El confinamiento le sienta bien al reciclaje

Que una barbacoa espa?ola sea m¨¢s recordada que un asado argentino ¨Csofisticado y t¨¦cnico, ceremonioso¨C solo puede ocurrir por una gesti¨®n impoluta de la bebida. La manera m¨¢s eficiente y simb¨®lica de enfriar la cerveza o los refrescos pasa por poner las latas o botellas en un barre?o con mucho hielo. El m¨¦todo FIFO (First In, First Out o lo primero que entra, lo primero que sale) se encarga de lo dem¨¢s. Dif¨ªcil de aplicar durante toda la noche a menos que el gestor de las bebidas opere casi como un matem¨¢tico, lo m¨¢s eficaz es agarrar la lata o botella del fondo del cubo.

Esto no es todo. Tan diferenciador en una barbacoa de 2020 es la temperatura de la cerveza como la gesti¨®n adecuada de los residuos que se generan. Como m¨ªnimo son tres si se atiende a las bebidas: los propios envases (latas o botellas), los separadores de cart¨®n o anillas de pl¨¢stico y las bolsas de hielo. Pero pueden ser muchos m¨¢s en general: las bandejas de corcho blanco, el papel de envolver las sardinas¡­ Con tanta basura a la vista, no conviene malograr en una noche de celebraci¨®n los buenos h¨¢bitos iniciados en el confinamiento: 2,5 millones de ciudadanos han empezado a separar residuos que antes no reciclaban en los meses de encierro, seg¨²n el estudio La sostenibilidad, el compromiso medioambiental y el reciclaje tras la COVID-19, realizado por Focus para Ecoembes. A un buen gestor de bebidas del siglo XXI se le exige que la cerveza est¨¦ helada y un cuidado especial a la hora de separar.

El envase importa. Las latas de bebidas, fabricadas de acero o aluminio, tienen mayor conductividad que el vidrio y por consiguiente se enfr¨ªan antes, algo vital en una barbacoa. Los fabricantes de estos envases de metal idearon en los ochenta un sistema para que la anilla permaneciera sujeta a la lata y no se extraviara y se asegurara su reciclaje. Precisamente este tipo de residuos, los que van al contenedor amarillo, son los que han elegido m¨¢s ciudadanos para iniciarse en el h¨¢bito de separar desechos en el confinamiento. El estudio de Ecoembes, realizado a mayores de 16 a?os el pasado mayo y publicado este mi¨¦rcoles, concluye que el 45,4% de los encuestados recicl¨® por primera vez envases, briks, pl¨¢sticos, latas... en los meses pasados. El 28,6% comenz¨® a separar los residuos de papel y cart¨®n, los del contenedor azul.

Qu¨¦ hacer con las chapas de las botellas

Hay quien prefiere comprar la bebida en vidrio, como si eso garantizara el ¨¦xito del plan por s¨ª solo. A la hora de deshacerse de estos envases, los cascos se depositan en el contenedor verde pero las chapas han de ir al amarillo y los separadores de cart¨®n, al azul.

De todos los ciudadanos que no reciclaban hasta que se decret¨® el estado de alarma, en lo que se refiere a la franja de edad, los j¨®venes entre 16 y 35 a?os son el segmento de la poblaci¨®n que m¨¢s se ha iniciado en esta buena pr¨¢ctica (un 20,7%). Analizada la la poblaci¨®n por la composici¨®n de su hogar, las familias de cuatro o m¨¢s miembros y con ni?os son los que m¨¢s han comenzado a reciclar (un 18,6%).

Sal, agua y hielo

Una mala planificaci¨®n en la gesti¨®n de las bebidas puede hacer que el anfitri¨®n recurra al viejo truco de sumergir las latas en agua con hielo y sal. Funcionar, funciona. Por una reacci¨®n endot¨¦rmica, que absorbe energ¨ªa, la disoluci¨®n de sal y agua extrae el calor de la lata. El fr¨ªo del hielo pasar¨¢ con mayor rapidez al recipiente. Pero cuidado, en estas distendidas reuniones de amigos se suele beber el l¨ªquido directamente del envase. Las latas, envases met¨¢licos, se han de depositar en uno de los 390.611 contenedores amarillos existentes. Despu¨¦s de haber estado sumergidas en esa soluci¨®n salina, las cervezas tendr¨¢n un sabor salado muy desagradable. De la misma manera que un buen parrillero no cocina todo a fuego fuerte, un gestor de bebidas no recurre a ning¨²n atajo.