Ponerle Puertas (P2P) a Internet
ELPA?S.com abre un debate sobre la propuesta de crear un sistema de advertencias para quienes intercambien contenidos protegidos en Internet. Hoy el presidente de la Asociaci¨®n de Usuarios de Internet (AUI) ocupa la tribuna
M¨¢s de 10 millones de usuarios de Internet, en Espa?a, intercambian contenidos cada d¨ªa utilizando tecnolog¨ªas Peer-to-Peer (P2P) a trav¨¦s de programas como E-mule, Kazaa, Bittorrent o eDonkey. Cada persona decide los contenidos y carpetas, de su ordenador, que pone a disposici¨®n de los dem¨¢s y su ordenador se integra en la red P2P cuando este se conecta a Internet y tiene activo alguno de estos programas. A partir de ese momento todos los miembros de la red pueden buscar y bajarse contenidos de los dem¨¢s ordenadores conectados a la red en cada momento.
Sostenibilidad versus regulaci¨®n
Hay en este momento dos movimientos sociales totalmente opuestos. Uno aboga por impulsar el uso y el desarrollo de estas redes P2P d¨¢ndoles el respaldo jur¨ªdico y pol¨ªtico (el social ya lo tienen) para que r¨¢pidamente aparezcan modelos sostenibles: a su favor est¨¢n los millones de usuarios que ya las utilizan, el crecimiento del ancho de banda y los millones de autores que ven en este medio una oportunidad frente a los canales tradicionales al que solo acceden unos pocos.
En el otro extremo est¨¢n los que abogan por ponerle trabas regulatorias a las redes P2P para controlar y decidir que es lo que cada ciudadano puede descargarse en ellas, entendiendo que todo lo dem¨¢s es ilegal. En este movimiento est¨¢n las entidades de gesti¨®n, los autores consagrados y algunos pol¨ªticos que, seducidos por aquellos, quieren introducir modificaciones legislativas para obligarnos a todos a pasar por esas puertas, es decir los que viven de un modelo ya superado por Internet.
La propuesta de que sean los proveedores de acceso los que se ocupen de controlar los contenidos nos parece que es dar un paso atr¨¢s en las libertades b¨¢sicas m¨¢xime si estos act¨²an a instancias de organizaciones privadas y con intereses econ¨®micos, en nuestra opini¨®n esta intervenci¨®n s¨®lo la debe de poder instar un Juez, al igual que para la intervenci¨®n de un telef¨®no, ya que en Internet convergen cada vez m¨¢s datos de ¨¢mbito privado.
Por otro lado es necesario recordar que el intercambio de contenidos en Espa?a es legal cuando no hay ¨¢nimo de lucro, as¨ª lo recoge un informe de la fiscal¨ªa o las recientes declaraciones de Jorge Mart¨ªn, Jefe del Grupo de Seguridad L¨®gica de la B.I.T. de la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Judicial en un reciente Congreso de Webmasters. Lo mismo ocurre con la copia privada cuya regulaci¨®n nos impone el pago obligatorio de un Canon en todos los soportes y dispositivos electr¨®nicos que utilizamos incluso en aquellos que no se usan para esta finalidad.
Redes P2P versus Radios P2P
En el siglo pasado cuando la radio irrumpe con fuerza en los hogares son muchos, fundamentalmente los artistas consagrados y sus representantes, los que ponen el grito en el cielo cuando se emit¨ªan sus obras sin su permiso: "Si las oyen por la radio nadie querr¨¢ venir a mis actuaciones en Broadway, nadie comprar¨¢ mis discos" se lamentaban los artistas del momento.
Hoy, por el contrario, los creadores quieren estar en las emisiones radiof¨®nicas e incluso pagan para que sus lanzamientos se programen en las horas de mayor audiencia. A nadie en su sano juicio se le ocurrir¨ªa, en este momento, tildar de pirater¨ªa al hecho de escuchar algo que se emite en la radio o llamar delincuente a qui¨¦n graba lo que se programa para reproducirlo posteriormente o para hac¨¦rselo llegar a un conocido a pesar de ser un medio gratuito para los ciudadanos.
Hollywood, el 'canon' y la 'pirater¨ªa'
William Goldman, en su libro "Las aventuras de un guionista en Hollywood" editado en los 80, escribe:"La abundancia de productos que result¨® de ello fue, en ¨²ltima instancia, la responsable de la existencia de Hollywood. Todos los estudios importantes pagaban un canon a Thomas Edison por el derecho de hacer pel¨ªculas: el cine era su invenci¨®n y hab¨ªa que pagarle por cada pel¨ªcula que se hiciera.
Pero hab¨ªa tal necesidad de contenidos que empezaron a surgir compa?¨ªas piratas que no pagaban el canon. Los estudios m¨¢s importantes contrataron los servicios de detectives para impedir esta pr¨¢ctica, lo que condujo a la mayor¨ªa de los piratas a alejarse lo m¨¢s posible de Nueva York".
Resulta, cuando menos, parad¨®jico que aquellos que huyeron del canon y que practicaron la pirater¨ªa sean hoy los que se empe?an en reeditar, para Internet, la filosof¨ªa abominada por ellos hace unas d¨¦cadas.
Como el tiempo juega siempre a favor de la sostenibilidad, al igual que sucedi¨® con la radio y con Hollywood, en pocos a?os se consolidar¨¢n las Redes P2P y donde ahora algunos ven piratas y "distribuci¨®n ilegal" descubrir¨¢n que en realidad hay oyentes, lectores o espectadores, descubrir¨¢n que la red es magnifico un canal para difundir y promocionar todo tipo de contenidos y tambi¨¦n para hacer negocios.
El inter¨¦s general no puede condicionarse al inter¨¦s particular o al inter¨¦s econ¨®mico y por tanto pedimos a los pol¨ªticos para que vean en Internet a su gran aliado y que escuchen a los ciudadanos a esa mayor¨ªa silenciosa que algunas veces les vota.
Miguel P¨¦rez Sub¨ªas es presidente de la Asociaci¨®n de Usuarios de Internet
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