¡°La mayor¨ªa de usuarios de Internet son mirones que no hacen nada¡±
La sabidur¨ªa de las masas es falsa porque la gente activa en la Red es una minor¨ªa, seg¨²n explica el experto
Todo lo que hay en Internet es obra de unos pocos. Unos "pocos" que son decenas de millones de personas, pero que solo representan un porcentaje peque?o del total de usuarios. La web es un oc¨¦ano infinito que cubre toda la Tierra, pero la gente que la alimenta cabr¨ªa en una isla.
Menos del 1% de usuarios de Internet crea m¨¢s del 50% del contenido. "Si tomas cualquier segmento de tiempo determinado, el porcentaje de gente activa en Internet seguro que es menos del 10%", explica el profesor chileno Ricardo Baeza-Yates. "Lo he visto en lugares donde he trabajado. La mayor parte de gente en internet, en las redes sociales sobre todo, est¨¢ de mir¨®n, sin hacer nada. Ni siquiera hace un like. No genera datos para internet, que no es lo mismo que estar activo. La gente que contribuye, que hace un like, podr¨ªa ser un 10%, pero quienes hacen un tuit o un post o cuelgan una foto, van a ser menos", a?ade.
Un 4% de los usuarios escribe las rese?as en Amazon y un 2% redacta la mitad de tuits en Twitter
En distintos trabajos, Baeza-Yates ha encontrado que un 4% de los usuarios activos escribe la mitad de las rese?as en Amazon ("y eso que un mes despu¨¦s de publicar el art¨ªculo Amazon empez¨® a perseguir las rese?as pagadas, con lo que el n¨²mero real es menor"), un 2% de usuarios escribe la mitad de tuits en Twitter y que la primera versi¨®n de la mitad de entradas de la Wikipedia en ingl¨¦s fue creada por un 0,04% de sus usuarios registrados, unas 2.000 personas. "Y fue porque les pagaron, porque qui¨¦n participa en algo que est¨¢ vac¨ªo", dice Baeza-Yates.
En internet tambi¨¦n funciona una ley humana que la sabidur¨ªa popular espa?ola conoce bien: uno hace, muchos miran. "Es el sesgo de actividad: pocos trabajan y muchos no hacen nada. En cualquier actividad humana, se ve este sesgo. Pocos tiran, los otros siguen", explica Baeza. Es un fen¨®meno tan establecido que tiene un nombre: la ley de Zipf.
"La consecuencia m¨¢s importante de este fen¨®meno es que la sabidur¨ªa de masas es una ilusi¨®n", dice Baeza-Yates en una conversaci¨®n con EL PA?S en Madrid, donde acudi¨® para participar en la inauguraci¨®n de la sede de la factor¨ªa de inteligencia artificial del BBVA. Baeza-Yates es tambi¨¦n premio Nacional de Inform¨¢tica en investigaci¨®n industrial y transferencia tecnol¨®gica 2018, director de programas de posgrado en ciencia de datos en el campus de Silicon Valley de la Northeastern University, catedr¨¢tico de la Universitat Pompeu Fabra y jefe de tecnolog¨ªa de NTENT, una compa?¨ªa de b¨²squedas en Silicon Valley, donde vive.
La sabia masa de internet no es por tanto todos los humanos que usan la red, sino quienes generan contenido. "Es la sabidur¨ªa de la gente que est¨¢ haciendo cosas. Si hay grupos que quieren manipular en Twitter en Estados Unidos, en Facebook en Filipinas o WhatsApp en Brasil tienen mucha potencia porque hay muchos que no hacen nada, que solo miran", explica.
Baeza-Yates cree que un rasgo a menudo com¨²n de los usuarios m¨¢s activos es que son "los malos", como en los casos de Filipinas, Brasil o Estados Unidos. "La gente que quiere manipular es m¨¢s activa que la que no quiere manipular", dice, "por una raz¨®n sencilla: la gente que quiere manipular tiene un objetivo y por tanto una motivaci¨®n para actuar, mientras que la mayor¨ªa de la gente no tiene ni siquiera la motivaci¨®n para participar". Las ganas de fastidiar son un incentivo maravilloso en un mundo donde la mayor¨ªa solo se asoma.
Estos hallazgos forman parte de una larga investigaci¨®n de Baeza-Yates sobre los sesgos en la web. Como el ya canal principal de comunicaci¨®n humana, los sesgos que produce internet est¨¢n destinados a marcar muchas de nuestras decisiones futuras. Los pocos usuarios activos son un sesgo habitual que tenemos cuando creemos que lo que leemos en Twitter es lo que "cree la gente". Es el sesgo de actividad. Pero hay m¨¢s.
La profundidad de internet
?Qu¨¦ hay en el fondo de internet? La sensaci¨®n real de que en internet est¨¢ todo no sirve para las cosas que no sabemos que existen. ?C¨®mo sabe Netflix que una pel¨ªcula no gusta si ni siquiera la ha ense?ado a un grupo suficiente de usuarios para que decidan si quieren verla? Algo parecido pasa con los resultados de las b¨²squedas, m¨¢s ahora cuando Google intenta que los usuarios no abandonen su p¨¢gina para ver lo que buscan. ?Qui¨¦n se molesta en ir a mirar el resultado 35 de una b¨²squeda? Una p¨¢gina puede subir en los resultados gracias a enlaces y otros criterios, pero la competici¨®n es cada vez mayor.
"Este sesgo de presentaci¨®n o exposici¨®n es el m¨¢s grave. Es imposible ense?ar todo a todo el mundo para que decida", dice Baeza-Yates. Y tampoco es trivial calcularlo: ?a qui¨¦n se ense?a lo que nadie ve? Por ejemplo, una pel¨ªcula polaca en Netflix. Si se le muestra aleatoriamente a un 5% de los usuarios norteamericanos, ?son esos representativos para luego ense?arla a m¨¢s? "?Y por qu¨¦ en ese caso solo un 5%?", se pregunta Baeza-Yates. "Porque pierdo dinero", responde. Si Facebook se arriesga a ense?ar m¨¢s de un 5% de los posts que nadie presuntamente quiere ver, se arriesga a que los usuarios tengan menos inter¨¦s y acaben viendo menos anuncios en los que clicar.
La larga cola de internet, donde cada cual ten¨ªa lo que quer¨ªa porque colgar un libro o una pel¨ªcula era casi gratis, se ha convertido en el "desierto digital". "La web se ha hecho casi infinita y ha crecido mucho m¨¢s r¨¢pido que el n¨²mero de personas conectadas a Internet", dice Baeza-Yates. En un art¨ªculo de 2015, intent¨® encontrar umbrales aproximados de ese desierto. Un 1,1% de los tuits son escritos por gente sin seguidores, dec¨ªa Baeza-Yates, y un 31% de los art¨ªculos de la Wikipedia modificados en mayo de 2014 nunca fueron visitados en junio. "El tama?o de ese desierto digital probablemente est¨¦ en la parte baja de esa franja 1%-31%", dice Baeza-Yates. Y creciente.
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