Raspberry Pi, una diminuta f¨¢brica de genios aficionados
El miniordenador de bajo coste abre las puertas a la creatividad y experimentaci¨®n
Raspberry Pi puede parecer el nombre de un postre inspirado en las matem¨¢ticas, pero en realidad es uno de los ordenadores peque?os m¨¢s de moda y baratos que existen en el mundo en la actualidad. Desde febrero de 2012 se han enviado m¨¢s de un mill¨®n de estas m¨¢quinas, que cuestan 35 d¨®lares y han conquistado la imaginaci¨®n de educadores, aficionados y manitas de todo el mundo.
La historia del Raspberry Pi comenz¨® en 2006, cuando Eben Upton y otros miembros de la facultad de la Universidad de Cambridge, en Gran Breta?a, descubrieron que sus nuevos alumnos de inform¨¢tica estaban poco preparados para una educaci¨®n de alta tecnolog¨ªa. Aunque en la d¨¦cada anterior muchos estudiantes eran aficionados a la electr¨®nica con experiencia, cuando llegaban a la universidad los alumnos de primer curso eran poco m¨¢s que dise?adores habilidosos de p¨¢ginas web.
Los PC modernos, que son f¨¢ciles de utilizar, ocultan la mayor¨ªa de sus elementos b¨¢sicos tras una interfaz atractiva.Upton pens¨® que, puesto que los padres no quer¨ªan que sus hijos destruyeran caros ordenadores experimentando con los entresijos, una m¨¢quina m¨¢s barata ser¨ªa id¨®nea para trastear.
El Raspberry Pi, del tama?o aproximado de una tarjeta de cr¨¦dito, pretend¨ªa sustituir a los costosos ordenadores de las salas de inform¨¢tica de los colegios. Por un precio inferior al de un teclado nuevo, un profesor pod¨ªa conectar el Pi a otros perif¨¦ricos cercanos. Pero, puesto que el Pi al principio solo funcionaba con Linux, un sistema operativo gratuito, los estudiantes ten¨ªan su curva de aprendizaje.
La Raspberry Pi Foundation empez¨® a vender los ordenadores en febrero del a?o pasado. Y pronto se vieron incapaces de mantener las existencias.
¡°Sinceramente, cre¨ªamos que se tratar¨ªa de un negocio de entre 1.000 y 5.000 unidades¡±, confiesa Upton. ¡°Lo que no preve¨ªamos era todo un mercado de adultos t¨¦cnicamente competentes que quer¨ªan utilizarlo. Estamos vendiendo a los aficionados¡±, a?ade.
Un propietario de Pi, Dave Akerman, de Brightwalton, Inglaterra, incluso envi¨® un Raspberry Pi a la estratosfera, donde flot¨® a 40.000 metros de altura con la ayuda de un globo meteorol¨®gico. All¨ª pudo realizar v¨ªdeos, fotos y mediciones.
¡°Ahora, todas las escuelas primarias del mundo pueden sacar fotos del espacio cercano¡±, dice Upton. ¡°Cuando se le da a la gente acceso a esta herramienta, hace cosas fant¨¢sticas¡±.
El Pi es tan popular que muchos distribuidores se quedan sin existencias constantemente. Tambi¨¦n es dif¨ªcil encontrarlo a la venta en Internet. ¡°Hemos vendido decenas de miles en cuesti¨®n de semanas¡±, explica Limor Fried, fundadora e ingeniera de Adafruit Industries, distribuidora del Pi. De hecho, Fried utiliza unos Raspberry Pi y un programa inform¨¢tico personalizado para agilizar su sistema de recepci¨®n y env¨ªos.
El Pi es como una placa base simple. Dejar desnudo al indefenso artilugio es equiparable a un abuso, as¨ª que lo suyo es adquirir una carcasa de pl¨¢stico. Adafruit vende modelos transparentes por 15 d¨®lares, y en Polycase.com se puede encontrar una funda de pl¨¢stico dura y opaca por 17 d¨®lares.
El Raspberry Pi funciona mejor con un monitor compatible con HDMI, un teclado con USB y un rat¨®n. Se alimenta a trav¨¦s de un cable USB normal. Para apagarlo, solo hay que desenchufarlo. Puesto que no dispone de almacenamiento o sistema operativo incorporados, es necesario copiar los programas necesarios en una tarjeta de memoria SD de alta capacidad. Una de cuatro gigabytes suele bastar, pero tal vez se necesiten m¨¢s si queremos cargar aplicaciones o juegos.
Existen varios sistemas operativos para el Raspberry Pi. Raspbian, una versi¨®n del sistema operativo Debian, incluye herramientas para principiantes. Raspbian utiliza una interfaz que resultar¨¢ familiar a los usuarios de Windows o Linux.
Adafruit cuenta con una versi¨®n propia del sistema operativo Pi denominada Raspberry Pi Education Linux Distro, que incluye un buscador apto para ni?os.
Algunos programas permiten a los usuarios agregar funciones al Raspberry Pi, entre ellas apoyo wifi (es necesario un perif¨¦rico adicional) y controladores de hardware para sensor, motores y otros.
Los usuarios pueden incluso convertir el producto en un peque?o centro multimedia dom¨¦stico. Dado que el ordenador incluye una potente tarjeta gr¨¢fica, los usuarios pueden transferir v¨ªdeos y fotos al televisor utilizando poco m¨¢s que un Pi y un programa de Linux como RaspbMC. ¡°No conozco a ninguna empresa que haya pasado de cero a un mill¨®n en un a?o¡±, se?ala Upton. ¡°Es alucinante. ?Incluso me ha quitado el sue?o!¡±.
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