Los jesuitas de Catalu?a admiten 41 acusados de pederastia desde los a?os cuarenta: ¡°La cultura del silencio fue la dominante¡±
La Compa?¨ªa presenta una auditor¨ªa interna que revela 137 v¨ªctimas, aunque solo 14 de los agresores reconocidos son in¨¦ditos. La orden revisar¨¢ su sistema de indemnizaciones a las v¨ªctimas, pero niega el encubrimiento de los abusos
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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Los jesuitas de Catalu?a, tras m¨¢s de un a?o neg¨¢ndose a informar de los casos de pederastia que conocen, se han sentado este jueves ante los medios en Barcelona para informar sobre los resultados de su primer informe ante el esc¨¢ndalo, limitado a los casos en esta comunidad aut¨®noma: 41 agresores (27 jesuitas y 14 laicos) abusaron de 137 ni?os desde los a?os cuarenta en centros de la orden en Catalu?a. De estos acusados, solo 14 son casos no conocidos hasta ahora, al igual que 56 nuevas v¨ªctimas, seg¨²n la base de datos de EL PA?S, la ¨²nica que registra todos los casos que han visto la luz en Espa?a.
Seis de los casos no est¨¢n prescritos y la congregaci¨®n los ha trasladado a la Fiscal¨ªa, aunque no ha aportado m¨¢s detalles sobre ellos. A estos casos de abusos contra menores se suman tres acusados de agredir sexualmente a ocho adultos. En cuanto al sexo de los afectados, 64 son hombres y 76 mujeres, en los cinco casos restantes la orden no lo ha logrado identificar. ¡°Reconocemos que la instituci¨®n fall¨® y no supo proteger a las v¨ªctimas. La cultura del silencio fue la dominante y se puso delante la necesidad de protecci¨®n de la instituci¨®n. Pedimos disculpas y asumimos la responsabilidad moral¡±, ha dicho el delegado de la congregaci¨®n en Catalu?a, Pau Vidal.
No obstante, la Compa?¨ªa sigue alimentando el silencio y la opacidad. Se ha negado a publicar el informe completo y solo ha entregado a los medios un dosier de 13 p¨¢ginas. Adem¨¢s, niega que la orden encubriera los delitos: ¡°La investigaci¨®n no puede concluir que jur¨ªdicamente hubiera encubrimiento por parte de la Compa?¨ªa¡±. Solo admite que hubo ¡°una clara omisi¨®n del derecho de ayudar a las v¨ªctimas¡±. ¡°En este sentido, la Compa?¨ªa se compromete a llevar a cabo procesos internos de asunci¨®n de responsabilidades con las personas que no actuaron con diligencia por denunciar estos hechos tan graves¡±, se?ala en un comunicado, aunque no ha dado ninguna informaci¨®n de en qu¨¦ casos ha detectado estas negligencias, qui¨¦nes son los responsables y qu¨¦ medidas tomar¨¢.
Del mismo modo, la orden solo ha dado a conocer los nombres de 14 de los acusados y que de todas formas ya eran p¨²blicos, y sigue ocultando el de los otros 27, al igual que el lugar y las fechas de los abusos. Sobre el criterio seguido para dar unos nombres y otros no, la orden explic¨® en rueda de prensa que ha desvelado la identidad de los casos en que hay un proceso judicial o can¨®nico o en los que hay sospechas de que puede haber m¨¢s v¨ªctimas, aunque en realidad en todos puede haberlas. La Compa?¨ªa ha intentado justificar tambi¨¦n que de este modo pone en el centro ¡°a la v¨ªctima¡±. Entre los pederastas cuya identidad se ha dado a conocer, y que solo entre ellos acumulan 102 v¨ªctimas, los mayores depredadores son Llu¨ªs To (25 denuncias), Francesc Peris (22) y Emilio Benedetti (14). Son todos casos destapados e investigados por EL PA?S.
Al inicio de la rueda de prensa, la orden ha impedido entrar al acto a un grupo de v¨ªctimas, con el argumento de que era solo para periodistas. Este colectivo ha entregado octavillas en la puerta, ha criticado que la Compa?¨ªa haya elaborado un informe sin contar con ellas ¨Dsi bien han entrevistado a 25 para el trabajo¨D y la acusan de pedir perd¨®n de cara a la galer¨ªa.
