesquisas. Predomina el secretismo y la ocultaci¨®n a los fieles de lo ocurrido. No es una excepci¨®n, es la pr¨¢ctica habitual en casi todas las ¨®rdenes y di¨®cesis de la Iglesia espa?ola: no revelan lo que saben, a menudo no investigan, y no indemnizan. El obispado solo responde que ¡°ha llevado a cabo en todos los casos el protocolo que tiene la Iglesia cat¨®lica¡±.
La gesti¨®n del obispado en estos casos fue muy dudosa en su momento. En todos ellos, seg¨²n los testimonios, la di¨®cesis conoci¨® los hechos pero solo traslad¨® al cura acusado, o no hizo nada. Las v¨ªctimas nunca fueron tomadas en cuenta. Est¨¢n bajo sospecha de encubrimiento tres de los cuatro anteriores obispos de la ciudad: Emilio Benavent, que estuvo al frente del episcopado entre 1967 y 1968; Ram¨®n Buxarrais, que ocup¨® el cargo hasta 1991 y a¨²n vive, podr¨ªa dar respuestas; y Antonio Dorado, que se retir¨® en 2008.
A continuaci¨®n, se relatan uno por uno estos cinco casos, todos prescritos. M¨¢laga, con 18 casos ¡ªadem¨¢s de cinco de la di¨®cesis, otros 13 son de ¨®rdenes religiosas¡ª, es junto a Sevilla la provincia andaluza con m¨¢s casos contabilizados por EL PA?S en su base de datos, que en este momento registra 1.025 acusados y 2.196 v¨ªctimas. En Andaluc¨ªa, constan 86 casos hasta ahora, que se pueden consultar en una lista al final del art¨ªculo.
Caso 1: un p¨¢rroco que sigue en su puesto m¨¢s de un a?o despu¨¦s
El caso m¨¢s relevante, porque sigue siendo sacerdote en una parroquia del centro de M¨¢laga y ocupa cargos en la di¨®cesis, es el de F. C. J. ¡ªse le cita con iniciales porque hay un solo testimonio y de una persona que no desea ser identificada¡ª. Es acusado de abusos entre 1996 y 2000 en San Pedro Alc¨¢ntara, donde era p¨¢rroco de la iglesia del mismo nombre con un perfil que se repite en muchos casos: mont¨® una asociaci¨®n juvenil misionera. Organizaba actividades de verano en un chal¨¦ cercano. Este diario comunic¨® al obispado el testimonio del hermano de una v¨ªctima en junio de 2022 (en aquel momento la v¨ªctima no se sinti¨® con fuerzas de prestar su testimonio), hace ya m¨¢s de un a?o. Pero en este tiempo ni siquiera se han tomado medidas cautelares con el acusado, como apartarlo del contacto con menores. EL PA?S localiz¨® al sacerdote la semana pasada en su parroquia, donde sigue activo. Niega los hechos. Asegura adem¨¢s que es la primera noticia que tiene de las acusaciones y que el obispado no le ha informado de ello ni le ha tomado declaraci¨®n, como es preceptivo al abrirse una investigaci¨®n. La di¨®cesis, por su parte, le desmiente. Afirma que ya ha sido interrogado y se est¨¢n siguiendo los protocolos de la Iglesia.
¡°Es totalmente inaceptable¡±, lamenta con indignaci¨®n la v¨ªctima, que ya se ha visto con fuerzas para hablar directamente con este diario. Hay otro detalle: asegura que cuando ocurrieron los abusos lo cont¨® a sus padres, que a su vez informaron al obispado, entonces dirigido por Antonio Dorado. ¡°Les ofrecieron dinero, pero lo rechazaron, y les prometieron que lo trasladar¨ªan¡±. Poco despu¨¦s, en 2001, el sacerdote fue enviado a Roma. Seg¨²n la versi¨®n que ha dado el cura, fue para continuar sus estudios. Regres¨® en 2003 y fue asignado a parroquias de M¨¢laga. ¡°Encima empez¨® a subir puestos en la Iglesia¡±, lamenta el hermano de la v¨ªctima. Hasta hoy.
