Leonard Kleinrock: ¡°Yo envi¨¦ el primer mensaje por Internet y apenas le di importancia¡±
Hace 50 a?os, el investigador mand¨® el paquete de datos inicial de una Red en la que ahora ve un lado "oscuro"
"No ten¨ªamos ni una c¨¢mara para grabarlo", recuerda Leonard Kleinrock del d¨ªa en que mand¨® el primer paquete de datos por Internet. "Estaba en una sala anodina en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), ya de noche, y pretend¨ªa entrar a otro ordenador 600 kil¨®metros al norte, en el Stanford Research Institute. Ten¨ªa que escribir "log in". Para confirmar que iba bien, hablaba por tel¨¦fono con su compa?ero. "He escrito la 'L', ?ha llegado?" Aquel mensaje se colg¨® a la tercera letra: solo lleg¨® "Lo".
De aquel hito qued¨® solo una anotaci¨®n en bol¨ªgrafo en un diario de trabajo
El problema lo ten¨ªa el software en Stanford. Lo arreglaron y pudo enviarse al cabo de un rato. De aquel hito qued¨® solo una anotaci¨®n en bol¨ªgrafo en un diario de trabajo: "22.30. Hablado con Stanford. De servidor a servidor". A nadie se le ocurri¨® dejar mayor constancia.
Este martes 29 de octubre se cumplen 50 a?os de aquel d¨ªa, del inicio de una nueva era. Pero para los investigadores fue solo un d¨ªa m¨¢s en la oficina. "Mand¨¦ aquel primer mensaje por Internet pero fue como cualquier otro d¨ªa, apenas le di importancia. Est¨¢bamos intentando resolver un problema complejo. No estaba claro si iba a salir bien. Sab¨ªamos que podr¨ªa tener impacto, pero en aquel momento no lo tuvo. No fue un gran asunto. Lo que nos animaba era el desafi¨® de ingenier¨ªa, la excitaci¨®n de hacer algo nuevo. La recompensa no era monetaria obviamente, sino resolver un problema y crear algo que otro usara", explica Kleinrock a EL PA?S en una conversaci¨®n en el marco de las jornadas Onlife celebradas en Mil¨¢n a principios de octubre.
Kleinrock tiene hoy 85 a?os y apenas ha perdido vivacidad y ganas de analizar y mejorar su descubrimiento. Como otros pioneros de Internet y de la web, hoy est¨¢ m¨¢s centrado en dejar un legado m¨¢s s¨®lido y esperanzador que en el reconocimiento de su labor original. En una entrevista con EL PA?S en 1999, Kleinrock dec¨ªa que Internet estaba "en la Edad de Piedra". Hoy dice que ya ha pasado por "su etapa juvenil en los ¨²ltimos 15 a?os y ahora est¨¢ en su primera edad adulta y se observa un comportamiento oscuro", dice.
El pecado original de Internet fue la ingenuidad de los pioneros. La Internet original era un lugar de encuentro de investigadores. Era obvio que aquello iba a explotar: "Estaba claro que iba a estar en cada casa, pero no supe ver, ni yo ni nadie, la poderosa parte de comunidad [las redes sociales] y su impacto en cada uno de los aspectos de la sociedad. No fue hasta que el correo electr¨®nico inund¨® la red en 1972 que me di cuenta del poder que tendr¨ªa Internet al permitir la interacci¨®n entre gente", dice.
Aun menos supo intuir que se usar¨ªa la Red para el mal: mandar spam, suplantar la personalidad, robar datos, y la llegada de los discursos de odio o noticias falsas. Es probable que m¨¢s atenci¨®n inicial no hubiera evitado estos problemas, pero los habr¨ªa mitigado. "No necesit¨¢bamos seguridad ni privacidad. Nadie la necesitaba. Hab¨ªa algo incluido en la tecnolog¨ªa inicial llamado interfaz de l¨ªnea privada que estaba cifrado. Pero nadie lo usaba porque no lo requer¨ªa. As¨ª que no se desarroll¨®", explica.
