¡°Mi familia me necesita desconectado¡±
Los lectores opinan sobre el derecho a la desconexi¨®n con las cartas que enviar¨ªan a sus jefes para pedirles que no les molesten en su tiempo libre
Los lectores de IDEAS han enviado las cartas que mandar¨ªan a sus jefes pidi¨¦ndoles que les permitan desconectar del trabajo. Estas son algunas de las cartas seleccionadas por el equipo de IDEAS de entre todas las que han mandado los lectores. Las misivas son completamente an¨®nimas.
1. ¡°Mi punto de vista sobre una magnitud olvidada¡±
Curiosa magnitud el tiempo, cuando nacemos la ¨²nica cosa que todos los seres humanos tenemos es ¡°tiempo¡° y es que el tiempo es, sin duda, el mayor activo de nuestra vida. [...] Est¨¢ claro que el tiempo que tenemos significa c¨®mo llenamos la vida finita que vivimos y al pararnos e invertir tiempo en reflexionar un poco sobre esto, vemos que de repente esta realidad escondida cobra una importancia notable. La primera conclusi¨®n es por lo tanto que aunque relativo, el tiempo es muy valioso. [...]
Intercambiamos tiempo por ayudar a otros de manera altruista, porque consideramos que es lo correcto, lo justo. Intercambiamos tiempo porque queremos algo a cambio. Intercambiamos tiempo por imposici¨®n externa o por placer y por supuesto, intercambiamos tiempo por dinero.
A este ¨²ltimo intercambio lo llamamos trabajo y cada uno lo valora de manera distinta seg¨²n sus capacidades y situaci¨®n, algunos incluso tenemos suerte y hasta nos gusta intercambiar parte de nuestro tiempo por dinero mediante nuestro trabajo, otros no tienen tanta suerte y pasan su vida intercambiando tiempo por dinero en trabajos que odian. Es una necesidad. De algo que hay que vivir para poder invertir la otra parte del tiempo que tenemos en lo que realmente amamos.
Y aqu¨ª es donde llegamos al tema que nos compete, ?hasta qu¨¦ punto debemos invertir tiempo en trabajar y en qu¨¦ condiciones? Es m¨¢s, ?deber¨ªamos usar nuestro tiempo en trabajar sin remuneraci¨®n en aras de un bien com¨²n empresarial, de un sentido del deber, por compa?erismo o por miedo a las consecuencias? Sin duda, como todo lo relacionado con este asunto es relativo, ya que depende, como dec¨ªa la principio, de nuestra situaci¨®n personal, valores y gustos.
Pero aun relativo, todos debemos decidir y decidimos cada d¨ªa sobre esta cuesti¨®n cuando trabajamos en una empresa, desde el trabajador m¨¢s humilde hasta el directivo m¨¢s encumbrado tienen la misma disyuntiva. Por ello, y aqu¨ª llega la tercera conclusi¨®n: si todos tenemos el mismo problema con el tiempo y el trabajo, deber¨ªamos valorar y defender el tiempo de los dem¨¢s como si fuese nuestro, pues puede que ma?ana nuestro tiempo dependa de otro y seguramente querr¨ªamos que lo valorase.
En Espa?a el contrato a tiempo completo implica intercambiar unas 40 horas semanales de nuestro tiempo por dinero, en otros pa¨ªses los tiempos difieren, pero en general cuando la empresa puntualmente, debido a un pico de trabajo, requiere que le dediquemos m¨¢s tiempo normalmente el trabajador no se opone y lo hace. [...] Se dice que hay empresas sectores y convenios que incluso regulan y pagan este tiempo a?adido y lo llaman ¡°hora extra¡±, sin embargo yo no he tenido el gusto de conocer este concepto en todas las empresas por las que he pasado durante mi vida laboral.
No me arrepiento de ello, porque el ceder voluntariamente mi tiempo, fuera de mi horario laboral siendo esto una decisi¨®n no coaccionada y libre es justamente esto, una decisi¨®n personal tan leg¨ªtima como el que decide no hacerlo. ?[...] Adem¨¢s, me siento orgulloso de decir que a ninguno de mis compa?eros se le caen los anillos con este asunto y eso se llama implicaci¨®n y sentido de la responsabilidad; valores que tambi¨¦n puedo ver cada d¨ªa en todos y cada uno de los peque?os detalles de su buen trabajo.