Caso 2: el cura que sali¨® en ¡®Intervi¨²'
B. M. era una alumna de entre 11 o 12 a?os del colegio Europa de M¨¢laga, a mediados de los ochenta, cuando lleg¨® un nuevo profesor de religi¨®n, que tambi¨¦n oficiaba en la parroquia de al lado, en la urbanizaci¨®n Puertosol. No recuerda el nombre, pero s¨ª recuerda lo que hac¨ªa: ¡°Desde el primer momento comenz¨® con los tocamientos. A m¨ª, como a todas las ni?as de mi clase, me hizo todo tipo de tocamientos y da?o. Cuando estaba en clase llamaba a las ni?as a su sitio, te sentaba en las rodillas y empezaba a tocarte por todas partes. Era asqueroso¡±. Pero un d¨ªa se arm¨® un esc¨¢ndalo en el colegio: ¡°Este monstruo sali¨® en la revista Intervi¨², por haber abusado de ni?os en un pueblo de M¨¢laga. Desapareci¨® de un d¨ªa para otro y pasaron de la direcci¨®n a decirnos que ten¨ªamos prohibido hablar de este asunto, te pod¨ªan castigar o expulsar. Pero a los ni?os nadie nos pregunt¨® nada, si nos hab¨ªa hecho algo¡±.
Otra antigua alumna de esa clase. E. P. S., lo corrobora: ¡°Este cura se sentaba a las ni?as encima, iba en busca de las m¨¢s formadas, que ya ten¨ªan pecho, yo no le llamaba la atenci¨®n y adem¨¢s ten¨ªa mucho car¨¢cter. Un d¨ªa me ri?¨® por algo, me cogi¨® de los pelos y empez¨® a pegarme. Sal¨ª corriendo y me fui al despacho del director, hecha una magdalena. Llegu¨¦ a casa, lo cont¨¦ y mi padre fue al d¨ªa siguiente a protestar, pero ya no estaba. Lo hab¨ªan largado. Y a los cuatro d¨ªas, qu¨¦ casualidad, sali¨® en Intervi¨²¡±.
B. M. tambi¨¦n ha denunciado el caso a la comisi¨®n del Defensor del Pueblo que investiga los abusos en la Iglesia y, acudi¨® en julio al obispado a prestar declaraci¨®n. Pero afirma que no fue una experiencia agradable. No quisieron darle ninguna informaci¨®n. Tampoco le hablaron de la posibilidad de una indemnizaci¨®n y no ha vuelto a tener noticias suyas. ¡°Me trataron con hostilidad. Yo pregunt¨¦ qu¨¦ pas¨® con este se?or, por qu¨¦ estaba all¨ª, d¨®nde se le mand¨®, qu¨¦ consecuencias tuvo. Pero como si estuvieran sordos. No me dijeron nada¡±.
EL PA?S encontr¨® luego el que puede ser aquel n¨²mero de Intervi¨², de mayo de 1986, con este titular en portada: ¡°Mijas. Las fotos del cura pederasta¡±. El cura era Rafael Medina Mar¨ªn, entonces de 52 a?os, que fue arrestado en febrero de ese a?o por abusar de dos hermanos de 8 y 11 a?os en este pueblo de M¨¢laga, Mijas, donde era p¨¢rroco al menos desde 1975. Tambi¨¦n lo hab¨ªa sido en Cartajima, Parauta y Alcauc¨ªn. Tambi¨¦n iba a veces con su Renault a M¨¢laga, donde ten¨ªa un piso. Seg¨²n se?al¨® entonces la prensa, citando fuentes oficiales, confes¨® los hechos. Pas¨® un mes en prisi¨®n y sali¨® en libertad bajo fianza.
