M¨¢s all¨¢ de Depardieu: cuando el culto a los grandes artistas se derrumba en Francia
Una tribuna firmada por m¨¢s de 50 artistas denuncia un ¡°linchamiento¡± contra el actor, acusado de violencia sexual por 13 mujeres y con tres denuncias por agresi¨®n y violaci¨®n. El texto reabre el debate de la separaci¨®n entre la obra y el artista
¡°Cuando se ataca as¨ª a G¨¦rard Depardieu, lo que se ataca es el arte¡±. La frase es parte de una pol¨¦mica tribuna de apoyo firmada esta semana por 56 artistas, entre ellos Carla Bruni y Victoria Abril, en la que denuncian un ¡°linchamiento¡± contra el actor, acusado de violaci¨®n y otras agresiones sexuales por m¨¢s de una docena de mujeres. El texto, que ha desatado una nueva ola de indignaci¨®n en Francia, defiende tambi¨¦n el trabajo de la justicia como argumento para atajar las cr¨ªticas al actor y pone de relieve un viejo debate: ?hay que separar la obra del artista? ?El arte lo justifica todo?
La columna, titulada No borren a Depardieu, se public¨® en el diario conservador Le Figaro algunos d¨ªas despu¨¦s de que el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, defendiera la presunci¨®n de inocencia del int¨¦rprete. El dirigente tambi¨¦n afirm¨® que nunca participar¨¢ en ¡°cacer¨ªas al hombre¡± y descart¨® la posibilidad de retirar la Legi¨®n de Honor al artista, como hab¨ªa sugerido la ministra de Cultura, Rima Abdul Malak, mientras no haya una condena judicial. Esa distinci¨®n, la m¨¢xima del pa¨ªs, ¡°no est¨¢ para hacer la moral¡±, subray¨® el mandatario.
Tanto la reacci¨®n de Macron como la columna de apoyo a Depardieu echaron m¨¢s le?a al fuego. El actor, de 75 a?os, est¨¢ en el centro del torbellino medi¨¢tico por la reciente difusi¨®n de un video in¨¦dito en el que realiza comentarios de car¨¢cter sexual hacia mujeres, durante un viaje a Corea del Norte en 2018. Sus declaraciones han tenido una resonancia particular a la luz de las acusaciones que existen contra ¨¦l y llevaron a la provincia de Qu¨¦bec, en Canad¨¢, a retirarle la medalla de honor y a la comuna belga de Estaimpuis a retirarle el t¨ªtulo de ciudadano de honor. El museo de cera de Par¨ªs tambi¨¦n decidi¨® retirar la figura del artista.
Icono del s¨¦ptimo arte y protagonista de m¨¢s de 200 pel¨ªculas, Depardieu ha sido denunciado ante las autoridades por tres mujeres, una de ellas una periodista espa?ola. Las denuncias son por agresi¨®n sexual y violaci¨®n. Un tribunal lo acus¨® formalmente en 2020 por uno de esos casos, que en un primer momento fue archivado. Otras 13 mujeres lo han acusado ¡ªsin llegar a formalizar una denuncia¡ª de violencia sexual durante rodajes de pel¨ªculas entre 2004 y 2022. Delitos que el int¨¦rprete niega.
Divisi¨®n
El caso divide. Por un lado, est¨¢n los que defienden su legado y que pueda seguir actuando, ya que a¨²n no ha sido juzgado. ¡°Pase lo que pase, nadie podr¨¢ borrar jam¨¢s la huella indeleble de su obra, que ha dejado una marca imborrable en nuestra ¨¦poca. El resto, todo el resto, concierne a la justicia, solo a la justicia¡±, dice el escrito, firmado por figuras destacadas del mundo cultural franc¨¦s. ¡°Prescindir de este gran actor ser¨ªa una tragedia, una derrota. La muerte del arte¡±, insisten.
Por otro est¨¢n los que consideran que es la gota que colma el vaso y que tanto Macron como los firmantes de la misiva desprecian a las v¨ªctimas. ¡°Es una tribuna muy pedag¨®gica. Lo que vemos es c¨®mo un entorno va a organizarse y usar argumentos como ¡®es un monstruo sagrado, es un genio¡¯ para proteger a alguien¡±, reaccion¨® Anne-C¨¦cile Mailfert, presidenta de la Fundaci¨®n de las Mujeres, a la agencia France Presse.
