El verdadero precio del contenido

La mayor parte del contenido nunca genera retorno de la inversi¨®n. La Red est¨¢ repleta de contenido de baja calidad. Tarde o temprano, los directivos tendr¨¢n que prestar atenci¨®n a todo este desperdicio.

Una organizaci¨®n que ten¨ªa una web de 4.000 p¨¢ginas decidi¨® auditar la calidad del contenido. Como resultado, elimin¨® 1.000 p¨¢ginas. No recibi¨® ni una sola petici¨®n por el material borrado. Una intranet de 100.000 p¨¢ginas elimin¨® 60.000. No hubo ninguna petici¨®n de ese contenido.

Hoy en d¨ªa se crea contenido en cantidades ingentes. La mayor¨ªa nunca cubrir¨¢ los costos de su publicaci¨®n; de hecho, gran parte generar¨¢ valor negativo. Publicar este contenido de relleno es como sembrar malas hierbas en un jard¨ªn: las malas hierbas ahogar¨¢n a las flores (que son el contenido web killer o de mejor calidad)

En una era de sobresaturaci¨®n de informaci¨®n, la gesti¨®n del contenido se debe preocupar m¨¢s en lo que no se publica. Es f¨¢cil subir a la Red todo lo que se tiene. Es f¨¢cil coger un documento impreso y convertirlo en un archivo PDF. Pero eso no es dirigir, y quienes se lo plantean as¨ª no tienen futuro como gestores de contenido.

El hecho de que Internet tiene costes de distribuci¨®n bajos puede ser m¨¢s una maldici¨®n que un beneficio. F¨ªjese en el spam. El spam existe porque distribuir contenido es muy barato.

El spam tiene muchas formas. Un correo electr¨®nico innecesario de un colega es spam. Un documento mal escrito tambi¨¦n puede ser spam. Una p¨¢gina en una web o en una intranet que no tiene justificaci¨®n tambi¨¦n es spam.

La mayor parte de los autores nunca se han podido ganar la vida con sus libros. S¨®lo unos pocos viven bien de los royalties de sus obras. Los dem¨¢s financian su escritura con un "trabajo diurno". Esto era lo que ocurr¨ªa antes de que existiera la Red. La mayor parte del contenido web no llega ni de lejos a cubrir los gastos de publicaci¨®n. Y sin embargo se publica m¨¢s y m¨¢s.

La mayor parte de las organizaciones son conscientes de que el contenido de calidad es costoso. Lo que no entienden es que el contenido de mala calidad tiene un precio a¨²n m¨¢s caro. El verdadero coste del contenido debe incluir tambi¨¦n el precio de la atenci¨®n y el de la acci¨®n.

Las personas son muy impacientes en la Red. Si hay algo que detestan del todo es una p¨¢gina web que les hace perder el tiempo. El contenido malo de relleno les hace perder el tiempo apartando su atenci¨®n de contenido killer. Les obstruye el camino.

Si alguien confunde contenido de relleno con contenido killer y lo empieza a leer, el coste ser¨¢ a¨²n mayor. Perder¨¢ un mont¨®n de tiempo tratando de comprender un texto mediocre. Al final, la persona se ir¨¢ confundida, sin saber qu¨¦ hacer.

Ser¨¢ peor a¨²n si el contenido de relleno es inexacto o enga?oso. Entonces la persona puede actuar de forma err¨®nea, perdiendo as¨ª m¨¢s tiempo. No hay nada m¨¢s perjudicial para su marca en Internet que el contenido de relleno. Cuanto m¨¢s frustre y haga perder el tiempo a sus clientes, m¨¢s da?o estar¨¢ haciendo a su marca.

No caiga en la trampa de pensar que publicar un mont¨®n de contenido no hace da?o alguno. El contenido no es neutral: o aporta valor o lo destruye. Si quiere maximizar el valor, c¨¦ntrese en el contenido de mejor calidad y despr¨¦ndase del de relleno.

Traducido por Snap Comunicaci¨®n