Cuatro deportistas denuncian por maltrato al t¨¦cnico Pedro Mir en sede policial y judicial
18 antiguas gimnastas env¨ªan una carta a la Federaci¨®n, al CSD y al Gobierno balear pidiendo una ¡°investigaci¨®n exhaustiva¡± para proteger a las menores que siguen entren¨¢ndose con ¨¦l
Tres exgimnastas del club Xelska y del centro de preparaci¨®n de ¨¦lite de Palma, el Centre de Tecnificaci¨® Esportiva de les Illes Balears (CTEIB) y una extrabajadora del Xeslka han acudido a la Polic¨ªa Nacional y a un juzgado de primera instancia para denunciar al entrenador del club de gimnasia art¨ªstica, Pedro Mir. All¨ª han relatado, seg¨²n ha podido confirmar este peri¨®dico, ser v¨ªctimas y testigos de vejaciones, situaciones de maltrato f¨ªsico y psicol¨®gico, abuso de poder y atentado contra la salud por verse obligadas a competir y entrenar lesionadas cuando eran, en su mayor¨ªa, menores de edad. Se trata de una denuncia colectiva a la que es previsible que se sumen otras personas. En total, los testimonios contra el entrenador Pedro Mir se elevan a 27.
Antes, en enero de 2022, cuatro m¨¦dicos y cinco fisioterapeutas hab¨ªan denunciado la situaci¨®n a la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales y Deporte del Gobierno balear, exponiendo ejemplos de maltrato y abuso de poder. Tres trabajadoras del ¨¢mbito socio educativo que impulsaron un programa de detecci¨®n de abusos en el propio CTEIB en 2020-21 hab¨ªan notificado lo mismo en tres diferentes informes. Las tres, adem¨¢s, trasladaron de manera verbal a la direcci¨®n del centro su preocupaci¨®n por la ¡°violencia estructural y sist¨¦mica¡±. La Fiscal¨ªa de Menores abri¨® una investigaci¨®n en mayo de 2022 y la archiv¨® en octubre del mismo a?o al considerar que los hechos no estaban tipificados como delito; inst¨® a la Consejer¨ªa a estudiar sanciones administrativas recogidas en la ley del deporte de Islas Baleares 14/2006.
Mir ha negado todas las acusaciones (27 testimonios, incluidas las denuncias de cuatro exdeportistas) y ha contratado al abogado Jaime Campaner, quien ha asegurado que no har¨¢ m¨¢s declaraciones. ¡°No tenemos constancia de ninguna denuncia ni querella, ni de que haya investigaciones en curso. Pedro est¨¢ tranquilo; si realmente se ha formulado denuncia y un fiscal o un juez considera que tiene que abrir una investigaci¨®n, nos defenderemos. El resto son especulaciones y no vamos a entrar¡±. El t¨¦cnico sigue al frente del programa de gimnasia del CTEIB y hace 10 d¨ªas viaj¨® con la Federaci¨®n Espa?ola de Gimnasia (RFEG) a Cottbus, Alemania, a una prueba de la Copa del Mundo. Por ahora, el gerente del centro asegura haber dado traslado del ¡°asunto¡± a los servicios jur¨ªdicos.
A la RFEG, precisamente, se han dirigido 18 gimnastas ¨Dque firman sin identificarse como ¡°dieciocho exgimnastas que desean que las cosas cambien¡±¨D para reclamar una investigaci¨®n exhaustiva. Lo han hecho a trav¨¦s de una carta de dos folios (tambi¨¦n remitida al Consejo Superior de Deportes, a la Federaci¨®n balear, a la Fundaci¨®n del Deporte Balear, a la consejer¨ªa correspondiente y a la presidenta del Gobierno Balear) en la que relatan los ¡°comportamientos abusivos¡± de los que han sido ¡°v¨ªctimas y testigos¡± a lo largo de los a?os [al menos desde 2006] en la sala de gimnasia del CTEIB y que, escriben, van en contra ¡°de los principios ¨¦ticos y deportivos que deber¨ªan regir nuestra disciplina¡±. Y as¨ª lo manifiestan: ¡°Por la supuesta falta de pruebas, las autoridades no han podido tomar medidas adecuadas y el caso se ha archivado. Sin embargo, nuestra determinaci¨®n por hacer justicia y proteger a las j¨®venes gimnastas de futuros da?os nos impulsa a presentar esta denuncia una vez m¨¢s, ahora ante la Polic¨ªa Nacional¡±.
