Siete razones por las que se debe encender el m¨®vil en clase
La tecnolog¨ªa ya ha llegado a las aulas, pero a menudo la pedagog¨ªa que se usa a¨²n le da la espalda. Todos los soportes valen para dar a esta herramienta el mejor uso educativo
¡°Encended los tel¨¦fonos m¨®viles¡±. Cuando esta sea la primera frase que el profesor diga a sus alumnos al entrar en la clase, en lugar de que los apaguen, el cambio ser¨¢ real. En el mundo actual plenamente digitalizado, la entrada de esta en la educaci¨®n ya no tiene vuelta atr¨¢s. Muchos recordar¨¢n que lo mismo pas¨® hace d¨¦cadas con las calculadoras. De estar prohibidas en clase, pasaron a utilizarse para aprender. Una vez que el ni?o ya sabe sumar, su utilidad para resolver problemas m¨¢s complejos es evidente. Pues lo mismo pasa con la tecnolog¨ªa que existe hoy en d¨ªa. Todos los soportes (m¨®viles, tabletas, port¨¢tiles¡) son ¨²tiles para aprender. Y no solo en el aula. El aprendizaje se ha vuelto ubicuo y la clase ha perdido su protagonismo. Esta es una de las tesis de expertos internacionales que estar¨¢ sobre la mesa durante la XXIX Semana Monogr¨¢fica de la Educaci¨®n de la Fundaci¨®n Santillana, que arranca ma?ana en Madrid con el t¨ªtulo Mejorar la educaci¨®n: ?qu¨¦ puede aportar la tecnolog¨ªa??Para calentar motores, exponemos las principales razones que est¨¢n llevando en todo el mundo a usar todo tipo de soportes en clase:
¡ª?El alumno lleva toda la informaci¨®n encima. La mueve, la intercambia, la comparte en red, fuera y dentro de clase. De esta forma, aprende de forma intuitiva, incluso sin ser consciente de ello. El m¨®vil es clave para los estudiantes. ¡°Llegar¨¢ un d¨ªa en el que el profesor diga a los alumnos al inicio de la clase: ¡®Encended los m¨®viles¡¯, en lugar de decirles que los apaguen¡±, expone de una forma muy gr¨¢fica el director de Educaci¨®n de la Fundaci¨®n Santillana, Mariano Jabonero. Hace tiempo ya se dec¨ªa que el rat¨®n del ordenador se hab¨ªa convertido en la prolongaci¨®n del brazo de las nuevas generaciones de ni?os y j¨®venes. Pero ahora lo es a¨²n m¨¢s su m¨®vil.
El uso de apps educativas como complemento de los temarios empieza a ser una realidad. El sector calcula que existen m¨¢s de 80.000
¡ª?La clase ya no es el ¨²nico lugar donde se aprende. El uso de apps educativas como complemento de los temarios empieza a ser una realidad. Y las iniciativas de emprendedores para crearlas son cada vez m¨¢s numerosas. El sector calcula que en la actualidad existen m¨¢s de 80.000 apps educativas. Son gratuitas y ayudan a que aumente la motivaci¨®n del alumno. Muchos docentes y expertos insisten en su utilidad en el aula. Los contenidos vienen de fuera del aula y entran por la tecnolog¨ªa a trav¨¦s de los m¨®viles o de otros soportes.
¡ª?El profesor sabe usar la tecnolog¨ªa como el alumno. "El t¨®pico de que los alumnos usan m¨¢s la tecnolog¨ªa y est¨¢n m¨¢s familiarizados con ella que los profesores se ha roto¡±, recuerda Jabonero. Esta premisa que se repet¨ªa hasta la saciedad hace a?os ya no es cierta. Todo el mundo usa la tecnolog¨ªa en su vida cotidiana y profesional, sea para mandar correos, navegar, jugar, o¨ªr m¨²sica o, s¨ª, algunos incluso para ense?ar. Y ya sin mencionar que muchos de los profesores que ejercen ahora en la educaci¨®n no universitaria pertenecen ya a generaciones que nacieron en la era tecnol¨®gica.
El t¨®pico de que ¡°los alumnos usan m¨¢s la tecnolog¨ªa y est¨¢n m¨¢s familiarizados con ella que los profesores¡± se ha roto
¡ª?La transformaci¨®n de la educaci¨®n con la tecnolog¨ªa tiene tres patas: los recursos digitales con los que se dota al aula y a los alumnos (desde las pizarras digitales a los ordenadores), el seguimiento del profesorado y un curr¨ªculo digitalizado. Y los recursos ya no son la asignatura pendiente, resaltan los expertos. De hecho, el 85% de los centros de secundaria de los pa¨ªses de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) ya en 2012 estaba dotado de ordenadores de mesa; el 41%, de port¨¢tiles, y el 11%, de tabletas, seg¨²n datos de esta organizaci¨®n. Los siguientes pasos a dar son extender el curr¨ªculo digitalizado, as¨ª como el seguimiento y apoyo del profesorado en la ense?anza con esos materiales.
