La Iglesia abre un canal al margen del Estado para centralizar las reparaciones a las v¨ªctimas de pederastia
Los obispos, tras negarse a cooperar con las instituciones como propone el Defensor del Pueblo, publican un formulario para que los afectados soliciten indemnizaciones. Una comisi¨®n eclesial estudiar¨¢ cada caso
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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La Iglesia espa?ola ha abierto un canal para centralizar y gestionar las solicitudes de las v¨ªctimas de pederastia que deseen solicitar una reparaci¨®n ¡°en los casos en que dichos abusos ya est¨¢n prescritos civil o can¨®nicamente o ha fallecido el victimario¡±. La Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) y la Conferencia Espa?ola de Religiosos (Confer) han redactado un formulario para que los afectados pueden enviar su denuncia a la Comisi¨®n Asesora, un grupo de trabajo creado por los obispos que estudiar¨¢ cada caso y establecer¨¢ una reparaci¨®n. Los obispados y las congregaciones tambi¨¦n tienen disponible este formulario para remit¨ªrselo a las v¨ªctimas que conozcan o enviarlo ellos a la comisi¨®n si los afectados le dan permiso. El documento se podr¨¢ mandar por correo electr¨®nico y postal.
Este es el paso real que da la Iglesia sobre el pago de reparaciones tras a?os neg¨¢ndose a abordar el tema. Pese a la importancia de la noticia, los obispos no lo han dado a conocer p¨²blicamente, ni siquiera han publicado una nota de prensa. El documento lo colgaron a finales de noviembre en la plataforma eclesial Para dar luz, donde la CEE divulga informaci¨®n sobre su gesti¨®n en la protecci¨®n de menores, y solo se ha conocido cuando algunas v¨ªctimas han recibido un correo electr¨®nico de la instituci¨®n el pasado diciembre para informarle de la existencia del procedimiento, bautizado por como Plan de Reparaci¨®n Integral de V¨ªctimas de Abusos (Priva).
La puesta en marcha de este plan es una etapa m¨¢s en el proceso emprendido por la Iglesia y el Estado para afrontar el esc¨¢ndalo de la pederastia. El Defensor del Pueblo present¨® en noviembre en el Congreso el informe sobre abusos sexuales en el ¨¢mbito religioso que dos a?os antes le encargaron por mayor¨ªa los diputados y cuyo contenido se conoce desde hace un a?o. ?ngel Gabilondo, titular de la entidad, reclam¨® durante su intervenci¨®n que la jerarqu¨ªa eclesial y el Estado ¡°colaboren juntos¡± para indemnizar a las v¨ªctimas. Gabilondo propone la creaci¨®n de un fondo estatal en el que participe la Iglesia y que un organismo independiente gestione las reparaciones. Pero los obispos se niegan a cooperar y definen este modelo mixto como un ¡°ataque¡±. El Gobierno aprob¨® en abril un plan que incorporaba esta propuesta del Defensor, intent¨® contactar con los obispos para que participasen en el fondo y estos le dieron la espalda. Hasta el momento, el ¨²nico paso que se ha dado dentro del Congreso de los Diputados ha sido un acuerdo entre el PSOE y Sumar para aprobar una subcomisi¨®n para estudiar los casos de abusos y abordar el pago de las indemnizaciones.
En el plan de la Iglesia, una vez que la comisi¨®n reciba el formulario, esta lo reenviar¨¢ a la di¨®cesis u orden correspondiente a la que pertenezca el agresor, para informarle de la denuncia y solicitarle ¡°informes¡± sobre el caso. Los obispos no explican qu¨¦ contendr¨¢ esa documentaci¨®n (si, por ejemplo, son archivos internos de la di¨®cesis sobre el acusado, interrogatorios a testigos, investigaciones can¨®nicas¡). ¡°Cuando la Comisi¨®n Asesora reciba tanto la solicitud como los informes de la entidad o entidades en las que declar¨® su caso, comenzar¨¢ su tarea: estudiar la documentaci¨®n recibida, concederle en el momento oportuno un tr¨¢mite de audiencia, subsanaci¨®n o mejora de dicha documentaci¨®n; y elaborar una propuesta o dictamen de reparaci¨®n integral. Dicho dictamen se le har¨¢ llegar a la entidad eclesial responsable, que ser¨¢ quien le comunique el contenido¡±, se lee en la web de los obispos. El trabajo de la comisi¨®n tiene un plazo m¨¢ximo previsto de tres meses y el afectado tendr¨¢ ¡°una interlocuci¨®n abierta¡± con dicho organismo.
