?Es f¨¢cil acceder a la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s o al DIU? ?Es gratis? En Espa?a, depende de d¨®nde se viva
La falta de voluntad pol¨ªtica y la mala gesti¨®n provocan desigualdades entre comunidades a la hora de garantizar anticonceptivos para las mujeres a pesar de que lo establece la legislaci¨®n, seg¨²n un informe


En Asturias, si se ha tenido una relaci¨®n sexual de riesgo y se necesita la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s ¡ªun m¨¦todo anticonceptivo de urgencia para prevenir el embarazo¡ª, se puede acudir a varios de los servicios de salud de esa comunidad, donde la dan de forma gratuita y adem¨¢s acompa?an a la mujer que va a pedirla. Si eso ocurre en Murcia, Islas Canarias o Castilla-La Mancha, habr¨¢ que ir a una farmacia y pagar alrededor de 20 euros, porque no se da en ninguno de esos servicios p¨²blicos a no ser que se haya sufrido una agresi¨®n sexual y se acuda a las urgencias de un hospital, a pesar de que la gratuidad est¨¢ establecida por la ¨²ltima reforma de la ley del aborto. Si no ha habido ninguna emergencia pero s¨ª se quiere un anticonceptivo de larga duraci¨®n, como un implante subcut¨¢neo o un DIU ¡ªque se coloca en el ¨²tero y va liberando hormonas¡ª, en Castilla y Le¨®n es gratis dependiendo del hospital al que se vaya y la lista de espera ronda los 10 meses; y en Arag¨®n, el DIU tambi¨¦n se coloca en el hospital, pero nunca hay que pagar y si se opta por otro m¨¦todo como el implante, se puede hacer en un centro de salud, por lo que la espera se reduce. Y as¨ª, provincia a provincia, porque en Espa?a, que las mujeres puedan acceder a todo lo anterior ¡ªa la llamada anticoncepci¨®n, parte del derecho a la salud sexual y reproductiva¡ª depende, exactamente, de d¨®nde se viva.
Esta atenci¨®n desde el sistema sanitario p¨²blico tiene tantos modelos ¡°como regiones, casi tantas como municipios, casi depende del c¨®digo postal en el que residas¡±, dice Raquel Hurtado, la subdirectora de Sedra, la Federaci¨®n de Planificaci¨®n Familiar Estatal, y coordinadora del equipo que ha realizado la investigaci¨®n Desniveles en la ruta. El estado de la atenci¨®n a la anticoncepci¨®n en las comunidades aut¨®nomas, presentado este martes. De ese an¨¢lisis de meses ¡ªcon una revisi¨®n de la legislaci¨®n de cada regi¨®n y la informaci¨®n p¨²blica, un cuestionario al personal sanitario que se ocupa de esta cuesti¨®n y entrevistas a especialistas de este ¨¢mbito¡ª, el resultado es una ¡°heterogeneidad¡± y una ¡°inequidad¡± en los enfoques y en los modelos de atenci¨®n de cada territorio que tiene que ver mucho ¡°con la voluntad pol¨ªtica¡±, porque cada autonom¨ªa, recuerda Hurtado, ¡°le da una importancia distinta a la anticoncepci¨®n¡± y eso lo ¡°sufren, en su d¨ªa a d¨ªa, las mujeres¡±.
Algo que tambi¨¦n ocurre con el resto de derechos sexuales y reproductivos, como el aborto, enormemente desigual seg¨²n la regi¨®n. A pesar de que hay una legislaci¨®n espec¨ªfica ¡ªla Ley de salud sexual y reproductiva y de interrupci¨®n voluntaria del embarazo, reformada por ¨²ltima vez el pasado a?o¡ª, y de que en esa norma se estableci¨® que para que pudiera aplicarse de forma efectiva deb¨ªa elaborarse una Estrategia Estatal de Salud Sexual y Reproductiva, a¨²n no se ha hecho. As¨ª, y como lleva pasando alrededor de 40 a?os, son las autonom¨ªas quienes tienen las competencias sanitarias en este ¨¢mbito y cada una ha ido trabajando de una forma distinta.
Seg¨²n el estudio de la Federaci¨®n, hay tres grupos importantes de comunidades aut¨®nomas seg¨²n cu¨¢nto garantizan ese derecho que, adem¨¢s de en el informe, han trasladado a un mapa interactivo en el que se puede explorar en qu¨¦ situaci¨®n est¨¢ cada autonom¨ªa ¡ªexcelente, ¨®ptima, mejorable o muy mejorable¡ª seg¨²n cuestiones c¨®mo la especializaci¨®n de los profesionales o la gratuidad de los anticonceptivos. Entre las que menos tienen garantizado ese derecho est¨¢n ¡°Castilla y Le¨®n, Castilla-La Mancha y Pa¨ªs Vasco, que ni siquiera cuentan con pol¨ªticas espec¨ªficas, ni est¨¢n garantizando el acceso, ni forman a los profesionales, ni est¨¢n organizando el servicio¡±, explica Hurtado.

