Pedro Ja¨¦n: ¡°Tu piel me cuenta tu historia¡±
El dermat¨®logo, de 62 a?os, jefe de servicio del hospital Ram¨®n y Cajal, en cuyas cl¨ªnicas se cuidan y retocan algunas de las personas m¨¢s poderosas del pa¨ªs, compagina su actividad docente e investigadora con los pinchazos de b¨®tox: ¡°verse bien tambi¨¦n es salud¡±
Nos vemos en una de las seis cl¨ªnicas, privadas, claro, que tiene el Grupo Pedro Ja¨¦n en Madrid. Un edificio minimalista en un barrio fin¨ªsimo, sin r¨®tulo alguno que delate a qu¨¦ actividad se dedica. En la blanqu¨ªsima recepci¨®n, entran y salen elegantes mujeres, aunque vayan en ch¨¢ndal de felpa, con la cara brillant¨ªsima de tan tersa, o enrojecida de tan exfoliada, y los ojos camuflados tras enormes gafas de sol, aunque fuera est¨¦ nublad¨ªsimo. El doctor recibe en su inmaculado despacho con vistas al skyline madrile?o. Es un conversador amen¨ªsimo, y se le ve todo, todito, todo en los ojos azules. Otra cosa es que lo diga. La confidencialidad le va en el t¨ªtulo y en el ADN.
?Tanta discreci¨®n es por proteger el anonimato de sus clientes?
Nunca he tenido un letrero en la consulta, ni hecho publicidad. Los pacientes vienen a vernos recomendados por otros pacientes. Saben d¨®nde estamos y qu¨¦ hacemos. No hace falta pregonarlo.
?Pacientes o clientes? ?Las arrugas son un asunto de salud?
Pacientes, siempre. Antes solo se iba al dermat¨®logo porque algo te dol¨ªa, te picaba o te escoc¨ªa. A veces demasiado tarde, porque el peor enemigo de la piel no es el sol, sino la ignorancia. Ahora, adem¨¢s, vienen a verse mejor. La medicina est¨¦tica tambi¨¦n es medicina. Las enfermedades de la piel afectan a la est¨¦tica. Y la est¨¦tica, a la salud. Un ni?o con alopecia, o un adolescente con acn¨¦, puede sufrir depresi¨®n, incluso suicidarse. M¨¢s del 50% de nuestros pacientes vienen por salud. Y tambi¨¦n por las arrugas, claro.
?Por qu¨¦ hoy d¨ªa tantos m¨¦dicos j¨®venes quieren ser dermat¨®logos?
Porque es una especialidad bonita, interesante y compleja, que permite hacer muchas cosas, facilita la conciliaci¨®n familiar m¨¢s que otras con m¨¢s guardias y urgencias y, tambi¨¦n, seamos francos, porque es muy interesante econ¨®micamente en la sanidad privada.
O sea, que quieren serlo para forrarse.
Seis a?os de carrera, un examen, otros cinco de especialidad: cr¨¦eme, hay otras formas m¨¢s f¨¢ciles de forrarse. La medicina exige sacrificio y vocaci¨®n.
Son los que tienen mejores notas en el MIR.
Lo son. Mis residentes de primer a?o en el hospital Ram¨®n y Cajal quedaron entre los primeros 80 del ¨²ltimo examen del MIR, con 11.600 plazas. Son extraordinarios. Los dermat¨®logos espa?oles son los mejores de Europa y puede que del mundo.
?No es un ¡®desperdicio¡¯ de cerebros para otras especialidades?
Bueno, a¨²n hacen falta m¨¢s dermat¨®logos: por eso hay tanta lista de espera para una consulta en la sanidad p¨²blica y, tambi¨¦n, en la privada. Mi esperanza es que, con la pr¨¢ctica cl¨ªnica, los que empiezan se vayan repartiendo entre la dermatolog¨ªa, digamos, de batalla, y la est¨¦tica.
Y usted, ?por qu¨¦ es ¡®derma¡¯?
Yo quer¨ªa estudiar medicina interna, pero me di cuenta que la piel es una manera de ser internista, porque la piel es el espejo del organismo, hasta el punto de que, en Francia, el dermat¨®logo es la puerta de entrada al sistema sanitario. Adem¨¢s, sufro de psoriasis desde siempre y, cuando un m¨¦dico me alivi¨® los s¨ªntomas de joven, quise ser como ¨¦l.
?C¨®mo lleva la psoriasis hoy?
Mucho mejor, gracias. En los 40 a?os que llevo en activo ha habido grandes avances en el tratamiento. Yo mismo he sido paciente cero de alg¨²n ensayo cl¨ªnico en tiempos en que, no es que fuera peligroso, pero s¨ª que se asum¨ªa cierto riesgo. Somos, como tantos enfermos autoinmunes, pacientes cr¨®nicos.
?A los 62 a?os, a¨²n pincha y corta?
Pincho m¨¢s que corto. S¨ª que inyecto b¨®tox y sustancias de relleno en mis cl¨ªnicas. Cortar, entendido como operar, opero menos: tengo en mi equipo a m¨¦dicos que operan mejor que yo. Opero, sobre todo, en Tanzania, donde, a trav¨¦s de mi fundaci¨®n, tratamos a ni?os albinos con gran riesgo de morir muy j¨®venes de c¨¢ncer de piel. En Tanzania no pinchamos.
Paradoja. ?En el primer mundo, hoy, tener arrugas es de pobres?
