Biden amenaza con intervenir las patentes de los medicamentos con precios muy altos
La Administraci¨®n avisa de que podr¨ªa confiscarlas y entregarlas a otro fabricante si se han desarrollado con fondos p¨²blicos


El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha emprendido una cruzada para abaratar los costes sanitarios para sus ciudadanos. Impuso un l¨ªmite al coste mensual de la insulina y aprob¨® poderes para negociar con las grandes farmac¨¦uticas el precio al que el sistema p¨²blico de salud les compra los medicamentos. El ¨²ltimo paso ha sido el aviso de que su Administraci¨®n tiene autoridad para confiscar las patentes de f¨¢rmacos que se hayan beneficiado de ayudas p¨²blicas en su desarrollo y conceder licencias a otros fabricantes si los precios son demasiado caros.
La Administraci¨®n ha presentado este jueves un nuevo marco para que las agencias estadounidenses utilicen los denominados derechos de intervenci¨®n. El propio Biden ha explicado en qu¨¦ consiste: ¡°Mi Administraci¨®n propone que si un medicamento fabricado con fondos de los contribuyentes no est¨¢ razonablemente al alcance de los estadounidenses, el Gobierno se reserve el derecho de intervenir y conceder la licencia de ese medicamento a otro fabricante que pueda venderlo por menos dinero¡±, ha tuiteado.
¡°Se trata de un paso importante para acabar con los precios abusivos de las grandes farmac¨¦uticas. Es bueno para la competencia. Es bueno para nuestra econom¨ªa. Y es bueno para los millones de estadounidenses que no pueden permitirse sus medicamentos, que conocen demasiado bien esa delgada l¨ªnea que separa la dignidad de la dependencia que puede trazar el precio de un medicamento de venta con receta¡±, ha a?adido.
El cambio se produce meses despu¨¦s de que el Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento de Comercio anunciaran a principios de este a?o un esfuerzo por revisar la aplicaci¨®n de la Ley Bayh Dole, una norma de 1980 que permite a las organizaciones poseer, patentar y vender productos investigados y desarrollados con ayuda de financiaci¨®n federal.
La autoridad de la Administraci¨®n para intervenir puede activarse si un producto financiado por los contribuyentes no se pone a disposici¨®n del p¨²blico en ¡°condiciones razonables¡±, pero hasta ahora no se hab¨ªa utilizado nunca para controlar los precios de los productos farmac¨¦uticos. Algunos legisladores dem¨®cratas, entre ellos las senadoras Elizabeth Warren, de Massachusetts, y Amy Klobuchar, de Minnesota, y el representante Lloyd Doggett, de Texas, han presionado en los ¨²ltimos a?os al Departamento de Salud y Servicios Humanos para que sea as¨ª.
¡°Por primera vez en la historia, el elevado precio de ese medicamento financiado por los contribuyentes es un factor para determinar que el f¨¢rmaco no es accesible al p¨²blico en condiciones razonables¡±, dijo la asesora de pol¨ªtica interior de Biden, Neera Tanden, en declaraciones recogidas por Associated Press. Al anunciar la medida, la Casa Blanca no ha detallado c¨®mo funcionar¨¢ el proceso y c¨®mo considerar¨¢ que un medicamento es lo suficientemente caro para actuar. Tampoco se han identificado por ahora los medicamentos que podr¨ªan ser objeto de la medida.
En cambio, las grandes farmac¨¦uticas lo rechazan frontalmente. ¡°Esta ser¨ªa otra p¨¦rdida para los pacientes estadounidenses que dependen de la colaboraci¨®n entre el sector p¨²blico y el privado para avanzar en nuevos tratamientos y curas. La Administraci¨®n nos est¨¢ devolviendo a una ¨¦poca en la que la investigaci¨®n gubernamental se quedaba en un estante, sin beneficiar a nadie¡±, ha tuiteado PhRMA, la patronal de las farmac¨¦uticas. ¡°Estados Unidos es l¨ªder mundial en el desarrollo de medicamentos precisamente porque nuestro sistema ¨²nico permite al sector privado trabajar con el gobierno y los centros de investigaci¨®n acad¨¦mica en beneficio de los pacientes¡±, ha a?adido.
