El m¨¦dico del hospital que entr¨® en la pandemia a la residencia de Alcoi demandada: ¡°Era una hecatombe¡±
Empieza el primer juicio civil del covid en Espa?a contra el centro DomusVi, en el que murieron 74 mayores, con los testimonios solicitados por los familiares demandantes
La sesi¨®n inicial del primer juicio civil en Espa?a sobre la gesti¨®n de una residencia de ancianos durante la pandemia estuvo marcada este lunes por el testimonio de un m¨¦dico. El que era jefe de la Unidad de Hospitalizaci¨®n Domiciliaria (UHD) del hospital Virgen de los Lirios de Alcoi, Manuel P¨¦rez, acudi¨® el 12 de marzo de 2020 a la residencia Domus Vi, de gesti¨®n privada y titularidad p¨²blica, en la que murieron 74 personas en la etapa m¨¢s mort¨ªfera del covid-19, y se encontr¨® con ¡°una hecatombe¡±. ¡°Fue mi impresi¨®n al ver gente desnuda, con los pa?ales rotos, por el suelo, pidiendo agua y diciendo, ¡®por favor s¨¢queme de aqu¨ª¡¯. Una hecatombe¡±, relat¨® el facultativo ya jubilado, que declar¨® el primero, en calidad de testigo de la parte demandante, 47 familiares de 18 residentes fallecidos en un centro de la ciudad alicantina que contaba con 140 plazas de residentes. Fue tal la impresi¨®n que, cuando sali¨® al coche y a pesar de su experiencia como m¨¦dico ¡°desde los a?os ochenta¡±, se le ¡°saltaron las l¨¢grimas de ver aquello¡±. A¨²n no se hab¨ªa decretado el Estado de Alarma el 14 de marzo.
¡°Caos organizativo¡±, ¡°falta de personal¡±, residentes que permanec¨ªan todos juntos, sin aislar, sin sectorizar a partir de los primeros s¨ªntomas como ¡°fiebre, tos, dolor de garganta, malestar¡±, resumi¨® el m¨¦dico, cuya versi¨®n en estos puntos fue refrendada posteriormente por los cinco extrabajadores de DomusVi, del grupo multinacional Quavitae SAU, que intervinieron como testigos. Entonces a¨²n no se hab¨ªan extendido las pruebas PRC. Todo era muy incierto y cund¨ªa el miedo. Pero en ese 12 de marzo ya exist¨ªan protocolos que al menos ¡°separaban a los asintom¨¢ticos de los sintom¨¢ticos¡±, asever¨® P¨¦rez. No aislar comporta mayor n¨²mero de contagios y, por tanto, de muertos. ¡°El abandono¡± y ¡°la desorganizaci¨®n¡± de la residencia Domus Vi de Alcoi no los vio ni vivi¨® en otras residencias en las que trabaj¨® a la saz¨®n, como DomusVi de Concent¨¤ina o la de Onil, indic¨®.
A preguntas de la abogada de los demandantes, que reclaman m¨¢s de dos millones de euros de responsabilidad civil, el m¨¦dico se?al¨® que cuando se comunic¨® con la directora de la residencia esta le coment¨® que ¡°estaba teletrabajando¡±. Tambi¨¦n critic¨® la actuaci¨®n de una doctora contratada por la empresa que practicaba la ¡°paramedicina¡±, al anular el tratamiento protocolizado e ¡°inyectar anest¨¦sicos en un m¨²sculo¡± a los enfermos. P¨¦rez reiter¨® que transmit¨ªa todos los d¨ªas la situaci¨®n de la residencia a su ¡°jefe¡±, el gerente del departamento de salud, y finalmente elev¨® una queja el 6 de abril a la consejer¨ªa de Sanidad. Pero no hubo una verdadera reacci¨®n hasta que trascendi¨® la situaci¨®n a los medios de comunicaci¨®n, agreg¨®. ¨¦l mismo denunci¨® en una entrevista en la cadena Ser Radio Alcoi. P¨¦rez, que detuvo en una ocasi¨®n su declaraci¨®n por la emoci¨®n, lament¨® tambi¨¦n la ¡°absoluta¡± falta de informaci¨®n que ten¨ªan los familiares del estado de los residentes.