Tanto B. M. como su compa?era creen identificarlo en las fotos como el cura de su colegio, pero el paso de los a?os hace borrosos los recuerdos. ?Es ¨¦l aquel profesor de religi¨®n o fue otro cura que tambi¨¦n pudo aparecer en la revista en esos a?os? Es m¨¢s, si son dos personas distintas se tratar¨ªa de dos casos de pederastia, no uno. El obispado se niega a aclararlo. Es la misma actitud de hace cuatro d¨¦cadas, cuando estall¨® el caso: el vicario general, Manuel D¨ªez de los R¨ªos, declaraba a Intervi¨² que no sab¨ªa nada del tema: ¡°Es sacerdote nuestro, pero no tenemos nada que ver con el asunto¡±. El actual director del colegio, que entonces estaba en bachillerato en el centro y ocupa el cargo desde 1997, tampoco quiere dar explicaciones, solo asegura que no recuerda ni sabe nada de estos hechos.
Sobre Rafael Medina, el obispado se?ala que dej¨® el sacerdocio al a?o siguiente, en 1987, y el caso judicial fue sobrese¨ªdo. ¡°Al parecer hubo un perd¨®n previo de las v¨ªctimas¡±, explica la di¨®cesis. Medina, en un libro sobre abusos en el clero editado en 1994, asegur¨® en cambio que fue ¡°un montaje¡±. Pero cuenta un detalle interesante: ¡°En un primer momento, cuando me detuvieron, el obispado reaccion¨® extra?ado, pero luego el obispo Ram¨®n Buxarrais me ofreci¨® si quer¨ªa irme a Am¨¦rica¡±.
Hay otro testimonio m¨¢s, muy significativo, del entonces alcalde de Mijas, Antonio Maldonado, del PSOE, que recuerda bien el caso: ¡°Cuando lo arrestaron me llamaron de la vicar¨ªa del obispado para que convenciera a la familia de que retirara la denuncia, y ellos se compromet¨ªan a trasladarlo a otro pueblo. Le respond¨ª con iron¨ªa que si un d¨ªa me procesaban me pod¨ªan poner de alcalde en otro pueblo, y me colgaron¡±.
Caso 3: Fais¨¢n Ligero, el gran jefe ¡®scout¡¯ de Ronda durante d¨¦cadas
Este diario ha recogido cuatro testimonios contra Jos¨¦ Moya Fern¨¢ndez, un di¨¢cono de Ronda que al menos desde los a?os ochenta dirig¨ªa el grupo de los Scouts del municipio, con sede en los locales de la iglesia de Santa Cecilia, relacionado con los salesianos y cuyo apelativo dentro de la organizaci¨®n era Fais¨¢n Ligero. Era el jefe del grupo scout de Ronda, Fernando I, y presidente de la Asociaci¨®n de Scouts de Andaluc¨ªa (ASA), creada en 1983 y ya desaparecida, que reun¨ªa a una veintena de grupos de la regi¨®n. Fue una autoridad en el mundo scout andaluz durante d¨¦cadas, y su base estaba en Ronda y en su finca La Llana, en Jimena de Libar, un pueblo cercano, donde viv¨ªa y organizaba campamentos, tambi¨¦n los fines de semana. Es all¨ª donde dorm¨ªa frecuentemente con menores y se produc¨ªan los abusos, tocamientos y felaciones, seg¨²n los testimonios recogidos. Los grupos con los que ten¨ªa relaci¨®n surgieron en torno a parroquias en municipios andaluces de las provincias de M¨¢laga, C¨¢diz, Huelva y Sevilla: Lepe, Cartaya, Algeciras, Algodonales, Zahara de la Sierra, Taraguilla, San Roque, Lebrija, Puente Mayorga, Almonte, Palma del Condado, Atajate, Palos de la Frontera, Torrox.
Todos los testimonios indican que sus abusos eran vox populi. La primera noticia recabada de ellos data de mediados de los ochenta. En 1986, una jefa de un clan scout de C¨¢diz, que entonces ten¨ªa 19 a?os, relata que descubrieron lo que ocurr¨ªa cuando al menos cinco ni?os, de entre 12 y 16 a?os, se negaron a volver al campamento de Fais¨¢n Ligero y relataron abusos. Contactaron entonces con sus compa?eros de Ronda, que les confirmaron que tambi¨¦n hab¨ªan conocido al menos tres casos y estaban preparando un informe para entregarlo a alguna autoridad y tomar medidas. Esta antigua scout asegura que el obispado de M¨¢laga fue informado. En esos a?os tambi¨¦n estaba Ram¨®n Buxarrais.