¡°?Cu¨¢l fue el primer uso ilegal de Internet? Lo comet¨ª yo en 1973¡±
Los pioneros de Internet viv¨ªan en una red para miembros selectos cuyo uso estaba limitado a fines cient¨ªficos. "?Cu¨¢l fue el primer uso ilegal de Internet? Lo comet¨ª yo en 1973", explica. Kleinrock hab¨ªa ido a una conferencia en la Universidad de Sussex (Reino Unido). Al volver a Los ?ngeles se dio cuenta de que se hab¨ªa dejado la maquinilla de afeitar. "Y la quer¨ªa de vuelta. Era por la tarde en Los ?ngeles, las 3 de la ma?ana en Londres, y pens¨¦: ?qui¨¦n estar¨¢ despierto a esta hora? Seguro que mi buen amigo Larry Roberts [otro de los padres de Internet]", dice. Entr¨® en un programa desde su habitaci¨®n y tecle¨® "where Roberts" [donde Roberts]. "Lo que hac¨ªa este programa era preguntar a otros ordenadores, a todos en aquel momento, y miraba qui¨¦n estaba en sesi¨®n en cada m¨¢quina. Esper¨¦ tres minutos y apareci¨® Roberts, abr¨ª un chat y le ped¨ª que me trajera mi maquinilla al d¨ªa siguiente. Este fue un uso personal, no cient¨ªfico. As¨ª que en cierto sentido fue el primer acto ilegal", explica.
Esa ingenuidad sobre el concepto de maldad en Internet es algo que dej¨® a estos investigadores sorprendidos cuando vieron el primer mensaje de spam el 12 de abril de 1994. Era sobre la loter¨ªa de green cards, los permisos de residencia permanente en Estados Unidos. El asunto del correo electr¨®nico suger¨ªa que era el ¨²ltimo sorteo y animaba a los receptores a responder para pedir m¨¢s informaci¨®n. De ah¨ª a exigirles algo de dinero a cambio de nada, solo hab¨ªa un paso.
Cuando Kleinrock vio aquellos mensajes falsos en 1994 se sorprendi¨®. El ¨²nico modo de remediarlo era relanzar Internet, que requer¨ªa desconectar todos los equipos y volver a empezar. Ya era demasiado tarde. Como ahora. "A las grandes compa?¨ªas tampoco les importa. Explotan la falta de privacidad. La compa?¨ªa que no hac¨ªa el mal, ?te acuerdas?", dice en referencia a Google, cuyo lema inicial era "No seas malo". "Pero la gente se corrompe con mucha facilidad", a?ade Kleinrock.
Internet es fr¨¢gil. Sus fundamentos est¨¢n construidos sobre columnas enclenques, que requieren de parches y andamios.
Internet es fr¨¢gil. Sus fundamentos est¨¢n construidos sobre columnas enclenques, que requieren de parches y andamios. "D¨¦jame que te cuente el motivo", dice Kleinrock. "Los programadores son una mala raza. ?Por qu¨¦? Prueban algo de c¨®digo, no funciona. Prueban con cambiar algo, no funciona. Prueban algo distinto, ?funciona, ya est¨¢! Pero yo, como te¨®rico, matem¨¢tico, tengo que analizarlo y evaluarlo, ?cu¨¢l es su rendimiento, funciona bien? ?Qu¨¦ l¨ªmites tiene? Los desarrolladores no piensan as¨ª. Solo quieren que funcione y cuando lo hace, lo lanzan", explica. Para un sistema operativo o una app es importante ser los primeros en el mercado, no los m¨¢s perfectos en seguridad o privacidad. Para eso ya est¨¢n las actualizaciones posteriores. Hay mucho dinero en juego para quien llega primero.
Pero mientras llegan las actualizaciones, los malos encuentran montones de agujeros. As¨ª se ha hecho Internet, a?adiendo pisos encima de fundamentos a medio hacer, que se iban reparando, mientras m¨¢s y m¨¢s pisos se colocaban encima. Los agujeros que quedan y se van creando son enormes.
En este 50? aniversario, Kleinrock ha organizado una jornada de celebraci¨®n en su universidad, la UCLA. No ser¨¢ un evento nost¨¢lgico, dice. Pero ya es consciente de que habr¨¢ mucho lamento. Por eso para el final ha dejado al excampe¨®n mundial de ajedrez Gari Kasparov, que tiene una visi¨®n optimista de la tecnolog¨ªa. Es la conclusi¨®n de Kleinrock: Internet tiene muchos agujeros, pero "mir¨¢ndolo en conjunto, es algo maravilloso", dice.
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