Los nuevos datos aportados por los jesuitas son el resultado de la auditor¨ªa que encarg¨® hace un a?o al bufete RocaJunyent, a ra¨ªz de la publicaci¨®n de varios reportajes de EL PA?S que destapaban c¨®mo la congregaci¨®n envi¨® a Bolivia a varios religiosos acusados de abusos en Catalu?a en los a?os ochenta y noventa. El esc¨¢ndalo desencaden¨® una ola de nuevas denuncias, principalmente en los colegios de Casp y Sant Ignasi de Barcelona, a trav¨¦s de EL PA?S y otros medios, y la orden decidi¨® salir al paso con este informe interno. La auditor¨ªa constata, de hecho, que la mayor¨ªa de los casos de abusos tuvieron lugar en los colegios de Sant Ignasi (60), el de Casp (con 58) y el de Clot (con 15). El resto corresponde a v¨ªctimas de las otras cuatro escuelas de la Compa?¨ªa en Catalu?a o que sufrieron los abusos fuera de las aulas.
La orden ya present¨® en 2021 un informe sobre los casos en toda Espa?a, que admiti¨® 96 acusados. A la pregunta de cu¨¢ntos de los casos que aporta ahora la congregaci¨®n aparec¨ªan ya en su primer informe general, Vidal ha precisado que 20, aunque no ha matizado si todos ellos son agresores de menores o tambi¨¦n de adultos. En los ¨²ltimos cuatro a?os, este peri¨®dico ha entregado a la congregaci¨®n decenas de acusaciones contra 15 de sus religiosos en la provincia de Barcelona. Tambi¨¦n incorpor¨® los datos de otros tantos cuyos casos fueron p¨²blicos por sentencias u otros medios. Son 27 en total. Al final del texto se puede consultar la tabla con las iniciales de los acusados, las fechas y los lugares concretos.
La orden detall¨® que de los 14 agresores cuya identidad ha revelado, hay seis que est¨¢n vivos. No afrontar¨¢n un proceso judicial, por prescripci¨®n del delito, y los jesuitas han explicado que se someter¨¢n a una investigaci¨®n can¨®nica ¡ªa la que est¨¢ obligada por las nuevas normas del Papa¡ª que puede acabar con penas ¡°de restricci¨®n o privaci¨®n de movimientos¡± y la obligaci¨®n de recibir tratamiento psicol¨®gico. La Compa?¨ªa les retirar¨¢ todos los reconocimientos u honores que hayan recibido.
En su investigaci¨®n, el despacho no ha accedido a los archivos de la orden, por lo que ninguna instituci¨®n independiente ha revisado toda la informaci¨®n documental: investigaciones can¨®nicas, comunicaciones internas de la orden, certificados de los traslados de religiosos pederastas a otros pa¨ªses, posibles cartas de v¨ªctimas... La propia Compa?¨ªa ha sido la que le ha entregado al bufete las denuncias recibidas, documentaci¨®n e informes internos, documentaci¨®n de los casos denunciados judicialmente y en los tribunales can¨®nicos. El informe se?ala expresamente como una de las fuentes de informaci¨®n las noticias de EL PA?S y los cinco informes con recopilaci¨®n de testimonios que ha enviado este diario desde el inicio de su investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia cat¨®lica espa?ola en 2018. En total, el bufete ha analizado 49 expedientes.
El documento recoge un listado de compromisos por parte de los jesuitas. Entre ellos, trasladar a la Fiscal¨ªa aquellos casos que le lleguen a sus oficinas a partir de ahora, aunque est¨¦n prescritos. Otro de los compromisos es revisar el sistema de indemnizaciones ¡°para que el proceso sea m¨¢s ¨¢gil¡± y se puedan incorporar m¨¢s personas, un proceso que llevar¨¢ a cabo la Asociaci¨®n Betania. No han dado m¨¢s detalles sobre c¨®mo ser¨¢n los nuevos procesos.
Sobre este asunto, la Compa?¨ªa de Jes¨²s ha sido criticada por muchas de las v¨ªctimas que han acudido a sus puertas pidiendo justicia. Los jesuitas fueron de las primeras ¨®rdenes que emplearon los baremos que se utilizan en accidentes de tr¨¢fico para pagar indemnizaciones y establecieron una especie de tarifas, seg¨²n revel¨® EL PA?S: hasta 5.000 euros si la gravedad del abuso fue leve; 10.000 si fue media y hasta 15.000 si fue alta. Tambi¨¦n es habitual que las v¨ªctimas se vean forzadas a firmar cl¨¢usulas de confidencialidad, algo prohibido por el Papa, antes de recibir la reparaci¨®n. Una condici¨®n que en la actualidad sigue imponiendo la Compa?¨ªa, seg¨²n siguen denunciando los afectados.
