Las definitivas Google Glass saldr¨¢n al mercado en 2015
El buscador perfila la versi¨®n comercial de sus gafas inteligentes, que saldr¨¢n a la venta este a?o, y retira el prototipo actual
Las gafas de Google, como se conocen ahora, pasan a la historia. El 19 de enero, ser¨¢ el ¨²ltimo d¨ªa que se venda el modelo actual. Google ha decidido sacar el proyecto de su laboratorio de ideas futuristas, Google X, para darle entidad propia y renovar el modelo actual. De este centro han salido ideas como el coche sin conductor o las lentillas para monitorizar la glucosa en sangre de los diab¨¦ticos, por ejemplo. El cese de venta y producci¨®n, oficialmente, se ha denominado como el fin del programa de exploradores. Es decir, que deja de ser un experimento.
El nuevo equipo estar¨¢ liderado por Tony Fadell, cofundador de los termostatos Nest, empresa comprada por el buscador por 2.000 millones de d¨®lares en enero de 2014, para entrar en el campo de la dom¨®tica, y mejorar la percepci¨®n de sus aparatos. Fadell era dise?ador estrella en Apple, muy cercano a su gur¨² Jony Ive, hasta que se decidi¨® a montar su propia compa?¨ªa. En un mensaje en Google+, la red social del gigante de Mountain View, Fadell insiste en que es un paso adelante: ¡°Nos ilusiona pasar de concepto a realidad¡±.? "Al ver el camino que tenemos por delante, nos hemos dado cuenta de que, oficialmente, nos hemos licenciado de Google, para tener ya un equipo propio. Estamos prepar¨¢ndonos para ofrecer nuevas versiones de Glass en cuanto est¨¦n listas".
La intenci¨®n de este movimiento no es clara. Puede ser la v¨ªa a una muerte dulce o el ¨²ltimo paso antes de salir al mercado masivo, pero s¨ª extra?a que tarde m¨¢s de dos a?os y medio en tener una hoja de ruta clara antes de salir a la venta. Este artilugio solo estaba a la venta, por 1.500 d¨®lares, para desarrolladores de aplicaciones reconocidos por el buscador en Estados Unidos y Reino Unido. El ¨²nico hecho contrastado es un acuerdo firmado, en marzo de 2014, con Luxottica, la firma italiana propietaria de marcas como Ray Ban, Oakley y Arnette, para la comercializaci¨®n y redise?o de las mismas.
Mientras que Google mantiene su silencio y remite al post, Luxottica s¨ª predijo que antes de que termine este a?o saldr¨ªan al mercado las gafas con su sello. Intel, que la semana pasada mostr¨® c¨®mo ser¨¢ su nuevo procesador, es la empresa designada para suplir a Qualcomm como proveedor del chip principal de este aparato.
Las gafas de Google fueron el golpe de efecto que la tecnolog¨ªa de vestir necesitaba para hacerse popular. Surgieron en mayo de 2012, como la gran sorpresa de su conferencia de desarrolladores. La propuesta era rompedora, un ordenador comprimido en unas gafas, visi¨®n de realidad aumentada y manejo del programa solo con la voz y leves gestos. Desde entonces, la expectaci¨®n por el proyecto futurista no ha dejado de sufrir altibajos.
La expansi¨®n real de las gafas ha sido muy limitada. En la zona de la Bah¨ªa de San Francisco sigue siendo com¨²n encontrarse con entusiastas que las usan en su vida diaria, sobre todo, cuando hacen deporte. Se los denomina, con sorna, "glassholes", una juego de palabras que une gafas y tonto.
Al margen de la extra?a imagen que se proyecta durante el uso, el problema al que se han enfrentado desde sus inicios ha sido la privacidad. Cada vez son m¨¢s los locales, lugares de paso como estaciones de tren y bus, y lugares de trabajo que proh¨ªben su uso. Una de las actividades m¨¢s comunes con las gafas es la grabaci¨®n de lo que hay alrededor en primera persona. A pesar de este impedimento, y la todav¨ªa escasa duraci¨®n de su bater¨ªa, la consultora Forrester indica que el 43 por ciento de los consumidores mantienen el inter¨¦s en Glass.
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