As¨ª es el primer insecto rob¨®tico que vuela solo
RoboFly ha sido creado por la Universidad de Washington y funciona con energ¨ªa l¨¢ser
Puede que dentro de unos a?os haya moscas, avispas o abejas rob¨®ticas volando a nuestro alrededor. De momento, el primer insecto robot que vuela sin cables ya es una realidad. Pesa 190 miligramos, poco m¨¢s que un palillo de dientes, y ha sido creado por un grupo de expertos y estudiantes de Ingenier¨ªa Mec¨¢nica de la Universidad de Washington (UW), en EE UU.
RoboFly, nombre con el que los creadores lo han bautizado, no es el primer robot con forma de insecto. En el a?o 2015 la Universidad de Harvard presentaba RoboBee, un peque?o robot de tres cent¨ªmetros que era capaz de desplazarse por el aire y el agua. Sin embargo, este nuevo invento supone un gran avance respecto al anterior, ya que es capaz de volar sin tener que estar atado a un cable que le proporcione energ¨ªa el¨¦ctrica, algo que no se hab¨ªa conseguido hasta ahora.
Sawyer Fuller, coautor del estudio y profesor del departamento de Ingenier¨ªa Mec¨¢nica de la UW, afirma en el foro de noticias de la universidad que ¡°el concepto de robots voladores inal¨¢mbricos del tama?o de un insecto era ciencia ficci¨®n¡±, pero ahora RoboFly demuestra que ¡°est¨¢n mucho m¨¢s cerca de la vida real¡±. Fuller tambi¨¦n form¨® parte del equipo de Harvard que desarroll¨® RoboBee.
El grupo de ingenieros ha explicado en su estudio que el aut¨¦ntico hito de este invento es que han conseguido el primer despegue inal¨¢mbrico de un insecto rob¨®tico. Y para hacerlo tuvieron que enfrentarse a tres problemas: los motores y las h¨¦lices necesarias para volar no funcionan bien en tama?os tan peque?os, las bater¨ªas m¨¢s reducidas que existen para realizar vuelos inal¨¢mbricos pesan demasiado para un insecto robot y, adem¨¢s, crear circuitos el¨¦ctricos y motores lo suficientemente ligeros para que el robot pueda volar es complejo.
La soluci¨®n era crear su propio sistema de alimentaci¨®n. RoboFly puede volar sin cables ni bater¨ªas gracias a un peque?o rayo l¨¢ser y un circuito flexible que, gracias a una c¨¦lula fotovoltaica instalada encima del robot, convierte el l¨¢ser en energ¨ªa el¨¦ctrica. Tambi¨¦n dispone de un microcontrolador que hace que bata sus alas. Seg¨²n Johannes James, autor principal del estudio, el microcontrolador funciona como cerebro del robot y pesa tanto como un grano de arena. ¡°Quer¨ªamos desarrollar robots del tama?o de las abejas porque muchos robots baratos podr¨ªan ser m¨¢s ¨²tiles que un solo robot costoso¡±, afirma el autor.
Por ahora, los creadores han iniciado la patente del robot, pero su inter¨¦s sigue fijado en la investigaci¨®n, ya que si estos robots siguieran atados a cables ¡°no podr¨ªan ser muy ¨²tiles fuera de un laboratorio¡±, indica James. RoboFly todav¨ªa no es completamente aut¨®nomo y, seg¨²n los investigadores, ese es el mayor desaf¨ªo al que se enfrentan: conseguir que sea totalmente inal¨¢mbrico y se autocontrole. ¡°El futuro de los robots est¨¢ todav¨ªa en el laboratorio. Necesitamos trabajar m¨¢s para desarrollarlos¡±, declara James.
Seg¨²n el equipo de la UW, la creaci¨®n de este robot abre nuevas posibilidades para los microveh¨ªculos a¨¦reos. En un futuro, muchos RoboFly podr¨ªan ayudar a vigilar cultivos y fuentes de contaminaci¨®n, detectar fugas en tuber¨ªas y refiner¨ªas, y ayudar en b¨²squedas y rescates. ¡°Podr¨ªa haber muchos de ellos, podr¨ªan estar en muchos lugares a la vez, y romper uno no ser¨ªa un problema¡±, por su precio, dice Johannes James. Incluso, el autor afirma que podr¨ªan ser muy ¨²tiles para la exploraci¨®n espacial. Ciencia ficci¨®n que se convierte en realidad.
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