Describen en qu¨¦ han consistido el maltrato f¨ªsico y psicol¨®gico y el abuso de poder que han visto y sufrido. Manifiestan que se sent¨ªan ¡°coaccionadas¡± por Pedro Mir, ¡°bajo la amenaza de ser excluidas del equipo o de sufrir represalias¡±. Insisten, en esa carta, en que esas pr¨¢cticas abusivas son ¡°especialmente preocupantes¡± cuando se trata de entornos que involucran a menores de edad (la gimnasia se empieza a practicar a los seis o siete a?os, edades en las que la mayor¨ªa de ellas ingresaron en el Xelska). Y as¨ª concluyen: ¡°Solicitamos una intervenci¨®n y una investigaci¨®n exhaustiva por parte de la RFEG¡±. Asimismo, dicen, conf¨ªan en que se tomar¨¢n las ¡°acciones necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar de todas las gimnastas¡±.
Este peri¨®dico llam¨® varias veces a Jes¨²s Carballo, presidente federativo, para preguntarle qu¨¦ medidas tiene pensado tomar. No recibi¨® respuesta. Desde el departamento de prensa informan de que ¡°todo lo recibido de este asunto se traslada a la comisi¨®n independiente encargada de estos temas¡±. En la Federaci¨®n balear aseguran que han reenviado la carta a la presidenta [Laura Ramos], pero que no hab¨ªa firmas ni DNI que identifiquen a las gimnastas. Ramos no respondi¨® ni al correo ni a la llamada de este peri¨®dico. Fuentes del Consejo Superior de Deportes aseguran haber recibido la carta y estar haciendo un seguimiento del tema. ¡°La semana pasada ya nos pusimos en contacto con la Federaci¨®n espa?ola para trasladarle nuestra preocupaci¨®n ante los abusos relatados por las exgimnastas. Nos han dicho que han activado una comisi¨®n para recabar informaci¨®n; les hemos pedido un informe¡±. De momento, no lo han recibido. Y aclaran: ¡°Pedro Mir no tiene ning¨²n tipo de vinculaci¨®n contractual con el CSD y no ha recibido ninguna ayuda directa por nuestra parte¡±.
Eladi Huertas, gerente de la Fundaci¨® del Esport Balear (el nombre jur¨ªdico del CTEIB), ha asegurado que el centro ¡°est¨¢ viendo con los servicios jur¨ªdicos qu¨¦ se puede hacer¡±. Preguntado por si los protocolos recogen alg¨²n c¨®digo de conducta que contemple apartar de manera cautelar al t¨¦cnico si se decide abrir una investigaci¨®n, contesta: ¡°Es un caso que estuvo investigado y archivado en su d¨ªa¡±. Cuando se le hace notar que desde 2022 ha habido nuevos testimonios y cuatro denuncias, responde: ¡°Es lo que estamos mirando¡±. El director general de Deportes del Gobierno balear, Joan Toni Ramonell, dice lo mismo. ¡°Tenemos constancia de una carta an¨®nima y el caso est¨¢ en manos de los servicios jur¨ªdicos, son los que nos tienen que decir si hay que actuar y c¨®mo hacerlo¡±. El CTEIB depende del Gobierno balear, que, adem¨¢s, financia y subvenciona sus diferentes programas de tecnificaci¨®n.
Una exgimnasta: ¡°El p¨¢nico era habitual¡±
Mientras tanto, dos personas m¨¢s [una exgimnasta y una madre] se han puesto en contacto con este peri¨®dico despu¨¦s de la publicaci¨®n del tercer reportaje del 29 de febrero, para corroborar el relato de las dem¨¢s v¨ªctimas y relatar la ¡°manipulaci¨®n¡± y el ¡°maltrato¡± que aseguran haber sufrido. El primer testimonio es de una exgimnasta del Xeslka y del grupo de tecnificaci¨®n del CTEIB ¨Digual que la otra v¨ªctima, pide que no salgan publicados los a?os en los que compiti¨® por las presiones que ejercen t¨¦cnicos y familiares de Pedro Mir¨D.
