Facebook invierte en la favela
La red social se adentra en una de las mayores comunidades pobres de Brasil, un gigantesco mercado, para ampliar su negocio con los peque?os emprendedores
En el coraz¨®n de la favela m¨¢s poblada de S?o Paulo, donde cerca de 200.000 habitantes no son due?os ni de sus propias casas, Mark Zuckerberg acaba de plantar una semilla que puede rendirle millonarios beneficios. Facebook ha inaugurado en una callejuela de Heli¨®polis, a ocho kil¨®metros del centro de la ciudad, un laboratorio con 15 ordenadores donde instruir¨¢ a los vecinos a usar con responsabilidad la Red, pero, sobre todo, ense?ar¨¢ a los 5.000 peque?os emprendedores de la comunidad a crear p¨¢ginas para sus negocios, alimentarlas con contenido y promocionarlas con la publicidad del propio Facebook, anuncios que desde un real (30 c¨¦ntimos de euro) prometen alcanzar los muros de miles de potenciales clientes.
Por primera vez en sus 11 a?os de vida, Facebook invierte en una favela, un gigantesco y creciente mercado ignorado por muchos, pero en el que ya han entrado marcas como Coca-Cola y Ambev, la mayor cervecera de Brasil.
Algunos datos
- Brasil, con aproximadamente 90 millones de usuarios (casi la mitad de su poblaci¨®n), es uno de los principales mercados de Facebook.
- La empresa en Brasil, donde lleg¨® hace cuatro a?os, tuvo un impacto econ¨®mico de casi 10.000 millones de d¨®lares y cre¨® 231.000 puestos de trabajo, seg¨²n un estudio de Deloitte encargado por Facebook.
- M¨¢s de tres millones de peque?os emprendedores en Brasil ya crearon una p¨¢gina en Facebook, es decir, 50% de las peque?as empresas brasile?as ya est¨¢n en la red social.
- La favela escogida por Facebook es la m¨¢s poblada de S?o Paulo y el 90% de sus habitantes usa la red social.
Heli¨®polis, donde el tr¨¢fico de drogas contin¨²a siendo un poder paralelo en la comunidad, es para la compa?¨ªa un ¡°excelente terreno de pruebas¡±. El pa¨ªs, que ha asimilado la red social como parte de su cultura, se presenta adem¨¢s como un impresionante laboratorio: el tiempo que pasan los brasile?os navegando en Facebook supera el tiempo que argentinos y mexicanos juntos pasan conectados a Internet, seg¨²n un estudio de la medidora de audiencias ComScore. En Heli¨®polis, aunque el 90% de los vecinos tiene un perfil, seg¨²n c¨¢lculos de Facebook, solo el 14% de los peque?os emprendedores posee una p¨¢gina para su negocio ¡ªla mayor¨ªa promociona sus productos en sus p¨¢ginas personales¡ª.
Eder Camargo, de 32 a?os, es uno de los clientes ideales para el experimento de Facebook. Este peluquero, desterrado a los 16 a?os por su familia evang¨¦lica por ser gay, lleg¨® a la favela despu¨¦s de a?os viviendo las penurias de la calle y cumpli¨® aqu¨ª su sue?o de montar su propio negocio. ¡°Facebook es una m¨¢quina que me ayud¨® mucho a promocionar el sal¨®n, tengo clientes de otros barrios que vienen aqu¨ª gracias al perfil, pero yo no s¨¦ utilizar una p¨¢gina profesional¡±.
A cuatro calles de la peluquer¨ªa, Fernanda Bianca, de 24 a?os, ense?a la p¨¢gina que cre¨® para promocionar el trabajo de su madre, Marlene: limpiadora por horas y ayudante de barbacoas. A la se?ora, que a¨²n se niega a unirse a la red social, le llueven las ofertas y sus jefas escriben comentarios para alabar su trabajo.
Si el experimento funciona y peque?os empresarios como Camargo o Marlene comienzan a usar y pagar por los servicios de la red social para promocionar sus negocios, la empresa de Silicon Valley pretende llevarlo a otras comunidades pobres en otras econom¨ªas emergentes. ¡°Es el proyecto m¨¢s importante de este a?o en Am¨¦rica Latina¡±, mantiene Patrick Hruby, l¨ªder de los programas para peque?as empresas en la regi¨®n. ¡°Es un piloto de algo que puede convertirse en viral, una posibilidad que hasta ahora no estaba en nuestro radar y que puede crear riqueza en la comunidad¡±, completa Hruby.
La idea de conquistar este nicho de mercado no surgi¨® de prestigiosos publicitarios, sino de un comerciante de la favela m¨¢s poblada de Brasil, la Rocinha, en R¨ªo de Janeiro. Andr¨¦ Martins, due?o de un bar de bocadillos, atiende los pedidos a domicilio de sus clientes por el chat de Facebook y afirma que la red social catapult¨® su negocio. La historia de Martins inspir¨® a la compa?¨ªa. Hoy Facebook invierte en las favelas.
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