Las farmac¨¦uticas ya han recurrido contra algunas de las anteriores medidas del Gobierno de Biden para abaratar los precios de los medicamentos. El presidente est¨¢ usando sus medidas para reducir los precios de algunos productos y para combatir comisiones y tarifas abusivas de las empresas como parte de sus argumentos para la campa?a de reelecci¨®n. Ya utiliz¨® ese mensaje en las elecciones legislativas del pasado a?o. En sus m¨ªtines presume con frecuencia de estar enfrent¨¢ndose a las grandes farmac¨¦uticas. Estados Unidos tiene el coste de los medicamentos m¨¢s alto del mundo.
¡°Cientos de miles de millones de d¨®lares de los contribuyentes se gastan en la investigaci¨®n, el descubrimiento y el desarrollo de nuevos medicamentos de venta con receta. Y aunque creo firmemente que la fortaleza de una naci¨®n puede medirse por la audacia de su ciencia, la calidad de su investigaci¨®n y el progreso que ayuda a conseguir, tambi¨¦n creo que las personas que han pagado por la investigaci¨®n ¡ªustedes¡ª deben poder acceder al producto final y permit¨ªrselo¡±, ha tuiteado el presidente como parte de su mensaje.
En paralelo, el Departamento de Justicia, la Comisi¨®n Federal de Comercio y el Departamento de Salud han anunciado en un comunicado que buscar¨¢n conjuntamente informaci¨®n sobre la influencia del capital privado y otras empresas en la sanidad estadounidense. La Casa Blanca considera esa iniciativa como un examen de la ¡°avaricia empresarial¡± en el sector, que pondr¨¢ de relieve las ¨¢reas que deber¨¢n regularse y aplicarse en el futuro. Las tres agencias compartir¨¢n datos para ayudar a las autoridades antimonopolio a detectar transacciones que traten de eludir la revisi¨®n. En particular, se fijar¨¢n en las series de adquisiciones relativamente peque?as que puedan estar por debajo de los umbrales de tama?o para informar del posible acuerdo a los organismos de defensa de la competencia, aunque en su conjunto infrinjan las leyes antimonopolio.
¡°La competencia en el mercado reduce los costes y estimula la innovaci¨®n¡±, se?ala el secretario de Salud, Xavier Becerra, en el comunicado. ¡°La Administraci¨®n Biden-Harris sigue centrada en aumentar el acceso a una atenci¨®n sanitaria asequible y de alta calidad para todos los estadounidenses, como haciendo que los aud¨ªfonos puedan venderse sin receta y reduciendo los costes de los medicamentos con receta a trav¨¦s de la Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n¡±, a?ade.
Seg¨²n la Casa Blanca, que cita diversas fuentes, en la actualidad, las 25 mayores empresas farmac¨¦uticas controlan alrededor del 70% de los ingresos del sector. Otros sectores de la sanidad tambi¨¦n se enfrentan a una competencia limitada. M¨¢s del 75% de los estadounidenses viven en mercados hospitalarios muy concentrados, y solo tres o menos emisores de seguros m¨¦dicos individuales controlan el 80% del mercado en 44 estados. Adem¨¢s, cinco aseguradoras controlan m¨¢s del 70% del mercado de Medicare Advantage. ¡°Esta consolidaci¨®n contribuye a aumentar los costes para los contribuyentes, reducir los salarios de los trabajadores sanitarios y empeorar la calidad de la atenci¨®n a los pacientes¡±, dice la Administraci¨®n.
Una nueva investigaci¨®n publicada por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) concluye que la falta de competencia en los mercados de medicamentos est¨¢ altamente correlacionada con precios m¨¢s altos. Entre los medicamentos de precio m¨¢s elevado (es decir, los que se encuentran en el 10% superior de precio por receta), el 89% de los medicamentos de mol¨¦culas peque?as y el 100% de los productos biol¨®gicos ten¨ªan un solo fabricante. Mientras, casi tres de cada diez personas tienen dificultades para pagar los medicamentos que necesitan.
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