El hurac¨¢n Katrina y la burbuja de las puntocom

Nunca ha habido m¨¢s informaci¨®n. Y ese es exactamente el problema. Demasiada informaci¨®n publicada con rapidez es tan perjudicial como lo contrario.

El hurac¨¢n Katrina ha dejado al descubierto un problema serio y persistente de desinformaci¨®n. Se inform¨® extensamente sobre la muerte de 10.000 personas, cuando la cifra real fue poco m¨¢s de 1.000. Se inform¨® sobre una escalada de asesinatos y violaciones. Falso. Se calcul¨® que se tardar¨ªa tres meses en sacar el agua de la ciudad. En seis semanas ya estaba casi seca.

El estallido de la burbuja puntocom se produjo cuando los inversores ten¨ªan m¨¢s acceso a la informaci¨®n que nunca. El exceso de informaci¨®n no foment¨® la toma de decisiones racionales, sino que m¨¢s bien impuls¨® la efusividad irracional. Los seres humanos se desenvuelven mucho mejor en la escasez que en el exceso. Esto es especialmente cierto cuando se trata de informaci¨®n. Desde hace tiempo se acepta con generalidad que no se puede tener demasiada informaci¨®n. S¨ª se puede.

El exceso de informaci¨®n contribuye a tomar malas decisiones financieras, seg¨²n un estudio hecho por el MIT en la d¨¦cada de 1980. Se establecieron dos grupos de estudiantes. A cada grupo se le dio una cartera de inversiones para gestionar. Un grupo s¨®lo pod¨ªa ver los cambios de cotizaci¨®n de sus acciones. El otro ten¨ªa acceso a los precios y a un constante chorro de noticias econ¨®micas relacionadas con esas acciones. ?Qu¨¦ grupo lo hizo mejor?

"Sorprendentemente, el grupo menos informado lo hizo mucho mejor que el que recib¨ªa todas las noticias", explica James Surowiecki en su excelente libro The wisdom crowds. Surowiecki aporta otro ejemplo de un grupo de estudiantes a los que se les pidi¨® que calcularan el n¨²mero de gominolas que hab¨ªa en un tarro. El primer c¨¢lculo medio de los estudiantes tuvo un margen de error del 3% respecto a la cifra correcta.

Despu¨¦s se les pidi¨® que adivinaran otra vez. Esta vez se les dijo que tuvieran en cuenta el espacio de aire que hab¨ªa en la parte superior del tarro, y que ¨¦ste era de pl¨¢stico, lo que significa que pod¨ªa contener m¨¢s gominolas de lo esperado. Con esta nueva informaci¨®n, el c¨¢lculo medio de los estudiantes err¨® en un 15 por ciento.

Es absolutamente maravilloso que hoy en d¨ªa se tenga m¨¢s acceso que nunca a la informaci¨®n. S¨®lo tenemos que aprender a manejarla mejor. ?C¨®mo? Una forma puede ser desarrollando mejor nuestra capacidad para pensar a largo plazo. Eso significa resistirse a reaccionar a muchas de las noticias a las que nos vemos expuestos a diario.

Por su propia naturaleza, las noticias son instant¨¢neas y exageradas. La explosi¨®n de herramientas de informaci¨®n, desde blogs hasta c¨¢maras de v¨ªdeo, genera todav¨ªa mayor atenci¨®n en el ahora. La enorme cantidad de datos a la que estamos expuestos cada d¨ªa nos obliga a reunir trocitos m¨¢s y m¨¢s peque?os de informaci¨®n relacionados con nuestras necesidades inmediatas. Es muy f¨¢cil perder la perspectiva.

Hoy en d¨ªa es muy dif¨ªcil pensar a largo plazo, pero nunca ha sido m¨¢s importante. Su carrera depende de su habilidad para planificar. Res¨ªstase a ser un adicto a la informaci¨®n. Res¨ªstase a producir correos electr¨®nicos y p¨¢ginas web como churros. Rel¨¢jese y piense en profundidad.

En una era de sobreabundancia de la informaci¨®n, lo que no se lee (lo que no se escribe) es tan importante como lo que se hace.

Traducido por Snap Comunicaci¨®n