Nuevo rev¨¦s judicial para la cruzada de las discogr¨¢ficas contra las descargas de m¨²sica
Un juez canadiense compara la actividad de programas como Kazaa con la fotocopiadora de una biblioteca
El Tribunal Federal de Canad¨¢ deneg¨®, ayer mi¨¦rcoles, la petici¨®n realizada por la industria discogr¨¢fica canadiense para que los proveedores de Internet identifiquen a los internautas que supuestamente compartieron m¨²sica a trav¨¦s de sus redes. La decisi¨®n vuelve a dar un duro rev¨¦s a la las compa?¨ªas de discos, que contin¨²an empe?adas en hacerse con los nombres de los usuarios a los que responsabilizan de la ca¨ªda de la venta de discos.
El juez Konrad von Finckenstein asegura en su resoluci¨®n que la Asociaci¨®n de la Industria Discogr¨¢fica Canadiense no hab¨ªa demostrado que las 29 personas que compartieron m¨²sica en Internet hab¨ªan violado la ley de derechos de autor.
El juez compar¨® la actividad de programas como el popular Kazaa como una fotocopiadora en una biblioteca.
"No puedo ver la diferencia real entre una biblioteca que coloca una fotocopiadora en una habitaci¨®n llena de material protegido y un usuario inform¨¢tico que coloca una copia personal en un directorio compartido vinculado a un servicio P2P", indic¨® el magistrado.
Las discogr¨¢ficas argumentan su petici¨®n de los nombres de los usuarios a los proveedores de Internet, en que es esencial para combatir la pirater¨ªa de m¨²sica.
Hace un par de d¨ªas las universidades de Harvard y Carolina del Norte han hecho p¨²blico un pol¨¦mico estudio en el que aseguran que las descargas de m¨²sica en Internet no influyen en las ventas de discos.
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