La empresa de cuentas falsas que contrat¨® el Bar?a ofreci¨® sus servicios al PP
Nicestream propuso al partido en 2015 un proyecto de campa?a en redes por 1,4 millones de euros
Carlos Ib¨¢?ez, administrador ¨²nico de Nicestream, la empresa que contrat¨® la directiva del Bar?a para supuestamente atacar a sus rivales en Internet, pretendi¨® vender al Partido Popular en junio de 2015 un proyecto de gesti¨®n de redes sociales similar al del club catal¨¢n. I3 Ventures, filial de Nicestream, se hab¨ªa fundado en abril de ese a?o con sede en la calle Zurbano de Madrid, seg¨²n el Registro Mercantil, aunque la empresa llevaba a?os operando desde Argentina, desde donde hab¨ªa ya hecho al menos una campa?a en Espa?a, contra el independentismo entre 2014 y 2015. Ib¨¢?ez acudi¨® al menos dos veces a la sede del partido en G¨¦nova, seg¨²n un miembro de aquella campa?a.
La oferta era similar a la que presuntamente acept¨® el Bar?a: gesti¨®n de cuentas falsas gestionadas por humanos para fomentar una opini¨®n favorable a las propuestas del partido y en contra de los rivales. Cada operador llevar¨ªa solo un grupo de cuentas, que estar¨ªa en parte automatizado. Las dos redes preferidas para la operaci¨®n eran Twitter y Facebook. El presupuesto depend¨ªa del n¨²mero de cuentas que se contrataran. Ib¨¢?ez ofreci¨® el proyecto por 1,4 millones de euros (el del Bar?a cost¨® un mill¨®n, seg¨²n la SER). Para saber m¨¢s detalles, EL PA?S ha intentado contactar con Jorge Moragas, embajador en Filipinas y entonces director de campa?a del presidente Mariano Rajoy para las elecciones de 2015, pero no ha obtenido respuesta.
El proyecto era desorbitado para el presupuesto electoral habitual de un partido espa?ol. En las elecciones de junio de 2016, todo el presupuesto digital del PP apenas alcanz¨® los 150.000 euros. EL PA?S ha preguntado en el PSOE y Ciudadanos si Ib¨¢?ez les ofreci¨® tambi¨¦n sus servicios, pero fuentes de ambos partidos no lo recuerdan, aunque admiten que se acerca mucha gente a los partidos a ofrecer servicios digitales variados.
El proceso b¨¢sico de la campa?a ofrecida al PP era ¡°farm/seeding/publishing/research/analytics¡±. Es dif¨ªcil distinguir qu¨¦ significa cada una de las etapas pero est¨¢ claro que definen entre todas una operaci¨®n de influencia: ¡°farm¡± es la granja que prepara los mensajes; ¡°seeding¡± es buscar conceptos que ¡°siembren¡± opiniones que puedan crecer por s¨ª mismas a favor de la organizaci¨®n que contrata la campa?a; ¡°publishing¡± es la ejecuci¨®n en las distintas redes sociales, y ¡°research¡± y ¡°analytics¡± es la medici¨®n del impacto que se ofrece al cliente en forma de informe semanal.
As¨ª era al menos la campa?a que hizo Nicestream en favor de Societat Civil Catalana y en contra del proc¨¦s entre 2014 y 2015. La empresa dispon¨ªa de cerca de mil cuentas que lanzaban cada d¨ªa mensajes de temas variados para simular comentarios humanos. Pero entre esos tuits hab¨ªa siempre combinados enlaces a noticias contrarias al independentismo y con hashtags que encajaban en el mensaje a favor de la unidad de Espa?a.
El n¨²mero de cuentas falsas que pod¨ªa manejar en total una empresa como Nicestream es dif¨ªcil de calcular. Pero una investigaci¨®n superficial revela que algunos usuarios que interactuaron mucho con las cuentas dedicadas a Societat Civil Catalana ten¨ªan patrones de creaci¨®n sospechosos: la mayor¨ªa fueron creados en pocas horas de tres d¨ªas distintos. Forman un grupo de unas 1400 cuentas. As¨ª, entre el 26 y el 27 de mayo de 2011 se crearon 411 cuentas. Y en poco menos de una hora del d¨ªa 2 de abril de 2012 se crearon m¨¢s de mil.