¡ª?Los profesores ya no van a cursillos para que les ense?en a usar la tecnolog¨ªa. No son la soluci¨®n. Est¨¢ m¨¢s que comprobado. Hoy en d¨ªa el seguimiento del docente ya se hace por expertos en tecnolog¨ªa en los propios centros, explica Jabonero. Se les da apoyo sobre el terreno en el uso de todas las herramientas que integran el curr¨ªculo digitalizado (que tiene m¨²ltiples recursos, como ilustraciones animadas, v¨ªdeos, visitas virtuales, foros¡). Muchos expertos ponen como ejemplo de la importancia de este apoyo el caso de Uruguay. Informatiz¨® todos los centros, pero no dot¨® a los docentes de herramientas para usar estos nuevos recursos. La conclusi¨®n fue que bajaron los resultados de los alumnos, seg¨²n se vio en los resultados que obtuvieron en la evaluaci¨®n internacional del programa Pisa, de la OCDE.
El 85% de los centros de secundaria de los pa¨ªses de la OCDE ya en 2012 estaban dotadas de ordenadores de mesa; el 41%; de port¨¢tiles y el 11% de tabletas
¡ª?El gasto p¨²blico en tecnolog¨ªa crece en los pa¨ªses m¨¢s avanzados, a pesar de que baja el gasto en educaci¨®n. Pa¨ªses como Estados Unidos o Inglaterra han seguido esta l¨ªnea en plena crisis. Pero no siempre la inversi¨®n en tecnolog¨ªa para la educaci¨®n se ha traducido en una mejora de los resultados de los estudiantes. De hecho, algunos de los pa¨ªses que menos invierten en ella (como Finlandia, Jap¨®n o Corea del Sur) salen en los primeros puestos de las pruebas Pisa de la OCDE, al igual que otros que, por el contrario, invierten mucho en ella (como Singapur, los Pa¨ªses Bajos o Estonia).
¡ª?En los ¨²ltimos a?os, se ha creado la figura del ¡°Coordinador Tec¡± en los centros. Precisamente por la raz¨®n anterior. Para facilitar su buena utilizaci¨®n con el fin de que se traduzca en un mejor y m¨¢s eficaz sistema de aprendizaje para los alumnos. Numerosos centros espa?oles ya cuentan con ellos. El ¡°Coordinador Tec¡± es el responsable y supervisor de uso de la tecnolog¨ªa en las aulas. Hace un seguimiento del profesorado y de la adaptaci¨®n del curr¨ªculo del centro a ella.
Un cambio lento
Aquella visi¨®n del profesor repartiendo a sus alumnos bolis bic mientras ¨¦stos no paraban de bostezar porque en realidad se manejaban perfectamente ante un teclado ha pasado a la historia, recalcan los expertos. Obviamente salvo en excepciones muy concretas, como es el caso de poblaciones en situaci¨®n muy desfavorecida o de tendencias pedag¨®gicas que se inclinan por no usar la tecnolog¨ªa.
Pero si el proceso de digitalizaci¨®n del trabajo y de los trabajadores ha sido harto complicado en numerosos sectores y empresas, en la educaci¨®n, sobre todo en la no universitaria, la complejidad se eleva al cubo. No se trata de cambiar el proceso de producci¨®n de algo y de formar a los trabajadores en esa nueva forma de trabajar, sino de ense?ar a las generaciones futuras de una forma completamente distinta todo lo que van a necesitar saber para formarse como individuos. Por eso, la Fundaci¨®n Santillana se ha propuesto en su nueva Semana de la Educaci¨®n analizar la situaci¨®n. Una decena de expertos internacionales hablar¨¢n desde ma?ana hasta el jueves del impacto de las TIC, de c¨®mo lo viven los estudiantes, de la situaci¨®n en Espa?a o de cu¨¢les son los soportes y contenidos en los que hay que centrarse. El cambio est¨¢ siendo muy lento y el punto de mira est¨¢ no solo en c¨®mo usar debidamente la tecnolog¨ªa para ense?ar sino en c¨®mo sacarle adem¨¢s partido para mejorar la calidad de la educaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.