Despu¨¦s hubo una reuni¨®n muy tensa entre Moya y los jefes de las unidades: ¡°All¨ª era como un dios, ten¨ªa mucho poder y estaba muy bien relacionado con la Iglesia, con el Ayuntamiento. Hablamos con abogados, pero las familias no quer¨ªan meterse en juicios, y menos en Ronda, donde ¨¦l ten¨ªa muchos apoyos. Quer¨ªan que lo hici¨¦ramos en C¨¢diz. Al final no se hizo nada. En aquella reuni¨®n ¨¦l nos amenaz¨® y dijo que le est¨¢bamos difamando. Algunos lo defendieron, pero varios grupos dejamos la organizaci¨®n. Con el tiempo muchos otros se fueron dando cuenta de lo que pasaba y se fueron separando de ¨¦l. Nos dijeron: llevabais raz¨®n¡±. Hubo una escisi¨®n y los que se fueron crearon otra organizaci¨®n scout.
Fais¨¢n Ligero sigui¨® en su puesto. Tres a?os despu¨¦s, en 1989, seg¨²n denuncia Tom¨¢s, nombre ficticio de un antiguo scout que no desea revelar su identidad, abus¨® de ¨¦l. ¡°Fue entre 1989 y 1992, cuando ten¨ªa entre 11 a 14 a?os. Ocurri¨® siempre en su finca de La Llana, donde nos qued¨¢bamos a dormir muchas veces¡±. Sus padres lo metieron en los scouts ¡°precisamente para sacarme de la calle, para protegerme, pero c¨®mo iban a saber que all¨ª me iba a encontrar esto¡±. Hace unos 15 a?os escribi¨® un relato con su experiencia, acusando por su nombre al dirigente scout, y lo colg¨® en un foro de internet. Ha circulado todos estos a?os y a¨²n puede leerse. Tambi¨¦n afirma que lo envi¨® de forma an¨®nima a varias instituciones, aunque ninguna de la Iglesia.
Otro testimonio es posterior, de Francisco O. G., que estuvo en los Scouts de Ronda de 1996 a 2001, desde los 13 a?os: ¡°Creo que fue un absoluto depredador de ni?os. Conmigo siempre lo intent¨®, pero yo era un ni?o de car¨¢cter. Recuerdo que una vez me castig¨® por algo en un campamento. El castigo consist¨ªa en dormir con ¨¦l¡±. Un cuarto testimonio de los mismos a?os, que permaneci¨® en el grupo hasta 2003, repite lo mismo. ¡°A m¨ª nunca se le ocurri¨® tocarme un pelo. ?l sab¨ªa muy bien a qui¨¦n y c¨®mo deb¨ªa atacar. Gente con necesidades afectivas, emocionales, con problemas¡±.
Moya, como di¨¢cono, estaba habilitado para celebrar la palabra, sin dar la comuni¨®n. ¡°Era todo muy sectario, muy mis¨®gino, porque odiaba a las chicas, y de ultraortodoxia cat¨®lica¡±, recuerda este cuarto testigo. ¡°Por las noches se vest¨ªa con una especie de t¨²nica, celebraba la palabra, daba la homil¨ªa, no hac¨ªa la consagraci¨®n, ten¨ªa la comuni¨®n consagrada y la repart¨ªa. Era un hombre fuerte de la Iglesia en Ronda, conocido en los obispados¡±. Organizaba viajes cada a?o a Roma, relata este testigo, en los que tambi¨¦n dorm¨ªa con menores y a trav¨¦s de sus contactos consegu¨ªa una audiencia con el Papa.
