La era en la que robots influencian a humanos
Aumentan en Instagram los seguidores de cuentas protagonizadas por humanoides
La era de la inteligencia artificial ya est¨¢ en marcha desde hace tiempo tambi¨¦n en las redes sociales. Miquela Sousa aparece en Instagram como una chica de pelo moreno y pecas. Tiene 19 a?os, seg¨²n consta en su cuenta. Asegura que su familia son un hombre llamado Trevor y una mujer de nombre Sara. Dice ser m¨²sica, luce prendas que marcan tendencia e incluso se implica en causas sociales, por ejemplo en apoyo a la comunidad LGTBI o a los sintechos, como se aprecia en su descripci¨®n. Casi a diario cuelga posts donde expresa sus sentimientos y ense?a su vida a los 1,3 millones de seguidores actuales. En realidad, Trevor McFredies y Sara Decou son los cofundadores de la start-up Brud. Y Miquela es una robot virtual creada por esta compa?¨ªa. No es la ¨²nica humanoide presente en las redes y el n¨²mero creciente de seguidores de cuentas como la suya llama la atenci¨®n sobre un nuevo fen¨®meno viral.
"Cada vez la tecnolog¨ªa se est¨¢ acercando m¨¢s al ser humano y esto tambi¨¦n es un fen¨®meno que se va a trasladar a las redes ", afirma Rafaela Almeida, autora del libro Influencers, la nueva tendencia del marketing online. ¡°Estos personajes llaman la atenci¨®n porque son una nueva forma de comunicarse en Instagram que no en el mundo digital, donde los avatares llevan mucho tiempo funcionando", agrega Ana Maestre de Okiko Talents, una de las primeras agencias espa?olas dedicadas a la gesti¨®n de personajes de tendencia en redes sociales y de sus relaciones con las marcas. Maestre cita entre los instagramers no humanos existentes tambi¨¦n a Shudu, creada por el fot¨®grafo Cameron-James Wilson y definida en su cuenta Instagram "la primera supermodelo digital". "La tecnolog¨ªa, la rob¨®tica y la novedad" generan mucha fascinaci¨®n, y eso empuja a crear personajes reales o ficticios que permiten jugar con eso, seg¨²n Almeida.
La cuenta de Miquela lleva dos a?os presente en Instagram. En muchos posts el avatar sale con ropa de marcas como Prada, Supreme o Diesel. A veces aparece en compa?¨ªa de modelos y otros personajes de tendencia. Hasta existe un perfil en Spotify con algunas canciones asociado a esta humanoide. Miquela ha sido tambi¨¦n citada repetidamente en distintos medios. En junio de este a?o, la revista Time la incluy¨® en el listado de los 25 personajes m¨¢s influyentes en Internet de 2018. Al principio no todos ten¨ªan claro que no se trataba de un ser humano. "Cuando empec¨¦, la pregunta siempre era: ?Miquela es una persona real?", se lee en uno de los posts que aparecen firmados con el nombre del personaje.
En el pasado abril, la cuenta de Miquela sufri¨® un supuesto ataque por parte de un avatar llamado Bermuda, seg¨²n reconstruy¨® la revista The Cute. Este segundo personaje, presuntamente creado por una compa?¨ªa de inteligencia artificial que apoya a Donald Trump llamada Cain Intelligence, sali¨® en posts desde la cuenta de Miquela en los que la insultaba y le espetaba a que declarara su identidad no humana. En los d¨ªas siguientes, apareci¨® un mensaje en el que Miquela confesaba que no era un ser humano y sus creadores eran los miembros de la compa?¨ªa Brud. Tras este episodio, Miquela ha aparecido con frecuencia en sus posts junto a Bermuda. Tambi¨¦n ha salido en distintas ocasiones con el avatar de un personaje masculino llamado Blawko22, tambi¨¦n creado por Brud. En este periodo, el n¨²mero de seguidores de las tres cuentas no ha parado de crecer.?
La compa?¨ªa Brud asegur¨® en Instagram que es un colectivo de artistas de Los ?ngeles especializado en la "creaci¨®n y gesti¨®n de talento artificialmente inteligente".? En un comunicado aparecido tras el supuesto ataque a Miquela, la start-up afirm¨® que hab¨ªa sido contactada por Cain Intelligence para crear el producto de inteligencia artificial m¨¢s avanzado del mundo. Seg¨²n esta versi¨®n, al descubrir que el objetivo de esta compa?¨ªa era crear un objeto sexual, Brud rob¨® el prototipo de humanoide y desarroll¨® a Miquela, un robot "vivaz, valiente y bueno" programado para sentir empat¨ªa con los seres humanos. Brud pidi¨® disculpas por no haber quitado antes todas las dudas sobre la naturaleza de Miquela. En la p¨¢gina web de Cain Intelligence apareci¨® una nota donde se descartaba que la compa?¨ªa hubiese participado en la creaci¨®n del personaje.
