¡°Estamos entregando nuestra privacidad de una forma excesivamente fr¨ªvola y alegre¡±
El experto en inteligencia artificial Ram¨®n L¨®pez de M¨¢ntaras apoya la prohibici¨®n del uso de sistemas de reconocimiento facial, como ha ocurrido en San Francisco
Imagine vivir en una casa con las paredes de cristal y que desde fuera cualquiera pudiera ver todo lo que hace. Sus movimientos, sus h¨¢bitos y sus conductas. Este es el escenario que plantea el director del Instituto de Investigaci¨®n en Inteligencia Artificial del CSIC, Ram¨®n L¨®pez de M¨¢ntaras (Sant Vicen? de Castellet, 1952), con la llegada del 5G y la incorporaci¨®n de un gran n¨²mero de dispositivos inteligentes en el hogar. ¡°Tener multitud de objetos y aparatos en tu casa conectados a Internet es muy mala idea. Pueden saber lo que consumes, lo que compras, cu¨¢ndo lavas la ropa, qu¨¦ cocinas, qu¨¦ comes e incluso cosas tan ¨ªntimas como las que ocurren dentro de tu cuarto de ba?o¡±, asegura.
El cient¨ªfico pone como ejemplo los inodoros electr¨®nicos en Jap¨®n, que son capaces de analizar la orina y, de esta forma, monitorizar la salud de una persona. Ya existen todo tipo de dispositivos conectados para viviendas y oficinas: desde mesas que controlan cu¨¢nto tiempo se trabaja a camas que detectan las horas que duerme un usuario. Adem¨¢s, la venta de altavoces inteligentes no para de crecer. Solo durante el ¨²ltimo trimestre de 2018 se comercializaron a nivel mundial 38,5 millones de estos dispositivos, lo que supone un aumento de un 95% respecto al mismo trimestre del a?o anterior, seg¨²n la consultora Strategy Analytics.
¡°Yo no tengo uno ni lo quiero tener¡±, dice tajante L¨®pez de Mantar¨¢s, que afirma que este tipo de dispositivos est¨¢n ¡°siempre conectados y escuchando¡±, explica, en una entrevista con EL PA?S el pasado lunes antes de participar en la presentaci¨®n de ?Hacia una nueva Ilustraci¨®n? Una d¨¦cada trascendente, el und¨¦cimo libro de la colecci¨®n de OpenMind, la web de innovaci¨®n y conocimiento cient¨ªfico de BBVA.?Compa?¨ªas como Amazon, Google o Apple aseguran que los asistentes solo se activan al pronunciar un comando. Pero ha habido varios casos en los que estos dispositivos han grabado conversaciones privadas al activarse por error: ¡°Intentan venderte siempre el caramelo de que te van a hacer la vida m¨¢s f¨¢cil en base a que t¨² renuncies a tu privacidad¡±, a?ade.
Adem¨¢s, tanto Amazon como Google cuentan con empleados que revisan a diario conversaciones aleatorias que los usuarios mantienen con los asistentes para mejorar el sistema. Apple, Microsoft y Samsung han descartado explicar a este peri¨®dico si tienen trabajadores que realicen este tipo de trabajo. L¨®pez de M¨¢ntaras considera que ¡°todos tienen a personas escuchando¡± y sostiene que dicha opacidad al respecto se debe a puro marketing: ¡°Quieren hacer creer que la inteligencia artificial funciona mucho mejor de lo que de verdad funciona. Si t¨² le dices a un asistente, apunta lo siguiente en la lista de compras, te dice: ¡®lo siguiente apuntado en la lista de compras¡¯ porque cree que lo siguiente es como el pan o la leche. No entiende la sem¨¢ntica¡±.
¡°Tener multitud de objetos y aparatos en tu casa conectados a Internet es muy mala idea. Pueden saber lo que consumes, lo que compras, cu¨¢ndo lavas la ropa, qu¨¦ cocinas, qu¨¦ comes e incluso cosas tan ¨ªntimas como las que ocurren dentro de tu cuarto de ba?o¡±
El conjunto de dispositivos conectados, seg¨²n sostiene, podr¨ªa servir de cara a ¡°entrenar un sistema de inteligencia artificial para llegar a tener un perfil muy preciso del comportamiento de las personas de la casa¡±. ¡°A partir del momento en el que t¨² sabes todo de una persona, le puedes ofrecer publicidad de todo tipo. Por ejemplo, de pastillas contra el insomnio al detectar que una persona no duerme bien¡±, explica L¨®pez de M¨¢ntaras.
El experto se?ala que en muchas ocasiones los usuarios carecen de pensamiento cr¨ªtico a la hora de dar su consentimiento a las diferentes compa?¨ªas para recopilar todo tipo de datos: ¡°Estamos entregando nuestra privacidad de una forma excesivamente fr¨ªvola y alegre. Es lo que me preocupa¡±. Para ¨¦l, la soluci¨®n para evitarlo pasa por ¡°educar e informar a la gente de todos estos problemas¡±.
Reconocimiento facial
Pero en ocasiones esta cuesti¨®n va m¨¢s all¨¢, cuando ni siquiera se solicita el consentimiento del usuario. Es lo que ocurre en algunos lugares con ¡°las c¨¢maras que est¨¢n en la calle y detr¨¢s tienen sistemas de reconocimiento facial¡±. Un hombre ha llevado a los tribunales a la Polic¨ªa de Gales, en Reino Unido, por tomar una imagen de su rostro con un sistema de reconocimiento facial autom¨¢tico mientras hac¨ªa compras navide?as, seg¨²n la BBC.
