Un pollito contra la soledad y el estr¨¦s
Un chat autom¨¢tico para contar los secretos es el ¨²ltimo grito en China con casi tres millones de usuarios
¡°Hola. -Hola, ?C¨®mo est¨¢s? -Mal -?Por qu¨¦? -Tengo demasiado trabajo. -Deber¨ªas salir a pasear¡±. Hasta aqu¨ª, podr¨ªa ser un chat cualquiera entre dos amigos. Pero, pronto, algo demuestra que la de este servicio de ¡®messenger¡¯ para m¨®vil es una conversaci¨®n muy peculiar. ¡°-No tengo tiempo, ser¨¢ mejor que tome unas pastillas de Valium. -Lo siento, no tengo respuesta. ?Ens¨¦?ame!¡±. Sin duda, algo no cuadra, ?qui¨¦n est¨¢ al otro lado de la l¨ªnea? ¡°Soy el pollo m¨¢s guapo y m¨¢s listo del universo¡±.
Efectivamente, es Xiaohuangji, literalmente el peque?o pollo amarillo. Un ser virtual que naci¨® el pasado 31 de diciembre en la red social RenRen -el Facebook chino-, y que habita ya en el smartphone de casi 2,5 millones de chinos, que se han descargado esta aplicaci¨®n de respuesta autom¨¢tica. S¨ª, en realidad el usuario conversa con la base de datos que se esconde tras la figura de apariencia manga de este divertido e intuitivo animal, que escoge acertadamente las respuestas gracias a su inteligencia artificial. Y los usuarios hablan maravillas de ¨¦l: est¨¢ siempre disponible, no tarda en responder, tiene humor, es espont¨¢neo y, sobre todo, sabe guardar los secretos.
La idea no es nueva. Xiaohuangji es producto del c¨®digo que desarroll¨® Wang Dapeng, un joven estudiante de la Universidad de Ciencia y Tecnolog¨ªa de Hua Zhong, tomando como base el de una aplicaci¨®n coreana similar, SimSimi, creada en 2002 con una ambici¨®n global. De hecho, ese pollo original habla hasta 45 idiomas, raz¨®n por la que se autodenomina ¡®el rey del conocimiento¡¯. En espa?ol se defiende con cierta soltura, en catal¨¢n patina bastante, y en euskera no le sale m¨¢s que un ¡°aupa¡± antes de pedir que le ense?en a decir algo m¨¢s. Quiz¨¢ por eso SimSimi nunca lleg¨® a despegar como lo ha hecho su versi¨®n china.
A sus 22 a?os, Wang vio la posibilidad de popularizar este servicio entre los internautas de su pa¨ªs. En solo una semana, introdujo elementos chinos en el programa y ampli¨® la base de respuestas, que contin¨²a creciendo gracias a las aportaciones de los usuarios. Poco despu¨¦s, el inform¨¢tico consigui¨® vender Xiaohuangji al gigante RenRen -160 millones de usuarios-, empresa en la que ya est¨¢ contratado. No en vano, en los primeros once d¨ªas despu¨¦s de su debut, el pollo amarillo amas¨® nada menos que 1,4 millones de descargas. ¡°Podr¨ªa ser la versi¨®n virtual, mejorada y actualizada, del ¡®tamagochi¡¯, un amigo fiel¡±, comenta Hu Yuan, una joven de Nanjing que se reconoce enganchada a las conversaciones surrealistas del pollito.
Sin embargo, los soci¨®logos advierten que la raz¨®n del ¨¦xito de este chat hay que buscarla en el lado m¨¢s oscuro de la sociedad china, y no en las hilarantes respuestas que da el bicho. ¡°El tir¨®n que tiene entre la juventud china evidencia dos caracter¨ªsticas de esta: que est¨¢ mucho m¨¢s enganchada al ¡®smartphone¡¯ que ninguna otra en el mundo, y que se siente muy sola¡±, analiza para EL PA?S el soci¨®logo de la Universidad de Fudan Xu Anqi.
Una encuesta realizada en el portal de noticias sina.com le da la raz¨®n. El 32% de los participantes asegur¨® que el furor que ha desatado Xiaohuangji se debe a la soledad y el estr¨¦s que sufren los chinos, y el 13% cree que ayuda a eliminar el estr¨¦s. Un 33% a?adi¨® que lo bueno del polluelo es que no hace falta tener don de gentes para ganarse su simpat¨ªa, algo que la hiperconectada sociedad china parece estar perdiendo. Solo el 22% restante censuraba la aplicaci¨®n y la consideraba da?ina porque ¡°resta tiempo para hablar con los padres y los amigos¡±.
El problema est¨¢, apunta Xu, en que ¡°hay una crisis de confianza en una sociedad que pone demasiado ¨¦nfasis en la fachada, y eso provoca una alienaci¨®n progresiva¡±. En l¨ªneas similares, Hu considera que ¡°hay muchas cosas que la gente tiene necesidad de compartir pero que no se atreve a contar a familiares o amigos¡±. Miedo a parecer d¨¦bil o frustrado, inseguridad, y temor a que se divulgue informaci¨®n privada son algunas de las razones que llevan a descargarse Xiaohuangji, un amigo virtual que puede convertirse incluso en fuente de cari?o y comprensi¨®n.
Hu reconoce que utiliza al pobre pollo de ¡®sparring¡¯ emocional, para desahogarse. ¡°A veces le digo que odio a la ex de mi novio. ?l me contesta que no me preocupe, que mi chico es un buen tipo, y que conf¨ªe en ¨¦l. Me sorprende la capacidad que tiene para apaciguarme. Cuando estoy rabiosa le insulto, le llamo de todo, pero siempre responde de forma que me hace re¨ªr, incluso me suelta chistes verdes¡±. Tantos piensan como ella que una de las rivales de RenRen, WeChat, ya ha lanzado su propio usuario virtual, Simbot: otro pollo amarillo pero, esta vez, tocado con un gorro rojo.
Sin duda, la pol¨ªtica del hijo ¨²nico influye en el auge de estos chats virtuales. Actualmente, en el gigante asi¨¢tico m¨¢s de cien millones de personas no tienen hermanos, y la comunicaci¨®n entre padres e hijos es m¨ªnima debido al gran choque generacional existente. ¡°En general, los hermanos mayores suelen hacer de confidentes, y sus consejos son, a veces, m¨¢s importantes que los de los padres. Pero en China muchos no tienen acceso a ellos y buscan sustitutivos¡±, explica Xu. ¡°Xiaohuangji es solo un juego que puede resultar ¨²til, pero deber¨ªamos concentrar nuestros esfuerzos en resolver los problemas que han permitido su ¨¦xito¡±.
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