La abogada de Quavitae SAU incidi¨® en tratar de contextualizar los problemas y las carencias que afectaban a buena parte de las residencias, y recordar que desde ¡°el 16 de marzo¡± la residencia, cuya gesti¨®n fue adjudicada por la Generalitat en 2002 por 45 a?os, estaba intervenida por la consejer¨ªa de Sanidad y, por tanto, estaba bajo su supervisi¨®n. Pregunt¨® a P¨¦rez si no le constaba que la doctora de la paramedicina se ¡°fuera en menos de 15 d¨ªas¡± y si el hospital de Alcoi no aceptaba derivaciones. A la primera cuesti¨®n respondi¨® negativamente y en la segunda asegur¨® haber remitido ¡°tres pacientes sin problema¡±.
Tambi¨¦n fue llamativo el testimonio de una auxiliar, gerocultora, tambi¨¦n solicitada por la parte demandante como el resto de testigos de la primera jornada del juicio. Asegur¨® no haber recibido instrucciones y realizar funciones que no les correspond¨ªan, como la medicaci¨®n a los residentes que preparaban los enfermeros. Reproch¨® que no se dejara a los residentes con movilidad levantarse de la cama por las barreras ni para ir al lavabo, lo que les pon¨ªa m¨¢s nerviosos, sobre todo, a los que padec¨ªan demencia senil. Le marc¨® cuando entr¨® a trabajar y se encontr¨® a las ocho de la ma?ana con una se?ora muerta, ¡°completamente fr¨ªa¡±. Llam¨® al tel¨¦fono de contacto con la direcci¨®n y cuando volvi¨® a la habitaci¨®n a las 17.30 todav¨ªa segu¨ªa all¨ª, igual, con el mismo rictus de haber sufrido, con los ojos abiertos y su rostro sin tapar. Con los nervios, se le olvid¨® por la ma?ana hacerlo a ella, admiti¨® de manera entrecortada antes de romper a llorar.
Los cuatro auxiliares m¨¢s que declararon abundaron en los mismos problemas, y con mayor hincapi¨¦ y con reiteraci¨®n, en la falta de personal, ya denunciada por los familiares antes de la pandemia. La abogada de la empresa inquiri¨® a una de ellas, que hab¨ªa sido muy incisiva, si le constaba que la residencia cumpl¨ªa con el ratio de profesionales en relaci¨®n con los residentes establecido por la Generalitat. Respondi¨® que s¨ª, pero que el problema radica en que las evaluaciones no se actualizan y las personas mayores cada vez necesitan m¨¢s cuidados y, por tanto, m¨¢s profesionales.
Un gerocultor, con casi 10 a?os de experiencia en la residencia, calific¨® de ¡°nefasta¡± la gesti¨®n y ¡°terrible¡± el primer mes de pandemia, hasta que la consejer¨ªa ¡°entr¨® con gente¡±. La letrada de la parte demandada fue especialmente dura con este testimonio que pidi¨® invalidar al poder albergar animadversi¨®n hacia la empresa que lo despidi¨®, tras haber sido amonestado y apercibido por varios motivos, acusaciones que ¨¦l neg¨®. El juez decidi¨® escuchar a la otra parte y tomar una decisi¨®n sobre este testimonio m¨¢s adelante.
Al inicio de la sesi¨®n, la parte demandada present¨® un recurso para que la vista se celebrase a puerta cerrada por el derecho a la intimidad y la protecci¨®n de datos personales. La parte demandante se neg¨®, atribuy¨® la petici¨®n a un intento de evitar manchar la reputaci¨®n de la empresa e invoc¨® el derecho de los familiares a saber lo que pas¨®. El juez decidi¨® que prevalec¨ªa el derecho a la informaci¨®n y subray¨® que se hab¨ªan tomado medidas para proteger la intimidad de los participantes en el juicio, como prohibir las grabaciones.
Antes de la vista, que continuar¨¢ hasta el 10 de octubre, los familiares reiteraron su derecho a ¡°encontrar respuestas¡± para que no se vuelva a repetir la tragedia. ¡°Despu¨¦s de m¨¢s de cuatro a?os, nos toca escuchar porque queremos que durante estos d¨ªas salgan a la luz las circunstancias para que se llegara a semejante tragedia¡±, resumi¨® Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Cant¨®, presidente de la Asociaci¨®n de Familiares Afectados en las Residencias DomusVii de Alcoi y Cocentaina.
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