El experto en inteligencia artificial sostiene que ¡°el consentimiento es imprescindible¡±. Aunque reconoce que ¡°tampoco es la soluci¨®n ¨®ptima¡±, ya que en muchas ocasiones a los ciudadanos no les queda otra que aceptarlo si quieren acudir a un evento multitudinario en el que se usan sistemas de reconocimiento facial. Por ejemplo, a un partido de f¨²tbol o un concierto: ¡°Si compras la entrada y la pagas, est¨¢s impl¨ªcitamente dando tu consentimiento. El problema es que si no das el consentimiento, no tienes la entrada y no vas a ir. Es casi como un chantaje¡±.
Adem¨¢s, subraya que los sistemas de reconocimiento facial tienen limitaciones. Entre ellas, ¡°un 80% o 90% de falsos positivos¡±. Y en ocasiones ¡°detectan que tu cara se corresponde con una similitud bastante alta con alguien que est¨¢ en una lista de posibles sospechosos¡±. De hecho, el reconocimiento facial de Amazon confundi¨® en 2018 a 28 congresistas con sospechosos de la polic¨ªa. Igualmente, se ha demostrado que es posible pasar inadvertido ante este tipo de sistemas: ¡°Tambi¨¦n hay falsos negativos. Si un terrorista se pone una pegatina en la cara o unas gafas tipo Elton John, muy gordas y con muchos colores, es posible que no se le identifique¡±.
Quiz¨¢s dentro de un tiempo el sistema [de reconocimiento facial] funcione muy bien y los errores sean suficientemente bajos como para que puedan ser aceptables pero hay que ser prudentes y esperar¡±
Estas limitaciones y la p¨¦rdida de privacidad que suponen estos sistemas han suscitado pol¨¦micas en los ¨²ltimos meses. San Francisco se convirti¨® hace dos semanas en la primera ciudad de Estados Unidos en prohibir el uso de estos sistemas. ¡°Me parece perfecto. Viendo lo mal que funcionan, yo creo que es lo que hay que hacer. Hay que ser prudentes y esperar. Quiz¨¢s dentro de un tiempo el sistema funcione muy bien y los errores sean suficientemente bajos como para que puedan ser aceptables¡±, afirma L¨®pez de M¨¢ntaras. Pese a ello, no se muestra tan contundente al explicar si extender¨ªa esta prohibici¨®n a otros lugares: ¡°Habr¨ªa que estudiarlo con mucho detenimiento, es un problema dif¨ªcil. La regulaci¨®n es complicada y tendr¨ªan que trabajar expertos en leyes y temas jur¨ªdicos¡±.
Robots y trabajo
Tambi¨¦n se ha debatido mucho en los ¨²ltimos a?os sobre el impacto que tendr¨¢ la incorporaci¨®n de las m¨¢quinas en diferentes empleos. L¨®pez de M¨¢ntaras subraya que ¡°la inform¨¢tica en general hace a?os que impacta en la manera en que hacemos nuestro trabajo y en el hecho de que se est¨¢n automatizando muchas cosas¡±. Por ejemplo, los cajeros autom¨¢ticos.
El experto en inteligencia artificial defiende que las m¨¢quinas no sustituyan a las personas, sino que trabajen de forma conjunta. ¡°Alrededor de un puesto de trabajo puede haber 20 tareas distintas. Algunas son automatizables y en otras seguir¨¢ siendo importante que haya una persona¡±, afirma. Pone como ejemplo los sistemas de asistencia a personas dependientes: ¡°No se trata de poner robots y quitar a las personas en una residencia de tercera edad, sino de que trabajen conjuntamente¡±. Se imagina, por ejemplo, un robot o un sistema inform¨¢tico ¡°que avise al cuidador para que no se olvide de dar la medicaci¨®n o ayude en el traslado de una persona a un hospital¡±.
Precisamente en el sector de la salud se han producido m¨²ltiples avances gracias a la inteligencia artificial. Aunque este tipo de sistemas a¨²n tienen limitaciones. L¨®pez de M¨¢ntaras incluso reconoce ¡°tener ciertas reticencias a llamarle inteligencia¡±. ¡°La inteligencia artificial actual funciona bien cuando la aplicas a un ¨¢mbito muy concreto. Por ejemplo, jugar al ajedrez o hacer un diagn¨®stico m¨¦dico¡±, explica. Pero recalca que solo sabe hacer una tarea y no comprende lo que hace. Por ejemplo, ¡°un programa capaz de traducir entre idiomas no comprende la sem¨¢ntica del lenguaje¡±. Hacer que esto cambie supone todo un desaf¨ªo: ¡°El gran reto de la inteligencia artificial es hacer inteligencias artificiales cada vez m¨¢s generales. Estamos muy lejos de conseguirlo, nos estamos encontrando con las mismas dificultades desde hace 50 a?os. Para que esto sea posible, es imprescindible que las m¨¢quinas puedan comprender c¨®mo funcionan las cosas. Una compresi¨®n de verdad, profunda, similar a la humana¡±.
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