Controlar a los ni?os con GPS: ?seguridad o p¨¦rdida de autonom¨ªa?
Los sistemas de monitoreo infantil pueden provocar a los menores problemas en su desarrollo
Un nuevo modelo de rastreador GPS se ha presentado como la soluci¨®n perfecta para los padres y madres preocupados por la ubicaci¨®n exacta e inmediata de sus hijos. Este dispositivo de peque?o tama?o que el ni?o puede llevar en el bolsillo, en el cintur¨®n o en la mochila permite localizarlo de forma instant¨¢nea y actualizada desde cualquier parte, est¨¦ donde est¨¦ (incluidos otros pa¨ªses). Usar el GPS para controlar no es algo nuevo, pero el atractivo de este modelo son las nuevas funciones. Los padres pueden crear un per¨ªmetro virtual alrededor de la casa familiar o del colegio para que cada vez que el ni?o entre o salga de esas zonas les llegue un aviso al m¨®vil. Tambi¨¦n es posible poner una alerta de velocidad para que si el ni?o supera el l¨ªmite establecido (pensado en caso de que monte en veh¨ªculos) el tel¨¦fono del progenitor emita una se?al inmediatamente.
Estas actualizaciones, acompa?adas de una reducci¨®n del precio del dispositivo (se puede encontrar por alrededor de 100 euros), han logrado que miles de padres europeos se lancen al monitoreo de sus hijos. Sin embargo, los expertos advierten de las consecuencias que una vigilancia excesiva puede tener en el desarrollo, la privacidad y la autonom¨ªa de los ni?os.
En el momento en el que un menor es consciente de que est¨¢ llevando un dispositivo de vigilancia ¡ªsi el ni?o es muy peque?o puede no conocer el significado del GPS¡ª se pueden producir dos efectos. "El primero es de rechazo: el ni?o puede no querer llevarlo para que no le controlen, como una forma de reivindicar su autonom¨ªa personal; el segundo es que se retrase la necesaria formaci¨®n del juicio personal del ni?o. Hay un punto evolutivo en que el ni?o tiene que aprender a ponderar las situaciones de riesgo a las que se enfrenta", explica Charo S¨¢daba, profesora de la Universidad de Navarra, especializada en nuevas tecnolog¨ªas y j¨®venes.
Para esta experta, un dispositivo as¨ª ser¨ªa como seguir manteniendo un invisible cord¨®n umbilical con sus padres. Los ni?os pueden dejar de prestar determinada atenci¨®n porque saben que sus padres los est¨¢n cuidando. La firma francesa Weenect ¡ªque comercializa un dispositivo GPS por 99 euros¡ª advierte a los padres en su web que el rastreador no exime al ni?o de ser prudente y a?ade: "Grandes poderes conllevan grandes responsabilidades".
Open Rights Group, una organizaci¨®n que se dedica a promover y preservar los derechos de los ciudadanos en la era digital, tambi¨¦n insiste en el aspecto de que son los padres quienes deben ense?ar al ni?o a valorar los riesgos y los peligros a los que se puedan enfrentar. "No hay tecnolog¨ªa capaz de mantener a los ni?os a salvo todo el tiempo. Estos dipositivos se pueden perder f¨¢cilmente o cualquier criminal serio podr¨ªa quit¨¢rselo al ni?o", sostiene el director de comunicaciones de ese grupo, Pam Cowburn. La profesora S¨¢daba comparte el planteamiento:? "Estos dispositivos GPS representan una utop¨ªa y dan una falsa percepci¨®n de seguridad total. No podemos controlar a nuestros hijos permanentemente por medios tecnol¨®gicos".
"Los ni?os tienen derecho a tener vida privada"
El aspecto de la privacidad tambi¨¦n es clave para reflexionar sobre el uso de estos dispositivos. "Los ni?os tienen derecho a tener vida privada. Necesitan poder crecer y desarrollarse sin la sensaci¨®n de que est¨¢n vigilados todo el tiempo. No deber¨ªa volverse normal para un ni?o ser rastreado", afirma Cowburn.
"No hay tecnolog¨ªa capaz de mantener a los ni?os a salvo todo el tiempo", explica la organizaci¨®n Open Rights Group
En 2002, despu¨¦s del secuestro de las dos ni?as brit¨¢nicas Holly Wells y Jessica Champan, un profesor de la Universidad de Reading (Inglaterra) desarroll¨® un implante subcut¨¢neo que conten¨ªa un microchip que, a trav¨¦s de la red de telefon¨ªa m¨®vil, enviaba se?ales a un ordenador para localizar al ni?o. El producto recibi¨® cientos de peticiones de padres brit¨¢nicos, pero la pol¨¦mica sobre la ¨¦tica del dispositivo impidi¨® que saliera al mercado por cuestiones como la p¨¦rdida de intimidad del ni?o o el tipo de datos que incluyen estos chips.
"Esta informaci¨®n est¨¢ exclusivamente dirigida a los padres, pero se transfiere a la red. Tambi¨¦n hay que preguntarse en qu¨¦ medida puede ser sensible a la captaci¨®n", comenta S¨¢daba. La compa?¨ªa sueca Trax, que distribuye su rastreador GPS por 220 euros, asegura que su idea de producto se distancia de la perspectiva de espionaje y vigilancia. "Creamos Trax porque quer¨ªamos dar a los padres una mayor tranquilidad y darle una ayuda extra para cuando su hijo desaparece como por arte de magia y necesitan localizarlo muy r¨¢pido".
El tercer aspecto en lo que influye este dispositivo GPS es en la autonom¨ªa del ni?o. "Aqu¨ª interfieren dos fuerzas simult¨¢neas. Por un lado, estos GPS pueden ser una herramienta muy ¨²til si incentivan la autonom¨ªa del ni?o para dejarle explorar m¨¢s camino o zonas nuevas; pero, al mismo tiempo, se trata de una falsa autonom¨ªa porque hay una cadena invisible en la que sigues vigilando¡±, argumenta Charo S¨¢daba.
El profesor de psicolog¨ªa evolutiva y de la educaci¨®n de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, David Poveda, considera que este tipo de GPS puede servir para empezar a ense?ar autonom¨ªa y que los ni?os comprendan el recorrido qu¨¦ hacen y los riesgos a los que se enfrentan. "Si se utiliza bien, el GPS puede ser necesario al principio y terminar siendo innecesario porque el ni?o ya pueda hacer el camino sin riesgo. Puede ser una forma de ampliar los espacios y las trayectorias de los ni?os".
Uno de los casos concretos en los que este GPS puede ser ¨²til, seg¨²n la profesora S¨¢daba, es un evento multitudinario como una feria o un festival de m¨²sica. "Llevar a tu hijo a un evento as¨ª implica una confianza y una autonom¨ªa, al mismo tiempo, es necesario y ¨²til saber d¨®nde est¨¢ en todo momento. Pero es con un objetivo, un uso acotado, porque tampoco podemos volver la espalda al avance tecnol¨®gico¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.