En contraposici¨®n, ¡°las que mejor, son Arag¨®n y La Rioja, y Catalu?a. ?Por qu¨¦? Son las que cuentan con pol¨ªticas espec¨ªficas que ordenan el circuito de acceso a esos servicios¡±. Porque aunque ¡°se puede hacer bien sin pol¨ªticas espec¨ªficas, porque el circuito puede rodar por inercia como ocurre en Galicia o Extremadura, las pol¨ªticas son aquello que permite la continuidad¡±, es decir, que pase lo que pase en una autonom¨ªa, gobierne quien gobierne, esos servicios podr¨¢n seguir funcionando.
¡°Las regiones que lo hacen bien no solo es porque tienen esas pol¨ªticas, sino porque tienen ordenado su circuito¡±, ha a?adido la subdirectora de Sedra. El circuito es desde d¨®nde acceden las mujeres a esa anticoncepci¨®n y ah¨ª, como en todo lo dem¨¢s, tambi¨¦n hay diferencias. En algunas la puerta de entrada son los centros de salud, como sucede en Arag¨®n; en otras, los servicios espec¨ªficos, como las unidades de atenci¨®n a la salud sexual y reproductiva de Catalu?a.
¡°Aunque los centros espec¨ªficos por s¨ª solos no son elemento de calidad, act¨²an como catalizador. Arag¨®n no tiene, pero funciona muy bien, y Catalu?a funciona bien porque se apoya en ellos¡±, dice la subdirectora de la Federaci¨®n, que explica que ¡°la cuesti¨®n est¨¢¡± en el primer nivel asistencial, en c¨®mo funciona. ¡°Por ejemplo, aquellas autonom¨ªas en las que se han cerrado los centros de orientaci¨®n familiar [que empezaron a abrirse en 1985], se ha puesto ese acceso en atenci¨®n primaria, pero ni se ha establecido bien el circuito, ni se ha formado bien a los profesionales. En unas ya ha pasado, como Andaluc¨ªa, en otras se prev¨¦ que ocurra y algunos profesionales nos han trasladado que es algo que temen que ocurra¡±, ahonda.
En cualquier caso, tras esa revisi¨®n por todo el territorio, se concluye que ¡°aquellos circuitos que tienen puerta de entrada en Atenci¨®n Primaria y se sostienen ah¨ª funcionan mejor, porque evitan la derivaci¨®n a la atenci¨®n especializada [a los hospitales] y por lo tanto las listas de espera¡±. Hurtado pone un ejemplo claro: ¡°Imagina que quiero un DIU. Si tengo que esperar 10 meses a que me atienda Ginecolog¨ªa en un hospital, puede ser que me quede embarazada sin planificarlo¡±.
Tambi¨¦n, ha a?adido, ¡°funcionan mejor aquellos que dan m¨¢s peso a la matrona¡±, como ocurre en Arag¨®n ¡ªcon la matrona de los centros de salud¡ª o en Catalu?a ¡ªen esas unidades espec¨ªficas¡ª. Una figura que Carlota San Juli¨¢n, enfermera y sex¨®loga que ha acompa?ado a Hurtado en la presentaci¨®n del informe, recuerda que est¨¢ m¨¢s asociada ¡°al embarazo y al puerperio¡±, pero que es en realidad un ¡°perfil esencial¡± a lo largo de toda la vida sexual de las mujeres. Con un obst¨¢culo: ¡°Que hay zonas en las que es posible que no haya suficientes especialistas para la carga asistencial que eso supondr¨ªa¡±.
Hay margen de mejora para todas las comunidades y ¡°no hay una ¨²nica manera de hacerlo mal ni de hacerlo bien, porque no hay modelo malo, sino formas de gesti¨®n malas¡±, matiza Hurtado, aunque s¨ª hay cuestiones que todas deber¨ªan cumplir. Entre ellas ser accesibles para las mujeres en todo el territorio ¡ªde grandes ciudades a pueblos peque?os a cualquier hora del d¨ªa todos los d¨ªas¡ª; la formaci¨®n de los profesionales con perspectiva ¡°de g¨¦nero¡± pero tambi¨¦n con ¡°competencias culturales¡± para atender a mujeres migrantes, racializadas o a ¡°j¨®venes, sin juzgarlas¡±.
Tambi¨¦n buena informaci¨®n por parte de las instituciones, con campa?as de difusi¨®n y mejora de esa informaci¨®n en las webs y las aplicaciones sanitarias ¡°para que la ciudadan¨ªa sepa cu¨¢les son los servicios y d¨®nde tienen que ir¡±; para que ¡°la atenci¨®n no se d¨¦ al criterio de cada zona, o de cada profesional que atiende, o de su voluntad o de si han tenido o no formaci¨®n o capacitaci¨®n¡±; y, sobre todo, para que ¡°tener garantizado¡± este derecho ¡°no dependa de d¨®nde se resida¡±.
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