Bueno, digamos que mantenerse joven est¨¦ticamente cuesta dinero, pero, siempre que se pueda pagar, se puede conseguir una mejor¨ªa est¨¦tica con una inversi¨®n razonable. Y, a veces, se consiguen resultados muy malos gast¨¢ndose fortunas.
?Por qu¨¦ todas las personas retocadas acaban pareci¨¦ndose?
Tiene que ver con los rellenos. Las sustancias nunca se reabsorben del todo, dejan una huella dif¨ªcil revertir. Sobre todo cuando se alteran bruscamente los vol¨²menes. Ahora muchas j¨®venes lo piden. Y crea adicci¨®n. Adem¨¢s, no olvidemos que, cada vial de relleno, tiene un precio, y, a m¨¢s relleno, m¨¢s viales.
?A sus pacientes no les pasa?
A veces hay que saber decir que no a lo que te piden. Cuando viene una paciente no pienso en su rostro hoy, sino en su rostro en 20 o 30 a?os. Y voy actuando en consecuencia. Una paciente est¨¦tica es una paciente cr¨®nica: sabes que la vas a ver peri¨®dicamente. Tengo pacientes de d¨¦cadas: alguna centenaria. He tratado a la abuela, a la madre y a la hija.
Ha dicho ¡°una¡± paciente. ?Las mujeres siguen siendo mayor¨ªa?
S¨ª, aunque cada vez vienen m¨¢s hombres a hacerse tratamientos est¨¦ticos, capilares y faciales. Suelen ser profesionales cara al p¨²blico que quieren transmitir una imagen din¨¢mica y jovial en su trabajo.
Y verse m¨¢s ¡®guapos¡¯.
Supongo que tambi¨¦n, pero en eso ganan las mujeres de largo.
?C¨®mo vamos de ojo cl¨ªnico?
La piel me cuenta tu historia.
?Y qu¨¦ le cuenta la m¨ªa?
Que la tienes muy fina y sensible, que toleras mal el sol, que alguna vez te quemaste de joven y tienes que tener mucho cuidado.
?Calcula la edad a ojo?
S¨ª. Son 40 a?os viendo caras.
?Cu¨¢ntos a?os tengo? No me he pinchado ni retocado nunca.
57.
?Bingo! ?Por qu¨¦ no 56 o 58?
Me la he jugado, suelo tener un margen de error de un a?o
?Y no se lleva chascos?
Alguno, el otro d¨ªa, una paciente me despist¨®. Le ech¨¦ 70, mir¨¦ la ficha y ten¨ªa 85. Eso se logra con buena gen¨¦tica, cuidado y protecci¨®n solar constante y buenos profesionales.
?A los dermat¨®logos tambi¨¦n se les mueren los pacientes?
Cada vez menos. Cada vez curamos m¨¢s el c¨¢ncer de piel, incluso metast¨¢sico. Pero, s¨ª. Se me ha muerto alguno. Recuerdo, con cara, nombre y apellidos a una chica joven con un melanoma metast¨¢sico que se me muri¨® cuando yo estaba haciendo la especialidad [se emociona]. Un amigo hemat¨®logo que trata leucemia infantil y, literalmente, cura y salva vidas, me dijo que, si alguna vez se le mor¨ªa uno de los ni?os a los que hab¨ªa curado, dejaba la medicina. Los m¨¦dicos son admirables.
Lo dice como si fuera usted, no s¨¦, fontanero.
Yo soy m¨¦dico y me siento m¨¦dico, pero no me considero un gran m¨¦dico. Admiro mucho a mis compa?eros del Ram¨®n y Cajal, grandes maestros, que salvan vidas todos los d¨ªas. Los dermat¨®logos somos la infanter¨ªa de la medicina: vemos, disparamos y, casi siempre, acertamos. Disponemos cada vez de m¨¢s armas, m¨¢s complejas y m¨¢s eficaces. Hay varias especialidades dentro de la dermatolog¨ªa. Uno es bueno en c¨¢ncer, otro en enfermedades autoinmunes, otro en tricolog¨ªa, la rama que estudia el cabello...
Hablando de eso, y con el debido respeto: en casa del dermat¨®logo, cr¨¢neo alop¨¦cico.
Pues s¨ª: llegu¨¦ tarde a los tratamientos tricol¨®gicos, que hoy son eficac¨ªsimos, y evitan la calvicie.
Siempre puede reforestarse la zona, digo trasplantarse pelo.
S¨ª, podr¨ªa, pero entonces ser¨ªa otra persona. Tengo 62 a?os, no me reconocer¨ªa en el espejo.
EL M?DICO PACIENTE
Pedro Jaén es, a la vez, dermatólogo y paciente de dermatología. La psoriasis, enfermedad autoinmune que padece desde siempre, fue uno de los factores que le llevó a estudiar Medicina, al comprobar, de adolescente, cómo un médico podía aliviarle los síntomas. Jaén es el primer médico de su familia. Su padre, natural de un pueblo de La Rioja, se enroló de muy joven como marino mercante en el País Vasco para ganarse la vida, y, después, se estableció en Madrid, como empleado de una naviera. Fue allí, en la capital, donde su primogénito, Pedro, estudió la carrera. Presidente durante muchos años de la Sociedad Española de Dermatología, jefe de servicio de Dermatología del hospital Ramón y Cajal y eminencia en el tratamiento de enfermedades dermatológicas y cáncer de piel, Jaén fundó hace más de 30 años el Grupo que lleva su nombre. Un conjunto de clínicas de dermatología, cirugía y medicina estética frecuentado por celebridades cuyo nombre el doctor se llevará a la tumba.
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