Caso 4: el cura que ofici¨® la primera misa en euskera en 1959
En 1970, apareci¨® en el colegio Le¨®n XIII de M¨¢laga, un centro privado, un sacerdote muy particular ¡ªpertenec¨ªa a la iglesia cat¨®lica de rito bizantino melquita¡ª, que daba clase de religi¨®n y hac¨ªa de padre espiritual, Francisco Ballester Vi¨². Dec¨ªa que era jesuita, aunque la Compa?¨ªa asegura que dej¨® la orden en 1953: ¡±No constan los motivos. Solicit¨® su dimisi¨®n voluntaria y fue aceptada¡±. Ven¨ªa de Bilbao, donde hab¨ªa dado la primera misa en euskera en 1959, en la iglesia de Arrazola, Bizkaia. Tambi¨¦n dirig¨ªa cerca de Bilbao una residencia para menores, seg¨²n revela una referencia en el diario ABC, que habla de los ofrecimientos de ayuda recibidos en el consulado espa?ol en Marruecos tras el terremoto de Agadir de 1960: ¡°Hoy un sacerdote de rito oriental, el padre Ballester Vi¨², director de la residencia Santa Mar¨ªa de Derio, ha dirigido una emotiva carta expresando su deseo de acoger en su instituci¨®n algunos ni?os desamparados a consecuencia de la cat¨¢strofe¡±. Detalla que Ballester, de 35 a?os, pasaba temporadas en Jerusal¨¦n y viv¨ªa en un chal¨¦ de Derio donde ¡°desde hace a?os trae dos o tres chicos ¨¢rabes para que aprendan el castellano, estudien o aprendan un oficio¡±. En ese momento, seg¨²n el diario, ten¨ªa alojados dos jordanos, un ruso y seis hijos de obreros vizca¨ªnos. El cura siempre estuvo asignado a la di¨®cesis de Bilbao, pero por razones que se desconocen hacia 1970 se traslad¨® a M¨¢laga.
A los ni?os les llamaban la atenci¨®n sus misas de rito oriental. ¡°Para nosotros era algo muy novedoso, eran ceremonias m¨¢s vistosas, los monaguillos vest¨ªan con t¨²nicas de colores y el sacerdote llevaba un gorro como los ortodoxos, mucho incienso¡±, recuerda Antonio Agudo, alumno del colegio y que, seg¨²n relata, sufri¨® su acoso. Lo ha denunciado al Defensor del Pueblo. El cura form¨® luego una agrupaci¨®n llamada Congregaci¨®n Mariana de la Inmaculada y San Francisco de Borja, que ten¨ªa su sede en el barrio de El Palo, en un local de la iglesia de las Angustias. All¨ª confluyeron alumnos del colegio y del barrio. En el entorno de esta asociaci¨®n hay al menos cuatro v¨ªctimas m¨¢s de sus abusos, afirman Agudo y Francisco Barba Ca?ete, que la frecuent¨® en esos a?os.
Ballester, seg¨²n estos testimonios, aprovechaba los viajes para cometer sus abusos. En el caso de Antonio Agudo, en un viaje del colegio a Madrid. ¡°Desarroll¨® una amistad estrecha conmigo, me llevaba en coche a casa, al cine, y en el viaje de fin de curso me propuso compartir la habitaci¨®n. Yo no quer¨ªa, pero no supe decir que no. Cuando nos fuimos a la cama, me propuso juntar las camas, para poder hablar tranquilamente. Empez¨® a hacer bromas y a tocarme. Por fin nos dormimos, y al amanecer me despert¨¦ porque not¨¦ que me acariciaba los gl¨²teos. Fue horrible, me sent¨ª fatal. La siguiente noche cerr¨¦ con llave y no le dej¨¦ entrar¡±. El cura, al regresar, en un intento de acercarse a ¨¦l le pas¨® las preguntas del examen final.
