Ellas, bellas y encantadoras. Ellos, valientes y racionales
Un sistema basado en inteligencia artificial examina m¨¢s de tres millones de libros para analizar el lenguaje que se utiliza para describir a hombres y mujeres
Han sido 11.000 millones de palabras escrutinadas en m¨¢s de tres millones de libros las que han descubierto que el lenguaje empleado en libros y novelas, durante m¨¢s de cien a?os, es sexista. Un grupo de cient¨ªficos de la universidad de Copenhague han llevado a cabo un descomunal trabajo de campo en el que se han analizado de forma masiva textos escritos en idioma ingl¨¦s, en libros publicados entre los a?os 1900 y 2008 ?Qu¨¦ se estaba analizando exactamente? La correlaci¨®n entre g¨¦neros y calificativos buscando un patr¨®n: el diferente tratamiento entre mujeres y hombres en textos escritos.
El estudio ha empleado un sistema basado en inteligencia artificial y aprendizaje autom¨¢tico para analizar palabra a palabra las obras publicadas en este per¨ªodo y concluir que el tratamiento a mujeres y hombres es abiertamente sexista. El an¨¢lisis concluye que a las mujeres se les atribuye meramente calificativos relacionados con su f¨ªsico, mientras que para los varones las referencias mayoritariamente se centraban en su fortaleza y personalidad. Los atributos negativos relacionados con el f¨ªsico y el aspecto en estas obras se observan hasta cinco veces m¨¢s en las mujeres que en los hombres. Entre las palabras que m¨¢s se usan para describir a las mujeres est¨¢n "hermosa", "encantadora", "preciosa", "sexy", soltera", "f¨¦rtil" o "exquisita". Para ellos, los adjetivos m¨¢s frecuentes son "justo", "pac¨ªfico", "racional", "honorable", "brutal", "valiente" o "justo".
¡°Este sistema puede reducir el sexismo en m¨¢s ¨¢mbitos¡±
¡°No somos los primeros en confirmar el sexismo del lenguaje¡±, explica a EL PA?S Alexander Hoyle, uno de los coautores del estudio, ¡°pero los sistemas computacionales nos permiten corroborar estas sospechas a gran escala¡±. Este cient¨ªfico describe el modelo computacional creado como "ligero" aunque, eso s¨ª, reconoce que se ha dedicado un considerable esfuerzo en ¡°establecer las diferentes hip¨®tesis y crear los modelos¡±.
El estudio, con todo, no solo sirve como confirmaci¨®n del sexismo aplicado de forma masiva, al lenguaje, sino para ¡°identificar y desvelar nuevas ¨¢reas en las que se est¨¢ aplicando¡±, explica Hoyle. El autor se refiere a emplear estos motores en otros ¨¢mbitos de forma autom¨¢tica y as¨ª alertar de esta manipulaci¨®n del lenguaje:P¡°por ejemplo, la aplicaci¨®n Textio puede alertar si un puesto de trabajo prioriza a candidatos masculinos¡±, destaca el estadounidense.
Los algoritmos aprenden de los textos ya escritos y publicados, con lo que un sistema puede dar como bueno un patr¨®n que se repite varias veces (por ejemplo, los relacionados con la belleza y la mujer)
El estudio a gran escala se refiere a libros publicado durante m¨¢s de cien a?os y hasta 2008. ?Por qu¨¦ es relevante, entonces, ahora? Se podr¨ªa pensar que las obras contempor¨¢neas son m¨¢s respetuosas en el tratamiento de los g¨¦neros, pero realmente esta realidad no resolver¨ªa un grave problema: los algoritmos aprenden?de los textos ya escritos y publicados, con lo que un sistema puede dar como bueno un patr¨®n que se repite varias veces (por ejemplo, los relacionados con la belleza y la mujer) y asimilarlos en su ejecuci¨®n actual.
Esta realidad se ver¨ªa reflejada en los sistemas basados en inteligencia artificial actuales, que basan su estructura en patrones contaminados por este sexismo. ¡°Los algoritmos se basan en los patrones¡±, explica Isabelle Augenstein, catedr¨¢tica en ciencia computacional y coautora del estudio. ¡°Si estos patrones se basan en un empleo sexista del lenguaje, el resultado estar¨¢ contaminado¡±, a?ade. Con todo, el modelo presentado cuenta con sus limitaciones (no es capaz de discriminar entre tipos de libro) y el equipo sigue trabajando de cara a perfeccionarlo.?
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