¡°Los dirigentes de las grandes tecnol¨®gicas se creen m¨¢s listos que los dem¨¢s¡±
El profesor de Harvard cree que las opciones para que Internet sea un motor positivo son menores que hace diez a?os
Jonathan Zittrain es director del Centro Berkman Klein de Internet y Sociedad en la Universidad de Harvard, cuya labor se centra en las consecuencias de Internet. Zittrain (Pittsburg, EE UU, 1969) es cr¨ªtico con el presente de las grandes tecnol¨®gicas y cree que hoy se viven los cambios tecnol¨®gicos con una "vaga sensaci¨®n de perplejidad", dice. En 2008 escribi¨® el libro El futuro de internet. Y c¨®mo detenerlo. Si escribiera una secuela lo titular¨ªa "Bueno, lo intentamos", cree ahora Zittrain.
Pregunta. ?Qu¨¦ ha ido mal?
Respuesta. Primero, no hay un chorro constante de nuevas empresas, de gente en s¨®tanos inventando cosas nuevas, sino que los tipos que llegaron primero se han quedado y se han hecho fuertes. Segundo, tener redes disponibles y sensores muy baratos implica que pueden recopilarse datos a todas horas. Tercero, con herramientas que no son especialmente nuevas pero que ahora tienen los datos para ser mucho m¨¢s afiladas, pueden hacerse juicios sobre gente y descubrir c¨®mo intervenir en sus vidas de maneras que antes eran desconocidas.
P. No todo ha sido terrible en estos a?os.
R. Al menos no ocurrieron algunas cosas que nos preocupaban. Por ejemplo, con el copyright.
P. Napster, la web para intercambiar archivos, muri¨®.
"Hoy me ofrecen un pr¨¦stamo a un 25% de inter¨¦s semanal porque me identifican como alguien emocionalmente delicado"
R. Por ejemplo. Fue interesante ver en el copyright la guerra por un lado entre la tesis "con Napster todo es incontrolable y todas las industrias de contenido van a la bancarrota" y por otro "todo ser¨¢ restringido por la tecnolog¨ªa, nadie podr¨¢ hacer una copia o prestar nada". Es interesante ver que en estos 10 a?os esta guerra se ha diluido. Ahora por algo de dinero o por mirar un anuncio, puedes ver lo que quieras. As¨ª que algunas de nuestras preocupaciones sobre la libertad de la mente, que al final es como podr¨ªa describirse el copyright, no llegaron a ocurrir.
P. Entre los problemas, est¨¢ la privacidad.
R. Es algo que hace 10 a?os no me preocupaba tanto: que una empresa supiera que yo ten¨ªa un perro y me mostrara anuncios de comida de perros en lugar de gatos me parec¨ªa indoloro. Pero hoy me ofrecen un pr¨¦stamo a un 25% de inter¨¦s semanal porque me identifican como alguien emocionalmente delicado, que acaba de perder dinero, y pueden averiguar cu¨¢ndo atacar y cuando atacan solo lo hacen contra m¨ª.
P. ?Estamos seguros de que esto ocurre?
R. Absolutamente. Hace 10 a?os yo apoyaba la posici¨®n de las grandes plataformas cuando dec¨ªan 'somos solo ventanas a Internet, no nos culp¨¦is si no os gusta lo que veis'. A¨²n hay algo de cierto, pero cada vez m¨¢s no son meras ventanas. Se han convertido en tan grandes que deciden qu¨¦ fragmentos ense?an. Buscamos menos algo espec¨ªfico a trav¨¦s de preguntas y nos pasamos m¨¢s rato recibiendo consejos no solicitados de Siri, Google Assistant o Alexa, que b¨¢sicamente se nos presentan como "amigos", nos dicen cu¨¢l es el mejor camino desde aqu¨ª al cine, y cuando dicen "mejor" no sabemos si lo es porque pasa al lado de la pizzer¨ªa que les ofrece algo por llevarme hasta su puerta.
P. Ya podr¨ªa estar pasando.
"Dos veces por semana el coche aparecer¨¢ en tu casa y te llevar¨¢ a una 'aventura esponsorizada"
R. Es ¨²til pensar qu¨¦ pasar¨ªa si el modelo de negocio online pasara al real. El gran reto de los coches aut¨®nomos es lograr uno que conduzca bien. Pero llegar¨¢ el momento en que deber¨¢n preguntarse c¨®mo se paga. Si usas el modelo de econom¨ªa online ser¨ªa as¨ª: puedes subir en un coche aut¨®nomo, es gratis, pero quiz¨¢ pare en un restaurante de comida r¨¢pida antes de llegar a tu destino y espere all¨ª durante 10 minutos. Puedes seguir sentado en el coche o salir, estirar las piernas y comprar una hamburguesa. Si en cambio tienes prisa, est¨¢ bien, no hay problema, pero para mantener tu suscripci¨®n, dos veces por semana el coche aparecer¨¢ en tu casa y te llevar¨¢ a una 'aventura esponsorizada'. Esto son cosas que no tienen hoy una analog¨ªa en el mundo real, pero la inteligencia artificial y big data las har¨¢n posibles. ?Queremos ese mundo? Creo que es justo hacernos esas preguntas ahora, en lugar de decir: 'Vamos a construirlo y ya veremos'.