Murielle Reus, vicepresidente de MeToo Media, una asociaci¨®n que lucha contra el sexismo y la violencia sexual en los medios, record¨® por su parte a Franceinfo que ¡°hay un cambio social muy fuerte hacia las violencias sexuales y de g¨¦nero¡± y que existe ¡°una generaci¨®n que todav¨ªa no entiende estos cambios sociales¡±.
Tras la publicaci¨®n de la columna se sucedieron las explicaciones de varios de los firmantes. Algunos, como la expareja del actor, Carole Bouquet, expresaron su malestar despu¨¦s de que saliera a la luz la identidad del que la redact¨®. Se trata de un actor muy poco conocido, que escribe para la revista de ultraderecha Causeur, es amigo de la hija de Depardieu, Julie, y cercano a ?ric Zemmour, excandidato ultra en las presidenciales. La realizadora Nadine Trintignant decidi¨® retirar su firma tras conocerse su identidad, seg¨²n revel¨® el semanario Le Point el viernes.
Depardieu conocido entre otros por sus roles en Cyrano de Bergerac (1990) o la saga Ast¨¦rix y Ob¨¦lix (1999-2012) tuvo conocimiento de la misiva antes de su publicaci¨®n, pero insisti¨® en que no pidi¨® ayuda de los firmantes, seg¨²n recogen los medios locales. Varias personalidades rechazaron firmar la tribuna, a?adi¨® el actor, seg¨²n las mismas fuentes.
El actor y cantante Michel Fau, uno de los signatarios, se?al¨® en una entrevista con BFMTV: ¡°Intentan decirnos que el artista debe ser razonable, un modelo para la sociedad. Es completamente aterrador. Pienso que el artista debe seguir siendo extravagante, escandaloso, obsceno e ingobernable¡±. Otro de los firmantes, Jean-Marie Rouart, miembro de la academia francesa de 80 a?os, a?adi¨®: ¡°La opini¨®n [p¨²blica] va por mal camino. Al moralizar tontamente a estos grandes artistas, est¨¢ en v¨ªas de ver suprimida una libertad fundamental y, sobre todo, lo que hace feliz a Francia, el humor que pod¨ªamos tener y la complacencia que ten¨ªamos con la vida de los grandes artistas¡±.
La carta y sus reacciones recuerdan a otros casos y a la compleja respuesta en Francia al movimiento #MeToo. En 2018, una tribuna firmada por 100 artistas e intelectuales francesas, entre ellas la actriz Catherine Deneuve, reivindicaban la ¡°libertad de importunar¡± indispensable para la libertad sexual y alertaban sobre las repercusiones que el nuevo clima pod¨ªa tener en la producci¨®n cultural.
¡°Las luchas por la autonom¨ªa del arte que se remontan al siglo XIX explican en parte las reacciones de los c¨ªrculos intelectuales y art¨ªsticos al #MeToo. Pero la autonom¨ªa del arte tambi¨¦n sirve de pretexto a quienes quieren mantener la dominaci¨®n masculina¡±, se?ala a este diario la soci¨®loga francesa Gis¨¨le Sapiro, autora de ?Se puede separar la obra del autor? [traducido al espa?ol en ediciones Clave Intelectual]. Y a?ade: ¡°La sacralizaci¨®n de la creaci¨®n, muy fuerte en Francia, y las relaciones de reverencia y dependencia que rodean a los creadores e int¨¦rpretes, permiten a algunos de ellos abusar de su posici¨®n y beneficiarse de la ley del silencio y de la connivencia de quienes les rodean, as¨ª como de la tolerancia de la justicia¡±.
Los casos del director de cine Roman Polanski, condenado por violar a una menor hace 50 a?os, del escritor Gabriel Matzneff, se?alado por pederastia, y del cantante Bertrand Cantat, condenado por asesinar a su pareja, aunque muy distintos, ¡°muestran distintas facetas de esta impunidad de los artistas¡±, resalta Sapiro.
Polanski, a pesar de ser perseguido en Estados Unidos desde finales de los setenta, triunf¨® en la gala de los C¨¦sar. Matzneff a¨²n recibi¨® un premio literario. Y Cantat, condenado a ocho a?os de prisi¨®n por el asesinato de Marie Trintignant, no desapareci¨® del todo de la escena p¨²blica durante muchos a?os. Un aura hacia el artista que, a trav¨¦s de los avances sociales y la expansi¨®n del movimiento feminista, se cuestiona cada vez m¨¢s. Y se tolera cada vez menos.
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