El cirujano franc¨¦s acusado de 299 violaciones ser¨¢ juzgado en 2025
El m¨¦dico anot¨® en varias libretas todos los detalles de las agresiones a las v¨ªctimas, cuya edad media era de 11 a?os y casi siempre se encontraban sedadas o inconscientes
El cirujano Jo?l Le Schournec era tan meticuloso operando como anotando una a una en sus libretas las violaciones a menores que comet¨ªa en la misma sala donde trabajaba. Gracias a toda esa documentaci¨®n que ¨¦l mismo almacen¨®, pudo descubrirse que entre 1989 y 2014 abus¨® impunemente de 299 pacientes en diferentes hospitales donde trabajaba. Seg¨²n relat¨® esta semana el fiscal encargado del caso, la edad media de las v¨ªctimas, 158 varones y 141 de sexo femenino, era de 11 a?os. Solo 14 ten¨ªan m¨¢s de 20, y 256 eran en ese momento menores de 15. Se trata del mayor depredador de menores conocido en Francia y un caso ¡ªse juzgar¨¢ a partir de 2025¡ª que a?ade estupor a una sociedad conmocionada por el proceso de Gis¨¨le Pelicot, v¨ªctima de un centenar de hombres con los que su marido contactaba por Internet ofreciendo violarla mientras se encontraba sedada.
El acusado se enfrenta a una pena de 20 a?os de reclusi¨®n, que se sumar¨ªan a los 15 por los que ya fue acusado en 2020 por la violaci¨®n de la hija de unos vecinos. Fue durante esta investigaci¨®n cuando los agentes entraron en el domicilio del cirujano y encontraron en unos cuadernos en los que iba anotando de forma cronol¨®gica la identidad de sus v¨ªctimas y los abusos cometidos sobre cada una de ellas. Gracias a los ¡°dibujos y notas en la computadora¡± y otros relatos manuscritos incautados en la casa de Jo?l Le Scouarnec, los investigadores pudieron identificar a las v¨ªctimas.
Durante m¨¢s de 25 a?os, en sus diarios ¨ªntimos, el m¨¦dico enumer¨® cronol¨®gicamente y nombr¨® a sus v¨ªctimas, narrando en sus escritos las agresiones sexuales y violaciones que cometi¨® o intent¨® cometer en varios hospitales donde ejerci¨®. ¡°Estos escritos transcrib¨ªan numerosos actos de tocamientos y penetraciones sexuales cometidos casi a diario, durante consultas pre o postoperatorias o durante intervenciones en el quir¨®fano, a veces presentados como actos m¨¦dicos o ex¨¢menes cl¨ªnicos, especialmente cuando se realizaban en presencia de terceros: ya fuera personal m¨¦dico o los padres del paciente¡±, se?al¨® el juez en su auto, seg¨²n public¨® Le Monde.
El escrito definitivo del fiscal destacaba el sentimiento de ¡°omnipotencia¡± del m¨¦dico especialista en cirug¨ªa digestiva y visceral, se?alado por los informes periciales, as¨ª como su necesidad de ¡°transgredir de manera constante, de forma calculada, coqueteando con el peligro¡±, especialmente ¡°durante la comisi¨®n de ciertos actos en el hospital¡±.
El caso recuerda en algunos aspectos al de Gis¨¨le Pelicot. Primero por su extraordinaria magnitud y el citado sentimiento de impunidad del agresor. Pero tambi¨¦n por el estado en el que se encontraban las v¨ªctimas y c¨®mo tuvieron que descubrir lo que hab¨ªa sucedido. Muchas v¨ªctimas, en estado de anestesia, en proceso de despertar o sedadas, no fueron conscientes de los hechos cometidos sin su conocimiento hasta ser contactadas por los investigadores. ¡°Algunas [de las v¨ªctimas] recordaron los hechos descritos; sin embargo, en la mayor¨ªa de los casos, no fue as¨ª. A menudo, mencionaron recordar tales gestos, aunque los hab¨ªan interpretado como actos m¨¦dicos¡±, relat¨® en su escrito el juez de instrucci¨®n.
Muchas de las v¨ªctimas descubrieron que las hab¨ªan violado cuando fueron citadas a comisaria para declarar, tal y como le sucedi¨® a Gis¨¨le Pelicot con los cr¨ªmenes cometidos por su marido. Del mismo modo, el proceso a este cirujano reabre el debate sobre c¨®mo pueden pasar inadvertidas este tipo de agresiones, especialmente habiendo ocurrido en instalaciones m¨¦dicas o habiendo sido las v¨ªctimas controladas por alg¨²n tipo de m¨¦dico tras las agresiones.
En los diferentes interrogatorios a los que fue sometido Le Schournec durante los cuatro a?os de instrucci¨®n, el acusado reconoci¨® buena parte de los hechos, as¨ª como su modus operandi y las estrategias para evitar ser sorprendido. El cirujano admiti¨® haber sido ¡°completamente invadido, durante 30 a?os de su vida, por la pedofilia¡±, como se?ala el juez de instrucci¨®n, y se jact¨® de haber tratado de acumular el mayor n¨²mero posible de v¨ªctimas. Siempre mencion¨® gestos ¡°furtivos¡± o ¡°fugaces¡±, realizados fuera de la vista de terceros, aprovechando, por ejemplo, que la enfermera hab¨ªa desviado la mirada o que los padres hab¨ªan salido de la habitaci¨®n. Tambi¨¦n indic¨® que a menudo actuaba bajo un falso pretexto m¨¦dico para no alertar al joven paciente.
El acusado, al que Kellenberger describi¨® como un individuo con ¡°una personalidad at¨ªpica¡±, ya fue denunciado por sospechas en 2006, pero los diferentes servicios hospitalarios no tomaron ninguna medida, lo que ha llevado al fiscal a abrir una investigaci¨®n criminal paralela por posible ocultaci¨®n de delitos.
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