Ram¨®n Bataller, hepat¨®logo: ¡°La combinaci¨®n de alcohol y coca¨ªna es explosiva. Y muchos j¨®venes lo est¨¢n pagando¡±
El investigador, experto de referencia mundial de los da?os que la bebida causa en el h¨ªgado, alerta de la escasa percepci¨®n de riesgo que existe sobre un consumo asociado a casos de muerte s¨²bita
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Ram¨®n Bataller (Valencia, 59 a?os), hepat¨®logo de talla mundial, ha sido responsable de esta especialidad en hospitales como el de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) y, ahora, en el Cl¨ªnic de Barcelona. Ha investigado durante tres d¨¦cadas los devastadores efectos que el abuso de un t¨®xico como el alcohol produce en el h¨ªgado y confiesa que, a estas alturas de su carrera, pocas cosas le sorprenden al atender nuevos pacientes. La excepci¨®n se produjo recientemente. En pocas horas, estudi¨® los casos de dos personas en la treintena ¡ªy no eran los primeros¡ª con cirrosis hep¨¢tica vinculada con el consumo de alcohol y cardiopat¨ªas compatibles con el uso conjunto con coca¨ªna. Apasionado de la comunicaci¨®n, Bataller es un usuario activo de las redes sociales y no dud¨® en compartir su preocupaci¨®n por estos casos. ¡°He visto a varios pacientes j¨®venes con enfermedad hep¨¢tica relacionada con el alcohol y consumo de coca¨ªna concomitante. Dos consecuencias devastadoras: forma casi letal de hepatitis [...] y coexistencia de miocardiopat¨ªa. Asusta ver la desmedida prevalencia del consumo de coca¨ªna entre los j¨®venes¡±, escribi¨® en X quien tambi¨¦n es director del Registro de Enfermedad Hep¨¢tica por Alcohol de la Asociaci¨®n Espa?ola para el Estudio del H¨ªgado (REHALC-AEEH). Junto al mensaje public¨® un gr¨¢fico que sit¨²a a Espa?a en segundo lugar ¡ªtras Reino Unido y por delante de Estados Unidos¡ª en la lista de pa¨ªses con mayor consumo de esta sustancia ilegal entre las personas de 15 a 34 a?os.
Pregunta. ?Qu¨¦ le llev¨® a escribir ese mensaje?
Respuesta. El alcohol y la coca¨ªna son dos t¨®xicos que conocemos bien. Pero sabemos menos del efecto conjunto de ambas sustancias en el organismo. Estamos viendo pacientes con patolog¨ªas graves del h¨ªgado a pesar de su juventud y que, adem¨¢s, tambi¨¦n sufren miocardiopat¨ªas. Es infrecuente que una misma persona presente ambos cuadros a la vez y, al atenderles, debemos descartar el consumo de varios t¨®xicos a la vez. Mi experiencia cl¨ªnica es que la combinaci¨®n de alcohol y coca¨ªna es explosiva. Y que hay muchos j¨®venes que lo est¨¢n pagando.
P. ?Qu¨¦ es lo que la hace tan peligrosa?
R. En primer lugar, los patrones de consumo. Una te puede llevar a consumir la otra y a hacerlo en mayores cantidades. La coca¨ªna est¨¢ muy asociada a la noche ¡ªaunque no solo¡ª y a una forma de ocio en la que tambi¨¦n est¨¢ presente el alcohol. El alcohol desinhibe y mucha gente que no consume coca¨ªna, si ha bebido y est¨¢ de fiesta en un ambiente en el que la sustancia est¨¢ normalizada, puede probarla por primera vez. La coca¨ªna es un estimulante muy potente, as¨ª que una vez que la has tomado puedes seguir m¨¢s horas de fiesta, sentirte m¨¢s euf¨®rico... y acabar bebiendo m¨¢s. Y as¨ª, una por la otra, acabar teniendo un consumo importante de las dos.
P. ?Y esto c¨®mo afecta al organismo?
R. De forma muy negativa, aunque no del todo conocida. Conocemos muy bien los efectos negativos del alcohol, que cada a?o causa 15.000 muertes solo en Espa?a. Tambi¨¦n los de la coca¨ªna. Pero sabemos menos del efecto combinado de ambos t¨®xicos. En parte es culpa de la forma de investigar que tenemos. La medicina siempre trata de aislar las causas de las enfermedades para precisar los efectos que provocan. As¨ª que tenemos much¨ªsima evidencia de las consecuencias del consumo de cada una de las dos sustancias por separado, pero muy poca de las dos juntas.