En la presentaci¨®n del informe han participado miembros del bufete, como su presidente ejecutivo, Joan Roca, que ha descartado que los jesuitas hayan encubierto sistem¨¢ticamente los casos de abusos, a pesar de las pruebas publicadas por este diario. ¡°El encubrimiento requiere de mucha m¨¢s voluntad de no compartir informaci¨®n, pero aqu¨ª se han detectado compartimentos estancos y una jerarqu¨ªa que no permit¨ªa que la informaci¨®n saliera¡±, ha detallado el abogado.
Por su parte, la tambi¨¦n abogada del bufete Irma Rognoni ha reprochado que uno de los graves problemas que han perpetuado los abusos ha sido la ¡°cadena de silencios¡±, que se ha producido en varios niveles: empezando por las v¨ªctimas y sus compa?eros de clase, las familias (por verg¨¹enza), los otros profesores y educadores; y por la jerarqu¨ªa de los jesuitas. ¡°As¨ª, las victimas ven que se ha puesto en el centro a la instituci¨®n y no a ellas, y ello hace que el miedo se convierta en rabia¡±, ha rematado la tambi¨¦n mediadora. Pilar Polo, de la Fundaci¨®n Vicki Bernadet, que desde 2012 asesora a la Compa?¨ªa en los protocolos de prevenci¨®n de abusos, ha recordado que en su momento pidi¨® el compromiso de la instituci¨®n para cumplir los protocolos y hacer p¨²blicos los casos.
Ni una menci¨®n a sus casos en Bolivia
Los jesuitas han dejado muchos interrogantes sin resolver. Uno de ellos es el n¨²mero de casos que afecta a Bolivia, debido al traslado de agresores de Catalu?a en el momento en que se conoc¨ªa alguna denuncia. Vidal ha asegurado que, a pesar de que los pederastas son catalanes, solo se han querido centrar en las v¨ªctimas de esta comunidad. En este sentido, Joan Roca ha puesto en cuesti¨®n esta pr¨¢ctica y ha asegurado que ¡°el traslado inmediato no es la mejor soluci¨®n¡± porque si se env¨ªa al agresor a otro sitio, se contin¨²an perpetuando los abusos. La orden tampoco ha querido cifrar los jesuitas trasladados a Bolivia, y se ha limitado a responder que son dos, justamente los casos publicados por EL PA?S.
Uno de ellos, el del sacerdote Francesc Peris, desencaden¨® una ola de denuncias de nuevas v¨ªctimas, tanto en Bolivia como en Barcelona, cuando este diario lo public¨® hace un a?o. Hasta ese momento, la orden hab¨ªa subrayado en repetidas ocasiones que nunca tuvo conocimiento de nada. Pero acab¨® admitiendo que recibi¨® quejas contra Peris hasta 2005, a?o en el que lo apart¨® a una residencia. No obstante, no abri¨® ninguna investigaci¨®n. Tampoco lo hizo en 2021, cuando este peri¨®dico le comunic¨® que hab¨ªa acusaciones contra ¨¦l. En la actualidad, Peris vive en una comunidad de la congregaci¨®n fuera de Catalu?a.
No es el ¨²nico caso reciente en la que la Compa?¨ªa de Jes¨²s en Catalu?a miente sobre la gesti¨®n de sus casos. Hace un mes, este peri¨®dico public¨® unas cartas que demostraban que otro jesuita, Luis T¨®, condenado por la Audiencia de Barcelona en 1992 por abusar de una menor y enviado a Bolivia para evitar la opini¨®n p¨²blica, estuvo en contacto con menores durante toda su vida en el pa¨ªs latinoamericano. Lo supo la orden en Bolivia, en Espa?a y en Roma, pero no hizo nada. En 2018, cuando EL PA?S destap¨® el traslado de este pederasta a la capital boliviana, los jesuitas catalanes negaron que T¨®, fallecido en 2017, hubiera tenido luego contacto con menores. En ese momento, a ra¨ªz de las preguntas de este diario, hubo un intercambio de correos electr¨®nicos entre la congregaci¨®n en Bolivia y la catalana para coordinar una respuesta conjunta. Los jesuitas de Barcelona transmitieron a su oficina de Bolivia, por ejemplo, una pregunta: ¡°Seg¨²n tenemos el dato, en 1992 su primer destino fue vicario parroquial, ?hab¨ªa ah¨ª contacto con menores?¡±. Respuesta interna: ¡°Probablemente all¨ª pudo haber contacto con menores¡±. Pero los jesuitas en Espa?a lo negaron en sus respuestas a este peri¨®dico.
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