Otro caso oculto en el obispado de M¨¢laga: un cura con cinco hijos acusado de pederastia

EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.

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Un sexto caso oculto en el pasado de un cura acusado de pederastia en M¨¢laga se suma a los cinco publicados esta semana en este diario, tras la pol¨¦mica por el arresto de dos sacerdotes. Es el cl¨¦rigo al que acusa una exalumna del colegio Europa de la ciudad, un centro privado donde era su profesor de religi¨®n a mediados de los ochenta. El testimonio de B. M. fue enviado en junio al obispado de M¨¢laga en el cuarto informe sobre abusos de EL PA?S, y ella misma fue luego a prestar declaraci¨®n a la di¨®cesis, aunque no le dieron ninguna informaci¨®n sobre la identidad o paradero del cura. Esta mujer no recordaba su nombre, dudaba de si era Antonio, y cont¨® c¨®mo desapareci¨® de un d¨ªa para otro del colegio porque se arm¨® un esc¨¢ndalo: apareci¨® en la revista Intervi¨² acusado de pederastia. EL PA?S encontr¨® un art¨ªculo de esta revista de 1986 sobre un cura de M¨¢laga detenido en esa fecha, pero esta mujer no estaba segura de que fuera de ¨¦l. Estaba en lo cierto: hubo un segundo cura de esta di¨®cesis que entonces sali¨® en Intervi¨². Fue en 1987 y era Antonio Mu?oz Rivero, en un reportaje impactante, titulado La familia numerosa del se?or cura: ten¨ªa cinco hijos y sus tres hijas le acusaban de abusar de ellas. Tres exalumnos del colegio Europa lo han identificado como el que fue su profesor de religi¨®n.

Lo que ahora sale a la luz con el testimonio de B. M. y de otra compa?era de su clase, E. P. S., es que tambi¨¦n cometi¨® abusos en ese centro. El director del colegio, que entonces era all¨ª alumno de bachillerato, ha asegurado que no recuerda ning¨²n esc¨¢ndalo de un profesor que apareciera en Intervi¨², y no ha querido dar m¨¢s explicaciones.

Al saber por fin la identidad del cura, B. M. est¨¢ indignada. Sobre todo porque cuando fue al obispado en julio no quisieron aclararle nada, el nombre, qu¨¦ fue de ¨¦l, y est¨¢ convencida de que sab¨ªan de qui¨¦n se trataba. ¡°Solo quer¨ªan saber hasta d¨®nde yo sab¨ªa, y luego nunca m¨¢s se han vuelto a poner en contacto conmigo. Ni una disculpa, ni una explicaci¨®n, nada. El obispado es muy irresponsable¡±. Tambi¨¦n lamenta la actitud del colegio: ¡°Jam¨¢s nos preguntaron a las ni?as, no se preocuparon de si tambi¨¦n hab¨ªamos sufrido abusos. Sabiendo que lo hab¨ªamos tenido ah¨ª dentro. Solo nos prohibieron hablar del tema¡±.

Emergen m¨¢s datos relevantes que la di¨®cesis que dirige el obispo Jes¨²s Catal¨¢ no quiere aclarar: tras ser descubierto y acusado de pederastia ¡ªtampoco se explica si se emprendieron acciones judiciales y con qu¨¦ resultado ¡ª, Mu?oz fue enviado a Venezuela por el obispo Ram¨®n Buxarrais. Permaneci¨® all¨ª de misionero hasta 2002. Al otro sacerdote que apareci¨® en la revista, detenido por abusos, Rafael Medina, tambi¨¦n le ofreci¨® en las mismas fechas irse a Am¨¦rica, seg¨²n relat¨® a?os m¨¢s tarde el propio cura, que lo rechaz¨® y dej¨® los h¨¢bitos. Buxarrais, obispo de M¨¢laga de 1973 a 1991, est¨¢ tambi¨¦n bajo sospecha de encubrimiento en otros dos casos destapados por este diario. A¨²n vive y se desconoce si la di¨®cesis le ha pedido explicaciones en las investigaciones que est¨¢ obligada a hacer por orden del Papa.

Mu?oz regres¨® a M¨¢laga en 2002 y falleci¨® el mes pasado con 97 a?os. En el art¨ªculo de Intervi¨², la mujer que le denunci¨® por no reconocer la paternidad de sus hijos aseguraba que el obispado sab¨ªa su situaci¨®n y le pas¨® una pensi¨®n durante siete a?os, pues el cura la abandonaba a su suerte por temporadas. Primero, de 3.000 pesetas y luego hasta de 8.000. La biograf¨ªa del sacerdote culmina de forma sorprendente: fue nombrado capell¨¢n de Su Santidad en 2001, con Juan Pablo II. Es un cargo honor¨ªfico del Vaticano que se confiere a sacerdotes de edad avanzada, en reconocimiento a su labor, y que suele hacerse a propuesta de la di¨®cesis. Fue en ¨¦poca del obispo Antonio Dorado. El episcopado malague?o, como en los otros casos, se niega a dar explicaciones y cualquier informaci¨®n. ¡°Desde la di¨®cesis de M¨¢laga se ha llevado a cabo el protocolo que tiene la Iglesia cat¨®lica¡±, es la ¨²nica respuesta.

