El Gobierno de Macron presenta un proyecto de ley que abre la v¨ªa a la eutanasia en Francia
La Asamblea Nacional examinar¨¢ a finales de mayo la propuesta de ¡°ayuda a morir¡±, un texto cuyo recorrido legislativo se anuncia dif¨ªcil
La gran reforma social del segundo quinquenio de Emmanuel Macron est¨¢ en marcha. El gobierno franc¨¦s ha presentado este mi¨¦rcoles un proyecto de ley que abre la v¨ªa a la legalizaci¨®n del suicidio asistido y, en algunos casos, a la eutanasia, bajo condiciones muy estrictas. La propuesta legislativa, una promesa del actual presidente, concede una atenci¨®n particular a las palabras elegidas y prefiere el t¨¦rmino ¡°ayuda a morir¡±. El objetivo es enviar un mensaje de conciliaci¨®n antes de que inicie su tr¨¢mite parlamentario en mayo. Un recorrido que se anuncia arduo, tras a?os de debates en Francia sobre el derecho a morir dignamente.
El proyecto de ley, cuya versi¨®n definitiva a¨²n no ha sido difundida, es ¡°particularmente equilibrado¡±, ha insistido la ministra de Salud, Catherine Vautrin, antes de su presentaci¨®n en el Consejo de Ministros. El mensaje que trata de enviar el Gobierno es que ha escuchado a todos, tanto los que desean ir m¨¢s lejos como los que har¨¢n todo lo posible para frenar al m¨¢ximo la reforma. Como resultado, el texto contiene dos partes principales. Por un lado, presenta las condiciones y el procedimiento para la ayuda a morir bajo estricta supervisi¨®n m¨¦dica. Por el otro, pone el acento en el refuerzo de los cuidados paliativos, un aspecto clave para los detractores de la norma.
En Francia no es legal ni el suicidio asistido ni la eutanasia, pero desde 2016, el pa¨ªs dispone de una norma que permite a los pacientes terminales dejar de medicarse y recibir solo cuidados paliativos. La ley Claeys-L¨¦onetti sobre el fin de vida permite una sedaci¨®n profunda de pacientes terminales, pero ¨²nicamente para los que sufren ¡°una enfermedad grave e incurable y cuyo pron¨®stico vital est¨¢ comprometido a corto plazo¡±.
La ministra cit¨® cinco condiciones para pedir la ¡°ayuda a morir¡±. La persona que la solicita deber¨¢ ser mayor de edad, tener la nacionalidad francesa o residir en el territorio, padecer una enfermedad grave e incurable con un pron¨®stico fatal a corto o medio plazo, sufrir dolores insoportables que no se pueden tratar, y expresar su petici¨®n de manera libre y clara. Uno de los pilares del texto, subray¨® Vautrin tras el Consejo de Ministros, es la ¡°capacidad de discernimiento evaluada por un m¨¦dico¡±, lo que excluye por ejemplo las enfermedades psiqui¨¢tricas o el Alzheimer.
Una vez que el paciente solicite la ayuda, un m¨¦dico deber¨¢ pronunciarse dentro de un plazo de 15 d¨ªas tras examinar el caso con otro doctor y con un enfermero. Si la opini¨®n es favorable, se podr¨¢ prescribir un f¨¢rmaco letal al enfermo para que lo tome solo o, si su estado f¨ªsico no se lo permite, con ayuda de un miembro del cuerpo m¨¦dico o de un voluntario designado por ¨¦l. El proyecto, que ya ha sido examinado por el Consejo de Estado para verificar su conformidad con la Constituci¨®n, ser¨¢ debatido en el Parlamento a partir del 27 de mayo, justo antes de las elecciones europeas.
Macron no tiene mayor¨ªa absoluta en la Asamblea Nacional (la c¨¢mara baja) por lo que se ve obligado a negociar cada ley que quiere sacar adelante. Obtener los suficientes apoyos no ser¨¢ tarea f¨¢cil, sobre todo en el ala conservadora. Olivier Marleix, presidente del grupo de Los Republicanos en la Asamblea, el partido hermanado del PP en Francia, asegur¨® este mi¨¦rcoles que el principal reto siguen siendo los cuidados paliativos. ¡°Creo que en una sociedad no tenemos derecho a ayudar a otra persona a morir si antes no le hemos ofrecido ayudarla a vivir¡±, dijo en la emisora Franceinfo.
Cuidados paliativos
El tema de los cuidados paliativos figura en el proyecto de ley, pero el Gobierno ha querido anticiparse. Durante el fin de semana, el Ejecutivo anunci¨® una estrategia a 10 a?os para reforzarlos, con un presupuesto de 1.100 millones de euros. Macron hab¨ªa resaltado su importancia en una entrevista concedida en marzo a los diarios La Croix y Lib¨¦ration, de l¨ªnea editorial y p¨²blico muy distintos, en la que desgran¨® las grandes l¨ªneas de su propuesta. El dirigente puntualiz¨® en ese momento que la ley no equival¨ªa a ¡°un suicidio asistido¡± ni a ¡°una eutanasia¡±.
Para defender su proyecto, el Gobierno tom¨® en cuenta las conclusiones de una convenci¨®n ciudadana creada en diciembre de 2022 para estudiar la necesidad o no de reformar la legislaci¨®n vigente. Un 76% de los 184 participantes, nombrados al azar, se mostr¨® a favor de impulsar una forma de muerte asistida. El debate no es nuevo y se reaviva cada cierto tiempo. En diciembre, la cantante francesa Fran?oise Hardy, de 80 a?os y enferma terminal de c¨¢ncer, envi¨® una carta a Macron en la que le ped¨ªa reiniciar los debates sobre la muerte digna.
El pa¨ªs tambi¨¦n cuenta con dos casos emblem¨¢ticos. El de Vincent Lambert, un enfermero que permaneci¨® m¨¢s de una d¨¦cada tetrapl¨¦jico y en estado vegetativo hasta que, tras una larga batalla judicial, la justicia autoriz¨® su sedaci¨®n profunda y desconectarlo de las m¨¢quinas que le manten¨ªan con vida. Y el de Alain Cocq, que padec¨ªa una enfermedad incurable y dolorosa, y finalmente muri¨® en Suiza, donde recurri¨® a un suicidio asistido legal.
En un comunicado, la Asociaci¨®n francesa para el Derecho de Morir Dignamente, ha celebrado el ¡°primer paso hacia un nuevo derecho¡±, pese a haber sido ¡°aplazada varias veces¡±. Seg¨²n un sondeo de 2023, un 70% de los franceses est¨¢ a favor de una ley que legalice la muerte asistida o la eutanasia.
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