Lo que motiva esta carta, es un sentimiento profundo de hartazgo provocado por una injusticia oculta debajo de la alfombra, donde a pesar de las m¨²ltiples quejas formales e informales formuladas a la Direcci¨®n durante a?os, nadie hace caso, es m¨¢s, m¨¢s bien se trata de silenciar por cualquier medio, incluidos la coacci¨®n y la amenaza: la cultura del miedo. La soluci¨®n al problema, no es una retribuci¨®n econ¨®mica por el servicio, es m¨¢s bien la implantaci¨®n de un departamento con turnos de trabajo como hacen otras empresas similares en tama?o.
Durante los 8 a?os que he realizado guardias religiosamente llamadas inoportunas m¨¢s, menos, o no justificadas me han robado abrazos, besos, sue?o, tranquilidad, risas, momentos con mis amigos, momentos con mi familia y libertad para hacer ciertas cosas. Esto no se puede recuperar, pero no me arrepiento, porque aunque sabiendo que no estaba bien, acept¨¦ esto como una inversi¨®n en mi futuro laboral, por supuesto y por ende por el bien de la empresa y con la esperanza de que cambiara, que evolucionase, como lo han hecho otras empresas de su entorno.
[...] Ahora se nos ha obligado a incrementar los servicios que damos en las guardias (la tecnolog¨ªa avanza pero las condiciones laborales se ve que no), las cosas han empeorado m¨¢s si cabe, ahora la empresa requiere M?S DE MI TIEMPO PERSONAL sin nada a cambio, da lo mismo cuanto, da lo mismo si es poco o mucho, aqu¨ª lo importante no es la cantidad, es el hecho, el ¡°porque s¨ª¡°, no hay discurso fundamentado, s¨®lo hay falta de respeto por nuestro tiempo. [...]
La semana pasada le comentaba a nuestro jefe que mi negativa a realizar guardias a ra¨ªz del cambio anterior estaba fundamentada en mis principios y esto es lo que os he transmitido. Si no me niego a esto, ?en que me convierto? Si no le tengo respeto ni siquiera a mi tiempo, ?le tengo respeto a mi vida? Si no tengo respeto al tiempo de los dem¨¢s, ?le tengo respeto a su vida?
2. ¡°Mi familia me necesita libre¡±
Trabajar junto a usted es muy importante, pero mi familia me necesita libre y desconectado en mi tiempo libre.?
3. ¡°Valoren su tiempo¡±
Me parece curioso, por calificarlo de alguna manera, toparme con "desconectar del trabajo" porque fue exactamente lo que hice el viernes.
A continuaci¨®n queridos lectores, explicar¨¦ el proceso que yo misma segu¨ª para "desconectar del trabajo":
1. Decirle a mi jefe que a partir de hoy iba a dejar el m¨®vil en la oficina despu¨¦s de acabar.?
2. Dejar el m¨®vil.
PD: Valore su tiempo, porque nadie lo har¨¢ por ustedes.
4. ¡°Que ocho horas no sean 24¡±
Poder desconectar es fundamental para el buen desempe?o profesional y para el bienestar personal, y un buen jefe ha de comprenderlo. La multitarea es una mentira y una receta para el caos.?
En definitiva, si quieres que trabaje productivamente 8 horas y que mi dedicaci¨®n sea incuestionable, he de dedicar el resto de las horas que componen el d¨ªa a otras tareas, a otras personas, a m¨ª mismo. Que ocho no sean 24.
5. ¡°Que durante mi tiempo personal se respete mi privacidad¡±
Mi lema: no tengo inconveniente en ocuparme de un tema urgente y soy el primero en trabajar de noche o en fin de semana, pero cuando los temas urgentes se convierten en h¨¢bito algo falla en la organizaci¨®n. De la misma manera que durante el tiempo de oficina me concentro al 100% en mi trabajo espero que durante mi tiempo personal se respete mi privacidad.?
Mi actuaci¨®n: a partir de las 19.00 no se contesta el m¨®vil de la oficina salvo que sea una persona con la que te une mucha confianza y que sabes que si te llama es porque tiene un problema. Lo mismo aplica al correo electr¨®nico.?
6. ¡°Las horas extraordinarias se pagan¡±
A mi jefe le recordar¨ªa mi horario de trabajo y amablemente el salario. Tambi¨¦n le recordar¨ªa que las horas extraordinarias se pagan y cotizan a la Seguridad Social.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.