La historia que relat¨® la revista es asombrosa. La mujer que denunciaba los hechos, a quien llamaban Pepita La del cura, cont¨® que conoci¨® al cura en su pueblo, Campanillas, donde estaba destinado. Se hab¨ªa ordenado en 1951 y su primer destino fue ?lora y de encargado de Carratraca. Tambi¨¦n fue ec¨®nomo de Cuevas Bajas, vicario de los Santos M¨¢rtires de M¨¢laga, Ubrique, El Bosque y Benamahoma. Seg¨²n Pepita, se encaprich¨® de ella, le dec¨ªa que dejar¨ªa la Iglesia y se casar¨ªan. Recordaba que iban a la zona de Puerta Oscura, en M¨¢laga, donde iban las parejas, y como a ella le daba verg¨¹enza que fuera vestido de cura, ¨¦l se cambiaba antes en un descampado. Afirmaba que el sacerdote ten¨ªa 30 a?os, hacia 1956, y ella 19. Es decir, era menor de edad seg¨²n las leyes de la ¨¦poca. De hecho, sosten¨ªa en el texto, le falsific¨® la partida de bautismo para ponerle tres a?os m¨¢s y le consigui¨® un DNI falso. Cuando se qued¨® embarazada, detall¨®, le puso un piso.

En 1958, prosegu¨ªa Pepita, echaron al cura del pueblo. ¡°Se juntaron los ricos y denunciaron en el obispado que el cura le hab¨ªa pegado a un chaval por no pagar en el cine que regentaba y que adem¨¢s coqueteaba con todas las chicas que pod¨ªa. Lo mandaron a Antequera como capell¨¢n¡±. Siguieron naciendo hijos y al final, relataba esta mujer, el sacerdote compr¨® un solar y les hizo una casa. Como era un secreto a voces, contaba que el obispo, Emilio Benavent, le prometi¨® ¡°ayuda y castigo para el culpable¡±. Y aunque al principio ella neg¨® todo, cuando el cura la abandon¨® recurri¨® al obispo: ¡°Me dijo que ya lo sab¨ªan todo y que aunque yo hab¨ªa rechazado la ayuda inicial, me iban a pagar 3.000 pesetas al mes para mantener a mis hijos. Esa misma tarde se present¨® en mi casa sor Agustina, con las 3.000 pesetas, y estuvo viniendo todos los meses durante siete a?os¡±. A?ad¨ªa que a veces, si coincid¨ªa que el cura estaba en casa, se met¨ªa debajo de la cama cuando iba la monja para que no lo viera y no retiraran la asignaci¨®n. En ese periodo Mu?oz fue capell¨¢n del hospital y cementerio de Antequera, y capell¨¢n de las Dominicas en la misma localidad. Tambi¨¦n, encargado de la Joya, ec¨®nomo de Benamocarra, encargado de Iznate y vicario de San Sebasti¨¢n, seg¨²n los datos de la di¨®cesis.

Esta situaci¨®n y la pensi¨®n a la familia se mantuvo, seg¨²n declar¨® esta mujer, con tres obispos sucesivos en los a?os sesenta: Emilio Benavent, ?ngel Suqu¨ªa y Ram¨®n Buxarrais. En esos a?os el cura abus¨® de sus tres hijas, seg¨²n acusaron en la revista ellas mismas. Finalmente, en 1968, el sacerdote fue enviado a Venezuela por primera vez, y fue destinado al menos a Ospino, en el estado de Portuguesa, y luego a El Sombrero, en Gu¨¢rico. Estuvo all¨ª 16 a?os.

Regres¨® en 1984 y, seg¨²n la biograf¨ªa publicada por la di¨®cesis, fue p¨¢rroco de Benagalb¨®n, encargado de Moclinejo y capell¨¢n de otro colegio de M¨¢laga, el de Virgen Milagrosa. Despu¨¦s fue asignado a la parroquia de San ?lvaro, que est¨¢ en la urbanizaci¨®n Puertosol, al lado del colegio Europa, donde tambi¨¦n empez¨® a dar clases y ahora han surgido las acusaciones. Es entonces cuando la familia del cura se enter¨® de que ha regresado, le denunci¨® por no reconocer la paternidad de sus hijos y en abril de 1987 cont¨® su historia a Intervi¨². Despu¨¦s, tras desaparecer del colegio y de la parroquia, Mu?oz fue trasladado a la de Virgen del Carmen y Santa Fe de Los Boliches, en Fuengirola. Finalmente, el obispado volvi¨® a mandarle a Venezuela en 1988. Pas¨® 14 a?os, hasta jubilarse y regresar a Espa?a.

A preguntas de este diario, el obispado de M¨¢laga no responde por qu¨¦ no se ha atendido la solicitud de la v¨ªctima de saber la identidad del sacerdote y c¨®mo se actu¨® con ¨¦l. Tampoco explica si se le abri¨® en 1987 un proceso can¨®nico, por qu¨¦ se le envi¨® a Venezuela, y si all¨ª tuvo contacto con menores y hay tambi¨¦n denuncias. Ni por qu¨¦ Mu?oz obtuvo incluso el nombramiento de capell¨¢n de Su Santidad. El blanqueamiento de la figura de este cura llev¨® a que le entrevistaran en 2019 en la p¨¢gina web del obispado como un sacerdote mod¨¦lico.