El modus operandi fue el mismo de los casos que relata Francisco Barba, que ha conocido a trav¨¦s de otros cuatro compa?eros. Aprovechaba sus viajes para oficiar misa con el rito melquita en distintos puntos de Espa?a para llevarse cada vez a un monaguillo distinto. ¡°Uno me cont¨® que lo primero que hac¨ªa en el hotel era juntar las camas y proponer una pelea en calzoncillos. Luego empezaba con los tocamientos¡±. Uno de los chicos finalmente lo cont¨® en casa, relatan Agudo y Barba, y sus padres fueron a hablar con el obispo, de nuevo Ram¨®n Buxarrais. ¡°Lo trasladaron hacia 1975, pero a unos kil¨®metros, a una parroquia del barrio de la Cruz del Humilladero, donde fund¨® otra congregaci¨®n¡±.
Otro miembro de la agrupaci¨®n, J. C. M. M., que tambi¨¦n sufri¨® uno de sus asaltos, afirma que se lo dijo en persona al mismo obispo, Ram¨®n Buxarrais, dos a?os despu¨¦s, hacia 1977. Era responsable de una comunidad cristiana de base y tuvo una reuni¨®n con ¨¦l. ¡°Hablamos de todo un poco y me pregunt¨® por la congregaci¨®n de Ballester, y le dije que all¨ª hab¨ªa un problema. Me pregunt¨® cu¨¢l y le dije que el problema era que a este cura le gustaban los ni?os. Me mir¨® con asombro y dijo que se informar¨ªa¡±. Pero continu¨® en M¨¢laga. Se sabe poco de los destinos de este sacerdote en las tres d¨¦cadas posteriores. Falleci¨® en Madrid en 2006, a los 82 a?os, y segu¨ªa siendo sacerdote de la di¨®cesis de Bilbao.
Caso 5: el l¨ªder carism¨¢tico de un movimiento juvenil de los sesenta
Otro cura acusado de abusos es D. E. W. P., de personalidad carism¨¢tica y que lleg¨® a ser muy conocido como fundador de una agrupaci¨®n cat¨®lica. Se orden¨® en M¨¢laga en 1956 y su primer destino fue la parroquia de Santa Mar¨ªa de la Amargura, en un barrio humilde de la ciudad. ¡°Ten¨ªa unos 10 a?os y lleg¨® este sacerdote, que estaba montando una especie de congregaci¨®n con ni?os y j¨®venes¡±, recuerda J. C. ¡°Los jueves por la tarde nos proyectaba pel¨ªculas. Tambi¨¦n llevaba a los ni?os a su casa. Ese a?o abus¨® de m¨ª en varias ocasiones. La primera vez hizo que me quitara la ropa porque quer¨ªa saber si yo era un hombre normal o era homosexual. Yo no entend¨ªa lo que estaba pasando. La ¨²ltima fue en la sacrist¨ªa, donde intent¨® violarme. Nunca lo cont¨¦ a nadie, aunque vi con mis propios ojos c¨®mo tocaba a otro ni?o. A?os despu¨¦s se lo cont¨¦ a un compa?ero de aquella ¨¦poca y me dijo que ¨¦l tambi¨¦n sufri¨® lo mismo que yo¡±. J. C. relata que a?os despu¨¦s pidi¨® una cita con el entonces obispo de M¨¢laga, ?ngel Herrera Oria. ¡°Pero el vicario general no permiti¨® que se produjera esta reuni¨®n, me dijo que ya me llamar¨ªan y nunca m¨¢s se supo. El obispo luego falleci¨®¡±.
Finalmente, afirma, habl¨® con el p¨¢rroco. ¡°Como ¨²nica consecuencia trasladaron a este abusador a una parroquia cercana, donde continu¨® con su obra¡±, concluye. En ese momento, 1968, el obispo era Emilio Benavent Escu¨ªn, compa?ero de promoci¨®n del acusado, seg¨²n indica la v¨ªctima. El sacerdote continu¨® con su agrupaci¨®n de j¨®venes, que con el paso de los a?os se fue expandiendo por la ciudad y por Andaluc¨ªa. Sigue activa y veneran a su fundador. D. E. W. P. falleci¨® en 2005, a los 76 a?os.
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