La CEE se niega a informar de los baremos que seguir¨¢ para las reparaciones, solo ha matizado que el plan prev¨¦ una ¡°compensaci¨®n dineraria¡± para quien la solicite, adem¨¢s de un pago en ¡°especie (tratamientos m¨¦dicos o psicol¨®gicos), acompa?amiento espiritual, medidas simb¨®licas, reconocimiento institucional y procesos de justicia restaurativa¡±. La media econ¨®mica en los pa¨ªses europeos que ya han indemnizado a v¨ªctimas de abusos clericales es de unos 35.000 euros, pero en pa¨ªses como EE. UU. han superado los 600.000. La Iglesia espa?ola ha pagado de media unos 10.000 euros en procesos internos por afectado y, en pocos casos, la suma ha alcanzado los 50.000. El papa Francisco, sobre este asunto, ha advertido que esta cantidad (de 50.000 euros) es insuficiente.
Los obispos espa?oles han subrayado que la multa la tendr¨¢ que abonar el acusado y si este no puede o ha fallecido, la di¨®cesis o congregaci¨®n a la que pertenece. Tampoco han avanzado c¨®mo financiar¨¢ la posible factura millonaria, aunque s¨ª han avisado que ninguna v¨ªctima se quedar¨¢ sin ser reparada. ¡°Quien quiera una reparaci¨®n econ¨®mica, la tendr¨¢¡±, dijo el secretario general de los prelados espa?oles, C¨¦sar Garc¨ªa Mag¨¢n, durante la ¨²ltima reuni¨®n plenaria en noviembre del episcopado. Este peri¨®dico contabiliza en su base de datos 1.535 acusados de pederastia clerical y 2.818 v¨ªctimas.
El Priva no garantiza que los solicitantes reciban una indemnizaci¨®n, ya que ser¨¢ la di¨®cesis y las ¨®rdenes religiosas las que decidir¨¢n si cumplir la propuesta de la comisi¨®n o no. Por otro lado, este organismo de arbitraje no es independiente, puesto que los miembros han sido elegidos por los obispos y entre ellos figuran dos representantes de la jerarqu¨ªa eclesial. La creaci¨®n del Priva tampoco cont¨® con el visto bueno de las organizaciones de v¨ªctimas, a pesar de que el presidente de la CEE, el arzobispo Luis Arg¨¹ello, se comprometi¨® con ellas a mantener reuniones para abordar el asunto. Arg¨¹ello falt¨® a su promesa y obvi¨® informar a los afectados el camino que seguir¨ªa la Iglesia para repararles.
Una barrera frente a la compensaci¨®n econ¨®mica
Para la mayor¨ªa de las v¨ªctimas que ya han denunciado su caso ante la Iglesia, este plan supone una barrera que demorar¨¢ m¨¢s la espera para recibir una compensaci¨®n econ¨®mica. Y es que decenas de afectados ya estaban en medio de un proceso de reparaci¨®n gestionado unilateralmente por cada di¨®cesis y orden religiosa que, ante la inoperatividad de la CEE y la Confer, decidieron hace seis a?os poner en marcha sus propios modelos para indemnizar. Algunas de ellas han le¨ªdo con sorpresa, tras meses de gestiones con la instituci¨®n correspondiente, la comunicaci¨®n de que ahora la reparaci¨®n que recibir¨¢n la tendr¨¢ que validar la Comisi¨®n Asesora.
Hasta ahora, los procesos ejecutados por la Iglesia han sido un velo de hormig¨®n entre los afectados y su derecho a una justicia restaurativa. EL PA?S ha seguido en el ¨²ltimo a?o las solicitudes de reparaci¨®n de 115 v¨ªctimas y los resultados son reveladores: 110 desmienten que la instituci¨®n eclesial est¨¦ acogi¨¦ndolas y repar¨¢ndolas y solo cinco de ellas admiten estar satisfechas con la atenci¨®n recibida. En la mayor¨ªa de los casos (77), la instituci¨®n no hizo nada despu¨¦s de recibir la denuncia.
En el resto, los obispados abrieron un proceso de escucha en el que, salvo en contados casos, a¨²n no ha pagado una indemnizaci¨®n. Una treintena de estas v¨ªctimas relata que, a pesar de acudir a los canales de atenci¨®n de la Iglesia, dejaron de recibir respuesta de los responsables a sus solicitudes. De ellas, a una quincena ni siquiera se le contest¨® su primer mensaje. Algunos de esos correos (seis) iban dirigidos a un canal que dos a?os habilit¨® la Conferencia Episcopal para gestionar las denuncias. Los afectados recibieron un mensaje autom¨¢tico y despu¨¦s, dicen, no supieron nada m¨¢s. Para extraer estos datos, este peri¨®dico no solo ha recopilado los testimonios de estas v¨ªctimas, sino que ha tenido acceso a decenas de mails, documentos oficiales y grabaciones de conversaciones que los afectados han mantenido con las oficinas de atenci¨®n al menor de la Iglesia.
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