El m¨®vil cobra vida y se convierte en tu segundo cerebro
Los tel¨¦fonos aprenden a hablar y pueden condicionar las relaciones humanas del futuro
Temi, Dana, Robelf, Pepper, Bixby y Alexa est¨¢n presentes en la edici¨®n del Mobile World Congress que se celebra esta semana en Barcelona. Sus nombres parecen de persona pero no tienen alma. Toman formas distintas, todas ellas con alg¨²n rasgo humanoide. Son asistentes virtuales que, gracias a algoritmos de inteligencia artificial, pretenden hacernos la vida m¨¢s f¨¢cil llegando hasta donde no llega nuestro intelecto. Pueden hacer funciones de mayordomo, secretario, coach y hasta de dietista. Los aparatos m¨®viles ya no sirven solo para hablar con otros. Ahora tambi¨¦n podemos conversar con ellos. Algunos expertos aseguran que el razonamiento creciente de las m¨¢quinas puede influir en la evoluci¨®n de las relaciones entre personas dentro de unos a?os.
Los? m¨®viles ya no sirven solo para hablar con otros,? tambi¨¦n podemos conversar con el aparato
Su dise?o hace pensar en la forma de un aspirador al que le han enganchado una tablet en la parte superior. Es su cabeza, pero no tiene cara. Yossi Wolf es el creador de Temi, un robot dom¨¦stico con una fisiolog¨ªa que no quiere parecer humana para restarle todo rasgo ¡°emocional¡± y centrarse en lo funcional. Tampoco tiene manos. Sin embargo, habla, anda y sigue la mirada a sus propietarios. Tambi¨¦n es capaz de aprender progresivamente detalles como el tono de voz del interlocutor humano para ir mejorando la comprensi¨®n de las frases. El mayordomo Temi, que se podr¨¢ comprar este a?o en Estados Unidos y China por 1.500 d¨®lares, sustenta su tecnolog¨ªa en la inteligencia artificial de Google combinada con un sistema que permite a la m¨¢quina moverse con una precisi¨®n militar. Wolf form¨® parte durante quince a?os de Roboteam, empresa que ha trabajado por el Pent¨¢gono.
Ver qu¨¦ pasa en casa a distancia a trav¨¦s de una aplicaci¨®n utilizando los ojos del robot, encender o apagar las luces, contar un cuento a los m¨¢s peque?os, preguntarle por las noticias o hacer que reproduzca un estilo determinado de m¨²sica son algunas de las funcionalidades de estos aut¨®matas. ¡°Prometen liberarnos de algunas tareas, pero nos ligan de otra forma¡±, reflexiona el soci¨®logo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Francesc N¨²?ez. Seg¨²n ¨¦l, la inteligencia artificial conlleva como riesgo que ¡°las relaciones con robots suplan deficiencias de gente¡± que puede preferir los aut¨®matas por ser ¡°menos exigentes y predecibles¡±. Sin embargo, N¨²?ez reconoce que algunas funcionalidades de los asistentes virtuales ¡°te hacen m¨¢s potente¡±.
El director de ForceManager, Oscar Macia, tiene claro que los robots no sustituir¨¢n a los humanos. Sin embargo, celebra que las personas puedan tener asistentes virtuales en una sociedad con ¡°tanta informaci¨®n que es imposible de procesar¡±. Macia es el impulsor de Dana, un ayudante virtual en forma de app dirigido a los equipos comerciales de las compa?¨ªas. La empresa espa?ola tiene 600 clientes alrededor del globo. Programado utilizando redes neuronales simuladas y con el soporte de IBM, el personaje femenino es capaz de conversar con los trabajadores mientras conducen y se dirigen a visitar un cliente. Qu¨¦ se coment¨® en la ¨²ltima reuni¨®n o cu¨¢nto dinero puede implicar la operaci¨®n venidera son algunos de los detalles que Dana facilita para aumentar la productividad.
¡°No es indispensable para los humanos¡±. As¨ª Weichen Luo justifica el m¨®dico precio de Robelf, un robot que se da a conocer en el stand de Taiw¨¢n Excellence. En junio se podr¨¢ adquirir por 700 d¨®lares en Taiwan, China y Estados Unidos. Es m¨¢s barato que algunos m¨®viles, con los que ¡°los humanos no pueden vivir sin¡±, seg¨²n Luo, que muestra las funcionalidades de un robot con cara afable que recuerda al t¨ªpico emoticono amarillo. ¡°Cuando mi hija llegue a casa, cu¨¦ntale un cuento y, cuando veas a mi hermano, dile que tiene una manzana en la nevera¡±, son algunas de las ¨®rdenes que Robelf es capaz de entender y ejecutar gracias a sus sensores.
Bixby es el asistente del nuevo Samsung S9. Si le muestras un plato de comida a trav¨¦s de la c¨¢mara, es capaz de contar cu¨¢ntas calor¨ªas contiene. Tambi¨¦n aprende, creando una base de conocimiento mundial para ir mejorando las predicciones. Entiende el lenguaje de las personas, igual que Alexa, el ya popular asistente de Amazon que durante el MWC ha hecho de disy¨®quei en un evento de Barcelona. El responsable de tecnolog¨ªa de Samsung Espa?a, ?ngel Pascual, cuenta que el procesador del nuevo aparato est¨¢ dise?ado espec¨ªficamente para ejecutar algoritmos de aprendizaje con redes neuronales. Se trata de unos procedimientos que ya hace a?os que existen sobre papel pero que ahora se pueden materializar en funcionalidades concretas gracias a que cada vez los procesadores van m¨¢s r¨¢pidos.
El robot Pepper, especializado en atenci¨®n al cliente, tiene muchos clones en todo el mundo: 10.000. En Espa?a este aut¨®mata de la compa?¨ªa Softbank est¨¢ de gira por los supermercados de Carrefour recomendando maridajes de comida y vino. La semana pasada se instal¨® en el aeropuerto de M¨²nich, donde proporciona informaci¨®n a los pasajeros sobre los vuelos y es capaz de realizar operaciones como un cambio de asiento. La escuela de negocios ESADE lo ha elegido a este robot, con unos gestos muy humanos, para hacer una prueba piloto en la que act¨²a como ayudante de profesor.
Pepper puede captar si el interlocutor que tiene delante est¨¢ alegre o triste seg¨²n los gestos de su cara y ejecutar una acci¨®n dependiendo de este factor. El soci¨®logo Francesc N¨²?ez asegura sin embargo que, por muy inteligentes que parezcan, lo que no tendr¨¢n "nunca" estos aut¨®matas es "un trato emp¨¢tico". En este punto de la conversaci¨®n destaca la paradoja "de una mirada humana de las personas hacia estas herramientas y un trato a los humanos [entre ellos] como productos, objetos desechables". Con la uni¨®n de Twitter y televisi¨®n se habl¨® del m¨®vil como la segunda pantalla. Ahora es tambi¨¦n el segundo cerebro. Lo del segundo coraz¨®n queda pendiente.
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