P. Ha planteado esta duda: ?Qu¨¦ pasa si la polic¨ªa emite una orden de b¨²squeda de alguien que va dentro de un coche aut¨®nomo: el coche debe cerrar puertas e ir a la comisar¨ªa o no?
R. Est¨¢ bien preguntarse eso. Es un modo de mostrarnos que esto no es solo una sustituci¨®n para conductores, sino que abre nuevas posibilidades. En ese sentido es excitante. Pero ?c¨®mo gobernamos todo esto? Podr¨ªa ser lo que llamaba en mi libro "el principio de procrastinaci¨®n". La teor¨ªa era no intentar resolver cada problema desde ya, sino dejar desarrollarse a la tecnolog¨ªa y resolverlo entonces. Para m¨ª era entonces un buen principio, pero ahora se ve que es muy dif¨ªcil porque la distancia entre es demasiado pronto para saber y ya es demasiado tarde para hacer algo es muy breve. Al menos debemos tener un debate p¨²blico donde se vean estas opciones. Ver¨ªamos que al afectar al mundo real de repente un mont¨®n de barreras para la regulaci¨®n que ve¨ªamos en internet se caen.
P. Las plataformas ya deciden si vemos m¨¢s o menos desinformaci¨®n. ?Alg¨²n remedio?
"Que una plataforma determine lo que experimentan 2.000 millones de personas es una responsabilidad demasiado grande"
R. Las respuestas que parecen m¨¢s obvias son medicinas tan fuertes que pueden ser m¨¢s peligrosas que la enfermedad. Que una plataforma determine lo que experimentan 2.000 millones de personas en todo el mundo es una responsabilidad demasiado grande, sin importar c¨®mo de nobles intenten ser. Necesitamos cambiar la premisa de la pregunta. Podr¨ªa ser algo tan dram¨¢tico como reventar la empresa y crear un mont¨®n m¨¢s peque?as, podr¨ªa ser que la compa?¨ªa abriera capas de su funcionamiento para que cualquiera pudiera escribir una receta para crear un newsfeed ¨Clo que vemos¨C, en Facebook. No depende solo de Facebook lo que hay en mi pantalla. Eso podr¨ªa llevar a que la gente escogiera recetas que refuercen sus opiniones, lo que podr¨ªa ser un peligro, pero ser¨ªa menor que el peligro de que todos veamos el mundo por un mismo lugar.
P. Y con sus algoritmos.
R. La tecnolog¨ªa debe ser leal a la gente y no ofrecerle una hamburguesa y patatas fritas cada 5 segundos. He trabajado en una teor¨ªa con Jack Balkin de Yale sobre 'fiduciarios de la informaci¨®n'. Es una palabra exagerada, pero significa que cuando conf¨ªas tanta informaci¨®n a una de estas plataformas, deben serte leales. Si tu inter¨¦s entra en conflicto con el suyo, el tuyo debe dominar. Eso significa que pueden mostrarte anuncios, pero no anuncios que te perjudiquen.
P. Es director del Berkman Institute. Se dedica a observar internet. Cuando va a Silicon Valley, ?c¨®mo te tratan?
R. No tengo la sensaci¨®n de que los dirigentes all¨ª piensen que yo tenga algo que contarles que ellos no hayan pensado ya antes. Se sientan en una sala de reuniones y se creen m¨¢s listos. Pero saben que tienen un problema persistente de relaciones p¨²blicas que est¨¢ creciendo en una posible ola que les gustar¨ªa evitar. Ven la regulaci¨®n europea como algo que puede forzarles a ver que la regulaci¨®n puede existir y no ser catastr¨®fica. Buscan maneras de adelantarse a estos asuntos antes que esperar a liarla a¨²n m¨¢s y ser regulados. Entonces pueden darse cuenta de que no necesitamos una nueva funci¨®n en su software sino que se necesita una nueva dimensi¨®n pol¨ªtica, cultural, legal para lo que hacen. Les he visto m¨¢s abiertos a ideas y sugerencias en los ¨²ltimos seis meses que en los anteriores cinco a?os.
P. ?A las grandes compa?¨ªas?
R. S¨ª, las grandes tecnol¨®gicas tienen resaca como resultado de su expansi¨®n. Tienen tambi¨¦n ahora much¨ªsimo dinero y quieren ser capaces de convertir esa riqueza en un mejor ambiente y algunos de ellos de hecho se dicen a s¨ª mismos que quieren mejorar el mundo.
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