?Una nueva frontera del marketing?
El entramado de relaciones entre estos personajes virtuales y sus creadores tiene ingredientes de ciencia-ficci¨®n. Al pinchar en el enlace relacionado con la p¨¢gina web de Brud, se abre un documento de Google, donde aparecen los nombres de los integrantes de la start-up y se afirma que Miquela "es tan real como Rihanna". Este peri¨®dico ha dirigido a Brud algunas preguntas, pero finalmente la compa?¨ªa ha preferido no contestar. Tampoco?Cain Intelligence ha contestado a las preguntas sobre su actividad y su posible vinculaci¨®n con Brud.
EL PA?S tambi¨¦n ha preguntado a distintas ONG, personajes y marcas que aparecen en la cuenta de Miquela si tienen con Brud alg¨²n tipo de vinculaci¨®n o acuerdo comercial. De momento, solo una marca ha contestado. La respuesta ha sido: "No comment". Instagram, por su lado, ha afirmado a trav¨¦s de un portavoz que "por pol¨ªtica" no comparte detalles sobre administradores ni opina sobre cuentas en particular. Tambi¨¦n asegura que no hay pol¨ªticas espec¨ªficas para personajes generados por ordenador. Las normas de transparencia de esta red social imponen que el creador de un contenido comercial etiquete a las marcas que aparecen en ¨¦l "en los casos en los que se haya registrado un intercambio de valor entre un creador o un editor y un socio comercial". En muchos posts de las cuentas de Miquela, Blawko22 y Bermuda hay etiquetas de alguna marca.
"Las agencias y las empresas tienen claro que esto llama la atenci¨®n. ?Por qu¨¦ no ense?ar un robot humanoide que est¨¢ vendiendo productos o que est¨¢ explicando cosas? Es una tendencia m¨¢s dentro de todo el mercado que hay", afirma la experta Rafaela Almeida. "Para las marcas, lo m¨¢s interesante de estos perfiles es que permiten adaptar mejor los contenidos a sus propias necesidades, ya que se puede moldear su persona seg¨²n interese", agrega Ana Maestre de Okiko Talents.
Maestre cree que todav¨ªa es temprano para entender si usar humanoides para la promoci¨®n de productos comerciales puede ser una estrategia rentable a larga escala. "Hay marcas muy j¨®venes o muy tecnol¨®gicas con los que si puede funcionar bien, pero es una planteamiento m¨¢s puntual que un modelo de negocio establecido". afirma. Actualmente, asegura, Okiko Talents prefiere perfiles de influencers humanos cuya personalidad les haga "¨²nicos". Pero admite que "la tecnolog¨ªa y la forma de trabajar var¨ªa a marchas forzadas, por lo que no podemos descartar que se cree uno verdaderamente interesante que pueda llegar a ser parte de nuestra plantilla".
L¨ªmites de legitimidad en la publicidad en redes
En opini¨®n de Rafaela Almeida, experta en personajes influyentes en las redes sociales, no todos los seguidores de cuentas como Miquela son conscientes de que no se trata de un personaje humano, pero que lo que busca la gente es "entretenimiento, y da igual que sea un robot o una actriz". La experta cree que es l¨ªcito que una marca pueda adoptar una estrategia de m¨¢rquetin con humanoides, siempre y cuando quede patente que se trata de publicidad.
Para Ana Maestre de Okiko Talents, no dejar claro que un personaje es un robot "no es leg¨ªtimo y no deber¨ªa hacerse si el objetivo es enga?ar, entre otras cosas porque ser¨ªa establecer un perfil inalcanzable como algo real a lo que aspirar y eso puede ser muy da?ino". Maestre cree que hasta ahora los creadores y las marcas no han escondido el origen virtual de los instagramers humanoides. "Si eso cambiase, habr¨ªa que plantearse c¨®mo afrontarlo", afirma.
Almeida recuerda que la regulaci¨®n de las actividades l¨ªcitas en Internet todav¨ªa tiene muchos vac¨ªos legales. En muchos casos, afirma, es dif¨ªcil identificar el tipo de relaci¨®n comercial existente entre socios que desarrollan sus negocios en la red. "Se est¨¢n buscando f¨®rmulas, sobre todo cuando hay una facturaci¨®n de por medio", asegura.
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