Los usuarios m¨¢s retuiteados por este grupo de m¨¢s de mil cuentas pertenecen a campa?as en Ecuador contra la petrolera Chevron o a candidatos pol¨ªticos argentinos menores. Entre ellos hay cuentas con menos de mil seguidores que tienen patrones de retuits inauditos, como se ve en la imagen. Ambas cuentas tienen poco m¨¢s de 900 seguidores
Uno de los recursos m¨¢s sofisticados de las operaciones de Nicestream era el llamado ¡°ruido blanco¡±: el modo en que las cuentas publicaban tuits ¡°normales¡± para parecer humanos. La herramienta de Nicestream permit¨ªa buscar tuits de otros usuarios de la red que mencionaran palabras como ¡°amor¡±, ¡°m¨²sica¡±, ¡°Catalu?a¡±, lo que fuera. Alguien del equipo los pul¨ªa y as¨ª sal¨ªan. El m¨¦todo puede trazarse con una simple b¨²squeda en Twitter, como se ve en las im¨¢genes donde arriba aparece el tuit copiado por el bot y abajo el original que es de unas horas o d¨ªas antes. Hay mensajes, como los de @AngeliFrances, extremadamente contradictorios.
La rareza de las cuentas es obvia tambi¨¦n cuando se observan los tuits de varios d¨ªas seguidos de una misma cuenta: eran mensajes inconexos, algunos con argentinismos.
Esos mensajes se colocaban en una hoja de Excel y se programaba su env¨ªo masivo pero ordenado y sin patrones claros: junto a ellos iban los originales preparados por un grupo de periodistas, los nombres de las cuentas, los enlaces acortados que se iban a promover ese d¨ªa (variando algo de la url para que no pareciera que todos sal¨ªan del mismo lugar) y el hashtag. La batalla para que Twitter no detectara automatizaci¨®n era constante. La red social en 2014 y 2015 ten¨ªa otra imagen y la presi¨®n para desvelar cuentas falsas era menor.
Nicestream ten¨ªa cuentas de distintos niveles de importancia. En el caso de la campa?a contra el proc¨¦s, las dos que mandaban eran MasCatalan y SomMes. Twitter las ha suspendido, pero en Facebook siguen activas. Hacer crecer y conservar estas p¨¢ginas son a?os de trabajo. No es lo mismo crear una granja de bots autom¨¢ticos que se dedican a retuitear que cultivar usuarios de aspecto humano que puedan intervenir en la conversaci¨®n. O cuentas que parecen de un grupo o asociaci¨®n que generan a¨²n m¨¢s credibilidad. Las cuentas se compraban en paquetes y los nombres se adaptaban a las necesidades.
Esta distinci¨®n entre cuentas ha sido objeto de estudio en otras ocasiones. En las ¨²ltimas jornadas del Centro Criptol¨®gico Nacional, el pasado diciembre, Juan Luis Garc¨ªa, experto en ciberseguridad de la empresa Sidertia, present¨® un estudio de miles de cuentas usadas en la campa?a rusa en Estados Unidos en 2016 y 2017. Su conclusi¨®n es que hab¨ªa tres tipos de cuentas llamadas killers, de soporte y de seguidores.
Los ¡°seguidores¡± serv¨ªan solo para aumentar el tama?o de las otras dos. En las de soporte, hab¨ªa ¡°mayor intervenci¨®n humana¡±, seg¨²n Garc¨ªa y serv¨ªan para ¡°ganar confianza en las cuentas killer¡±. Las killer eran las m¨¢s elaboradas, que ¡°pod¨ªan llevar a?os en gestarse y su objetivo era impactar¡±. Era una especie de pir¨¢mide coordinada para influir en una opini¨®n p¨²blica de manera artificial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.