Ahora adulta, esta exgimnasta cuenta que fue testigo de los golpes del t¨¦cnico a las menores. ¡°Vi c¨®mo pegaba a una compa?era, la estamp¨® contra una estanter¨ªa en una oficina del centro desde cuyo cristal se ve todo. Cerr¨® la puerta y, aun as¨ª, se o¨ªan los gritos con los que la rega?aba¡±. Y a?ade: ¡°El p¨¢nico era habitual, el miedo a contestar tambi¨¦n. No le dec¨ªamos nada ni a nuestros padres por miedo al ¡®qu¨¦ dir¨¢ Pedro si se entera de que lo hemos contado¡¯. Dejarlo no era una opci¨®n, no te dejaban¡±. Relata tambi¨¦n haber sufrido ataques de ansiedad. ¡°Desarroll¨¦ un trastorno de ansiedad derivado del estr¨¦s que viv¨ªa en el d¨ªa a d¨ªa en el gimnasio, ten¨ªa ataques de ansiedad al despertarme por no querer ir a entrenarme¡¡±. Cuenta que lo habl¨® con su madre y, ante la preocupaci¨®n de esta, las dos se reunieron con Mir. ¡°Le dijo que lo que me pasaba era falta de compromiso con el equipo y que era una vaga, pero que si me espabilaba a tiempo podr¨ªa llegar lejos¡ Poco despu¨¦s me apart¨® del grupo, a m¨ª y a las que nos consideraba poco comprometidas. Nos dec¨ªa que no iba a perder el tiempo con nosotras. Con ellas nunca lo habl¨¦, ¨¦ramos ni?as de 14 a?os. Yo pensaba: ¡®Es que a lo mejor es verdad, soy una vaga y por eso no quiero entrenarme. Hasta el d¨ªa de hoy he seguido pensando que hab¨ªa sido una vaga¡±.
Asegura que se dio cuenta de que lo que hab¨ªa vivido eran abusos al leer los reportajes publicados. ¡°Como no sab¨ªa identificar lo que me hab¨ªa pasado, tampoco sab¨ªa verbalizarlo. No he sido consciente hasta que he le¨ªdo los testimonios publicados estas ¨²ltimas semanas¡±. Cuando ya no pudo m¨¢s, cuenta, volvi¨® a reunirse con su madre y con Mir. ¡°Le dije que no segu¨ªa, que no pod¨ªa m¨¢s y empez¨® con el chantaje: ¡®Me dejas tirado como a un perro¡±. Confirma lo que relataron otras compa?eras. ¡°Entren¨¢bamos con dolor, enfermas e incluso lesionadas, si te quejabas te rega?aban porque eso quer¨ªa decir que no ten¨ªas ganas de trabajar. He visto malos tratos hacia mis compa?eras, he escuchado los gritos, las he encontrado llorando en el vestuario, he visto c¨®mo las avergonzaba delante de todo el gimnasio. Todo se normalizaba porque eso eran los ¡°entrenamientos de alto rendimiento¡±.
La madre de un exgimnasta cuenta situaciones parecidas. Dice que habl¨® con su hijo despu¨¦s de leer los relatos de las dem¨¢s v¨ªctimas en este peri¨®dico. ¡°Le ped¨ª perd¨®n, pero me dijo que el que ten¨ªa que hacerlo era Pedro Mir. No supe ver lo que estaba pasando, ve¨ªa lo que ocurr¨ªa con otros ni?os y ni?as, pero pens¨¦ que con ¨¦l no. No me lo perdono. Cuando ven¨ªa y me dec¨ªa que le obligaban a hacer cosas que ¨¦l no quer¨ªa, pensaba que era rebeld¨ªa. Lo ve¨ªa con cara de asustado, pero no entend¨ªa qu¨¦ estaba pasando. Primero te hacen sentir culpable a ti, con eso de que es un deporte que tienes que ser capaz de soportar¡ La manipulaci¨®n, adem¨¢s, era tal que confundieron la sensibilidad de mi hijo con una enfermedad mental y me hicieron creer que ten¨ªa una¡±.
Si conoce alg¨²n caso de abusos en el deporte espa?ol que no haya visto la luz, puede escribir a: abusos@elpais.es
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