Agua, azucarillos y aguardiente
Si bien es posible que ya haya sido utilizada en demasiadas ocasiones, no me resisto a aprovechar las fechas en las que este a?o se celebra el D¨ªa de la Sociedad de la Informaci¨®n, tan relacionadas por las fiestas isidriles con la tradici¨®n m¨¢s zarzuelera, para traer a colaci¨®n la frase de "La verbena de la Paloma" en la que Don Sebasti¨¢n ven¨ªa a decir lo siguiente: "hoy las ciencias adelantan una barbaridad". No sab¨ªa bien Ricardo de la Vega lo que puso en boca de los protagonistas de esa zarzuela al escribir su libreto.
La segunda mitad del siglo pasado y el vertiginoso comienzo del presente acent¨²an la actualidad de tan castiza expresi¨®n. Incluso hay asuntos que trascienden la mera tecnolog¨ªa y se plantan en el siempre espinoso apartado de los derechos. Como sucede con Internet y, por segunda derivada, con la banda ancha. Y no lo duden , llegar¨¢ el d¨ªa en que el servicio universal lo ser¨¢ realmente para hacer llegar a todos los rincones el acceso a alta velocidad a la red.
Tener o no tener derecho a acceso a Internet a trav¨¦s de banda ancha. No es malo que nos planteemos esta cuesti¨®n a la vista de los efectos que su desarrollo est¨¢ poniendo sobre el tapete. Recientes estudios llevados a cabo en los Estados Unidos presentan el siguiente resultado: aquellas comunidades donde la penetraci¨®n de la banda ancha es mayor, tienen una tasa de empleo superior en un punto al resto. Y es que estamos inmersos en un mundo en el que no s¨®lo la globalizaci¨®n marca estilos de trabajo, pues adem¨¢s de con todos, se debe trabajar instant¨¢neamente. Invertir en banda ancha es hacerlo en competitividad y hacerlo en todo el territorio, significa invertir en cohesi¨®n.
Dentro del caminar de nuestro pa¨ªs hacia la Sociedad de la Informaci¨®n, las cifras sobre banda ancha no son precisamente de las que desaniman. El crecimiento en el primer trimestre de 2006 en relaci¨®n con el mismo periodo de 2005 ha sido del 18%. D¨ªgitos en los que deber¨ªa moverse casi todo el arco de indicadores si queremos ver reducida la distancia con los que nos preceden. Adem¨¢s, y como punto de mejora adicional, son de prever beneficiosos efectos provenientes de la oferta de banda ancha de telefon¨ªa m¨®vil. Perfecta simbiosis para lo que se avecina. No en balde, Analysis Research pronostica que en 2010 el porcentaje de hogares de la UE que dispondr¨¢n de banda ancha y una o m¨¢s l¨ªneas de telefon¨ªa m¨®vil ascender¨¢ al 37%. Nada menos que un mercado potencial de unos 63 millones de hogares y 143 millones de l¨ªneas m¨®viles asociadas a ellos, o lo que es lo mismo un gran mercado para los operadores integrados.
Ahora bien, de nosotros depender¨¢ que el uso que demos a esas infraestructuras sea el m¨¢s adecuado, el m¨¢s productivo. Ahora mismo Espa?a ocupa el vig¨¦simocuarto lugar en la clasificaci¨®n mundial que contiene The e-readiness 2006 rankings acerca de la capacidad de un pa¨ªs para sacar rendimiento a Internet. En Europa somos los d¨¦cimoterceros. Magros resultados, como reflejar¨¢ con mayor amplitud el Informe eEspa?a 2006 que prepara la Fundaci¨®n. Para mejorarlos es preciso el esfuerzo de todos.
Las Administraciones son responsables de las grandes l¨ªneas macroecon¨®micas y deben tener en consideraci¨®n la modificaci¨®n del marco existente al examinar las necesidades de los consumidores y las de la industria, y animar a crear un entorno apto para invertir, innovar y, en consecuencia, crecer. Suyas son algunas de las responsabilidades acerca del completo desarrollo de infraestructuras, acerca del aumento de la participaci¨®n ciudadana en las tareas de gobierno mediante el uso de las nuevas tecnolog¨ªas, acerca del impulso a las medidas que permitan evolucionar la administraci¨®n electr¨®nica?
Por su parte, las empresas, la microeconom¨ªa en estado puro, deben responder a las nuevas tendencias del mercado, bien creando nuevos modelos de negocio, bien adaptando los antiguos a la nueva realidad. En este sentido, las PYMES deber¨ªan ser capaces de utilizar competitivamente algunas de sus mejores armas, como son la adaptabilidad, la capacidad de tomar decisiones con rapidez y de implantarlas de la misma forma en la compa?¨ªa. Armas que algunas de las grandes ya han sabido incorporar con la paulatina creaci¨®n de "ecosistemas", figura que trasciende al cl¨¢sico departamento, en cuanto a que disfruta de una cierta dosis de autonom¨ªa gerencial, y que coexiste con el resto del negocio gracias a una constante interconexi¨®n.
Entretanto, y ahora ya con los pies en el suelo, asistimos a las macroecon¨®micas cifras que nos ofrece la microecon¨®mica gesti¨®n empresarial cuando el asunto en cuesti¨®n es el comercio electr¨®nico en Espa?a. Seg¨²n datos de Eurostat, el 10% de las empresas espa?olas compra por Internet y el 2% vende, lo que supone el 0,5% de las ventas totales (0,2% si s¨®lo consideramos las empresas peque?as). La media aumenta estas cifras hasta el 36%, el 11% y el 2,5%, respectivamente. De los 21 pa¨ªses de la UE25 que han aportado datos, superamos a uno, y estamos hablando de una de las actividades electr¨®nicas que reporta mayor valor a?adido a las empresas. Por volver a utilizar t¨¦rminos del g¨¦nero chico, se necesita bastante agua para aclarar la situaci¨®n, ser¨¢n precisos muchos azucarillos para mejorar el sabor de boca que a veces dejan, y espero que sean los menos los que se arrojen al equivocado consumo de aguardiente como medio para superarlos. Los dem¨¢s, a trabajar. Y si a la vez se innova, mejor.
Manuel Gimeno, Director General de la Fundaci¨®n France Telecom Espa?a
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