P. ?Y qu¨¦ ven en la pr¨¢ctica cl¨ªnica?
R. Tradicionalmente, en Espa?a hemos visto una prevalencia elevada de pacientes hep¨¢ticos en edades avanzadas. Algunos datos indican que el consumo global de alcohol est¨¢ descendiendo, pero algunas personas presentan patrones de consumo muy elevado que les llevan a desarrollar patolog¨ªas graves como cirrosis o hepatitis asociada al alcohol cuando a¨²n son j¨®venes. Tampoco era frecuente que estos pacientes hep¨¢ticos presentaran simult¨¢neamente una cardiopat¨ªa, no eran enfermos que te llegaran. Es excepcional ver a un paciente con ambos cuadros y lo es a¨²n m¨¢s en edades j¨®venes. Y recientemente vi dos en un mismo d¨ªa. Esto puede explicar que las cosas est¨¢n cambiando.
P. ?A qu¨¦ se refiere?
R. Hay muertes s¨²bitas de personas j¨®venes sin una explicaci¨®n clara en las que no es descabellado pensar en algunos casos en el consumo continuado de ambas sustancias. Hay algunos estudios de autopsias de personas que han fallecido repentinamente que apoyan esta idea. Pero en muchos casos de muerte s¨²bita no es posible estudiar todas las sustancias, y es posible que exista un infradiagn¨®stico, impidiendo que aflore la magnitud real del problema.
P. Pero, ?qu¨¦ da?os pueden producir en el organismo las dos juntas?
R. Los da?os se acumulan y multiplican. La coca¨ªna produce isquemia, lo que significa que la sangre no llega a los tejidos en la cantidad que deber¨ªa llegar. Y si no llega la sangre, las c¨¦lulas reciben menos ox¨ªgeno y sufren. Podr¨ªas pensar que esto se ve compensado por el efecto vasodilatador del alcohol. Pero el consumo continuado de alcohol castiga a los tejidos, provoca un efecto oxidativo que los da?a y hace m¨¢s d¨¦biles. Esto es especialmente peligroso para el coraz¨®n y el sistema cardiovascular. En Pittsburgh visit¨¦ varios pacientes j¨®venes que ingresaron en la UCI por problemas cardiacos s¨²bitos graves. Si hac¨ªamos el test de orina, muchas veces detect¨¢bamos coca¨ªna, pero esto es algo que no siempre se hace. Y no es f¨¢cil que una persona que ha consumido drogas ilegales lo admita en una consulta m¨¦dica. Por eso pienso que muchos casos pueden pasar desapercibidos.
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P. Usted ha trabajado muchos a?os en puestos de responsabilidad en Estados Unidos y hace dos regres¨® a Espa?a. ?Le ha sorprendido algo?
R. Algunas cosas. Una de ellas es el consumo de coca¨ªna, lo normalizado que est¨¢. Es algo que incluso yo, que no suelo moverme en determinados ambientes, he podido ver. Y eso que ven¨ªa de Estados Unidos, que tambi¨¦n es un gran consumidor, aunque en esto siempre tenemos que recurrir a fuentes indirectas, como la presencia de droga en aguas residuales. Hay varios trabajos que sit¨²an a Barcelona entre las ciudades donde m¨¢s se consume. Y no veo que se hable mucho de ello, no parece haber mucha alarma ni conocimiento entre los j¨®venes de los peligros sobre su salud... Me resulta chocante. Lo del consumo de alcohol me lo pod¨ªa esperar m¨¢s...
P. ?El qu¨¦ del consumo de alcohol?
R. Qu¨¦ es algo tan arraigado que ni siquiera damos importancia a cosas como que la mitad de los adolescentes de 15 a 18 a?os haya bebido alcohol en el ¨²ltimo mes cuando es algo que no pueden comprar y, por tanto, no deja de ser un consumo al margen de la ley. En Estados Unidos, que no es un buen ejemplo de muchas cosas relacionadas con la salud, hacen controles rutinarios para impedir el acceso del alcohol a los menores y el adulto que se lo facilite se enfrenta a penas duras. En nuestro pa¨ªs no es com¨²n que un joven tenga que mostrar el DNI para consumir alcohol. Y, a pesar a ello, all¨ª hemos detectado fen¨®menos preocupantes que tenemos que intentar que no lleguen aqu¨ª.
P. ?Como cu¨¢l?
R. Acabamos de publicar en JAMA, una de las revistas m¨¦dicas de referencia mundial, que la incidencia de hepatitis y cirrosis asociadas al alcohol en mujeres j¨®venes se ha multiplicado en el mundo anglosaj¨®n. Aqu¨ª no ha ocurrido todav¨ªa, pero si miramos los datos de consumo vemos que las ni?as ya beben m¨¢s que los ni?os. El 55% de las adolescentes de 15 a 18 a?os ha bebido en el ¨²ltimo mes, mientras en ni?os el porcentaje es del 50%. Y ya sabemos que si aumenta el factor de riesgo, acaba aumentando la enfermedad. Lo hemos visto con el tabaco y el c¨¢ncer de pulm¨®n. El Ministerio de Sanidad est¨¢ preparando una ley de alcohol en el menor y es un paso en la direcci¨®n correcta.
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